El poder de los introvertidos

Ser introvertido está (injustamente) condenado socialmente. Ya desde niños somos sometidos a órdenes e imposiciones directas enfocadas a sonreír constantemente, a socializar, jugar con los demás, dar besos y ser cariñosos, a ser hablador, a dar grandes fiestas de cumpleaños… Yo soy extrovertida pero me pongo en la piel de quién es opuesto a mí, sobre todo porque he estado rodeada de ellos, enamorada de ellos incluso, y conozco de cerca la presión constante a la que son sometidos de pequeños pero también de adultos.

«Debes ser más extrovertido», ¿por qué?, no puede imponerse transformarse, ir contra nuestra propia carga genética, y sí, estos rasgos de la personalidad (extroversión/introversión) nacen con nosotros, podemos matizar y suavizar nuestro comportamiento a través de la experiencia y el aprendizaje pero es prácticamente imposible pasar de un polo a otro, y lo que es más, no es necesario.

Más o menos, la mitad de la población es introvertida, casi un tercio, y son descritos de una forma errónea, desvirtuándose así el concepto real del rasgo, En primer lugar, no es sinónimo de «timidez», que es el miedo al juicio social, la introversión está ligada a cómo se responde a la estimulación que nos rodea, se sienten más activos, capaces y seguros en ambientes tranquilos con menor estimulación. Este hecho, por supuesto, no ocurre siempre, pero sí existe esa tendencia, esa preferencia.

De acuerdo con la experta Susan Cain, la sociedad, la escuela, las universidades, las empresas están hechas a medida para los extrovertidos, diseñadas para ‘funcionar’ con estimulación diversa y constante, y que sostiene que toda creatividad y productividad nacen de un lugar sociable, del contacto, de la participación y el trabajo grupal y, lamentablemente, a los niños a los que no les gusta formar parte de ello se les tacha como atípicos, incluso como un problema; también a los adultos.

Existen cientos de estudios que reflejan los éxitos de los introvertidos en creatividad, puestos de liderazgo, en influencia y persuasión, en resolución de conflictos… pero también hay numerosas investigaciones sobre lo mismo asociadas al rasgo de extroversión y las habilidades sociales. En mi opinión, no es que haya contradicción, es que esta variedad de resultados demuestra que cada uno, con su forma de ser puede llegar donde quiera, conseguir sus metas y ser bueno en lo que se proponga, independientemente de su forma de relacionarse con el mundo.

Os dejo una charla TEDx de Susan Cain, con una duración de 20 minutos, cada segundo de su discurso merece la pena, espero que la disfrutéis tanto como yo, ya seáis introvertidos o extrovertidos 🙂

 

6 comentarios

  1. Dice ser ele viva al alegría auqneu el barro nos enfangue

    Yo era introvertido. Siempre me decían que «tenía que» hablar más, bailar más, corer más… Cuando llegaba el momento de saltar altura en el gimnasio, por ejemplo, era el que más saltaba. Cuando bailaba, llegue a vaciar una pista de lo bien qeu lo hacía. En baloncesto me entraban casi todas, en balonmano genial. Se me daban bien varias cositas, pero nunca alardeé de ninguna.
    Un profesor nos pasó un cuestionario estudio para que la Consejería de Educación mejorara los resultados de los alumnos atendiendo a las herramientas que teníamos (más o menos era eso) Preguntaban si teníamos un cuarto especial, para nosotros solos, con su mesa, su flexo, su silencio para mejorar la concentración, etc. Al responder en negativo a esas cuestiones el profesor casi me exigió qu eme retractara de mi método de estudiar (sentado en el suelo, oyendo a gente, sin habitacion propia y con la luz que el día me podía dar….) y casi me gano una reprimenda por ser el mejor alumno y no seguir el patrón que sostuviera la metodología supuestamente correcta para conseguir buenos resultados, porqeu tenía que ser como debía ser. Y yo me preguntaba por qué hacían entonces la encuesta…. En clase miraba más a través de la ventana que a lso profesores. En piques del juego de damas derroté a quien se las daba de el mejor y se reía de todos lso qeu derrotaba. Ídem al ajedrez, y sin apenas haberlo jugado antes. A aquél lo salvó del sonrojo la campana de fin de recreo que cerró uan partida que yo tenía totalmente dominada.
    Al final m efui cansando, me fui aburriendo y tras muchos años lo mejor que encuentro es pasar olímpicamente de las moralinas, las tradiciones (no todas, que algunas son positivas) y auqneu he hecho cositas muy interesantes para gente en cuya materia profesional era un total ignorante, dodne mejor me encuentro (tristemente agradecido conmigo mismo) es desterrándome del latido social, que no es malo, ni muchísimo menos, pero me cuesta tanto aceptar ciertas cosas que mejor me anulo y ya está.

    10 mayo 2017 | 12:11 pm

  2. Dice ser Ignotis parentibus

    Ver siempre la botella medio llena es de ilusos y verla medio bacía de gente que piensa los pros y los contras antes de……………

    10 mayo 2017 | 1:49 pm

  3. Dice ser Ignotis parentibus

    Vacía

    10 mayo 2017 | 1:50 pm

  4. Dice ser pereza

    Tener que ser agradable, prestar atención, entretener y caer bien al personal da pereza, mucha pereza.
    Y la verdad que no compensa en absoluto en términos energéticos, ni siquiera discrepar, la indiferencia es lo mejor, yo muchas veces no contesto, ni presto atención, dejo que el silencio haga su labor.
    La consecuencia de esa pereza son los adjetivos con los que el personal te califica y obsequia, pero resulta divertido.

    10 mayo 2017 | 5:05 pm

  5. Dice ser Volando voy

    Hay que amar a tu pareja sea como sea (extrovertida o no)yo lo hago y solo así es como puedes ser pleno, porque tu pareja lo es tb

    10 mayo 2017 | 6:23 pm

  6. Dice ser DD

    El problema está en si te sientes mal por ser introvertido, si es así, puedes modificar ciertas pautas pero no cambiarte completamente sino no serás tú, si no te importa pues no pasa nada. Particularmente, me importa un pimiento si la persona es extro o intro, valoro el total del Ser, de todos se puede aprender algo.

    11 mayo 2017 | 9:14 am

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