La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Archivo de noviembre, 2013

Pobres ancianos secuestrados en jardines

Olivo milenario

La historia es real. Un artista se enamoró de un árbol y quiso inmortalizarlo en una pintura única. Era un olivo del Maestrazgo, en Castellón, al que le calculaban 1.300 años. Por ponerle una cifra, pues resulta imposible conocer su edad exacta. Todas las tardes el pintor acudía al olivar buscando esa luz única incidiendo en la corteza retorcida del coloso, que dibujaba con primor de escolar. Pero al llegar un día el gigante había desaparecido. ¿Se habría confundido de lugar? El agujero abierto en la tierra le confirmó su peor presentimiento. Lo habían vendido por un puñado de euros, para desolación del artista y de los muchos vecinos y forasteros que lo admiraban. Un triste cuadro sin terminar fue su último recuerdo.

En la Comunidad Valenciana todos estos árboles grandiosos están protegidos desde 2006. Pero no los que se llevaron antes en camiones a golpe de cheque, la mayoría muertos durante el transporte, abandonados en viveros, languideciendo en rotondas, campos de golf, urbanizaciones; la minoría en jardines donde se coleccionan como un lujo más, los últimos testigos vivos de la historia dando sombra a la piscina.

Uno de ellos, quizá el del cuadro inacabado, se ha hecho famoso. Forma parte de la caprichosa colección de olivos centenarios del banquero Emilio Botín. 475 vetustos ejemplares expoliados a mayor gloria del mercado financiero. Bautizado «Santander», al menos ha servido para algo más que el adorno. De él se ha extraído la primera secuenciación completa del ADN de la especie.

Gracias a sus añejos genes podremos mejorar la futura producción olivarera. Pero nunca lograremos que el viejo árbol vuelva a disfrutar de esas puestas de sol mediterráneas, auténticamente sublimes en estos días de finales de otoño. Ni que nosotros las disfrutemos a su sombra.

Olivo milenario

Foto superior: Ejemplar secuenciado en el proyecto del CSIC. ©Banco Santander/CSIC

Foto inferior:  Olivo Domiciano, nacido en el Maestrazgo (Castellón) hace casi 2000 años y que fue subastado en Francia por 64.000 euros como escultura viva del Imperio romano«. Las subastas de estos ejemplares únicos que deberían estar protegidos y ser atractivos turísticos de la comarca siguen dando fabulosos beneficios a los intermediarios de tan vergonzoso comercio.

Otras entradas relacionadas:

Un búho se come al Matusalén de las golondrinas españolas

Delichon_urbicum_-Iceland_-flying-8_(1)

Ya os lo he contado aquí en otras ocasiones. Las aves poseen el secreto de la eterna juventud. No son eternas, es verdad, pero nunca envejecen. Da igual la edad. En cuanto adquieren el plumaje de adultos su semblante no cambia jamás.

¿Y cuánto tiempo pueden vivir? Depende de especies y de si viven en cautividad o en su medio natural, esto último mucho más peligroso. Algunas son de larga vida, como águilas, buitres o loros, y pueden llegar a los 40 años. Otras apenas sobreviven 2 ó 3 años, como nuestras golondrinas y aviones.

Pero respecto a estos últimos siempre hay quien rompe los esquemas a los científicos. Como un avión común (Delichon urbicum) de Badajoz al que los ornitólogos han bautizado como Matusalén, el personaje bíblico al que se le supone que llegó a cumplir 969 primaveras. En el caso concreto del pájaro pacense vivió 8 años,  más del doble de lo normal, todo un récord para esta especie de pequeño tamaño que cría en nuestras latitudes y pasa el invierno en África. Si fuese un ser humano tendría 150 años.

Pero esta buena noticia lleva asociada la mala noticia de su descubrimiento. El pajarito (sus restos) apareció en el interior de la egagrópila de un cárabo (Strix aluco), un búho de amplia distribución en España. La egagrópila, por si no lo sabes, es la pelota de huesos, plumas y pelos que las rapaces y otras aves vomitan después de haberse tragado a sus piezas enteras. Analizando sus contenidos es fácil conocer los detalles alimenticios del animal. Y en el caso concreto de este búho, los estudiantes de Biología de la Universidad de Extremadura descubrieron que se había cenado al venerable Matusalén. Una presa poco habitual para una rapaz nocturna.

