Archivo de mayo, 2017

Hablar sin voz ni movimiento: la lectura de la mente ya es posible

Un grupo de científicos japoneses han desarrollado una tecnología capaz de ‘leer la mente’ analizando las ondas cerebrales que producen las sílabas antes de pronunciarse. Los investigadores de la Universidad de Tecnología de Toyohashi aspiran ahora a crear un procesador de texto que permita, según los autores “escribir por imágenes de voz» sin hablar ni usar las manos o el movimiento corporal como medio de comunicación.

De este modo, se conseguiría algo similar a ‘leer la mente’. El equipo ha estudiando las ondas cerebrales que se producen al recordar las sílabas usando un casco con electrodos. ¿En qué consistió el experimento? Los investigadores midieron las ondas de los examinados cuando los sujetos pronunciaban varios monosílabos y números y detectaron que 0,2 segundos antes de emitirlas la zona del cerebro que se iluminó variaba según la sílaba.

La detección fue más complicada cuando el sujeto no pronunciaba las sílabas, dado que las señales eran más débiles. Los investigadores crearon patrones de las ondas cerebrales y al compararlos lograron identificar sílabas con una precisión del 60% y números con una precisión del 90%.

Y ahora viene lo mejor: Esta tecnología podría ayudar a “personas con minusvalías como, por ejemplo, la miastenia -una enfermedad neuromuscular y crónica cuyos principales síntomas son la debilidad y fatiga muscular- a interactuar con un teléfono inteligente usando imágenes de voz”, aseguró el profesor a la Agencia Efe.

Es cierto que ya existían tecnologías que convertían voz en texto, pero los científicos de Toyohashi creen que ésta podría conducir al desarrollo de una interfaz que reconozca las sílabas en la mente para escribirlas directamente. Las expectativas de este grupo de investigación se inclinan por incrementar la precisión de reconocimiento y salvar obstáculos como la variación que presentan las ondas cerebrales en cada persona para llevar a buen término la aplicación práctica de la tecnología.

 

 

*Fuente de consulta: EFEfuturo

Lo que esconden los desplantes (empujones incluidos) de Donald Trump

Donald Trump no deja de sorprender (a mí la primera). Su comportamiento no verbal se hace viral casi a diario, algo que me ‘alegra’ ya que enseña al mundo lo mucho que puede significar un simple gesto y el poder que tiene la comunicación sin palabras, sincera, espontánea y reflejo del verdadero estado emocional de las personas.

La última de Trump ha sido un empujón en toda regla al primer ministro de Montenegro, en una reunión de la Otan, para posicionarse en primer lugar ante los medios de comunicación allí presentes. Observando esta conducta… ¡parece mentira que alguien pueda comportarse así! Tal y como apunta el experto J.L Martín Ovejero «No puede tratarse de una broma porque ni siquiera hay contacto visual entre ambos», si hubiera sido el caso, se espera que tras el empujón le mire de forma complice, irónica, burlona (o como sea) para reafirmar su ‘trastada’ pero esto no fue así.

Es más, tras el empujón, Trump se siente orgulloso de ello. ¿Recordáis el gesto y la postura de Mariano Rajoy cuando negó estrechar la mano de Pedro Sánchez? Cabeza alta con suficiencia, mentón hacia arriba con altivez, postura hierática, demuestran el orgullo que siente tras conseguir su objetivo. Pero atención, lo que hace justo después de mostrar esa arrogancia es un gesto automanipulador, se coloca la chaqueta del traje, este tipo de gestos transmiten nerviosismo, incomodidad, tensión, en definitiva, inseguridad.

Puede parecer contradictorio pero en realidad da cuenta de que Trump aun no se siente con la confianza suficiente para desenvolverse en ese tipo de actos protocolarios y actúa por tanto de forma impulsiva, primitiva, como un ‘animal’, para defenderse en ese ambiente que aun considera hostil.

Le ocurre exactamente igual ante los rechazos de Melania para darle la mano en actos oficiales, hace exactamente el mismo gesto, se coloca la chaqueta, reflejo del fuerte impacto y desestabilización emocional que le provoca. Es muy curioso verlo en diferentes momentos, os dejo un vídeo muy interesante en el que Martín Ovejero analiza, para el programa Espejo Público, éste y otros muchos datos curiosos de Trump de las últimas semanas.

