La crónica verde La crónica verde

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. (Pablo Neruda)

A modo de presentación

Desconozco si existen tradiciones en esto de las inauguraciones blogueras. Pero las normas de educación más elementales me piden una presentación de esta nueva y flamante Crónica Verde digital. Desde noviembre de 2004 mantengo una cita semanal con los lectores de 20Minutos, todos los viernes, en un intento por abrir en la prensa escrita una ventana al campo, tanto a sus problemas como a sus alegrías, a sus pequeñas y grandes historias. Un sencillo observatorio de la Naturaleza, cuaderno de naturalista donde registrar el devenir de las estaciones, de los meses, de las fiestas, de los fríos y de los calores, buscando su influencia en todos nosotros, flora y fauna incluida. También un lugar de crítica, de denuncia de las mil y una atrocidades que amenazan el futuro de nuestra casa común, de nuestro entorno.

Hoy damos un importante salto hacia adelante. Inauguramos este blog dedicado al medio ambiente en su acepción más amplia. Un lugar donde diariamente escribiré de esos mil y un temas que tanto nos apasionan a tanta gente. Un nuevo canal de búsqueda, examen, denuncia y debate de los problemas de la maltrecha Naturaleza, cauce abierto a las inquietudes de todos nosotros. Sin más censura que la educación y el respeto a las ideas de los demás, y donde se dará tanta importancia a la extinción de un animal como al abandono de un pueblo o a la desaparición de un oficio artesano. Cuento para ello con la colaboración de todos ustedes, ya sea a través de los comentarios que me hagan llegar a este mismo blog, como directamente a mi dirección de correo electrónico: info@cesarjpalacios.com

Y como este es un medio propenso a las sinceridades, empezaré por presentarme a mi mismo. Soy de Burgos, he trabajado en Madrid, Tenerife e Inglaterra, pero finalmente he encontrado mi paraíso personal y natural en el oriente canario, el mismo que encandiló a Unamuno:

“Roca sedienta al sol, Fuerteventura,

tesoro de salud y de nobleza”.

Me considero un refugiado climático, no lo niego, enamorado de este esqueleto de isla, pedazo del Sáhara metido en el Atlántico que me ha hecho amar el desierto tanto o más que a mis bellos páramos castellanos. Tengo la suerte de vivir en una casa de piedra en Casillas del Ángel. Un pueblecito de apenas 200 habitantes cercano a la capital, surgido a la vera de unas impresionantes montañas descarnadas de duro basalto donde cría el alimoche y el ratonero. Por las noches oigo desde mi jardín los burros, los gallos y los alcaravanes. Por las mañanas las ortegas y los cuervos. Mi vecina por la izquierda, Isabel, hace un queso exquisito de cabra. A mi derecha está el alpendre de Ezequiel y Catalina, donde el primero cría con cariño a su ganado y ella teje con primor cestos de hoja de palmera.

Prefiero no hablarles de las playas majoreras, mis playas, pues es imposible explicar con palabras la espectacularidad de un paisaje único. Paradójicamente lleno de calma pétrea, surgido de la unión de tres colosos, el mar salvaje, una geología torturada y un sol tan infinito como estos horizontes.

Pero como nadie es perfecto, soy además un viajero impenitente, con multitud de amigos y proyectos en los más variados rincones del Globo. Ello me permite pasar frío en el Pirineo, bucear en el Mediterráneo, montar a caballo en Argentina o abrazar tejos milenarios en Asturias. Inmerecido privilegio que disfruto como lo que es, un premio de lotería.

Me gusta aprender de todo, conocer de todo, hablar con todos. Por eso me hice periodista. He participado en excavaciones arqueológicas en la ciudad romana de Tiermes (Soria), hecho espeleología y alpinismo, descendido a la Sima de los Huesos de Atapuerca, navegado en un portaviones de la OTAN, observado alimoches en Cabo Verde, bajado en piragua por el Esla censando martinetes, anillado pajaritos en el Guadiana, capturado gaviotas picofinas en Doñana. Tengo dos niños, un jardín con plantas endémicas canarias y cuatro tomateras. Acabo de publicar el catálogo artístico del Monasterio de Silos, el tercer tomo de un estudio sobre tradición oral en Burgos y tengo casi concluido un bello libro sobre los árboles singulares de Canarias. Son las ventajas del teletrabajo, trabajas mucho más pero también disfrutas mucho más.

Lo de Blog es una palabra que sigue sin gustarme, por más que me digan que nace del acrónimo inglés Web y Logbook (diario de navegación), y que por eso lo podemos traducir como Cuaderno de Bitácora en Internet. Pero uno, de natural desconfiado como buen castellano, rebuscando en los diccionarios ha descubierto los peligros de este nuevo y revolucionario medio escrito. Dice la Real Academia que la bitácora es el armario donde, además de guardarse el diario de navegación obligatorio en todo barco, protege la “aguja de marear”. Yo espero que en esta nueva y apasionante singladura la aguja del mareo no me apunte nunca, pues ante todo mi intención es, además de informar, servirles de vocero divulgador.

