¿Cómo es el mejor mentiroso?

La detección de la mentira es uno de los campos más intrigantes de la conducta humana, está íntimamente relacionada con el análisis de la conducta, de la comunicación, y también de la tipología de personalidad que poseemos. En prácticamente todos los foros a los que acudo me preguntan: «¿quién puede ser el mejor mentiroso?» y a mi siempre me encanta devolver la pregunta «¿cómo crees tú que será el buen mentiroso?» Y es que la investigación científica al respecto da la razón a las creencias populares sobre la personalidad del individuo tendente al engaño, en cantidad y calidad.

Las personas que son más manipuladoras (medido este rasgo por una escala de maquiavelismo y habilidad social) engañarán a los demás con más frecuencia que las personas que son menos manipuladoras. Los manipuladores tienden a cuidar muy bien de sí mismos, de su imagen, por lo que también cabría pensar que los mentirosos son por lo general las personas que no se preocupan por los demás. Pero esto no es totalmente cierto. Los mentirosos frecuentes también pueden ser personas que se preocupan mucho por los demás. Lo que les importa, en particular, es lo que otras personas piensan de ellos.

Este tipo de personalidad describe a las personas que siempre están preocupados por la impresión de qué están proyectando hacia el resto del mundo: «¿Qué va a pensar de mí si le digo la verdad?», «¿Va a pensar que soy un perdedor si hago esto?» Curiosamente, estas personas son conscientes de todo lo que mienten más de lo que podría reconocer cualquiera. Este hecho es digno de mención, puesto que normalmente la gente se auto-evalúa en el top de la escala de honestidad cuando realmente esto se demuestra que no es así.

¿Adivináis qué rasgo puede relacionarse también con el buen mentiroso? Sí, los extrovertidos. En este sentido es importante valorar el número de interacciones sociales, todos mentimos. pero los extrovertidos tendrán muchas más oportunidades para mentir que los introvertidos, ya que estos últimos pasan menos tiempo en sociedad y hablan menos.

¿Por qué las personas extrovertidas dicen más mentiras que los introvertidos? Puede deberse a la consideración de que las pequeñas mentiras de la vida cotidiana provocan que las interacciones sociales funcionen mejor. Los extrovertidos incurren constantemente en las mentiras sutiles (mentirijillas que solemos decir) ya que poseen también un interés significativo por evocar en los demás una buena imagen, y, es más, las practican con tanta frecuencia que es probable que ni se den cuenta de la cantidad de veces que mienten. De hecho, en los experimentos relacionados, los extrovertidos se sorprendían cuando comprobaban la asiduidad con la que lo hacían.

Por último, tenemos que acudir a la relación con otro rasgo de personalidad: el rasgo de la responsabilidad. Según lo medido, por una escala del mismo nombre que identifica a las personas que son responsables, honestas, éticas y fiables, las personas que puntúan alto en responsabilidad serán menos propensas a decir mentiras, especialmente a incurrir en las mentiras sobre uno mismo por el simple hecho de ‘ensalzar’ su imagen.

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