Los peligros de aprender a detectar microexpresiones faciales

Por definición, las microexpresiones faciales filtran las emociones que las personas no quieren que los demás sepan que están sintiendo. A veces, incluso la persona que muestra esta reacción no es consciente de la emoción que se está filtrando. Si nos entrenamos en esta práctica de captar micreoexpresiones nos permitirá ‘aprovechar’ esta información oculta de los demás (y, en cierto sentido, la estaremos robando).

¿Quién tiene el derecho a hacerlo, a arrancar la máscara y desvelar el rostro real? Paul Ekman advierte que «Ciertamente, los agentes de la autoridad. Aunque he sostenido, de forma reiterada, que los agentes entrenados para detectar micros deben ofrecer a aquellos con los que hablan la posibilidad de usar una máscara facial». Es decir, respetar que los seres humanos mintamos, socialmente, por un bien mayor, por no dañar, por autodefensa, por minimizar o exagerar hechos o por lo que sea…

La Constitución nos protege de la autoincriminación, pero las microexpresiones pueden proporcionar al agente de la autoridad la posibilidad de descubrir tales detalles incriminatorios, simplemente con lo que la persona muestre involuntariamente. ¿Sería ético en personas entrenadas en detectar microexpresiones no informar a los interrogados de esta invasión en su privacidad? ¿Los presuntos delincuentes no tienen derecho a usar una ‘máscara’ para preservar su protección?

Lo que es más, son muchos los profesionales (abogados, negociadores, políticos, banqueros, operadores comerciales, vendedores, etc) cuyos intereses no siempre son los ideales, y ahora pueden, sin previo aviso, invadir la privacidad de sus interlocutores.

Los formadores en la materia no nos paramos a pensar en estas cuestiones cuando entrenamos en esta potente herramienta de comunicación no verbal, permitimos la invasión en un terreno muy privado de la vida de las personas: los sentimientos que no quieren que todo el mundo (y, a veces, nadie) sepan que están experimentando .

Y, sin embargo, la invasión de este tipo de privacidad puede servir, y mucho, al bien público. Los seguidores de este blog lo sabrán bien, la colaboración tan enorme que la lectura gestual aporta a áreas como la comunicación, educación, medicina, criminología, etc. Ayuda a sintonizar y conectar con nuestro interlocutor y encontrarnos, por tanto, en mejores condiciones para ayudar.

Todo lo que podemos esperar es que todo este conocimiento vaya a ser utilizado en mayor medida por lo que consideramos bueno, para ayudar a la gente, más que para dañar, engañar o explotar a la gente. Y vosotros… ¿qué pensáis?

*Referencia: PaulEkmanGroup

3 comentarios

  1. Dice ser Rivera

    Demuestra todo eso en el poker, o en el mus, comprobarás que no es tan fácil como lo cuentas.

    29 junio 2017 | 9:48 am

  2. Dice ser Ignotis parentibus

    los agentes de la autoridad te roban si o si. Y si no saben detectar nada con más motivo,

    29 junio 2017 | 7:34 pm

  3. Dice ser Dejay Oh

    Es la primera vez que comento en publico, aunque sea anonimamente, sobre este tema.
    Hace años que me forme en la lectura de micro expresiones (comenzando con los 7 basicos y profundizando más). Igualmente la lectura corporal y todo ello porque de modo natural ya creia leer un poco a las personas y quise probarme (y no, no era tan bueno como creia).
    Para empezar, hay una fase compleja en la que el mundo que te rodea se transforma en sujetos sobre los que entrenarte. Es un distanciamento que se resiente en tus relaciones (sobre todo si no los mantienes al corriente, como yo hice). Tienes que armarte para poco a poco soportar en silencio las mentiras que te rodean y no estar comiendo te el tarro del como y del porque.
    Con el tiempo vas relativizando y entendiendo que es una herramienta poderosa que te da ciertas responsabilidades éticas pero de otra índole que la indicada en el artículo. Al tener afecto por tus amigos y por ejemplo detectar cuando una relación de pareja o familiar les va mal, sin querer interferir más allá de lo que ellos desean, siempre intento romper las barreras para que por lo menos puedan hablar y sentirse mejor (y tal vez así poder ayudar intercambiando ideas). De misma manera, a veces basta con preguntar si necesitan hablar o ayuda para saber si realmente la necesitan, y moralmente me debo de hacerlo porque simplemente sé que la necesitan.
    Espero no haber sido muy pesado y al contrario lo bastante claro.

    03 julio 2017 | 12:51 am

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