Si les gusta la música, es posible que parte de su vida vaya asociada a los soportes en los que la han escuchado en distintas épocas. Sí, «escuchado». Me da un poco de miedo cuando la gente habla de «consumir» música. En mi caso empecé con las cassettes. No les voy a contar la primera cinta pirata que compré en el Rastro, para que no me abucheen. Guardo como unas 30 originales. La más antigua es la de USA FOR AFRICA, el disco de la famosa We Are The World. Me recuerdo perfectamente convenciendo a mi madre de la importancia de que me la comprara, porque la salvación de millones de niños hambrientos dependía de ello. Después vinieron los CDs (¿alguien todavía los llama compact discs?). El primero fue el de The Joshua Tree, que aunque es un disco del 87, yo lo debí comprar como 8 años después. Un CD me parecía una inversión económica seria y aposté sobre seguro. Ahora estoy preparando una mudanza y sobrevivirán a la misma unos 400, pero también he desenterrado muchos discos piratas comprados a vendedores chinos estando de mojitos por La Latina. La mayoría de ellos los habré escuchado una o dos veces.
Aquí es donde la magia sucede (GTRES)
Para mí, la depreciación de la música llegó con los CDs piratas comprados a 5€ de 3 en 3. Es verdad que tengo muchas cintas grabadas, pero la mayoría son cintas grabadas con mucho cariño. Ya saben, las famosas recopilaciones que le preparabas con tu doble pletina a algún amigo o a aquella chica de clase. Cuando yo era adolescente, grabar cintas para otros era el equivalente a ser DJ ahora. Algunas tenían nombres tan fantásticos como Baladas Jevis (sí, así con J) o Canciones para conducir (y yo no tenía ni carnet, pero sospechaba que con esas canciones se tenía que conducir de coña).
Después de los CDs llegó el advenimiento del mp3 que ya terminó por llevárselo todo por delante. Discografías completas de los Rolling en un DVD y todavía te sobraba espacio. Un lector de mp3 te permitía no tener que seleccionar, porque las canciones se saltaban con pulsar un botón y porque en la mayoría de casos las habías conseguido gratis.
Ahora soy un, casi siempre, satisfecho suscriptor de pago de Spotify.
El cielo tiene que ser algo muy parecido a esto
Y así ha sido mi vida musical. Efectivamente, me salté los discos de vinilo, hasta hace unos 10 años o así. Si tienen un tocadiscos, sabrán que no hay nada como el momento acercar la aguja al disco. Yo no soy de los que dan la chapa hablando de calidad de sonido. Tengo discos de segunda mano y traídos de lejos, que muchas veces tienen demasiada historia como para brillar por su calidad. Les hablo de algo sensorial y orgánico, de calidez. El vinilo es exigente para localizarlo, para pagarlo, para conservarlo y para escucharlo. Te obliga a someterte a la música durante el tiempo que dura una cara. Pero te compensa con cosas que solo suceden cuando hay un disco girando y que no se puede sentir apretando un botón. Nunca es tarde para poner un tocadiscos en su vida y dejar de consumir música, para volver a escucharla.
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Pues, yo tengo discos antiquísimos y el más es uno de piedra del Gran Caruso, asi que no te digo más,, que…
Clica sobre mi nombre
27 mayo 2015 | 10:58
El primer vinilo que me compré fue el «Flash Gordon» de QUEEN, allá por 1980. lo compré porque escuche por la radio que era de vinilo rojo. para mi decepción aqui en España era de un vulgar color negro. el siguiente fue «Discovery» de la ELO y despues llegaron «Magnetic Fields», «Equinoxe» y «Oygene» de JEAN MICHEL JARRE por ese orden. mas tarde cayeron muchos mas de aquella epoca y me lo gastaba todo en vinilos.
27 mayo 2015 | 11:29
#Antonio Larrosa
Ese disco de piedra debe ser valioso para coleccionistas.
#Sicólogo Astral
…»Oxygene» de JMJ.
27 mayo 2015 | 11:33
Pues el mi primer vinilo fue si no me equivoco, Babylon by Bus, Marley y el segundo creo que For those about to rock, de Belén acdc esteban. Los que había de Boston e Eagles eran de los mayores.
A fuera parte de esto, te cambio toda mi colección de primeras ediciones que incluyen Thelonius Monk , Beatles y muchos más y además los 4.000 ces que tengo, por esos altavoces y esos amplia de válvulas tan fabulosos que veo en la foto. Parecen Bower and Wilkins, de lo mejor que escuchado en mi vida.
He tenido la suerte de escuchar esos equipos y mejores y francamente es un orgasmo. Parece que están tocando delante tuyo.
Ponte una buena edición de Mahler , o lenny kravitz a tope, o buena vista social club y y y y y……ahhhhhh, qué locura.
27 mayo 2015 | 11:58
Creo que el consumo o disfrute de la música va más en la persona que en el soporte. No creo que sea obligatorio que un melómano tenga que escuchar sólo vinilos.
En mi caso, que estoy en las dos caras de la moneda (tocando y escuchando), llevo toda la discografía que me gusta en un iPod. Y eso solamente es posible gracias al mp3. Ahora me podréis criticar que la calidad de sonido no es la óptima. Lo sé. Pero puedo disfrutar de la música que quiero siempre que quiero.
