¿Dónde has estado? Cómo leer los celos en el lenguaje corporal

celosniñosExisten muchos tipos de celos, pero hoy me centraré en explicar las señales no verbales de los celos románticos (tipificados así en Psicología Social) y es que ¿quién no ha sentido esa sensación de temor o sospecha de que nuestra pareja va a abandonarnos por otro/a? Los celos aluden a la percepción de que una relación significativa está amenazada y puede llegar a desaparecer, o deteriorarse como consecuencia de la acción de una tercera persona, con independencia de que dicha amenaza sea real, o imaginaria. Así pues, en los celos suele haber alguien de por medio, lo que se define tradicionalmente como una relación triangular.

Los celos no son emociones simples, sino que es una experiencia compuesta de al menos tres emociones básicas: ira, tristeza y miedo. Entonces, para leer los celos necesitaremos conocer más especificidades del caso, como por ejemplo, rasgos de la personalidad y el contexto de la situación para determinar que un enojo, por ejemplo significa en ese caso, celos. Sin esta información solo podremos leer la emoción sin identificar el motivo.

En general, el modo de proceder en los celos se caracteriza por una excesiva hipervigilancia de la pareja mediante la selección de ciertas informaciones, tales como encuentros sociales en los que se relaciona la otra persona, palabras, fotografías en las redes sociales, o incluso supuestos cambios producidos en la conducta del otro.

Pero además podemos encontrar otras reacciones asociadas como disgusto, culpa, depresión, envidia, o sentimientos de inferioridad. Y por tanto la reacción emocional que aparezca dependerá del objeto sobre el que se focalice la atención de la persona celosa.

Así, sentiremos tristeza cuando se enfatiza la pérdida de la relación; ira si pensamos en que hemos sido traicionados, depresión si se centra en los defectos de uno mismo como responsable de la ruptura, o envidia si se evidencia la superioridad del rival. Los celos sospechosos se caracterizan por una mayor desconfianza, aprehensión, ansiedad, mayor preocupación y sentimientos de amenaza más elevados, así como miedo a la pérdida. Por su parte, en los celos consumados hay un mayor deseo por lo que tiene el otro, así como sentimientos de culpa por desear la desgracia a los demás, que no son sino síntomas de la envidia que, con frecuencia caracteriza a este tipo de celos.

Los celos no perdonan a nadie, ni a la primera dama de EEUU y no suelen pasar desapercibidos. Foto AFP

Los celos no perdonan a nadie, ni siquiera a la primera dama de EEUU y no suelen pasar desapercibidos. Foto AFP

Por tanto, algunas de sus expresiones son características e incluso guardan relación con la emoción básica que predomine en la experiencia de celos (ira, tristeza, o miedo). Así, si la emoción que predomina es la ira, los celos se manifestarán principalmente de manera explosiva, con acciones de agresividad incluidas, ataques u ofensas verbales. Al fin y al cabo, los celos suelen ser experiencias emocionales intensas y destructivas. El objeto de la agresión puede ser la otra persona con la que se mantiene la relación, o el tercero en discordia, dependiendo de si lo que predomina es la venganza, o el intento de restablecer la relación, respectivamente.

Si, por el contrario, predomina la tristeza, es frecuente el llanto, retraimiento o inacción. Suelen producirse conductas cuyo objetivo principal es reducir este estado afectivo desagradable, apareciendo o aumentándose el consumo de alcohol, tabaco, o drogas. Si predomina el miedo a la pérdida, se suelen realizar acciones, a veces espectaculares o descabelladas, dirigidas a restablecer la relación.

Debemos también distinguir la conducta típica celosa atendiendo a diferencias del género. Los hombres suelen ejercer acciones más activas (incluso violentas) que las mujeres, que podíamos denominar como estrategias de confrontación, así como consumo de alcohol. Las mujeres suelen llorar a solas con más frecuencia que los hombres, consumir drogas, o realizar estrategias de afrontamiento dirigidas al restablecimiento de la relación, pero no de confrontación.