Así que soltemos amarras, despleguemos las velas, cuidemos palos y jarcias y agarremos fuerte el timón. Empieza nuestra navegación virtual por Gaia, la Madre Tierra.

7 comentarios

  1. Dice ser César-Javier Palacios

    Respondo brevemente a Ángel. Los campos de golf no tienen por qué ser malos. Lo perverso son las maniobras especulativas generadas a su alrededor. En principio, regar un green o un campo de alfalfa no debería de ser muy diferente. El golf da ahora mucho más dinero que las vacas. También se pueden hacer campos de secano, sin césped. Y usar agua reciclada. Pero la realidad es tozuda. A pesar de los obligatorios estudios de impacto ambiental, los campos de golf están destruyendo muchos miles de hectáreas de terrenos vírgenes en España. De todos nosotros depende que las Administraciones detengan esta barbaridad y apoyen sólo proyectos medioambientalmente sostenibles.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser angel

    Buena noticia, todas las ventanas que se abran a la divulgación de la consxervacion del medio ambiente tienen que ser bienvenidas. Desde aqui me apunto a seguir tu blog y tus comentarios siempre que pueda. Hay que concienciar a la gente que el tesoro que tenemos, parendamos a conservarlo, es por nuestro bien, y siempre que podamos aportar nuestro granito de arena.Quiero plantearte una cuestión no exenta de polémica, yq eu ahora mismo es uno de los temas mas «calientes» en cuanto a medio ambiente se refiere:Soy jugador de golf con todo lo que ello implica. Quisiera que me dieras tu opinion lo mas sincera posible sobre cual es el problema real para que no se den licencias para hacer alguno mas. No todos los que le gustaria a la federación española, pero si llegar a un entendimiento entre todas las partes implicadas en el asunto. Ejemplos claros hay, en Madrid se ha cogido un vertedero incontrolado de basuras y se ha convertido en un lugar de expansion para los que nos gusta este deporte. En Avila tenemos los dos polos opuestos, por un lado los salvajes que querian aniquilar todo un pinar centenario para hacer un resort a su medida y ponerse «morados», y por otro Naturávila con un proyecto hecho parecido al que te comento más arriba, de Madrid, y sus aulas de naturaleza en la que dan clases de distintas materias recibiendo colegios de Avila, Madrid, Toledo, etc… todos los dias de la semana. ¿no se podrían hacer los campos de golf con estudio previo mediomabiental, y lo mas importante, hacerlos reservas de flora y fauna autoctona de la zona donde se construyan?Otro dia si quieres hablamos del Lince Iberico, ya que al haber trabajado en Doñana, conocerás la problemática a fondo, ya hablamossaludos, y espero tu respuesta

    07 septiembre 2007 | 10:22

  3. Dice ser BELI

    Pues què decirte amigo César!? Qué con cariño te deseo toda la suerte del mundo en este nuevo caminar o mejor dicho, en este nuevo «navegar».

    07 septiembre 2007 | 12:05

  4. Dice ser Un expatriado

    Se echaba de menos unas letrillas de este estilo en uno de tantos hilillos que me mantiene unido a la tierra (20Minutos). Te acabas de ganar un fijo a tu cuaderno de bitácora!Un abrazo desde Ecuador.

    07 septiembre 2007 | 16:11

  5. Dice ser Toño

    Tienes más tomateras que hijos. Tú sabrás lo que haces

    09 septiembre 2007 | 09:36

  6. Dice ser juan

    Animo machote. Los que te conocemos pensamos que no eres tan feo como en la foto, robinson.Hablando un poco de campos de golf y declaraciones de impacto ambiental. Pienso que para los promotores de grandes obras sujetas a declaraciones de impacto ésto se ha convertido en un mero trámite igual que la obtención de otras licencias. Me explico, se trata de conseguir «el papel» tenerlo en mano y una vez obtenido realizar la obra tal y como estaba proyectada. Da igual si la declaración es condicionada porque nadie va a tener en cuenta esos condicionantes que supuestamente están pensados por los técnicos de la administración para minimizar los impactos (ni el ingeniero, ni el jefe de obra ni mucho menos el de la excavadora). ¿Ya tenemos el papel?, pues adelante!!! Por desgracia el espíritu que debería guiar la legislación de impacto ambiental se ha quedado en nada. Supongo que no hay voluntad política de meterle mano al tema. Es lo que pienso.

    13 septiembre 2007 | 12:41

  7. Dice ser Online Pharmacy

    hola muchas gracias por las palabra de inicio me gusta mucho este blog espero k sigas adealnte mucho mucho mas, suerte

    14 diciembre 2009 | 16:12

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