El Papa Francisco lo pasa realmente mal en su primer encuentro con Donald Trump

Donald Trump saluda al Papa Francisco sin dominancia, en un apretón de manos de igual a igual.

Donald Trump (por una vez) saluda al Papa Francisco sin dominancia, se estrechan las manos de igual a igual.

Tras ganar las elecciones de EEEU, Donald Trump ha visitado por primera vez al Papa Francisco. Era muy esperado el encuentro ya que con anterioridad ninguno de los dos se ha profesado demasiada estima, y en algunos momentos la confrontación (indirecta) entre ambos ha sido más que evidente. El encuentro no ha defraudado en absoluto, los dos protagonistas suelen ser bastante elocuentes y espontáneos, verbal y no verbalmente, y en está ocasión no ha sido menos.

Las imágenes hablan por sí solas, la expresión facial, mirada, postura y gesto displicentes del Papa no podrían ser más indicativas de un fuerte impacto emocional negativo, de un estado intenso de incomodidad y deseo por ‘escapar’ de esa situación, concretamente la emoción que puede registrarse en el momento del posado junto a Trump es de vergüenza.

En las imágenes se puede apreciar cómo el Pontífice está totalmente bloqueado, cabizbajo, con la mirada en el suelo, evitando todo contacto visual con los medios de comunicación allí presentes, que retratan y fotografían con ahínco ese momento, un instante que él rompe con su orientación y movimiento hacia la ‘salida’, se encuentra realmente en apuros.

Una representación bien distinta, de este mismo momento, nos encontramos si analizamos su primera reunión con Obama años antes, o incluso ese mismo día pero en su encuentro con la mujer de Donald Trup, Melania. Observaremos una diferencia brutal en su actitud, cómoda, desenfadada, natural, sonriente, complaciente y afectuoso.

Está claro que esta relación Papa-Trump parece estar condenada al fracaso…

 

*Fuente de consulta: https://martinovejero.com

 

Las insólitas emociones de Susana Díaz en su discurso tras la derrota

La candidata socialista, Susana Díaz, no convenció. En los debates Pedro Sánchez se crecía, y tras las tablas adquiridas en las elecciones generales, su comunicación no verbal fue mucho más natural, coherente, preparada sin artificio, conectando con el público a través de su mirada y expresiones faciales. Esto (supongo) no ha sido una variable determinante pero ya sabemos, todo cuenta.

Han sido muy elocuentes las reacciones de Susana Díaz durante la primera aparición pública tras conocerse los resultados de las Primarias del PSOE. En primer lugar, llama la atención que no nombre en ningún momento a Pedro Sánchez, evita referirse a él, eludiendo así, por tanto, cualquier vinculación o deferencia hacia su persona, se distancia totalmente del ganador, lo cuál sugiere un gran impacto emocional, para bien o para mal (por el resto de canales expresivos, debemos entender que para mal), pero desde luego no le resulta indiferente.

Su gestualidad, intensidad en su discurso y movimientos descienden notablemente en referencia a su línea base de comportamiento. Está totalmente abatida, bloqueada, lo que infiere que realmente sí ha sido una sorpresa para ella, y no esperaba un resultado tan desfavorable para ella.

Mi colega de profesión y amigo, Francisco Campos Maya, ha captado dos microexpresiones genuinas de Susana Díaz en esta comparecencia. Esta primera de intensa y profunda TRISTEZA, ejecutada en el momento en el que agradece la participación de los afiliados en estas Primarias. Como bien apunta el experto, «Es interesante fijarse en la elevación de barbilla, acción que corresponde con el «puchero«, que podemos observar en las niñas y en los niños más pequeños cuando están tristes.»

Esta segunda imagen correspondería con una expresión mixta entre la emoción de ASCO e IRA, justo cuando habla de la enhorabuena que ha trasladado a su principal rival, Pedro Sánchez (aunque no le nombra).

¿Mentiras en una entrevista de trabajo?

Una empresa de consultoría, Grupo Gerson Lehrman, ha publicado recientemente un artículo sobre el engaño durante las entrevistas de trabajo. Según el artículo, los estudios han demostrado que alrededor del 49% de los solicitantes de empleo mienten en el proceso de la entrevista, y alrededor del 40% de los empleados robarán posteriormente a sus jefes.

