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Sin emoción no hay sexo: la demisexualidad

Sabemos que el sexo es rico en matices, pero ser demisexual todavía es una orientación sexual muy poco conocida como tal. Y es importante hablar de ello, porque a través de la divulgación de nuevas categorías sexuales muchas personas que antes no se encontraban representadas pueden reconocerse en una descripción y, de este modo, no sentirse extrañas en su forma de desear a los demás.

¿De qué se trata la demisexualidad?

La persona es incapaz de sentir atracción sexual por alguien con el que no tenga una vinculación emocional previa, necesita de una estrecha relación con el otro, un clima de amistad, cariño, confianza…

Independientemente del físico, aspecto por el que no muestran interés. Será siempre prioritaria la conexión creada con el otro, por encima de la apariencia e incluso del género.

Para un demisexual, la única estimulación en el sexo son obligatoriamente las relaciones afectivas, mientras que para el resto de personas el hecho de querer formar una relación antes de llegar a la intimidad es totalmente opcional.

La palabra demisexual, del sufijo en inglés demi-, «a medias», significa estar entre la sexualidad y la asexualidad. Según el Centro de Recursos de Demisexualidad, esta tendencia se encuentra en el espectro de la asexualidad, pero mientras que una persona asexual no tiene ningún interés en el sexo, bajo ningún concepto, una persona demisexual sí puede llegar a sentir atracción sexual en estas circunstancias específicas.

En un mundo cada vez más dominado por el impacto y la estimulación de la imagen en redes sociales, el flechazo, la rapidez, las citas fugaces de Tinder… Las personas demisexuales pueden sentirse inadaptadas e incomprendidas, pensar que no encajan en este sistema social por su forma de sentir y desear.

Necesitan tiempo, conversaciones, el conocimiento profundo del otro, afecto, apego… Y no es algo que se elija, no es que prefieran este vínculo. Esto es importante: no es una elección consciente, es una orientación sexual.

 

*Referencia:

Elena Martínez – Psicoactiva

 

 

 

El gesto clave para incrementar tu atractivo sexual

hombre-irresistibleDesde luego la investigación en materia de lenguaje corporal llega a límites insospechados, no sé a vosotros pero a mi no dejan de sorprenderme los resultados que vierten algunos estudios. Estudios que aparecen en publicaciones prestigiosas, que deben pasar filtros exhaustivos para su divulgación y aún así las conclusiones no dejan de ser sorprendentes y casi increíbles.

Según una investigación de la Universidad de Newcastle, publicada en la Revista de Psicología Evolutiva, la inclinación de nuestra cabeza determina qué tan atractivos podemos ser para el sexo opuesto. En palabras del Dr. Darren Burke, psicólogo, y uno de los autores del experimento: “Nuestros estudios demostraron que el ángulo desde el cual apreciamos el rostro de una persona, condiciona nuestra percepción de su masculinidad o su feminidad.»

De tal forma, si un hombre quiere parecer masculino, debe inclinar su cabeza ligeramente hacia atrás; la barbilla debe estar recta con respecto al suelo, (no es necesario exagerar la postura). Según los resultados, para que una mujer se vea más femenina debe hacer exactamente lo contrario: bajar la barbilla unos quince grados, inclinando la cabeza un poco hacia adelante.

Y aquí viene la explicación evolutiva que proponen los investigadores: La evolución ha llevado a las mujeres a preferir hombres altos. Por lo tanto, es una ‘buena señal’ subconsciente cuando ellas ven el rostro del ‘buen candidato’ desde una perspectiva más baja. En ese sentido, si ambos son de la misma estatura, él debería mantener la cabeza erguida para acentuar su masculinidad. Es más, esta posición acentúa el ancho de la mandíbula, lo que también está relacionado con un nivel alto de testosterona.

«Para las mujeres, mostrar su rostro como si lo viésemos ‘desde arriba’, es una forma de coqueteo más que de sumisión, puesto que a los hombres nos gusta la sensación de ‘protección’, y verla desde este ángulo refuerza este estímulo.» Asegura el autor.

En mi opinión, el componente evolutivo ‘tira’ mucho pero creo que la evolución ha ampliado estas nociones y preferencias primitivas. Hoy por hoy creo que hay otros muchos aspectos y cualidades que prevalecen sobre los anteriores, ¿no creéis?

*Fuente: Lenguajecorporal y Publicación de Psicología Evolutiva.

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Cómo influir en los demás a través del control de la luz y el color

Fotografía de la empresa Nechi Group

Fotografía de la empresa Nechi Group

La comunicación no verbal también es luz y color, y para explicar este curioso fenómeno acudo a Sergio Colado, ingeniero industrial especializado en psicología cognitiva y experto en comportamiento no verbal (ahí es nada la mezcla), el cuál ha investigado y aplicado sabiamente, en su empresa Nechi Group, la tecnología y el análisis emocional en entornos empresariales para influir y mejorar procesos como la comunicación, la productividad o la negociación con variables tan sencillas de control como la luz y el color.

A lo largo de la historia de la humanidad la luz y el color han ejercido una fuerte influencia en los seres humanos. La percepción que tenemos del color surge como resultado de la interpretación que hace nuestro cerebro al recibir la luz reflejada en los objetos de nuestro entorno. Cuando la energía del color es recogida por los nervios oculares estimula las glándulas pineal y pituitaria afectando a la producción de hormonas y provocando diferentes efectos sobre una variedad de procesos fisiológicos dependiendo del color. Esto explica por qué el color tiene influencia directa sobre el pensamiento, estado de ánimo y patrones de comportamiento.

Cada color posee una vibración espectral que provoca emociones diferentes. Por ejemplo, la luz ambiental azul provoca en las personas un ligero aumento en la intensidad de sus emociones comparado con la luz ambiental verde, aspecto que permite su aplicación en el tratamiento de la depresión. La luz roja, por otro lado, estimula el sistema nervioso simpático, mientras que la luz blanca y azul estimulan el sistema nervioso. Los humanos reaccionamos en general con más velocidad y fuerza cuando vemos el color rojo. El rojo aumenta el contenido emocional, lo que puede derivar en una ventaja específica en el conflicto o las negociaciones y también, y por la misma causa, en la atracción sexualEl rojo hace vender más, ya que se identifica al vendedor como una persona más expansiva, influyente y poderosa y por todo ello, con más poder de convencimiento y persuasión.

La luz puede ser utilizada como una herramienta que nos permite desarrollar nuestra actividad de una forma eficaz ayudando a que la visión se complemente para conseguir una mayor productividad, seguridad y confort.
Además de factores lumínicos, en la influencia de emoción juegan otros factores como la distribución de espacios, las formas de los objetos y del mobiliario, el sonido ambiental, la temperatura, el uso de aromas, las texturas y el color. En la actualidad, el uso de nuevas tecnologías permite poder controlar estos factores de manera voluntaria para provocar impresiones y generar las emociones y estados de ánimo deseados.

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