Archivo de octubre, 2016

Eres lo que hablas: la personalidad se refleja en el lenguaje

8969074091_54be8d8060_bLa polémica está servida. El prestigioso psicólogo James W. Pennebaker asegura poder desenmascarar la personalidad de los escritores con un programa de análisis de textos. «Las estadísticas no mienten» añade. Las investigaciones de este autor mantienen dividido al gremio de los estudiosos de la lengua. Desde hace una veintena de años Pennebaker viene indagando en los escritos la personalidad de sus autores sin analizar la sintaxis, ni considerar los matices del significado, ni siquiera leer el texto, en cambio, sí que tiene muy en cuenta el recuento de palabras insignificantes.

Este investigador de la Universidad de Texas desarrolló su principal instrumento a mediados de los años noventa. Lo llamó Linguistic lnquiry and Word Count (LIWC). El programa de recuento de palabras por ordenador ocupa desde entonces cantidades ingentes de textos. El software extrae del escrito las palabras que denotan alguna señal o característica: ¿Cuán optimista es el autor? ¿Le preocupan temas del pasado o, por el contrario, dominan cuestiones del futuro? ¿Utiliza expresiones que apuntan a argumentaciones complejas? Todo ello junto al propio programa de recuento de palabras ha propiciado la elaboración de un diccionario con 4500 entradas, distribuidas a su vez en más de 70 campos léxicos. De esa manera, se registra la frecuencia con que aparecen en el texto las palabras incluidas en las distintas categorías.

«Soledad», «llorar», o «feliz», por ejemplo, se encuentran agrupadas bajo el epígrafe de «palabras emocionales«, que a su vez se subdivide en los grupos de «afectos positivos» y «negativos». En estas subcategorías se describen de manera más específica conceptos relacionados con estados emocionales concretos, como «miedo» o «duelo». Otras de las categorías que recoge el trabajo son «palabras de percepción inespecíficas» («ver», «oír», «sentir») y de «procesos cognitivos» complejos (»debería», «pensar», «porque»). A ello se suma un total de 22 categorías generales referentes a partes de la oración: pronombres, verbos auxiliares, artículos numerales o conjunciones, es decir, palabras funcionales.

Según Pennebaker, el contenido de un texto no supone la clave para desentrañar la personalidad de su autor, sino las palabras aparentemente insignificantes -como pronombres, artículos o conjunciones-, ya que su uso resulta menos consciente. (Captura ejemplar del funcionamiento del software).

Según Pennebaker, el contenido de
un texto no supone la clave para desentrañar la personalidad de su autor, sino las palabras aparentemente insignificantes -como pronombres, artículos o conjunciones-, ya que su uso resulta menos consciente. (Captura ejemplar del funcionamiento del software).

En estudios anteriores la atención se centraba en el contenido. «Ha pasado inadvertido para la psicología el hecho de que las palabras ‘pequeñas’ (‘yo’, ‘nosotros’, ‘uno’, ‘todos’ y similares) permitieran, de una manera particular, atar cabos sobre el comportamiento», argumenta Pennebaker. «El cómo», añade, «revela la personalidad». «El estilo de un texto que se expresa a través de las palabras «pequeñas», entre otros elementos, resulta poco accesible a la manipulación consciente. Así, la persona que quiere resultar agradable elige las expresiones adecuadas, pero no controla el número de artículos o pronombres que utiliza para ello», indica.

El problema viene a la hora de interpretar algunos resultados más complejos, ¿qué significa una acumulación de pronombres? Una persona que utiliza muchas negaciones («no hago eso de mala gana»), ¿es más prudente o sensata que alguien que formula las relaciones de forma directa («prefiero eso»)?Cuando en un texto aparece con frecuencia el pronombre ‘nosotros’, ¿significa eso que el paciente se halla socialmente bien integrado? ¿O que es tímido y busca ‘escolta’ en el grupo?» Pennebaker y Wolf se muestran de acuerdo: los métodos como el LIWC representan sólo una primera aproximación; la interpretación de los hallazgos se encuentra todavía en pañales.