PD: Nunca he tenido un vinilo ni un plato reproductor. El reproductor de CDs de mi casa lleva conmigo desde principios de los 90. Y la pletina, que también, ya no funciona 🙁
27 mayo 2015 | 12:00
antonio
habla de ti no de lo que encuentras en los baúles. En los 50 no habías nacido. O es que acaso tienes 65?, si es así , por el culo te la hinco.
por cierto que la consuman , que la escuchen , que la oigan , que la intuyan, pero que no pare la música. Y si puede ser buena mejor.
27 mayo 2015 | 12:02
falvarez
Estoy de acuerdo contigo absolutamente. Lo primero es lo primero y luego ya si eso te gastas 12.000 en el equipo de la foto, por poner un poner .
No creo que sea al único que ha tenido una subida de tensión en la red eléctrica y se le ha quemado el disco duro externo donde guardaba toda la música. Un tera. A mí me ha pasado dos veces. Eso es mucha música y cuando desaparece te das cuenta de lo irreal del formato. Aunque sea práctico . Cuando me pasó me di cuenta de que era un poco ladrón.
27 mayo 2015 | 12:14
En mi caso, además de copia de seguridad en otro disco, tengo (casi) todos los CDs originales. Y, si se pierden, pues se pueden volver a descargar. Habiendo pagado por ellos no me siento nada ladrón, la verdad.
27 mayo 2015 | 12:23
Los cds tienen fecha de caducidad en el mejor de los casos unos 25 años
27 mayo 2015 | 13:21
Bower and Wilkins?
Parecen más bien unas Audio note o similares. Altavoces igualmente pero otra cosa…como mis Quad esl 63.
Yo también escucho vinilos con «artillería pesada» similar y no hay color con el resto de formatos (que los he tenido todos y de alta calidad)..Los vinilos son la ceremonia del té.
Lo demás son las bolsitas del Mercadona…
Totalmente de acuerdo con el artículo, respetando las nuevas formas de escuchar música que también están bien por su practicidad.
27 mayo 2015 | 13:27
Para gustos los colores: entiendo que sientas amor por el vinilo, pero no lo comparto. La música digital es el futuro: portable y duradera.
27 mayo 2015 | 13:51
Vinilo, vinilo y vinilo, soy un viciado del vinilo, se pone la piel de gallina solo de pensarlo.
27 mayo 2015 | 16:46
Tengo mas de 6500 discos en casa, eso yo, mis hijos ya mayores tienen una colección respetable…ya la tenian mis padres en su momento y todos amamos el buen sonido y mi hijo y yo tenemos buenos equipos de reproducción y habitación donde oirlos…cada cual tiene sus gustos, unos son deportistas, otros les gusta viajar… a todos respeto, pero Keith Emerson dijo aquello de «No hay absolutamente ninguna sensación como sentarse a oir música en Vinilo en un mullido sillón, sosteniendo la carpeta del disco entre tus manos´´, dejo claro que el CD tambien me ha dado buenos ratos y que soy músico profesional y por tanto tengo buen oido pero recomiendo encarecidamente como dice este artículo disfrutar de la música, tanto como vicio solitario o como sigo haciendo (y hacia ya como adolescente en los setenta), reuniendonos amigos para oir música y comentar viejos y nuevos discos. Si oir música en directo es tambien un gran placer oir buena música no se queda atrás…hay semanas que por mi trabajo me es imposible oir música en condiciones y ya pienso «Este fin de semana le voy a dar un repaso a Teenage fanclub, o a las partitas para flauta de Johann Sebastian Bach o o King Crimson…´´ Hay tanto por oir…
27 mayo 2015 | 21:20
Comprar en formato cd es en ocasiones necesario… cuando no sacan algo en vinilo xD
28 mayo 2015 | 10:58
Pues no sé… Yo me cansé de los vinilos de mala calidad, de los que salen con defectos de prensa o de calidad de sonido -que no son pocos, ¡todo lo contrario!-, de los «clicks», «cracs», «pops» y «ssssssss» y los ruidos parásitos, de las agujas rotas (y el alto costo de reponerlas), de necesitar mucho espacio para guardar vinilos y de más de mi tiempo libre para reparar las cubiertas despegadas y de la limpieza.
Me cambié al CD a inicios de los 90s y allí me quedo. Muchas más satisfacciones y mucha mejor calidad de sonido.
Todo esto de los vinilos, no es más que una moda retro y mucho parloteo intrascendente.
En todo caso, la Música prevalece por encima del medio en el que sea escuchada.
31 mayo 2015 | 14:22
Mi primer disco, mío de verdad, fue un regalo…»Words don’t come easy»…maravilloso ¿no?.
Sigo escuchándolo en la radio de vez en cuando, por sorpresa, y vuelvo siempre al sonido de ese «single» eterno en mi memoria.
Quizás lo fácil es pensar que es un poco ñoño, cooltureclub lo piensa seguro; pero la magia de la música es lo que es capaz de hacerte sentir… y esos vinilos te hacían sentir todo.
01 junio 2015 | 00:28