De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

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La Europa del sur y América Latina, unidos por el P2P

p2p Un colectivo indígena de Chiapas, enredado con un espacio de co-working de Quito. Una plataforma de crowd funding de Barcelona, trabajando con el movimiento de datos abiertos de Montevideo. Una cooperativa griega, inspirando a colectivos artísticos de Caracas (y viceversa). Un grupo hacktivista de Madrid, retroalimentándose de la permacultura de las favelas de Río de Janeiro. Una comunidad de programadores de software libre de Buenos Aires, colaborando con urbanistas de Lima. Colectivos culturales junto a hackers. Fundaciones con activistas. Artistas copyleft  + gestores de cooperación. Política en red. Ecología de código abierto. Open data. El Sur de Europa, sus movimientos bottom up y horizontales, unido a la energética América Latina. La #GlobalRevolution, la innovación social y el procomún, dialogando de forma transfronteriza. Y ambos lados del océano Atlántico, hermanados por el Peer-to-peer (P2P), una topología de red abierta en la que cada nodo está conectado al resto sin pasar por ningún centro. El P2P – con su apertura, descentralización y empoderamiento colectivo – no es ya algo minoritario. Es filosofía, tendencia de trabajo, una realidad sólida. El P2P es el sistema nervioso del mundo mundo.

No es apenas un principio de texto poético.Tampoco una exageración geek. Este párrafo puede ser realidad a partir del próximo día 20 de marzo, cuando el #Wikisprint de la P2P Foundation se celebre simultáneamente en una veintena de países, en el que estoy especialmente involucrado. El wikisprint, un proceso de documentación colectiva y mapeamiento de experiencias, tiene su origen en las comunidades de programadores informáticos de Python, uno de los lenguajes más populares del software libre. La práctica se extendió a otros ámbitos, como a la escritura de libros colectivos. La respetadísima P2P Foundation realiza wikisprints para mapear experiencias alrededor de estos nuevos paradigmas. El wikisprint del próximo 20 de marzo servirá, por ejemplo, para mapear experiencias alrededor del procomún, de la innovación abierta, de la co-creación, de la transparencia, del co-diseño, de la impresión 3D, de las licencias libres….entre otras cosas. Vale la pena leer los criterios de inclusión en la wiki de la P2P Foundation. En este documento abierto está la lista de ciudades confirmadas: cualquier persona puede añadir la suya.Todos los flujos circularán de alguna forma por el sitio creado para la ocasión Wikisprint.p2pf.net y por el hashgtag de Twitter #P2PWikisprint.

Aunque inicialmente el #wikisprint iba a desarrollarse apenas en España, aprovechando la visita de Michel Bauwens, fundador de la P2P Foundation, el intercambio de información y las conexiones humanas extendieron la convocatoria a toda la América hispánica. También se unió Brasil. Y Grecia e Italia. Redes, personas e instituciones, unidos por el P2P. Sin embargo, en el #wikisprint del próximo 20 de marzo, posiblemente uno de los mayores de la historia, va a haber mucho más que un mapeo. La inercia colaborativa ha generado una riquísima hoja de ruta. Durante el #Wikisprint habrá todo tipo de actividades. Debates, conferencias, proyecciones, self media, talleres, visualizaciones de redes, vídeos…