Os animo, mis queridos lectores, a que a partir de ahora observéis los textos que os llegan por correo electrónico o whatsapp, os sorprenderá descubrir cómo tu pareja, por ejemplo, utiliza recurrentemente una alusión al precio de las cosas, o un amigo utiliza constantemente palabras de índole negativo, o algún familiar que repite exceso un «yo». Y es que, aun con todas las limitaciones del programa, todos filtramos nuestra forma de ser o de ver la vida a través de nuestra expresión, de las palabras que utilizamos.

Los estudios específicos de este autor con algunos casos reales son muy sorprendentes y reveladores, como la relación del pronombre «yo» con la muerte, el lenguaje de los terroristas, o la aplicación a debates políticos en EEUU… pero estas interesantes aplicaciones dan para otro post en el futuro… ¡no os lo perdáis! 🙂

 

 

 

*Fuente: MenteyCerebro.

¿Por qué hay personas que son engañadas constantemente? El cerebro de la persona estafada

estafa_piramidalEn el post anterior, el experto criminólogo Cristian Salomoni analizaba los estudios sobre el funcionamiento del cerebro de los mentirosos más expertos y sin escrúpulos (pincha aquí para leerlo). Pero también podemos hacer el razonamiento contrario analizando a las víctimas, a las personas que son estafadas en repetidas ocasiones.

Parece ser que la corteza prefrontal ventromedial sería un área cerebral clave en la comprensión de la intención de los demás y nos ayudaría a protegernos de las intenciones maliciosas, así como a distinguir las personas en las que podemos confiar de las que no son fiables. Cuando escuchamos una idea o una afirmación esta área se activa para ayudarnos a saber si es verdadera o falsa. Para que a nuestro cerebro le parezca lógica una nueva idea, de primeras se la cree, pero luego empieza a verificar esta idea con la memoria para ver si encaja con lo que sabemos y hemos aprendido. El cerebro por un segundo se cree todo lo que nos dicen.

Este es el motivo por el que en realidad todos somos blancos fáciles por los timadores. Lo cierto es que el cerebro puede ser estafado muy fácilmente ya que este proceso inicial del funcionamiento cerebral al recibir información novedosa es aprovechado por los timadores más hábiles. El timo del tocomocho y el de la estampita son algunos ejemplos de engaños que agobian al cerebro desde todos los ángulos. Por un lado está la promesa de una gran cantidad de dinero, esto causa placer con antelación y se libera dopamina (el neurotransmisor de la felicidad). Lo mismo pasa cuando tenemos un refuerzo positivo, cuando el timador por ejemplo utiliza un gancho que nos hace creer que el billete de lotería es verdadero, o cuando en el timo de la estampita nos enseñan que el primer billete es verdadero, o en el trile (o juego de la bolita) cuando ganamos una mano; la corteza prefrontal recibe dopamina y el cerebro quiere más porque se siente bien.

LOS ESTAFADOS, LA HORMONA OXITOCINA Y LA INSULA:

Casi todos los días tenemos que depositar nuestra confianza en alguien: nuestra pareja, los políticos o la gente que pasa por la calle y nos para. La mayoría de la gente cooperan por defecto y esperan que los otros hagan lo mismo, de hecho el cerebro siente placer cuando esta confianza se ve recompensada. Las estafas suelen trabajar sobre la ambición y sobre la ingenuidad de la gente. Por eso la oxitocina, producida en el hipotálamo y secretada desde la hipófisis, es una hormona que se libera cuando alguien deposita su confianza en nosotros, y nos produce deseos de reciprocidad, o sea de confiar en esa misma persona que confió en nosotros.

También hay otra parte del cerebro que puede ser interesante para estos casos. En una reciente investigación se demostró que en los sujetos de estudio más jóvenes los escáneres cerebrales mostraban una actividad significativa en una zona del cerebro llamada ínsula cuando veían imágenes de personas que eran poco de fiar. Sin embargo en los voluntarios más mayores se apreció muy poca actividad cerebral en esa región (esto ocurre también con personas que sufren lesión en la zona).