Jim McGuffey, autor de esta publicación con casi 40 años de experiencia en este tipo de entrevistas, afirma que la verificación de antecedentes y pruebas de drogas, que se utilizan en multitud de países (también en algunas empresas españolas, aunque nos sorprenda), son las principales pruebas de fuego que los empleadores han estado utilizando para valorar a sus candidatos, y éstas no siempre son 100% exactas.

McGuffey admite que la observación del lenguaje corporal y expresiones faciales de un candidato durante la entrevista juega un papel importante en la determinación de su comportamiento futuro, y que la tendencia de los empleadores a confiar únicamente en la verificación de referencias (que normalmente suelen ser falsas) antecedentes y pruebas de drogas es una de las razones por las que el robo de los empleados, la violencia y el mal comportamiento son tan comunes.

Si bien, los autores reconocen que evaluar el comportamiento no verbal a tiempo real es difícil. Es indispensable establecer una línea base de comportamiento (tendencia natural de comportamiento en cualquier contexto), para después poder comparar esa línea base con las posibles contradicciones verbales y no verbales en situación de entrevista.

Por ello, para salvar esta necesidad, es obligado que durante, al menos, los 10 primeros minutos de entrevista no se hablen de cuestiones importantes para evaluar al candidato, sino mantener una conversación trivial para registrar cómo se expresa de forma natural, hay que dejar que se relaje, que hable de lo que quiera. Es el único modo de poder comparar este patrón con la actitud que adopte ante preguntas diana. Si no se puede establecer esta línea de base, no habrá nada que comparar entre comportamiento verbal y no verbal del candidato.

Por otra parte, hay que dejar claro que no hay ningún comportamiento en particular que sea absolutamente indicativo de engaño. Además, la mayoría de la gente tiene dificultades para leer el comportamiento no verbal; las Microexpresiones, por ejemplo, van y vienen tan rápidamente que la mayoría de las personas no son conscientes de éstas.

¿Creéis que la mayoría de los entrevistadores serían capaces de juzgar con precisión a un empleado potencial basándose en su comportamiento no verbal?

A pesar de los factores explicados, la observación de la conducta de un entrevistado sigue siendo importante. La mayor parte de las personas puede al menos decir que alguien le transmite «malas vibraciones», y esa impresión no debe ser ignorada, porque significará posiblemente que nuestro cerebro ha codificado alguna incoherencia casi de forma inconsciente, que hay algo que no cuadra en lo que vemos.

 

*Fuente: Humintell (página web del Dr. David Matsumoto)

 

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¿En qué profesiones nos encontraremos más psicópatas?

¿Conoces a algún psicópata? Solo por probabilidad, seguramente sí. Y si no estás muy seguro ya os conté: doce señales no verbales para identificar a los psicópatas. Las personas con trastorno psicopático, o psicópatas, suelen estar caracterizadas por tener un marcado comportamiento antisocial, una empatía y remordimientos reducidos, y un carácter desinhibido.

Según el experto Robert Hare: «Los psicópatas nacen… no se hacen (…) no son solo los fríos asesinos de las películas. Están en todas partes, viven entre nosotros y tienen formas mucho más sutiles de hacer daño que las meramente físicas. Los peores llevan ropa de marca y ocupan suntuosos despachos, en la política y las finanzas. La sociedad no les ve, o no quiere verles, y consiente”.

Están entre nosotros pero no todo psicópata termina convirtiéndose en criminal, no son monstruos (al menos aparentemente), se casan, tienen hijos, conviven en sociedad y, por supuesto, también deben trabajar para subsistir. Pero, dadas las peculiares características de personalidad de estos perfiles psicopáticos ¿qué trabajos preferirán? En un entorno laboral, ¿dónde podemos encontrarnos más psicópatas?

En el libro de Kevin Dutton, con el peculiar título de: La sabiduría de los psicópatas: lo que los santos, los espías y los asesinos en serie pueden enseñarnos sobre el éxito, se enumeran las diez profesiones con más y menos presencia de personas con psicopatía.

Y la siguiente cuestión que viene a la mente es: ¿Por qué ?

La mayoría de las profesiones de la derecha requieren conexión humana, tratar con los sentimientos y la mayoría de ellos no ofrecen mucha sensación de poder. Los psicópatas, por su propia naturaleza, no pueden identificarse ni ser buenos en esas profesiones.