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¿Por qué es importante el próximo wikisprint de la P2P Foundation? Por muchos motivos. El primero de ellos: visibilizar procesos que los grandes medios y Gobiernos occidentales ignoran. España, uno de los países más castigados por la crisis macroeconómica, es uno de las puntas de lanza del mundo en red, del P2P, del procomún, de las nuevas lógicas horizontales, de la economía colaborativa. Y los medios de masa ignoran una realidad fácilmente comprobable con datos. España es el país del mundo con mayor número de espacios de co-working per cápita (3º en número total). España lidera, con mucha diferente, el movimiento de las monedas sociales. España, en 2010 ya tenía más obras licenciadas con Creative Commons que Estados Unidos. España es el cuarto país del mundo en número de fab labs (que no resume el mundo de la impresión 3D pero sí es un síntoma). Además, la cultura copyleft en España ha contagiado a la arquitectura, la agricultura, la comunicación o la abogacía.  En España opera la mayor red del mundo de Wi-Fi alternativa, Guifi.net, que incentiva los nodos compartidos. Y en España nació el proyecto Lorea, el mayor semillero global de redes sociales libres. Por si fuera poco, el transversal movimiento 15M- Indignados está catapultando los procesos de participación político-sociales-comunicativas y revitalizando el procomún urbano y rural. ¿Por qué los grandes medios ignoran esta realidad? ¿Por qué apenas asocian el P2P con la ‘piratería’?.

Por lo mismo que esconden lo que está pasando en la Grecia azotada por las exigencias neoliberales de la Troika: por miedo. Ignorados por los grandes medios, los griegos están construyendo un nuevo paradigma de la economía del bien común, un mundo colectivo alimentado por las redes. No es casualidad que la P2P Foundation tenga una versión en griego. Por otro lado, la Italia que ha estado gobernada por un tecnócrata también tiene mucho que decir en este nuevo mundo en red. Italianos son la placa Arduino (el caso open hardware más popular), los pensadores Toni Negri (que preconizaba en Multitud la irrupción de lo crowd) y Franco Berardi ‘Bifo’, experiencias tan refrescantes como Open P2P Design o el mal entendido MoVimento 5 Stelle (M5S). Por su parte, Portugal, que todavía no ha confirmado su participación en el #Wikisprint, está viendo cómo su Gobierno migra al software libre.

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¿Por qué no crear una alianza tecnopolítica entre los ciudadanos del Sur de Europa y América Latina?  Posiblemente, América Latina tenga el mejor ecosistema para crear un nuevo prototipo de mundo. Gobiernos, en general, orientados a la izquierda, a lo social. Una intensa histórica alrededor de la propiedad colectiva y el trabajo colaborativo. Una fuerte inercia social, analógica y digital. En América Latina está el único país del mundo que protege a #Wikileaks (Ecuador). En América Latina, concretamente en la brasileña Porto Alegre, nació el Presupuesto Participativo y el Foro Social Mundial. En América Latina, muchos Gobiernos usan software libre. En América Latina los Zapatistas iniciaron el camino de la tecnopolítica y hacktivismo del 99%. En América Latina en la Argentina de 2001, el trueque y lo asambleario renacieron de las cenizas del capitalismo. En América Latina todavía existen prácticas tradicionales como el ayni (Bolivia), el tequio (México) o la minga (Ecuador), en total sintonía con las redes P2P o el procomún.

Lo crowd, lo colaborativo, está en el ADN de América Latina. La raza cósmica, profundamente mestiza, de la que ya hablaba el pensador mexicano José Vasconcelos en 1925 puede salvar a los europeos de los tiburones de Fráncfort y Wall Street. Y por eso es tan importante el #wikisprint del próximo 20 de marzo. Un wikisprint que unirá a los movimientos e innovadores sociales del sur de Europa con América Latina, el territorio donde puede nacer un nuevo mundo en red, sostenible, orientado hacia el bien común.

La utopía latina, eso sí, camina mano a mano de la distopía. El neoliberalismo quiere transformar América Latina en un nuevo espacio de consumo insostenible. El capital inventa siglas (como los BRICS que enlazan Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica) para seducir. Para imponer. Y algunos Gobiernos están cayendo en la trampa del ‘consumo, luego existo’. El riesgo es gigantesco: que los Gobiernos latinoamericanos identifiquen progreso con consumo, con mercado, exclusivamente con propiedad privada o con Estado vertical. Por eso, el #wikisprint del 20 de marzo es más que un #wikisprint. Es un grito colectivo. Un nuevo espacio de diálogo. Una nueva topología de mundo. El primer paso en un proceso planetario que puede empezar a cambiar las reglas del juego.