LAS NEURONAS ESPEJO: Una de las funciones más interesantes y controvertidas de las neuronas espejo consiste en permitirnos comprender lo que piensan los demás. Son esenciales para que podamos disfrutar del cine o del teatro, ponernos en la piel de los actores, sentir sus emociones, y llorar o reír con ellos como si nos estuviera pasando a nosotros mismos. El estafador (sobretodo en las estafas piramidales) es capaz de pronunciar las palabras exactas que su víctima desea escuchar y consigue que el estafado acabe haciendo cosas por voluntad propia que van en la línea de la estafa pero, al ser el propio estafado el que las hace, pasa de ser víctima a ser víctima y cómplice.

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¿Los mejores mentirosos tienen un cerebro diferente?

psicopata1Mi amigo y colega de profesión Cristian Salomoni, criminalista, vicepresidente de ACONVE, y director del máster en comportamiento no verbal y detección de mentira de la Escuela Europea de Criminología, iba a participar en un documental televisivo sobre el funcionamiento de la mente del estafador que finalmente no salió adelante. No queríamos desperdiciar el interesante material recopilado y compartidlo así con todos vosotros. Esto de profundizar en la mente de ciertos perfiles psicológicos me resulta apasionante…

ZONAS DEL CEREBRO QUE SE ACTIVAN CUANDO MENTIMOS:

Engañar, falsificar o en este caso timar o estafar, es un comportamiento complejo, no existe un centro de la mentira sino múltiples áreas cerebrales que interactúan. Cada tipo de mentira requiere su propio conjunto de procesos neuronales. Tanto Giorgio Ganis y Stephen Kosslyn de la Universidad de Harvard, como el prestigioso investigador Vrij, han constatado que las mentiras requieren de la activación de distintas partes del cerebro y altas dosis de concentración. Mentir y timar, de hecho, es un proceso muy complicado: la persona tiene que maquinarla, recordar los detalles de la mentira, saber quién está estafando, cómo lo esta estafando, recordar cómo era el timo, buscarse una nueva identidad y ocultar la suya, no incurrir en errores, estar preparado por si su víctima no muerde el anzuelo etc.

Por este motivo se activan el lóbulo frontal, el lóbulo temporal y el sistema límbico y lo hacen en mayor medida que cuando decimos la verdad. Es fácilmente entendible ya que: El lóbulo frontal es el responsable de procesos cognitivos complejos que llamamos funciones ejecutivas (elegir, tomar decisiones voluntarias y conscientes, buscar una meta, tener motivación, buscar solución si la meta no se consigue etc). Las principales funciones que residen en el lóbulo temporal tienen que ver con la memoria y el lenguaje. Finalmente el sistema límbico es el centro de los instintos y de las pulsiones: memoria involuntaria, el hambre, la atención, los instintos sexuales, las emociones (por ejemplo placer, miedo, agresividad), la personalidad y la conducta.

Corteza Prefrontal: Muchos científicos han demostrado el papel esencial que juega una parte del cerebro a la hora de seleccionar lo que esta bien y lo que esta mal. En estudios con timadores patológicos, mediante el procedimiento de la resonancia magnética, se ha comprobado que éstos tienen en el lóbulo frontal una reducción de su sustancia gris y un aumento de la sustancia blanca en comparación a los controles normales. La sustancia blanca está compuesta por fibras, serían ‘los cables del ordenador’. La sustancia gris seria como ‘el disco duro’; los mentirosos patológicos estudiados resultaron tener un 22% más de materia blanca. Mas sustancia blanca permite a los mentiroso dominar con maestría el engaño.

El hecho de tener mas materia blanca proporcionar a los mentirosos las herramientas necesarias para dominar el complejo arte del estafa y la mentira. Justo por lo que estábamos comentando antes, estafar requiere esfuerzo. La toma de decisiones morales se lleva a cabo en la sustancia gris del lóbulo prefrontal. Los mentirosos compulsivos tiene un 14% menos de materia gris, que ayuda a mantener el impulso de estar bajo control, lo que significa que se preocupan menos por los aspectos morales, son menos capaces de procesar este tipo de pensamientos.

