La excitación afecta a tu mirada

Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada. (Antoine de Saint-Exupery)

moana_pozzi_con_rocco_siffrediAunque las investigaciones científicas sobre oculésica son complejas y no muy abundantes, hay resultados muy interesantes y reveladores para interpretar algunos gestos oculares. La ‘lectura’ de un rostro siempre debe incluir la acción ocular, ya que nos facilita información de cómo se siente el otro, de cuál es su estado de ánimo.

A través de la mirada se comunican actitudes interpersonales, sentimientos o características de la personalidad. Una persona que mantiene de forma extrema una mirada fija, será considerada como hostil o dominante; mientras que si una persona desvía frecuentemente la mirada, podrá ser considerada como tímida, sumisa, antipática o como muestra del deseo de terminar la interacción. Esto no quiere decir que lo sea realmente pero sin duda influirá directamente en cómo es percibido por su interlocutor.

Uno de los aspectos más interesantes de la oculésica es la acción pupilar del ojo. Sabemos que el tamaño de las pupilas responde a los cambios de luz, pasando de un tamaño de unos dos milímetros, ante situaciones de luz intensa (por ejemplo con un sol brillante), a aumentar hasta cuatro veces su diámetro, ante situaciones de penumbra u oscuridad. Pero también sabemos que los cambios emocionales provocan cambios en el tamaño de las pupilas.

El psicólogo Eckhard H. Hess fue pionero en los estudios de pupilometría, llegando a demostrar que el estado de excitación de una persona afecta al tamaño de sus pupilas. Estudió la dilatación y contracción pupilar como posibles indicadores de estados mentales o emocionales. Así pues, descubrió que las pupilas de una persona se dilatan realizando operaciones matemáticas, la dilatación es mayor cuanto más difícil es la operación. Además, esta dilatación pupilar no se reducía hasta que la persona daba una respuesta verbal al problema.

Sus investigaciones también mostraron que los estímulos interesantes, placenteros o positivos, causarían dilatación pupilar; mientras que los estímulos negativos, o desagradables, podrían causar contracción pupilar. Estos descubrimientos pueden ser tenidos en cuenta por los vendedores más astutos, ya que cuando un comprador ve algo que le gusta sus pupilas se dilatarán; ello podría ser importante para pedir, por ejemplo, un precio mayor por el objeto que deseamos.

Las agencias de publicidad parecen haber perdido el interés por la dilatación pupilar, ya que la asociación entre ésta y el interés del individuo por un objeto concreto no es tan simple y directa. Algunos de los problemas que se encuentran son que la respuesta pupilar del espectador puede verse afectada, por ejemplo, por los colores y otras características periféricas del anuncio. Es decir, tienen la dificultad de comprobar si lo que el espectador recibe es el mensaje que se le quiere transmitir, por ejemplo, en un anuncio de patatas fritas se mostró que la dilatación pupilar se había producido por el bistec que aparecía adicionalmente (dibujado en la bolsa) y no por las patatas.

 

 

2 comentarios

  1. Dice ser Lorenzo

    Por eso siempre es importante mirar directamente a los ojos de las personas, para ver y que te vean las intenciones!

    30 noviembre 2016 | 1:59 pm

  2. Dice ser si

    Yo se lo he explicado a muchos aprendices de Don Juan, fíjaros en las pupilas, cuanto más grandes más posibilidades. Pero como se distraen mirando el canalillo o cualquier otra cosa, no aciertan nunca.

    30 noviembre 2016 | 6:37 pm

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