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Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

Encuentran envenenado a uno de los últimos alimoches de Canarias

En la tarde de ayer, miembros de la Estación Biológica de Doñana localizaron en las inmediaciones de Tiscamanita (Tuineje) el cadáver envenenado de un alimoche canario, allí conocido como Guirre.

Se trata de una subespecie de buitre endémica del Archipiélago, muy numerosa en todas las islas hace apenas 50 años y en la actualidad recluida en Fuerteventura. En total sobreviven 150 ejemplares en todo el mundo, apenas 30 parejas que este año tan sólo han logrado sacar adelante 19 pollos.

Antigua ave sagrada de los guanches, goza de la admiración y el respeto de los ganaderos majoreros. No así cuervos y ratoneros, a los que se acusa de atacar hasta la muerte a los cabritos. El guirre es víctima inocente de este injustificado odio, al igual que perros, gatos, erizos y todo ser vivo que, accidentalmente, consuma carne envenenada con pesticidas agrícolas.

Hace dos años la situación fue crítica. Aparecieron nada menos que 11 alimoches envenenados, situación que a punto estuvo de acabar con toda la población de este maravilloso pájaro.

En estos momentos está en marcha un Proyecto Life de Conservación que trata de sacar del atolladero al pobre animal, aunque lo tienen muy difícil. Además de las muertes por veneno, los choques y electrocuciones en tendidos eléctricos, la caza ilegal, las intoxicaciones por plumbismo (al comer animales con perdigones de plomo) y los problemas derivados de la consanguinidad, el urbanismo salvaje está destrozando los últimos espacios vírgenes de Fuerteventura.

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