Por otro lado, la mayoría de los roles de la izquierda sí ofrecen poder o liderazgo y muchos requieren una habilidad para tomar decisiones objetivas, racionales, alejadas de los sentimientos. Los psicópatas se sienten atraídos por estos trabajos  y por prosperar y ascender en éstos.

*Fuente: Time

¿Te sientes ridículo cuando bebes? No tienen por qué verte así…

La creencia tradicional ha sido siempre que todo aquel que se pasa con el alcohol se transforma, que los demás nos perciben con una personalidad totalmente diferente a lo que somos realmente sobrios. Pues bien, una reciente investigación al respecto,realizada por psicólogos de la Universidad de Missouri, apunta a que hay poco o incluso ningún cambio en nuestro carácter ebrios o no.

Los investigadores corroboraron a través de su experimento que los efectos del alcohol eran a veces evidentes y, a veces completamente invisibles. En particular, solo se percibían cambios en el rasgo de “extraversión”. A medida que los participantes se sentían cada vez más sociables o asertivos tras beber alcohol, los observadores sí que pudieron observar esos cambios también desde fuera.

Pero esos eran los únicos cambios aparentes a vista de los observadores que fueron capaces de ver. Por el contrario, no les fue posible detectar, por ejemplo, la ansiedad o el neuroticismo, los cambios en la conciencia de bienestar, inquietud, confusión… aspectos que sí sentía la gente bebida . “Los participantes sentían como si estuvieran realmente afectados por el alcohol”, dice Winograd, “Sin embargo, los observadores no percibieron cambios tan drásticos. Sólo los cambios en los rasgos de extraversión eran significativamente evidentes para los observadores.»

“Lo que pensamos de nosotros mismos no siempre puede ser lo que ven los demás”, dice Winograd, “para mejor o peor.” El lado positivo, o la utilidad de estos resultados, podría ser la aplicación que tiene a la hora del tratamiento para personas alcohólicas. Estas conclusiones podrían ser motivadoras para la recuperación de algunos pacientes, y para profundizar en diferencias culturales sobre la socialización y el alcohol.

 

 

*Referencia: New York Post

El vínculo entre humanos y perros es muy similar al de padres e hijos

He conocido gente que se mofa y le parece exagerado el trato que algunas personas les dan a sus perros, gente que, claro está, no tiene en casa animales; solo aquél que tiene en su familia un animal sabe lo que se les llega a amar.

Estudios realizados por científicos del departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad Azabu, en Sagamihara (Japón), demuestran que la oxitocina, conocida popularmente como la hormona del amor, es la responsable de que la conexión que se establece entre un perro y su humano sea tan fuerte como la que se crea a nivel biológico entre padres e hijos.

Simplificando mucho, el simple contacto visual es suficiente para crear ese amor. Cuando una madre mira a su bebé a los ojos, los niveles de oxitocina del bebé aumentan, lo que hace que el bebé vuelva a mirar a los ojos de su madre y que esta a su vez libere más oxitocina, desencadenando una retroalimentación positiva que, según estudios, crea un fuerte vínculo emocional entre la madre y el niño, lo que contribuye a la supervivencia de la especie.

Los investigadores del equipo japonés liderado por Takefumi Kikusui querían averiguar si ocurría lo mismo con los perros. En el experimento, los propietarios debían mostrarse afectuosos, acariciar a sus animales, hablar con ellos y mantener contacto visual constante.

Pues bien, en este caso, los niveles de oxitocina de ambas especies también aumentaron tras el contacto visual prolongado. Cuanto más contacto visual, mayor aumento muy significativo en los niveles de la hormona en el cerebro. Las conclusiones del estudio son contundentes: “El mismo mecanismo de conexión, basado en el aumento de la oxitocina al mirarse, que fortalece los lazos emocionales entre las madres y sus hijos, ayuda a regular también el vínculo entre los perros y sus dueños.”

*Fuente: The Objective.

El poder de los introvertidos

Ser introvertido está (injustamente) condenado socialmente. Ya desde niños somos sometidos a órdenes e imposiciones directas enfocadas a sonreír constantemente, a socializar, jugar con los demás, dar besos y ser cariñosos, a ser hablador, a dar grandes fiestas de cumpleaños… Yo soy extrovertida pero me pongo en la piel de quién es opuesto a mí, sobre todo porque he estado rodeada de ellos, enamorada de ellos incluso, y conozco de cerca la presión constante a la que son sometidos de pequeños pero también de adultos.

