Las mejores tecnologías en detección de la mentira

technik-hintergrundA principios del siglo XIX ya comenzó a emplearse el famoso polígrafo (del que ya hemos comentado con anterioridad su utilidad y severas limitaciones). Posteriormente, aparecieron otras tecnologías como los analizadores de estrés vocal, los sistemas de seguimiento ocular (eye-tracking), la termografía facial, la resonancia magnética funcional (fMRI) o la electroencefalografía (EEG). De todas ellas, en países como Estados Unidos, las dos últimas han adquirido una especial relevancia, potenciándose las investigaciones de éstas con la pretensión de poder contrarrestar las amenazas a la Seguridad, detectando potenciales terroristas o espías.

Diferentes investigaciones ponen de manifiesto que los resultados obtenidos por estas nuevas técnicas son mucho mejores que los obtenidos por el tradicional polígrafo. La técnica basada en resonancia magnética funcional (fMRI) mide reacciones cognitivas, es decir, trata de detectar la mentira a través de la medición de la actividad de determinadas áreas del cerebro. Por su parte, la prueba del potencial P300 también se centra en el cerebro; pero en este caso, en la medida de ondas cerebrales. Por tanto, estas dos técnicas se basan en medidas directas del procesamiento cognitivo y no en medidas de reacciones emocionales, lo que aumenta la objetividad de las mismas.

En España, se han comenzado a dar los primeros pasos en el uso de la prueba del potencial evocado P300, aunque exclusivamente con fines forenses. Su uso debe llevarse a cabo siguiendo unos protocolos y apoyándonos en técnicas como el Test de Conocimiento Culpable (GKT) o el Test de Acciones Culpables (GAT). ¿Pero qué fiabilidad y limitaciones tiene esta herramienta?

Los resultados obtenidos en diversas investigaciones varían enormemente en fiabilidad dependiendo del análisis utilizado: Lawrence Farwell habla de tasas de detección de culpables próximas al 90% (quien curiosamente posee un método patentado para su uso comercial, el conocido Brain fingerprinting), Rosenfeld, del orden del 82% (uno de los primeros occidentales en publicar investigaciones sobre la P300 en el año 2002) y otros investigadores como Mertens hablan de porcentajes del orden del 47% (lo que estaría por debajo del nivel de azar).

Erp1Por si fuera poco, esas tasas de fiabilidad disminuyen si, durante la realización de la prueba, el sujeto lleva a cabo algún tipo de contramedida. Además es imprescindible que el individuo preste atención a los estímulos presentados para que su cerebro responda a los mismos; si no les presta atención la onda P300 no aparece. Otro problema añadido es la aparición de falsos positivos (considerar a alguien culpable siendo inocente), ya que esta prueba da resultados positivos ante estímulos significativos para el sujeto, pero también ante estímulos novedosos. Por ello, la selección de estímulos adecuados es fundamental.

También puede ocurrir que, según las preguntas planteadas y la información facilitada momentos previos al interrogatorio, se induzcan falsas memorias al sujeto. Por otra parte, es difícil tener garantías de que la información incluida en los estímulos de sondeo (los que contienen información relevante) solo sea conocida por el culpable. Todos sabemos que hoy en día internet, la prensa y la televisión ofrecen tal cantidad detalles sobre cualquier suceso que en muchas ocasiones perjudican cualquier investigación. Por último, esta prueba presenta el gran inconveniente de que cuanto más tiempo transcurra entre el evento y la prueba, la fiabilidad de la misma disminuye.

No obstante, las nuevas tecnologías, aunque hasta la fecha no han podido dar respuesta a muchas preguntas, sí han permitido mejorar las metodologías y herramientas de detección de mentiras que disponíamos.

 

*Fuente de consulta: Revista de Criminología creada por el Departamento de Criminología y Seguridad de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad Camilo José Cela de Madrid. Autor: José Manuel Petisco.

 

1 comentario

  1. Dice ser Pocoyo

    Es cuestión de tiempo que las tecnologías avancen lo suficiente para detectar las mentiras..de hecho supongo que hace sólo unos años este tipo de tecnología era implensable…otra cosa es el coste de la misma!

    30 junio 2016 | 1:03 pm

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