Hashgtag de Twitter: #P2PWikisprint

La revolución cabe en una #15Mpedia

Cuando supe que nacía 15M.cc, un proyecto transmedia y colaborativo para documentar lo que el movimiento 15M supone para España y el mundo, no lo dude un minuto: escribí a sus promotores para sumarme al proyecto. Tomé un café con Stéphane Grueso y Patricia Horrillo muy cerquita de la Puerta del Sol, en octubre de 2011. Todo lo que me explicaron entonces me entusiasmó: un proyecto colaborativo y distribuido de documental y libro, donde todo el material iba a tener licencia #copyleft y donde las aportaciones de cada persona se iban a remezclar después. Inteligencia colectiva remix, vaya. Creo que ni ellos sospechaban entonces que el proyecto 15M.cc iba a evolucionar tanto y a tener tantos forks (bifurcaciones en jerga de programadores de software libre).

El 15M.cc se ha convertido en un paraguas. Por un lado, se ha dividido en  proyectos hiperlocales, Madrid15M.cc, Málaga15M.cc y Sevilla15M.cc . Por otro, ha nacido Audio15M.cc, como un proyecto que recopilará podcast de las entrevistas del documental y otros paisajes sonoros. La estrategia elegida tiene mucho de diseño bottom up: ir completando partes que encajen en un sistema mayor. Y eso puzzle completo que incluye todas las partes no es otro que la 15Mpedia y el Wikilibro. La 15Mpedia, que ha sido desarrollado por Emilio J. Rodríguez-Posada (@emijrp) y Miguel Ángel Ramírez (@maggiko),  es un fantástico wiki en el que cualquier persona puede aportar su memoria, conocimiento e ideas sobre todo el entorno 15M. De momento, el enjambre ciudadano ya ha editado 629 artículos. De las plataformas que propiciaron la manifestación del 15 de mayo de 2011 a las acampadas, pasando por teoría política, hacktivismo, conceptos o medios de comunicación, todo cabe en la 15MPedia.

El Wikilibro es una mutación natural del libro colaborativo inicial que iba a ser escrito en red y remezclado por Patricia Horrillo. Pretende distanciarse un poco de la realidad de Madrid (epicentro de la revuelta-movimiento) para aportar un contexto y paisaje mayores. Arranca en el apartado Pasado con Historia y contexto de las revoluciones y movimientos sociales y llega hasta el Futuro con Desarrollo político. Yo estoy dentro del grupo de correo del Wikilibro y haré mis aportaciones en cuanto pueda. Cualquiera puede editar las plantillas y participar aquí.

El documental 15M.cc coordinado por Stéphane Grueso quizá sea el brazo del proyecto que más fiel se ha mantenido a su idea inicial.  Las entrevistas audiovisuales realizadas las van subiendo al apartado Conversaciones y a You Tube. Cualquier persona puede usarlas cómo y para lo que quiera, si se ajusta a la licencia Creative Commons del proyecto. Me parece interesante el concepto de proceso: habrá gente que esté viendo las conversaciones pero que nunca vea el resultado final. También me gusta el hecho de que Stéphane esté dialogando en la red para editar el documental. Y también que 15M.cc haya buscado a la clase política para entrevistar a algunas personas. Entre otras cosas porque las condiciones son claras: tú te sientas, nosotros preguntamos. Nada de preguntas pactadas, nada de control. El político que no acepte la invitación queda, además, perfectamente retratado como alguien que no se relaciona con los ciudadanos.

Por todo ello, 15M.cc merece nuestro aplauso y nuestra participación en esta recta final.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

 

Adhócratas al poder

 

Este texto mío aparece en el número de junio de la revista Yorokobu. Las ilustraciones son de Velckro (muy recomendable sus trabajos).