También hay estudios interesantes que subrayan el papel fundamental de la corteza prefrontal ventromedial y dorsolateral a la hora de hacer juicios morales. Cuando se realiza un juicio que implica un conflicto se activan ambas zonas. En este caso: timo y estafo a una persona y le hago daño, pero me llevo dinero. La persona con lesiones en estas zonas manifiestan juicios morales de tipo utilitario y no son capaces de generar una respuesta emocional normal ante un agravio, sino que se fijan solo en el resultado de éste.

Conocemos el hecho de que esta región es importante para los juicios morales porque se han analizado pacientes con estas lesiones y experimentan menos emociones sociales, como la compasión, la vergüenza y la culpa, en cambio conservan intacta la inteligencia, el razonamiento lógico y el conocimiento de las normas sociales. Esta falta de empatía lleva a elegir caminos no del todo morales.

Mañana publicaré la segunda parte: el cerebro de la víctima, que también es responsable de la facilidad o la predisposición a caer en la creencia de una mentira, ¡no os lo perdáis!

 

4 señales de que te están mintiendo durante una negociación (estudio científico)

Una investigación organizada por los profesores Lyn Van Swol y Michael T. Braun de la Escuela de Negocios de Harvard estudió cuáles serían los indicios de que una de las partes durante una negociación no está siendo del todo sincera. En mi opinión, estas claves pueden ayudar a detectar que algo no cuadra y mantenernos alerta, pero como digo siempre, nada es concluyente ni tan exacto como una ecuación matemática. Los indicios y patrones conductuales son variables y variopintos y siempre hay que tomar estas pautas con cierta cautela.

Los investigadores llegaron a estas conclusiones tras su experimento:

  1. Explicación no pedida, acusación manifiesta: Los que mintieron explícitamente (es decir, que construían una historia totalmente ficticia para convencer a los demás) usaban más palabras de lo común y se justificaban innecesariamente.
  2. Aquellos que mentían por omisión usaron más monosílabos, frases cortas o escuetas y desviaban la mirada por unas cuantas décimas de segundo mientras lo hacían.
  3. Cuando alguien mentía sobre una cantidad de dinero, era común que usaran más groserías y palabras altisonantes, aparentemente para ‘enmascarar’ su propia discordancia con el monto propuesto.
  4. Los mentirosos abusaban de los pronombres en tercera persona (Él, Ella, Ellos, Ellas), lo cual también es una clave para distanciarse emocionalmente de lo que estaban hablando.

De forma instintiva estamos programados para desconfiar de las personas que son excesivamente habladoras cuando la respuesta es sencilla y puede ser clara y breve para ofrecer la explicación pertinente, pero también de las personas demasiado silenciosas o escuetas a la hora de dar detalles concretos; los improperios y palabras rimbombantes obedecen a ‘adornar’ el discurso artificialmente y proyectan falta de credibilidad.

 

¿Tú también has sentido vibrar el móvil sin que hubiera llegado nada? Tiene explicación

Lo has sentido y lo sabes. Estás convencido de escuchar o notar cómo tu móvil vibraba o incluso sonaba pero cuando consultas la pantalla no hay ninguna notificación nueva.

adicto-movilHoy por hoy la comunicación es verbal, no verbal y telefónica. Es una realidad y tenemos que aceptarlo, todos estamos enganchados al móvil, ya sea por motivos personales o laborales no podemos pasar sin él. Este nuevo hábito ha desarrollado una serie de síndromes hasta ahora desconocidos para la psicología.

A esta novedosa ‘patología’, surgida de la era digital, se la conoce como Síndrome de la Vibración Fantasma. Un reciente estudio, realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, ha determinado que ciertos tipos de personas son más propensas a sufrir este síndrome. La investigación, en la que han participado más de cuatrocientos estudiantes de la Universidad de Michigan, buscaba determinar si las personas con ansiedad del apego (es decir, aquellos que constantemente anhelan sentirse reafirmados por sus amigos) eran más propensas a sufrir el síndrome a diferencia de las personas que intentan evitar la intimidad social.

Pues bien, sus hipótesis iniciales fueron confirmadas: las personas con mayores niveles de ansiedad sufrían el síndrome que les hacía sentir vibraciones, notificaciones y llamadas.  Por supuesto, la relación entre ansiedad y un uso excesivo del móvil no es nada nuevo. El año pasado, un grupo de científicos de la Escuela de Medicina de Dow Internacional exploró una posible relación entre los trastornos del sueño, la ansiedad y el síndrome de la vibración fantasma.