En diferentes investigaciones al respecto se encuentra que los hombres utilizan, además, un número más elevado y variopinto de conductas que las mujeres, tales como: a) realización de conductas manifiestas (explícitas) como gastar dinero en regalos o flores para la pareja; b) acciones destinadas a impedir o dificultar que la pareja se relacione en otros ámbitos, con la finalidad de restringirle el acceso a los rivales; c) comportamientos de sumisión y degradación; d) expresión de amenazas, tanto a la pareja como hacia rivales potenciales; y e) violencia manifiesta. En contraste, las mujeres utilizan principalmente tácticas destinadas a aumentar la apariencia y amenazas de fidelidad, como por ejemplo flirtear con otros para causar celos a la pareja.

Los celos son un cóctel emocional peligroso, como decíamos desde el principio, todas estas pautas generales hay que tomarlas con precaución puesto que toda la sucesión emocional y conductual que se produce debe estar situada siempre en un contexto y personalidad determinadas, y de este modo poder extraer conclusiones válidas y significativas para una correcta interpretación. Desde luego, a ciertos niveles es un tema bastante serio por ser, por ejemplo, la principal causa de divorcio y maltrato conyugal. Y/o llevados al extremo, los celos pueden convertirse en una importante enfermedad, los celos patológicos.

 

 

*Referencia: Chóliz, M. y Gómez, C. (2002). Emociones sociales II (enamoramiento, celos, envidia y empatía).

6 comentarios

  1. Dice ser Mariete

    Realmente los hombres somos bastante más primitivos y llevamos una actitud más violenta que las mujeres..aunque creo que en ellas también hay otros comportamientos mas de confrontación

    Algo tan complejo explicado de forma tan simple!! simplemente genial!

    29 febrero 2016 | 10:35 am

  2. Dice ser De lunes

    jajajajaaj simplemente con las fotos se entiende lo básico del significado de «celos» un buen post para empezar la semana!

    29 febrero 2016 | 10:36 am

  3. Dice ser Bern

    Total, que dado lo complicada que se ha vuelto la relación de pareja actualmente, la satanización de todos los celos en general (sin distinguir entre patológicos y no patológicos, entre injustificados y justificados), y los altos riesgos que se corren en ella (pérdida del patrimonio por divorcio, complicaciones judiciales e incluso penales por denuncias, justificadas o falsas, de violencia de género), la fragilidad de estas relaciones actualmente, se acaba el amor en cualquier momento, y sanseacabó, la mejor relación de pareja es la que no se tiene.

    Háganme caso, amigos, si son españoles o viven en España: En nuestro país, la mejor relación de pareja para un hombre es NO TENER NINGUNA.

    29 febrero 2016 | 11:42 am

  4. Dice ser G.P.V.

    Hay que huir siempre de los celos, es la cosa más dañina que puedes encontrar en alguien, y suelen derivar en cosas peores.
    ¡Un saludo!

    29 febrero 2016 | 7:35 pm

  5. Dice ser π

    Nombrar los celos e incurrir en tópicos es un clásico, en la sociedad contemporánea esos celos románticos que nombras tal vez tengan ya otras connotaciones y causas diferentes de los tópicos habituales. Se consumen relaciones del mismo que se consumen muebles de esa multinacional reina del mueble basura.
    Nadie compra en ikea con la idea de que el mueble permanezca en el hogar demasiado tiempo, estadisticamente con las relaciones pasa parecido, la gran mayoría de las relaciones tiene una fecha de caducidad similar a esos muebles, se es consciente aunque no se manifieste a las claras, obviamente se emiten señales, eso ya lo explican bien los profesionales.
    Lo curioso del caso es que dejando de lado las patologías, el personal siente o tiene «celos», yo eso no lo comprendo, máxime cuando a la otra parte la han conseguido en un outlet. Pienso que habría que desprenderse emocionalmente de la otra parte como de un mueble barato, sin más. Y otra vez al outlet a buscar algo barato, emocionalmente hablando.
    Eso o el amor, que nada tiene que ver con el romanticismo, con celos o sin ellos.

    29 febrero 2016 | 8:45 pm

  6. Dice ser Edu

    Es tan imposible huir de los celos, tan imposible como lo es huir de la tristeza, o de la rabia, o de la alegría, o del miedo, etc…pues todas ellas son emociones humanas que llevamos todos nosotros en nuestro interior. ¿Quiere usted no conocer los celos? Muy sencillo, no haga pareja y los evitará, Pero tenga cuidado a la vez de no coger celos de un compañero de trabajo, de un hermano, de un amigo, etc., porque estos celos también existen.

    29 febrero 2016 | 8:47 pm

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