Cory Doctorow, un aclamado escritor de ciencia ficción y activista digital, imaginó un mundo sin burócratas en su primera novela, Tocando Fondo: en el reino mágico, en 2003. En el futuro utópico del libro, los fans gobiernan Disney World y la reputación social es la divisa más valiosa. El mayor interés de los políticos es desarrollar proyectos participativos de cultura popular. Los burócratas, simple y llanamente, no existen. El mundo, gobernando por un equipo flexible, rotativo y multidisciplinar, se aleja de los pasados distópicos y de las democracias imperfectas del siglo XX. Doctorow bautizó su sistema ideal de gobierno como adhocracia.

En realidad, Cory Doctorow no estaba inventando nada. El concepto de adhocracia fue creado en 1964 por los pensadores Warren G. Bennis y Philip E. Slater para intentar describir un nuevo modelo de organización flexible, intuitiva e innovadora. Incluso ya había existido durante la Segunda Guerra Mundial un prototipo de organización del futuro concepto de adhocracia: los equipos ad hoc (aquí y ahora) que los ejércitos montaban y disolvían después de terminar una misión específica y transitoria. Pero fue durante el poshippismo de los años setenta cuando el concepto de adhocracia maduró gracias a pensadores como Henry Mintzberg o Alvin Toffler. Ambos desconfiaban del mundo vertical. De las soluciones cuadradas. De los expertos endogámicos. Del farragoso aparato de las organizaciones grandes. De los gobiernos. De las burocracias. Y por eso se esforzaron en crear un imaginario de adhocracia, un cuerpo teórico de organización flexible, multidisciplinar y dinámica.

El futuro imaginado por Cory Doctorow ya ha llegado. Es presente. La crisis económica mundial y la popularización de internet están dinamitando un modelo enroscado en los viejos paradigmas. Estamos aterrizando de lleno en la era de las organizaciones de poder (cracia) ad hoc (aquí y ahora). Organizaciones post it. Grupos pop up de acción. Organizaciones netamente adhocráticas. Pero con un matiz de inteligencia colectiva, colaboración, crowd sourcing  y descentralización no previstas por los teóricos setenteros.

Ejemplos no faltan. Una legión de traductores generan subtítulos de series, películas y documentales con total eficiencia. Cualquier foro ciudadano –forocoches.com,burbuja.info…– sustituye al más selecto de los clubs de expertos. El proyecto de carriles bici de una ciudad lo diseñan colaborativamente sus ciudadanos (como el caso de Madrid y MediaLab Prado). La educación se abre en proyectos transversales, como Edumeet o el Open Source Creation, que Edgar Barroso sugiere desde la Universidad de Harvard. Las soluciones urbanísticas se cocinan en conjunto entre geeks, vecinos, urbanistas, diseñadores y/o artistas (como hace el aclamado estudio Ecosistema Urbano o el belga Lateral Thinking Factory).

Paradójicamente, España, el país del ‘vuelva usted mañana’, el país en el que los niños soñaban con ser funcionarios, es una potencia adhócrata. El ámbito del urbanismo es, quizá, el más evidente. En España surgieron prestigiosos colectivos multidisciplinares que trabajan siempre en equipo y que, incluso, se niegan a hablar a título individual, como ZuloarkPaisaje Transversal o Todo por la Praxis. Este enjambre de sociólogos, economistas, arquitectos, artistas, informáticos y adhócratas inclasificable sustituyó el grito del Do it Your Self (DIY) por el DIWO (Do it with others). La competición por la colaboración. Y la espiral parece no haber más que empezado.

En el País Vasco opera una de las empresas que mejor encarna los ideales difusos de la adhocracia: Conexiones improbables. Esta empresa bilbaína incorpora siempre a un artista en sus procesos de consultoría. Conexiones Improbables trabaja, en sus propias palabras, en “proyectos de investigación colaborativa y cocreación”. Vale la pena detenerse en su declaración de intenciones: “[Conexiones Improbables] se basa en los paradigmas de la innovación abierta y en los principios de la intersección entre ámbitos, disciplinas y personas diversas. Así, pone en relación artes, pensamiento, ciencia, empresa y gobernanza en la búsqueda de nuevas preguntas y respuestas”.