«Debes ser más extrovertido», ¿por qué?, no puede imponerse transformarse, ir contra nuestra propia carga genética, y sí, estos rasgos de la personalidad (extroversión/introversión) nacen con nosotros, podemos matizar y suavizar nuestro comportamiento a través de la experiencia y el aprendizaje pero es prácticamente imposible pasar de un polo a otro, y lo que es más, no es necesario.

Más o menos, la mitad de la población es introvertida, casi un tercio, y son descritos de una forma errónea, desvirtuándose así el concepto real del rasgo, En primer lugar, no es sinónimo de «timidez», que es el miedo al juicio social, la introversión está ligada a cómo se responde a la estimulación que nos rodea, se sienten más activos, capaces y seguros en ambientes tranquilos con menor estimulación. Este hecho, por supuesto, no ocurre siempre, pero sí existe esa tendencia, esa preferencia.

De acuerdo con la experta Susan Cain, la sociedad, la escuela, las universidades, las empresas están hechas a medida para los extrovertidos, diseñadas para ‘funcionar’ con estimulación diversa y constante, y que sostiene que toda creatividad y productividad nacen de un lugar sociable, del contacto, de la participación y el trabajo grupal y, lamentablemente, a los niños a los que no les gusta formar parte de ello se les tacha como atípicos, incluso como un problema; también a los adultos.

Existen cientos de estudios que reflejan los éxitos de los introvertidos en creatividad, puestos de liderazgo, en influencia y persuasión, en resolución de conflictos… pero también hay numerosas investigaciones sobre lo mismo asociadas al rasgo de extroversión y las habilidades sociales. En mi opinión, no es que haya contradicción, es que esta variedad de resultados demuestra que cada uno, con su forma de ser puede llegar donde quiera, conseguir sus metas y ser bueno en lo que se proponga, independientemente de su forma de relacionarse con el mundo.

Os dejo una charla TEDx de Susan Cain, con una duración de 20 minutos, cada segundo de su discurso merece la pena, espero que la disfrutéis tanto como yo, ya seáis introvertidos o extrovertidos 🙂

 

Personas que parecen mentirosas sin serlo: la amenaza del estereotipo

En psicología, el ámbito que posee más farsantes por metro cuadrado es precisamente la 'detección de la mentira'. Es un área peligrosa, fácilmente tomada por pseudocientíficos que enseñan a detectar el engaño a través de picores y monerías varias.

En psicología, el ámbito que posee más farsantes por metro cuadrado es precisamente la ‘detección de la mentira’. Es un área peligrosa, fácilmente tomada por pseudocientíficos que enseñan a detectar el engaño a través de picores y monerías varias.

Tengo la suerte de conocer y estar en contacto con uno de los investigadores más prestigiosos a nivel nacional e internacional en materia de ‘detección de la mentira’, os puedo asegurar que todo lo que caiga en vuestras manos de este autor tiene fiabilidad 100%; Jaume Masip me acaba de enviar una de sus últimas publicaciones (junto a otros autores, como la célebre Iris Blandon-Gitlin) y lo cierto es que puedo tener más de una decena de post que se nutran de este artículo.

Quería comenzar por un concepto que Masip nos refiere, y que llamó mi atención porque a menudo no solemos tener en cuenta a la hora de valorar el engaño: La amenaza del estereotipo. Sabemos que las emociones influyen sobre la conducta del mentiroso, los seguidores de este blog conocerán la importancia de la comunicación no verbal para poder identificar emociones que en ocasiones no son del todo congruentes con lo que se dice (hipótesis del filtrado de Ekman). Pero además, las emociones influyen, de un modo más sofisticado, por ejemplo, sobre procesos cognitivos tales como la atención, la memoria, el razonamiento, la toma de decisiones o la atribución, entre muchos otros.

