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‘Unboxing’ ¿Qué sentimos viendo el desempaque de un producto?

556914212_1280x720Y yo que creía que había analizado ya de todo… Me encuentro con este término anglosajón, el unboxing, que se utiliza para designar un fenómeno revolucionario y que no es más que la acción de desempaquetar cualquier producto grabando el proceso y subirlo a la red. Para conocer qué es y qué hay detrás de este concepto os invito a leer el artículo de mi compañero Daniel González. Nos centraremos aquí en analizar las claves no verbales, concretamente, emocionales, que pueden explicar el éxito de esta extraña moda.

Uno de los factores fundamentales es la de generar expectativa, inducir en el público la emoción de sorpresa: esta emoción, en principio, es la única que no tiene un valor positivo ni negativo por sí misma, es neutra, no será buena ni mala y según las experiencias previas (si hemos tenido más sorpresas positivas que negativas) adquirirá un valor para nosotros u otro. Pero, ya sabemos, que todo lo concerniente a emociones hay siempre que contextualizarlo y ¿qué ocurre en esta situación? que ya conocemos que es un regalo, un objeto deseado, exótico o novedoso, y por tanto se potencia la emoción por la anticipación que hacemos de la posterior felicidad que se va a producir. Es más, la emoción de sorpresa amplifica nuestra relación afectiva a los eventos, cuando recibimos una sorpresa agradable nos sentiremos incluso más felices que aquellos que están en una situación similar a la nuestra pero no han sido sorprendidos con anterioridad. Esta potencia, esta fuerza con la que sentimos felicidad tras la sorpresa nos ‘engancha’ a buscar constantemente este previo para reforzar ese gozo mayor.

Expresión facial de sorpresa.

Expresión facial de sorpresa.

Además, el método que se utiliza y enganchar con la emoción específica de ‘sorpresa’ es una estrategia de marketing y publicidad brutal, el motivo es el efecto que produce la sorpresa en nuestro cerebro, una especie de ‘mente en blanco‘ y efecto túnel de la visión. Mientras experimentamos esta fase de sorpresa o expectativa nuestro foco de interés estará completamente fijado en el objeto que tenemos delante, todos nuestros sentidos se clavan al evento sin prestar atención a nada más y por tanto el producto quedará fijado en nuestra memoria fuertemente, solo recordamos a lo que prestamos mucha atención, nos importa y nos emociona (sorpresa-felicidad).

Por lo tanto, la sorpresa cumple aquí un doble efecto: potencia el sentimiento de felicidad posterior y hace que recordemos el objeto por largo tiempo.

La segunda clave es el contagio emocional de la ilusión, la empatía: Los seres humanos disfrutan viendo disfrutar, esto se le debemos a nuestras neuronas espejo o neuronas de la empatía. Se ha descubierto que algunas zonas del cerebro vinculadas a las emociones se activan ‘exactamente igual’ si somos nosotros quienes las experimentamos que si vemos a otras personas vivenciándolas. Las neuronas espejo nos permiten ser empáticos, ponernos en el lugar del otro y sentir lo que el otro siente. Si vemos a alguien con ilusión y felicidad al obtener un objeto, nosotros lo sentiremos de igual forma al observarlo, experimentando sensaciones como: vigorosidad, competencia, transcendencia y libertad. La experiencia subjetiva que se siente en este proceso de empatía es un estado placentero, deseable, sensación de bienestar y sensación de autoestima y autoconfianza. Por ello, igualmente, lo buscamos y queremos repetir la experiencia.

Por último, otro factor interesante que explica la asiduidad a este tipo de recursos es la tipología de personalidad, y es que hay tipos de personalidad con unos rasgos específicos que pueden encajar en este uso habitual del fenómeno unboxing. Son personas con alto nivel de introversión, alto neuroticismo y alta racionalidad (estabilidad emocional). Esto se traduce en individuos muy exigentes, perfeccionistas, éticos, formales, correctos, cumplidores, responsables, a los que le gusta que todo a su alrededor funcione, haya orden, no admiten fallos, errores o imperfecciones y además se preocupan mucho por todo, son personas tensas y nerviosas respecto a esta estabilidad y control en todo lo que viven y adquieren. Por ello, su toma de decisiones a la hora de conseguir un producto, sobre todo si es una compra importante, pasa por fases de todo tipo: webs comparativas de precios, foros de opinión, datos técnicos del producto, y cómo no, vídeos de unboxing, para comprobar que todo se encuentre en perfectas condiciones, y corroborar ellos mismos (a través del recibo de otras personas) que no se llevarán una sorpresa desagradable, así ya saben con antelación exactamente cómo se encontraran el producto, y esto para una tipología de personalidad así, no tiene precio…