¿Qué conexión improbable necesita una organización para dejar de ser burocrática? ¿Encajan los nuevos modelos de organización surgidos en un mundo altamente digitalizado con las definiciones clásicas de adhocracia? ¿Qué organigrama tendría una adhocracia perfecta? Henry Jenkins, en su ya clásico libro Convergencia cultural (2006), calificaba la adhocracia de la siguiente manera: “Se caracteriza por la falta de jerarquía. Cada persona se enfrenta a un problema basado en sus propios conocimientos y habilidades, y el liderato cambia según va evolucionando el proyecto. Es una cultura que convierte el conocimiento en acción”. Lo estático, en palabras de Jenkins, pasa a ser una constante “tensión dinámica”.

¿Será que la adhocracia, en el nuevo milenio, no es exactamente una organización y sí una hoja de ruta? ¿Un estado de ánimo poroso que impregna todo? ¿Una nueva receta de conocimientos remezclados? ¿Un nuevo marco de convivencia de disciplinas? Marco Lampugnani, del estudio de arquitectura italiano Snarkive, describiendo su forma de trabajo en un proyecto de la localidad italiana de Aulleta, brinda algunas pistas: “Reconocemos la imposibilidad de tener proyectos complejos; abrazamos las competencias no ortodoxas y la participación de la sociedad mas allá de la simple comunicación”.

Los proyectos dejan de ser algo cerrado, definitivo, en alfa. Todo pasa a un eterno “estado en beta” (inestable, inacabado), como suele afirmar Ethel Baraona, fundadora del estudio DPR-Barcelona. Curiosamente, Ethel es una de las comisarias asociadas de la Istanbul Design Bienal, que se celebrará en octubre, y tiene como eje la adhocracia. “Bienvenidos a la era de la adhocracia –escribe el comisario Joseph Grima–. La adhocracia atraviesa las convenciones y dinamiza estructuras para capturar oportunidades, autoorganizaciones, y desarrolla inesperadas metodologías de producción”. La adhocracia, continúa Joseph, “habita lo horizontal, el reino rizomático de las redes en el que la innovación –inventiva, subversiva, antidogmática, espontánea– puede venir de cualquier lugar”.

La adhocracia, en el nuevo milenio, prima las conexiones por encima de los objetos, personas o productos. El vínculo, los hilos, es más importante que la existencia física de los elementos aislados. La adhocracia podría ser un remake de la teoría subatómica, que considera las partículas algo inestable, mero movimiento, apenas una probabilidades de ser. Nadie sabrá nunca dónde se encuentra una partícula subatómica: apenas tendrá una aproximada probabilidad de estar en alguna parte. Por eso, las partículas apenas pueden ser entendidas incorporadas en un sistema interconectado. La relación entre las partículas es la única razón de ser de un átomo (y de un equipo adhócrata).

El belga Michel Bauwens, máximo responsable de la Foundation for P2P Alternatives, suele afirmar que movimientos como Occupy Wall Street o el 15M son los prototipos de organizaciones del futuro, modelos de una adhocracia perfecta. Bauwens elogia con entusiasmo, por ejemplo, el Street Vendor Project que Occupy Wall Street puso en marcha en las calles de Nueva York. El movimiento resolvió un problema de una forma colectiva. Los restaurantes colindantes a Zuccotti Park se estaban arruinando porque el movimiento Occupy recibía muchas donaciones de comida. A través de un Wiki, Occupy resolvió el gasto de una parte de las donaciones en dichos establecimientos.

