La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Tiramos a la basura hasta los desvanes

Siempre me fascinó la buhardilla de mi bisabuelo. Era de película, polvorienta, misteriosa, repleta de trastos inútiles, de sillas rotas y espejos ennegrecidos. Hoy ya no existe ni ese rincón mágico, ni prácticamente ninguno de esos lugares donde guardar lo viejo. En nuestra sociedad urbana de usar y tirar, con ridículas “unidades habitacionales” de 40 metros cuadrados, el espacio libre es oro y el cubo de la basura el mejor armario posible.

Tengo un lector que trabaja en la recogida de residuos urbanos de Madrid y que periódicamente me envía fotos de las barbaridades que encuentra en los contenedores de basura. Trajes, ordenadores, muebles, libros y sobre todo comida, toneladas de comida. Otro me asegura que en un gran almacén donde curra las devoluciones de aparatos defectuosos no se miran. Directamente se cambian por otro nuevo y el devuelto se tira a la basura. Muchas veces las averías son tan tontas como poner bien las pilas o retirar el precinto.

Por no hablar de las bolsas de un único uso. Estudios recientes confirman la existencia de 250.000 millones de partículas de plástico con un peso total de 500 toneladas flotando en un cada vez más contaminado mar Mediterráneo.

Estamos sumidos en una crisis económica brutal, frente a un futuro incierto donde los combustibles fósiles serán cada vez más caros y escasos, pero nos da lo mismo, lo nuestro es el derroche. Ahí están las cifras: cada español genera al año 547 kilos de basura y sólo recicla 82 kilos.

Para los economistas son buenos datos. A más despilfarro, más consumo y más negocio. Pensar en el ahorro, en el reciclaje, se considera un insulto a la inteligencia. Tener desván es una inutilidad, incluso para aquellos niños que descubrimos en ellas un mundo fascinante donde todo tenía un uso, hasta los trastos viejos.

**Comparte con tus amigos este post:

Bookmark and Share

9 comentarios

  1. Dice ser Carla

    Al precio que está el metro cuadrado de vivienda tener un desvan no es una inutilidad es un lujo.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    10 junio 2011 | 09:16

  2. Dice ser Eldelbar

    A mí también me da pena que desaparezcan objetos antiguos, pero la realidad es que no podemos conservarlo todo a ultranza, hay que ser un poco más “zen” y reconocer que todo es perecedero, hasta el propio Universo, e ir deshaciéndose de las cosas (reciclándolas).

    Algunas cosas se deben guardar en museos, para poder comprender el pasado, pero no todo.

    La solución no es el desván, si no cambiar el modelo de producción y consumo. El actual modelo nos destruirá sin remedio, si no lo abandonamos.

    La sociedad no debe existir al servicio a la producción, si no al revés.

    10 junio 2011 | 11:00

  3. Dice ser Alfonso

    Personaje histórico de mi pueblo; El Tío Vique, principios del siglo XIX, visionario del presente que vivimos y el futuro tan incierto que estamos fabricando en esta segunda era de la industrialización de la humanidad. Pronosticó hechos como; «conoceremos el verano por el fruto», ésto se debe actual cambio climático.» vendrá un tiempo en que los vivos envidiarán a los muertos», ésto se ve venir en 30 o 40 años.Por último pronosticó algo que estamos escuchando mucho sobre los Mayas (21 de Diciembre de 2012). Él dijo que,»el mundo duraría 20 siglos y un poco mas». Ahí lo dejo…

    10 junio 2011 | 12:46

  4. Dice ser alvaro

    Si es que tenemos una mala cultura de tirar y tirar sin pensar…

    12 junio 2011 | 20:16

  5. Dice ser Montse

    Sobre el derroche, el consumo, el despilfarro, me ha venido a la cabeza la imagen de una terraza en la que estuve el verano pasado. Un lugar con un paisaje precioso al lado de un río. Después de que la terraza se vaciara sobre la hora de comer, era alucinante ver que las papeleras y los ceniceros eran los más limpios y el suelo era el que estaba regado de bolsas, servilletas, colillas,.. que muchas terminaban en el río. Me pareció de un egoísta, de un ‘mente estrecha’ el ir allí con la idea de disfrutar de la naturaleza y acabar consumiendo a lo grande y comportándote como si fueras Atila.
    Pero es que también vi cuando tiraron la basura del bar, que era muchísima, que estaba todo revuelto: botellas, comida, .. Al lado, contenedores para todo, pero solo se usaba el de orgánico. Me pareció tan bestia que le pregunté a un camarero que si no tiraban el vidrio aparte y me dijo que ‘nooo, eso en un bar no se hace, no hay tiempo para estarse a eso’
    Pues no se chico, la gente no ve dos palmos más allá de sus narices.

    13 junio 2011 | 23:12

  6. Dice ser Ana

    Soy economista y para mí no son buenos datos. Estaba leyendo el artículo identificándome completamente con el autor del blog hasta que llegué a esa frase… En fin, una pena, otro que generaliza, otro que no busca más allá,… Espero que el autor lea este comentario y se lo piense la próxima vez que generalice, hay economistas que se esfuerzan en valorizar los desechos, en poner en evidencia cuánto nos cuesta (y cuánto nos va a costar) tanto despilfarro, y en poner en marcha eso que se llama desarrollo sostenible (movido desde la economía sostenible).

    14 junio 2011 | 20:52

  7. Tienes toda la razón Ana, y te pido disculpas por la generalización. Sin embargo, no me negarás que tu actitud es minoritaria frente a la común de tantos de tus colegas a favor del crecimiento sin más límites que la ambición.

    14 junio 2011 | 21:15

  8. Dice ser samico

    La imagen mas feliz de mi infancia, es el día en el que junto a mi madre forrábamos los libros del curso.

    Le tengo un cariño especial a los libros.

    Hace poco vi a un vecino que tiraba tres bolsas llenas de libros a la basura, se me rompió el corazón verlo.

    20 junio 2011 | 12:37

Los comentarios están cerrados.