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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Terribles imágenes de incendios forestales en 360 grados

Barranco de Lucia

Llega el verano y con él las rebajas y los incendios forestales. Así de seguro. Así de banal. Así de triste.

Volveremos a ver dantescas imágenes en la televisión de bosques quemados. Nos sobrecogeremos y apenas unas horas después se nos habrá olvidado.

Pero no a todos. Seguramente muchos os habréis preguntado alguna vez: ¿Qué habrá sido de esos lugares calcinados? ¿Se habrán recuperado ya esos sitios cinco, diez años después de que las llamas arrasaran tantos y tantos lugares maravillosos?

Hoy os traigo a La Crónica Verde un impresionante proyecto fotográfico que da respuesta a estas dudas. Se llama ‘Quemados, Fotografía 360º‘ y es un proyecto fotográfico colectivo sobre los incendios que en 2012 arrasaron 50.000 hectáreas de los montes de Alcublas y Andilla, y con ellos una gran parte del patrimonio forestal valenciano. Una terrorífica galería de imágenes panorámicas de alta resolución geolocalizadas que permite navegar por los calcinados enclaves afectados, así como conocer su lenta recuperación natural.

Entre sus objetivos, los promotores pretenden fomentar la reflexión sobre la complejidad, la dimensión y el impacto de los incendios forestales. Aunque sólo sea para que, cuando los telediarios vuelvan a hablarnos de este tipo de siniestros, tengamos muy claro la terrible destrucción que suponen.

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5 comentarios

  1. Dice ser Lector

    Debería esta mucho más penado este delito.

    09 julio 2013 | 00:12

  2. Dice ser alberto

    Impresionado y desalentado por el desastre ecológico que representa las miles de hectáreas quemadas. Soy de Concepción, Chile, en el año 2009 me hice la siguiente pregunta¿Si hay temporeros de la fruta, personas que trabajan recolectando frutas por un período determinado ¿ Porqué no hacer lo mismo con «temporeros de los bosques», cuidadores de bosques, no apagadores de incendios? Contratar 3.000 cuidadores y distribuirlos en lugares específicos significaban 16 millones de dolares. La inversión y costo de incendios llegaba a 100 millones de dolares. Envié esta simple idea a Conaf, corporación nacional forestal en Chile y me respondieron que tenían sus propias formas de combatir incendios. Con razón somos un país en desarrollo¡
    Si esta idea prevencionista tan sencilla sirve a España y a todo el mundo me sentiré realizado por colaborar con la comunidad mundial. ¡Acción no reacción¡
    Alberto Quezada Rodríguez

    09 julio 2013 | 02:48

  3. Dice ser Los incendios se apagan en invierno.

    Así de simple y así de claro.Es necesario desbrozar,limpiar arcenes, ríos,cunetas,hacer cortafuegos con una anchura suficiente, tirar y aclarar los bosques, meter ganado ovino, caprino y vacuno.¿pero que ha pasado en España?, algo muy sencillo,cuando los ayuntamientos y los propietarios rurales de los montes intentaban acometer una o varias actuaciones antes nombradas, salía el grupo ecolojeta de turno y presentaba la correspondiente denuncia por hacer cortafuegos,por agresión al medio ambiente etc…
    La solución yo la veo muy clara:dejen a la gente rural,a la gente que generación tras generación ha vivido y ha gestionado el monte , dejenlos que ellos son los más interesados en que el monte siga siendo lo que es. Ellos deben mandan y decir cuales son las actuaciones pertinentes.
    Esto es lo que piensa la gente rural.Hasta que el mundo rural no tenga poder para gestionar sus tierras no habrá nada que hacer.