¿Ha cambiado mucho la definición de adhocracia desde aquella primera intuición de Bennis y Slater? ¿Será que la ciencia ficción de Cory Doctorow se ha quedado anticuada en apenas una década? La adhocracia en la era digital se disfraza de la inteligencia colectiva preconizada por Pierre Levy. Camina de la mano del espíritu colectivo de la Wikipedia. Coquetea con esa nueva ilustración abierta cocinada por amateurs de la que habla el sociólogo Antonio Lafuente. Se difumina en la sociedad P2P de intercambio y colaboración vislumbrados por Yochai Benckler. Y su definición-acción muta hacia nuevos territorios oblicuos en los que el paradigma del experto Peter Walsh se funde con la horizontalidad de las redes. El colectivo Paisaje Transversal, por ejemplo, relaciona la adhocracia con un sueño de “una plataforma abierta y transdisciplinar, es decir, una infraestructura que sirva para propulsar proyectos”.

Volvamos a un detalle del utópico mundo adhócrata de Cory Doctorow. Profundicemos en su divisa oficial, el whuffie: una moneda efímera, social y, prácticamente, intangible. El whuffie es algo así como la reputación social de cada persona. Algo parecido a la puntuación en sitios eBay (subastas) o del couch surfing (comunidades de viajeros).

Traduciendo: como si el karma de agregadores de noticias, como Menéame o Barrapunto, tuviesen un valor monetario. La reputación funciona como una divisa. El vínculo entre partículas genera reputación. Y la red conectada de la adhocracia, aparte de solucionar problemas colectivos, genera un sistema sostenible donde ya no hay lugar para la soledad subatómica de las partículas.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

Tres casos de wikifútbol

¿Te imaginas que los hinchas del Real Madrid pudieran elegir la alineación de cada partido y hasta qué jugador cambiar en el transcurso de cada partido? ¿Y qué pasaría si los culés decieran jubilar al presidente del Barça Sandro Rossel y pasasen a administrar las finanzas del club? El crowd sourcing –  algo así como «tercerización masiva» o «subcontratación voluntaria»- llega al fútbol. O sea: participación, horizontalidad, inteligencia colectiva. Os presento tres casos de democracia participativa en el fútbol. ¿Wikifútbol al poder?

Ebbsfleet, Inglaterra. Si el équipo inglés Ebbsfleet United fuera un país sería el más democrático de Europa. Sus seguidores participan en todas las decisiones del club. Escogen, gracias a Internet y a la plataforma My football club creada para la ocasión, a los jugadores que salen al campo en cada juego. Cada hincha de este equipo de la liga Blue Square Bet South es entrenador, gestor, inversor y junta electoral al mismo tiempo. La democracia digital del Ebbsfleet United no sólo salvó la bancarrota del club si no que propició una victoria histórica en el estadio de Wembley, en mayo de 2008, frente al Torquay United. Cierto que el espejismo se desvaneció en parte y ahora el club intenta encontrar fórmulas para una mayor implicación de los hinchas.

Muerciélagos FC, México. El equipo de Sinaloa Murciélagos FC, que juega en la segunda división mexicana, es la última sensación del wikifútbol (un buen reportaje). Su proyecto DT (director técnico) Digital permite que los seguidores, sobre todo vía SMS, elijan la alineación y hasta los jugadores que son cambiados a lo largo de cada partido.

Sport Club Corinthians, Brasil. El popular equipo Corinthians – el favorita del ex presidente Lula – lanzó a finales del año pasado lanzó el vídeo juego República Popular do Corinthians (RPC) (ver vídeo que abre la entrada) en el que cualquier hincha podía ser candidato a presidir el club o a ser congresista. «Va en serio. «No somos un Farmville!», se podía leer en su web. El mandato del nuevo presidente será de cuatro meses. A parte del nuevo presidente fueron elegidos los “mosqueteros” (administradores del site) y los “gobernadores” (blogueros y tuiteros relevantes). La idea es un feliz encuentro de patrocinadores, hinchas, jugadores y dirección.