La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Atención a la lluvia primaveral de pollos y otros animales

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Me llama mi amiga Fernanda. Fue a visitar una fabulosa encina monumental de Toledo y al acercarse a su tronco se dio un buen susto. Bajo el árbol, dos grandes bolas de algodón se hinchaban y bufaban amenazantes. Entre el blanco inmaculado resaltaban dos pares de ojos amarillos que la miraban igualmente asustados. Eran dos pollos de búho real (Bubo bubo). Se habían caído del nido, precariamente instalado en una vieja plataforma de corneja, en lo más alto de la gigantesca y solitaria encina manchega.

¿Qué podía hacer? Desde luego no cogerlos, fue mi apresurado consejo telefónico. Tampoco llamar a Medio Ambiente, como hizo el año pasado cuando se encontró otro de estos pollos en situación parecida. Llevarlos a casa o a un centro de recuperación tiene poco futuro. Lo mejor es dejar que la naturaleza siga su curso. Muchas parejas de búho real crían en el suelo y su prole prospera sin problemas. Como las avutardas, las perdices o las ortegas y sisones.

Éstas y otras especies tienen pollos que casi podríamos llamar nidífugos; en cuanto son medianamente grandes saltan del nido y empiezan a moverse por la zona. No los vemos, pero los padres están siempre muy cerca. Les cuidan y alimentan sin problemas allá por donde éstos vayan.

Así que mi amiga hizo lo mejor. Agarró una escalera y dejó las dos bolas de plumón en la cruz de la gran encina, pollos que se mantenían engrifados como habitual método de defensa pues les hace parecer más grandes y peligrosos de lo que en realidad son. Y ahí siguen hoy, hermosos y seguros.

En estos días de espléndida primavera, en nuestras salidas al campo nos podremos encontrar crías de animales aparentemente desvalidas. Incluso corzos, como ya os he contado en otra ocasión. Cogiéndolas no les hacemos ningún favor. Todo lo contrario. Lo mejor es no tocarlas. La madre naturaleza es sabia y nosotros pelín torpes.

En la foto, los búhos una vez subidos de nuevo a la encina.  © Fernanda Serrano

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4 comentarios

  1. Los pájaros son increíbles, la verdad. De pequeño me dijeron que si tocas a las crías los padres las rechazan, pero creo que no es así no??

    Mis pájaros favoritos, los colibríes:
    http://www.naturalezacuriosa.com/colibries-magia-en-el-aire-video/

    Saludos.

    18 abril 2013 | 23:38

  2. Dice ser Hector

    Lo que comentas lo sabemos los cazadores desde siempre.Las crias de corzo,ciervo deben dejarse siempre en el lugar que están.La razón es muy sencilla: aunque están solas no están perdidas como muchos domingueros creen, están tranquilas en algún sitio oculto esperando que la madre vaya a amamantarlas cuando no ve a nadie por los alrededores.
    Pero dominguero que las encuentra llama al seprona o a la protectora y la caga de pleno.
    Y como comentas las crías de buho en cuanto pueden se trasladan por el roquedo o por los alrededores del nido donde han nacido,y si caen ,los progenitores las localizan y siguen alimentandolas.¿pero cómo explicarle esto a un urbanita dominguero?

    18 abril 2013 | 23:51

  3. Dice ser tres

    Lo cierto es que los pollos nidífugos son los que abandonan el nido nada más nacer porque ya rompen en cascarón suficientemente desarrollados para alimentarse por sí solos y seguir a su madre. Creo que no es el caso de los búhos reales.

    19 abril 2013 | 05:50

  4. Dice ser Carla

    También la madre naturaleza castiga a aquellos progenitores que no han sabido construir un nido seguro. Se convierten en presa facil de cualquier deprepador.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    19 abril 2013 | 07:35

Los comentarios están cerrados.