La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Llegan las aves del frío

Dicen en el norte de Burgos que

“cuando las grullas van para Castilla, coge el hacha y haz astillas”

esto es, prepara la calefacción que llega el frío, y este otoño las vocingleras damas han llegado más pronto de lo habitual a España.

Las primeras grullas (Grus grus) se han dejado ver ya en las dehesas de Cáceres y Salamanca, así como en la laguna aragonesa de Gallocanta, mientras el grueso de la expedición todavía se agrupa nerviosa en sus santuarios alemanes de Oberes Rhinluch y la isla de Rügen . ¿Querrán decirnos algo?¿Quizá que se avecina un invierno duro?

Tomémoslo al menos como un indicio, el primero.

Pero tenemos en el campo un segundo aviso en forma de pájaro. Son las avefrías o nevaderas (Vanellus vanellus), cuyo nombre nos las señala claramente como heraldos del tiempo invernal que se nos viene encima.

A pesar de criar en prácticamente todo el interior peninsular, las avefrías lo hacen en escaso número, no más de 1.600 parejas. Y es precisamente ahora cuando comienzan a llegar las primeras avanzadillas de sus poblaciones norteñas, varios millones de aves, anunciadas por el inconfundible trompeteo de su reclamo.

Estas pequeñas aves blanquiegras, cuyo estilizado penacho nos hace verlas como recién salidas de una peluquería punky, tienen otra denominación curiosa. En ambas mesetas y Navarra se las llama «quince» o «quinceras», debido a la creencia de que sus bandos suelen rondar ese número, «la niña bonita«.

Una idea que yo siempre me creí, hasta que un invierno vi en Villafáfila (Zamora) una gigantesca agrupación con más de 100.000 ejemplares. Ahí acabó mi confianza ciega en las leyendas, aunque no mi fascinación por ellas.

Junto a grullas y avefrías, gansos, porrones, cercetas, limícolas y toda una amplia panoplia de aves acuáticas han comenzado a llegar a sus casas de invierno, nuestras lagunas y marismas, tan suyas como sus fiordos y tundras veraniegos.

Aunque si les soy sincero, otro bioindicador me ha anunciado incluso antes de estas aves la llegada del frío: el primer catarro de la temporada. Éste, como grullas y avefrías, también nunca falla.

La fotografía de las dos grullas es de Helios Dalmau Morago y está hecha en Gallocanta. Sobre estas líneas, una inconfundible avefría.

5 comentarios

  1. Dice ser Fuertes

    Aquí en Burgos los resfriados llegaron antes que el frío y las avefrías. En realidad no se fueron nunca.

    03 octubre 2008 | 16:27

  2. Dice ser Sílver

    Cualquiera que se pare un momento a pensar en el extraordinario fenómeno de la migración de las aves, en el titánico esfuerzo que han de realizar para llegar, año tras año, a sus lugares de invernada, y vuelta de nuevo cuando un exacto y misterioso reloj así se lo indique, entonces quizá llegue a ver que es un acto de crueldad y una bajeza estar esperándolas, emboscados, con la escopeta en la mano.Muchas, las más débiles, se quedan en el camino incapaces de soportar tan largo viaje, pero la mayoría, muchas de las mejores, caerán abatidas por esa extraña diversión de algunos humanos. Decir personas es decir demasiado.

    03 octubre 2008 | 17:20

  3. Dice ser Hoteles Tarifa

    desde luego nada como los instintos de los animales no humanos para darnos cuenta de circunstancias que de otra forma nunca nos daríamos cuenta..la llegada del frío es una de ellas

    03 octubre 2008 | 18:47

  4. Dice ser Crónica Verde

    Hoy han amanecido las altas cumbres de Pirineos y Picos de Europa coronadas de blanco. En Asturias son las primeras nieves de la temporada. Y en Burgos hace ya un frío que pela. Las aves del frío no se equivocaron.

    05 octubre 2008 | 09:19

  5. Dice ser GOMERON

    COMPROBADOCuando hay noticias buenas ó agradables se asoma poco la gente.

    05 octubre 2008 | 12:19

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