¿Qué cómo sabían que era él? Porque entre plumas y huesos apareció la anilla metálica con la que en esa misma Facultad, apenas a 400 metros de donde apareció la egagrópila, había sido anillado el avión común como pollo en su nido en 2005. Desde entonces hizo largas migraciones entre África y Europa de miles de kilómetros de distancia. Tanto moverse para venir a morir al mismo lugar donde nació. Como diría el latino: Omnia mors aequat. La muerte lo iguala todo.

Puedes leer la noticia completa de este hallazgo en la página de SEO/BirdLife.

Foto Wikimedia Commons. Autor: Ómar Runólfsson

Otras entradas relacionadas:

 

El desierto se frota las arenas del cambio climático

Souss-Massa Acabo de regresar de un viaje por el Sáhara. Allí he tenido la oportunidad de conocer el programa Climatique de cooperación transfronteriza entre España y Marruecos. Un proyecto piloto que estudia las aves migratorias como excelentes indicadores del estado del clima.

Traigo aún impreso en la retina el maravilloso sol africano meciéndose tras las palmeras de ese oasis que es el Parque Nacional de Souss-Massa. Pero también una gran preocupación por lo que se nos viene encima: el desierto.

La zona de estudio es el último cauce estable de agua dulce donde pueden reponer fuerzas miles de aves antes o después de atravesar el inmenso y árido Sáhara. Hasta él llegan retazos finales de bosques casi fósiles como los de argán (el del famoso aceite de la eterna juventud) que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. Un lugar tan importante como tremendamente frágil, pero sometido a una presión agrícola tremenda.

¿Agricultura en el desierto? Efectivamente, cultivos industriales bajo plástico para satisfacer la demanda europea de frutas y hortalizas, muchos de ellos promovidos por empresarios españoles y franceses.

La nueva Almería se desarrolla en el sur de Marruecos y tienen tanto derecho como nosotros para hacerlo. Otra cosa son las consecuencias ambientales. Las aves hace tiempo que encendieron todas las alarmas. Especies adaptadas a los ambientes saharianos avanzan hacia el norte mientras las norteñas retroceden o se refugian en enclaves montañosos. Otras modifican sus hábitos migratorios. Y todas sufren de una manera u otra el aumento de la contaminación del aire y el agua, la desaparición de los hábitats naturales, el avance de nuestra sociedad urbana y el retroceso del mundo rural tradicional.

Este viernes concluye en Varsovia la 19 Cumbre del Clima. Una oportunidad global para no continuar con este error garrafal, pero todo parece indicar lo evidente. Nadie está dispuesto a levantar el pie del acelerador. Y mientras tanto el desierto se frota las arenas.

Otras entradas relacionadas:

¿Por qué escribo un blog sobre medio ambiente?

escriboporque_1000

Entre Dani Díaz, ilustre bloguero de Ni libre ni ocupado, y Melisa Tuya, no menos ilustre coordinadora de la nutrida blogosfera de 20 Minutos, además de responsable de los blogs En busca de una segunda oportunidad y Madre reciente, la han liado parda. Nos han lanzado un reto: explicar en un post por qué escribimos. Y uno, como burgalés, es incapaz de ignorar los retos.

Coincide la propuesta con mi intervención, este jueves 21 de noviembre a las 11 de la mañana, en el X Congreso Nacional de Periodismo Ambiental organizado por APIA en Madrid. Participaré en un debate dedicado a los blogueros (al que estáis todos invitados) y este post servirá perfectamente de peculiar tarjeta digital de presentación. #TenemosFuturo.

¿Por qué escribo un blog de medio ambiente? La respuesta es sencilla: Quiero ayudar a lograr un mundo mejor, más sano, solidario, bello, sostenible, armónico, feliz.

¿Se puede conseguir algo así tan sólo escribiendo? Seguramente no, pero me gustan las causas imposibles teñidas de color verde esperanza, especialmente si en ellas nos va el futuro. Y al menos intentarlo. Me sumo a las sabias palabras de Hermann Hesse:

Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible.