    09 julio 2013 | 08:53

  4. Dice ser Daniel

    Hasta cierto punto puedo estar de acuerdo con usted. Pero sólo hasta cierto punto. Si nos vamos al noroeste de la península Ibérica, observamos que el uso abusivo del fuego por parte de la población rural ha provocado que el estado de la mayor parte de las zonas de montaña sea francamente desastroso. Paséese usted por los montes de la provincia de Ourense, por ejemplo, para ver las consecuencias de dejar gestionar los montes “generación tras generación”, a la población rural. Sierras como la del Xurés, el Macizo Central Orensano, Trevinca, O Eixo, Martiñá y un largo etc, muestran el efecto de ese uso descontrolado del fuego. ¿Dónde están los rebollares, las carballeiras, los castañares, que deberían cubrir buena parte de esas montañas? Reducidos a su mínima expresión. En su lugar, y a lo largo y ancho de miles y miles de hectáreas de superficie, lo único que crecen son matorrales. Los bosques han sido quemados para, la mayor parte de las veces, ser transformados en matorrales para alimento del ganado. Matorrales, por cierto, cada vez más degradados. Hay zonas donde prácticamente ha desaparecido la capa superficial y fértil del suelo (el estado de muchas pendientes y laderas de monte es verdaderamente lamentable), donde es imposible que crezca algo más que la carqueixa, ya que los incendios se siguen repitiendo sin ningún tipo de control año tras año. No digo yo que se prohíba la realización de quemas para uso ganadero. El fuego forma parte de la dinámica de muchos ecosistemas. Y es evidente que si se quiere seguir manteniendo la ganadería extensiva de montaña, cada cierto tiempo, y en determinados lugares, hay que hacer uso del fuego. Al menos en zonas en las que, como en Galicia, las abundantes precipitaciones provocan el rápido crecimiento del monte bajo. Literalmente, el ganado no tiene tiempo para aclarar toda la superficie ocupada por ese tipo de vegetación. Pero ese uso del fuego debe ser responsable y estar sujeto y limitado a estrictas normas de gestión que ayuden, no sólo a mantener el medio de vida de la gente que vive en el campo, sino a aumentar y conservar nuestro deteriorado patrimonio natural. Lo que no se puede permitir es que cada hijo de vecino, con permiso o sin él, se dedique a “gestionar su parcela de monte” cómo le dé la gana. De lo contrario se seguirán produciendo hechos tan vergonzosos como que en las 21.000 hectáreas que conforman el Parque Natural da Baixa Limia- Serra do Xurés, en los últimos 10 años, se ha alcanzado la espeluznante cifra de 2.200 incendios forestales. Sí, sí, ha leído bien… ¡¡2.200 incendios en 10 años!!, ¡¡¡220 incendios anuales!!!. Eso es, se mire por donde se mire, sencillamente inadmisible.

    P.D. Esta muy bien lo de dejar al ganado pastar en el monte para el aclareo de la vegetación. Pero con mesura y sentido común. No olvidemos que hasta mediados del pasado siglo, muchas zonas de España eran auténticos eriales provocados por el sobrepastoreo del ganado (ovino y caprino principalmente)

    09 julio 2013 | 16:34

  5. Dice ser Los fuegos se apagan en invierno.

    Los datos son contundentes,inapelables y no dan lugar a dudas,este ultimo año se quemaron 140.000 hectáreas.La última década se han quemado más de medio millón de hectáreras.Es decir desde que el intervencionismo en el monte por parte del hombre esta restringido,penalizado y tutelado por parte de unas autoridades,unas organizaciones y unos intereses que desconocen el monte el destino de este es quemarse.
    Y no lo digo yo,lo dicen los datos objetivos y tozudos.
    Y la población rural sabe que esto pasa, y pasará en un futuro sin ningún remedio.Es necesario y urgente que la población rural tome las riendas de sus montes como ha sido siempre, de lo contrario España será una inmensa hoguera.
    http://elpanorama.hola.com/noticia/2012082040368/el-fuego-arrasa-140-000-hectareas-en-2012-la-cifra-mas-alta-de-la-ultima-decada/

    09 julio 2013 | 19:50

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