Más de cien estudiantes de medicina fueron encuestados sobre sus hábitos de sueño; el 93% dijeron que utilizan su teléfono antes de ir a dormir, y el 59% aseguraron que se despiertan durante la noche cuando escuchan el timbre del móvil. Casi todos los que respondieron, revelaron haber experimentado el síndrome de la vibración fantasma en algún momento de sus vidas.

Nadie tiene por qué alarmarse pero tendremos que hacer examen de conciencia para poner remedio a este insólito padecimiento… A mi me ha pasado un par de veces… ¿y a vosotros?

*Fuente: PlayGroundNoticias

¿Cuántos segundos dura ‘la primera impresión’? (Y cómo conseguir que ésta sea buena)

traje-sastre-rodilla_milima20140224_0544_11Todos sabemos que unos cuantos segundos son suficientes para que nos juzguen en un primer encuentro, no es algo maléfico porque no es un proceso consciente, ni siquiera notamos que lo hacemos. Esto es una fase natural de la comunicación que nuestro cerebro ‘necesita’ activar por nuestra herencia primitiva, cuando no podíamos permitirnos tomar malas decisiones o demorar nuestra actuación porque de ello dependía nuestra supervivencia. Así que, aunque puedan interponerse nuestros prejuicios a la hora de hacer un análisis fugaz y automático, no podemos dejar de hacerlo.

Parece ser que la media consensuada para valorar al otro son unos siete segundos. En este tiempo, primero intentamos averiguar si debemos sentirnos amenazados para después realizar juicios de valor sobre el atractivo y la personalidad. Para realizar un análisis completo y totalmente fiable de estas variables necesitaríamos meses y nuestro cerebro no se lo puede permitir, por tanto tomamos este atajo.

Hay investigaciones que apuestan aún más fuerte por este período inicial de la comunicación. Psicólogos de las universidades de Glasgow (Escocia) y Princeton (EEUU) han demostrado que un simple ‘hola’ (en un par de segundos) es suficiente para sacar conclusiones sobre el tipo de personalidad de nuestro interlocutor. Para los autores, lo más sorprendente es que estos juicios se pueden elaborar incluso sin ver a la persona que está hablando. Y es que el tono de voz que se utiliza para saludar también contribuye inmediatamente a formar la primera impresión

La famosa frase: «No hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión» es totalmente acertada, y debemos ser conscientes de que no solo nosotros juzgamos a los demás de forma instantánea sino que además ocurre igual en la otra dirección. Es por ello que en situaciones importantes, negocios, reuniones, entrevistas de trabajo, conferencias, etc, debemos cuidar estos primeros segundos para establecer una sólida base, y lo más adecuada posible, sobre lo que queremos proyectar.

Si iniciamos un encuentro emitiendo señales de timidez, ansiedad u hostilidad, lo más probable es que eso matice la percepción de quienes nos rodean sobre nuestra personalidad y que éstas inferencias sean difíciles de transformar, aunque no sean reales. Preséntate siempre de forma auténtica, mantén la calma, postura erguida, y no olvides sonreír. 🙂

 

Siete claves infalibles para ganar cualquier negociación (según la ciencia)

office-195960_960_720Tanto si tienes una pequeña empresa como si trabajas en una multinacional o, simplemente tienes hijos, la capacidad para negociar es crucial, lo hacemos constantemente sin darle la mayor importancia, pero a veces la tiene y nos jugamos mucho en una reunión. La negociación no es más que una serie de estrategias psicológicas para vencer a la otra persona (o grupo) y lograr que ceda, y las claves no verbales (como no podía ser de otra forma) juegan un papel decisivo en este proceso.