Este post de hoy hace el número 990 de La Crónica Verde. Casi un millar de artículos desde ése ya lejano 6 de septiembre de 2007 cuando mi querido y admirado Arsenio Escolar lograba convencerme para ser bloguero de 20 Minutos. No le fue fácil. Desde noviembre de 2004 tenía abierta una columna de opinión en la edición impresa del periódico, la única existente entonces en la prensa nacional dedicada a temas medioambientales y que, desgraciadamente, diez años después sigue siendo la única. Pero yo era periodista de prensa escrita, y como a tantos otros compañeros, eso de pasarme a la prensa digital no me hacía ninguna gracia. Sin embargo es imposible negarle algo a Arsenio, y él mismo anunció orgulloso en su blog (el orgullo del maestro) mi incorporación a la incipiente blogosfera veintiminutera. Tenía razón. En estos momentos es el blog sobre medio ambiente con mayor impacto de la blogosfera en castellano: más de 100.000 usuarios únicos al mes.

En estos 10 años de trabajo epistolar mi millar de artículos han recibido 33.500 comentarios. ¡Vaya pasada! Todos ellos han sido lo mejor de esta apasionante experiencia periodística, lectores a quienes debo agradecer el haberme ayudado a educarme, a mejorar, a entender muchas cosas y a considerar inaceptables otras muchas.

Dice mi amigo y bloguero Juanjo Ramos que La Crónica Verde se llama así porque en ella todos me ponen verde. Tiene algo de razón. Pero de las críticas también se aprende, y mucho. Una razón más para escribir un blog.

El dibujo que abre este post es la personal interpretación que el genial Calpur, el de «El Bueno de Cuttlas«, nos ha cedido a los blogueros de 20Minutos como respuesta a ¿Por qué escribo un blog? Lógicamente, él nos lo explica dibujando.

Otras entradas relacionadas:

El negocio químico se interesa por nuestras hormonas

el-profesor-chiflado

Seguramente nunca hayas oído hablar de disruptores endocrinos (EDC) como el Bisfenol A. ¡Vaya palabros! Ni tampoco tengas demasiada idea de los aditivos, organismos modificados genéticamente, contaminantes y pesticidas presentes en los alimentos que diariamente ingerimos con total tranquilidad. Si te soy sincero, yo tampoco. Pero como tú confío en el sistema. Sabemos que nunca en la historia de la Humanidad la comida se sometió a más controles para garantizar su salubridad. Organismos como la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), cuyo plantel de expertos agrupa a lo más granado de la Ciencia, velan por nuestra salud. Estamos en sus manos pero ¿son manos independientes? Todo parece indicar lo contrario.

Al menos 122 de los 209 expertos de la EFSA tienen relaciones con la industria que deberían regular. Así se asegura en un informe publicado recientemente por la organización Corporate Europe Observer y difundido por Ecologistas en Acción. El porcentaje aumenta en el caso de los puestos directivos: el 90% de los presidentes de los paneles de expertos y el 70% de los vicepresidentes tienen conflicto de intereses: contratos de consultoría, financiación de investigaciones, subvenciones a sociedades científicas o revistas afines, etc.

Con estos datos resulta cuando menos sospechoso aceptar la imparcialidad de las encendidas defensas que dichos expertos hacen a unos productos tóxicos para los que otros organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, piden su drástica regulación.

Los  disruptores endocrinos (EDC) son sustancias capaces de alterar el equilibrio hormonal y el desarrollo embrionario. En altas dosis pueden provocar graves efectos adversos como cáncer, daños al sistema reproductor, obesidad, diabetes, daños neurológicos y otras enfermedades crónicas. Como siempre, lo difícil es decidir dónde se pone la raya entre peligroso y asumible.

En los próximos meses la Comisión Europea y los gobiernos europeos deben decidir si limitan el uso de los EDC o los prohíben. De esta decisión depende nuestra salud, pero también la cuenta de resultados de muchas multinacionales. ¿Apostamos lo que decidirá Europa?

Otras entradas relacionadas:

Nunca la sombra de los volcanes fue tan bella

Biodiversidad canaria

Todos los que me seguís desde hace años en La Crónica Verde sabéis de mi admiración/devoción por las Islas Canarias. Uno de los puntos calientes de la biodiversidad mundial, laboratorio natural de la evolución que desde la época de Humboldt y Darwin han admirado por igual a científicos y turistas. Pero ante todo un lugar bellísimo.

Así nos lo descubre mi amigo y excelente realizador tinerfeño Pedro Felipe Acosta en su próximo proyecto cinematográfico «Canarias, a la sombra de los volcanes».

Ante tales imágenes sobran las palabras y las patrias, como glosó el poeta Nicolás Estévanez:

Mi patria es una isla,
mi patria es una roca,
mi espíritu es isleño
como los riscos donde vi la aurora.