Por ende, es concebible que en determinadas circunstancias en las que se cuestiona la credibilidad de una persona se pongan en marcha ciertos procesos emocionales que pueden alterar el proceso de detección del engaño. Valga como ejemplo un estudio reciente realizado por Fenn, Blandón-Gitlin, Pezdek y Yoo (2016) en los Estados Unidos. Los participantes, la mitad de los cuales eran blancos y la otra mitad hispanos, cometieron (culpables) o no (inocentes) un robo simulado. Después, todos fueron entrevistados como sospechosos con una modalidad de entrevista (os hablaré próximamente de ella) para detectar mentiras.

Un grupo de observadores vio las grabaciones de las entrevistas y tuvo que juzgar si cada sospechoso mentía o decía la verdad. El índice de aciertos fue del 62% para los sospechosos blancos, pero sólo del 54%—es decir, sensiblemente inferior—para los hispanos. Resulta interesante ahondar en la razón de esta diferencia. El fin del estudio era examinar el papel de la amenaza del estereotipo sobre la detección de mentiras; que se define como: preocupación y ansiedad que puede sentir una persona en circunstancias en las que pueda ser percibida según un estereotipo negativo referido a su grupo de pertenencia.

Por ejemplo, en los Estados Unidos, las personas de color y los hispanos temen ser percibidos como delincuentes, ya que esto encaja con el estereotipo que se tiene de estos grupos minoritarios. Esta amenaza del estereotipo genera ansiedad y emociones negativas, las cuales, a su vez, pueden interferir sobre el pensamiento y el comportamiento. En la posición de un sospechoso, un hispano puede sentir más amenaza del estereotipo (y, en consecuencia, experimentar mayor miedo, ansiedad y dificultad cognitiva) que un blanco. ¿Fue la amenaza del estereotipo el factor responsable de la menor tasa de aciertos al diferenciar entre inocentes y culpables hispanos que blancos?

Los autores entonces midieron esta amenaza del estereotipo con diferentes pruebas diseñadas para tal fin y encontraron que los hispanos experimentaron más amenaza del estereotipo que los blancos, lo cual presumiblemente incrementó su nerviosismo y la dificultad para pensar y actuar con claridad/naturalidad, ya fueran inocentes o culpables, por tanto, sería muy complicado diferenciar entre inocentes y culpables hispanos en función de indicadores no verbales. Esto explicaría la menor discriminación de los observadores al juzgar la veracidad de los hispanos que al juzgar la de los blancos.

Los autores rastrearon esta explicación. Para ello, mostraron los vídeos de las entrevistas a otra muestra distinta de observadores. Estos no debían juzgar si cada emisor mentía o decía la verdad, sino la medida en que parecía (a) estar ansioso, (b) hacer un esfuerzo mental y (c) mostrarse confiado y convincente. Los resultados indican que los culpables (mentirosos) blancos parecían más ansiosos, más saturados y menos confiados y convincentes que los inocentes (sinceros) blancos. Pero estas diferencias no aparecieron entre culpables y mentirosos hispanos.

De hecho, entre los hispanos aparecieron tendencias en sentido contrario, quizás porque los hispanos inocentes, conscientes de su inocencia, experimentaron mayor preocupación e indignación que los culpables por el hecho de que se sospechara injustificadamente de ellos siendo hispanos.

Está claro, por tanto, que las influencias entre lo emocional, lo social y ciertos comportamientos, pueden afectar a las claves de la mentira y a la detección. El estudio muestra en definitiva que hay aspectos emocionales, como el temor a ser acusado debido al estereotipo y la ansiedad también incrementan la carga mental y las conductas visibles asociadas a la mentira. En situaciones de alta ansiedad, ésta puede influir sobre el funcionamiento habitual de nuestra mente/cuerpo, anulando las diferencias entre sinceros y mentirosos.

También hay otros colectivos, además de estos grupos, susceptibles de sufrir efectos de naturaleza similar. Por ejemplo, existen estereotipos negativos referentes a los menores o a las personas con discapacidad intelectual, que incluyen el considerarlas como testigos poco fiables. Cuando estas personas se enfrentan a una entrevista policial, pudiera darse un fenómeno análogo al anteriormente descrito, es decir, que incluso las personas sinceras presenten dificultades para afrontar el esfuerzo mental adicional que conlleva este tipo de entrevistas para detectar mentiras, y parecer culpables sin serlo.

 

 

*Referencia: Blandón-Gitlin, I., et al. Cognición, emoción y mentira: implicaciones para detectar el engaño. Anuario de Psicología Jurídica (2017).