La experta Vivian Giang nos da 7 tips infalibles, basados en la investigación científica, para salir airosos:

  1. Enfócate en los primeros 5 minutos: Según un estudio publicado en la Journal of Applied Sciences, los primeros 5 minutos de una negociación son cruciales para demostrarle a la otra persona lo que realmente quieres, y al mismo tiempo expresarlo de una manera segura y calmada.
  2. Empieza por pedir más de lo que buscas: La negociación puede implicar que cedas terreno. Asegúrate que esos pasos que das hacia atrás te dejen justamente donde querías estar en primer lugar.
  3. Habla tú primero: Hablar primero es proponer primero. Un estudio publicado por la Harvard Business School determinó que quien lo hace ‘ancla’ la negociación a su favor.
  4. Demuestra lo que sientes: Si estás satisfecho demuestra que eres feliz con una sonrisa. Si no te gusta lo que estás escuchando asegúrate de que la otra parte lo sepa mediante emociones de ira, asco, o gestos de disconformidad/contrariedad. De hecho, hay estudios que concluyen que la expresión facial de ira puede convertirse en un potente modulador en la negociación. La ira ayuda a obtener concesiones de la persona que la observa. La clave está en mostrarla en el momento adecuado y de forma congruente con la frustración ante la imposibilidad de obtener nuestro objetivo. El enfado debe transmitirse como expresión de control emocional y seguridad para marcar los límites de nuestra tolerancia, si va más allá y se convierte en agresividad puede ser interpretado como síntoma de descontrol emocional deteriorando nuestra credibilidad y poniendo en riesgo un buen entendimiento.
  5. Bebe café: Puede parecer excéntrico, pero la cafeína evitará que te enredes en argumentos que atasquen la negociación según el European Journal of Psychology. El café ayudará a que el proceso fluya.
  6. Aclara que la disponibilidad es limitada: Cuando el stock es escaso, se agota el tiempo o existe algún tipo de premura, transmites el mensaje de que el producto o servicio es bueno, que está a punto de agotarse y que, ¡si no actúan pronto se quedarán sin nada!
  7. Proporcionarles tantos datos como sea posible: Si quieres influir en alguien, simplemente, proporciona tanta información como te sea posible. En este contexto, la cantidad vale más que la calidad. Gita Johar, profesor de la Columbia Business School, dice que cuando se «proporciona una gran cantidad de información, parte de ella perdurará en el cerebro del otro obligatoriamente.» Esto hará que la otra parte se ‘abra’ a la persuasión. Al proporcionar la mayor cantidad de información posible les permitimos resolver los sentimientos ambivalentes hacia lo que están escuchando. Existe una alta probabilidad de que la otra parte se vea influida por todos estos datos sin siquiera darse cuenta.

*Fuente: Vivian Giang para Business Insider

Si os quedáis con ganas de más… os dejo el acceso de mi colaboración con la revista digital de ACOP, en el que encontraréis mi artículo sobre la comunicación no verbal de los principales candidatos al gobierno de nuestro país y otros artículos muy interesantes sobre comunicación política.

Nº9 ET 2: “Más allá de las palabras”

 

Pedro Sánchez dimite con tristeza

Captura del vídeo de la dimisión de Pedro Sánchez. Expresión de la emoción de tristeza.

Captura del vídeo de la dimisión de Pedro Sánchez. Expresión de la emoción de tristeza.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, dimite tras perder una votación a mano alzada en el Comité Federal del partido sobre la celebración de un Congreso Extraordinario. Al contrario de la comparecencia realizada en el día de ayer no ha leído nada, su mirada estaba exclusivamente dirigida a los medios de comunicación allí presentes, pocas veces a cámara.

Y hoy no encontramos ni ira, ni desprecio, ni asco, solo podemos observar una profunda emoción de tristeza que, como he captado en el fotograma adjunto, se caracteriza por una elevación de la zona central de las cejas formando una triangulación sutil del ceño. El sentimiento que deja entrever su rostro es de dolor anímico producido, en este caso, por un suceso muy desfavorable y ante una pérdida irreparable de su cargo representativo.

Otro aspecto interesante de su lenguaje corporal lo encontramos en las manos, se las sujeta entrelazándolas con fuerza, este gesto es un automanipulador que expresa una tensión y nerviosismo extremos. Aunque Sánchez intente aparentar tranquilidad y aceptación, su cuerpo descarga el altísimo estrés propio del suceso, la carga emocional que adolece es irreprimible y acaba filtrándose en su comunicación no verbal.