No dejéis de ver el avance de este trabajo. Sencillamente increíble.

Otras entradas relacionadas:

La genial idea de una niña de 15 años que asombra al mundo

LogoMiniReservas

Al Congreso Mundial de las Tierras Silvestres WILD10, celebrado hace unas semanas en Salamanca, asistieron más de un millar de delegados procedentes de los cinco continentes. Científicos, altos funcionarios, conservacionistas, fotógrafos, periodistas, artistas e incluso representantes de pueblos aborígenes. Tuve la suerte de participar activamente en este encuentro que por vez primera en su larga trayectoria elegía como sede a un país mediterráneo. Allí se habló de muchas cosas, de muchos problemas y de muchas ilusiones. Pero varios delegados coincidieron en señalarme como una de las iniciativas más interesantes el proyecto de MiniReservas. “Seguramente lo conocerás”, me espetó uno de ellos. “Está promovido por una niña española”. Efectivamente, no tenía ni idea. Así que aproveché para enterarme.MiniReservas

La zaragozana Esperanza Sancho es la promotora de MiniReservas, una iniciativa para convertir espacios urbanos degradados en pequeñas reservas naturales. Tiene 15 años, un montón de buenas ideas y un gran talento. Tan grande como para lograr el Premio one-minuteWILD, que además de reconocer la genialidad del proyecto aplaude su excelente manera de explicarlo en un vídeo de menos de un minuto.

Esos solares o rincones abandonados cercanos a nuestras casas tienen futuro si entre todos decidimos cuidarlos para favorecer la presencia de una fauna y flora que, sin duda, nos hará más felices. Es un proyecto participativo, voluntario, destinado a recuperar la vida silvestre y a favorecer su conocimiento. Propone retirar la basura, plantar árboles y arbustos, instalar refugios de fauna y catalogar su biodiversidad. Es verdad. Quizá después de tanto trabajo luego llegue un promotor y levante apartamentos donde tantas ilusiones depositamos, pero ¿qué sería del mundo sin sueños?

Otras entradas relacionadas:

El Calypso, el mítico barco del comandante Cousteau, se oxida abandonado

Calypso

Félix Rodríguez de la Fuente nos descubrió los tesoros de la fauna Ibérica y el comandante Cousteau las riquezas del mar. Por eso me entristece enormemente que el Calypso, su mítico barco con el que surcó los siete mares, en el que todos alguna vez soñamos con ser grumetes, se pudre desde 2007 en un astillero francés. Mirad la foto. ¿No os da una lástima inmensa?Calypso_restauracion

La embarcación aspira desde hace 17 años a convertirse en seña de identidad de un importante museo marítimo. Pero como muchos ya sabéis, la familia de Cousteau ha heredado poco del espíritu libre y solidario del comandante. En enero de 1996, un año antes de la muerte de Jacques Cousteau, el barco se hundió en Singapur. Fue reflotado y trasladado a La Rochelle para convertirlo en museo. El proyecto no tuvo éxito y el barco permaneció amarrado junto al Museo Marítimo durante varios años. En 2007 fue trasladado a Concarneau para ser restaurado en los astilleros Piriou y convertirse en una atracción itinerante para la divulgación. Peleas judiciales entre la Fundación Equipe Cousteau (presidida por Francine Cousteau, la segunda esposa de Cousteau) y los astilleros mantienen en la ruina la embarcación.

Una petición online para tratar de salvar el mítico Calypso ha recibido ya casi 10.000 firmas de apoyo. La petición fue iniciada en la plataforma Change.org por Bruno Bombled, un ciudadano francés que reclama a la ministra de Cultura francesa “que declare el Calypso patrimonio nacional para evitar que la embarcación se muera en Concarneau”, la localidad de la región de Bretaña donde el barco permanece en un astillero. Sólo así podrá acceder a los fondos públicos que permitirían su salvación.

En mi opinión, el Calypso no es Patrimonio Nacional francés. Es Patrimonio de la Humanidad, como los mares que ayudó a proteger. Vuelve a mirar una vez más su foto. Efectivamente. Está tan deteriorado como nuestros océanos.

En la imagen superior, el Calypso en octubre de 2007, cuando llegó al puerto de Concarneau. (Foto Fred Tanneau. AFP)

Otras entradas relacionadas: