De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

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Razones para leer ‘El kit de la lucha en Internet’

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Existen libros escritos para especialistas que nunca llegan al gran público. Existen libros divulgativos orientados a todos los públicos que nunca son tomados en serio por la academia o los eruditos. Y existe un tipo de libro, una pieza rara en el mundo editorial actual, que deja boquiabiertos a todos los públicos. Este es el caso de El kit de la lucha en Internet, de Marga Padilla, recientemente publicado por Traficantes de Sueños con licencia Creative Commons, una verdadera obra maestra que aborda la mutación y convulsión que está viviendo la sociedad tras la llegada de Internet.

Ameno y profundo, leve e incisivo, simple pero complejo, redondo pero lleno de recovecos, práctico pero sugerente. El kit de la lucha en Internet es un libro camaleónico, resbaladizo y altamente impactante. Y explica como pocos por qué Internet, el software libre, la conexión entre personas y las herramientas digitales están haciendo tambalearse el mundo. Las viejas estructuras políticas, mediáticas y culturales se hunden por no haber entendido algunos de los conceptos que toca Marga Padilla en El kit de la lucha en Internet. De transparencia a recursividad, de copyleft a paradigmas de red, de auto organización a identidad colectiva, de clickactivismo al movimiento 15M, el texto de Marga Padilla es una especie de abecedario elemental de una nueva era. Sin embargo, la simplicidad del relato esconde una doble lectura, una capa de profundidad y análisis deslumbrante.

Marga explica, por ejemplo, cómo un discurso genérico simple, la lucha por las libertades digitales, unió a Wikileaks (organización basada en la transparencia y en el liderato de Julian Assange) y a Anonymous (colectivo basado en la ambigüedad, la distribución y el anonimato). Especialmente brillante es el trecho en el que Marga explica por qué Wikileaks ha pillado a contrapié a medios de contra información como Nodo50, Kaos en la Red, Rebelión o Insurgente. Wikileaks ofrece toda la información en bruto. Transparencia total. El periodismo de análisis, el opinólogo, ya sea informador o contrainformador, se queda fuera de juego: «El periodista ya no es necesario y por lo tanto ha de ser eliminado, en aras de la transparencia, no hay lugar para la opinión» (una frase recogida en el libro que no es de Marga).

Marga Padilla insiste en un concepto que deambula por todo el libro, el de ‘dispositivo inacabado’. Wikileaks como un dispositivo inacabado, como una herramienta que cada uno termina como quiere. Xmailer, un dispositivo lanzado por el colectivo Hacktivistas que permitía enviar un mensaje a una lista de destinatarios múltiples, como un dispositivo inacabado. Y es que Marga, con paciencia y puntería, va desmantelando todos los clichés del mercado y los Gobiernos contra la cultura libre, contra la red de redes, contra la revolución tecnológica. Marga nos pone cara a cara a un nuevo mundo. Nos presenta una nueva realidad de bienes inmateriales compartidos hasta el infinito. Una nueva esfera público-privada de cuartos conectados (a Internet). Una nuevo mundo autogobernado, rizomático, fascinante, moldeado por un nuevo crisol de identidades colectivas. Marga nos ofrece un jugoso aperitivo de un cocktail llamado La libertad en la era red. Libertad cercada, machacada, perseguida, sí. Pero libertad invencible. Cuestión de tiempo.

Por todo lo anterior, y por mucho más, El kit de la lucha en Internet debería ser de obligada lectura en colegios, hemiciclos políticos, plazas, parques, comisarías, parqués de bolsas de valores, agencias de rating…. Para concluir, nada mejor que una metacita, un fragmento de Un cuarto propio conectado, de Remedios Zafra, que aprece en el libro:

«Los cambios de los que estoy hablando tratan sobre nuestros días conectados a Internet. No se caen torres, no hay rugido de la banca, no hay guerras de petróleo ni muertes físicas. No hay una imagen épica que simbolice el cambio al que aludo. Es como una gota sobre una piedra. Es como la acción de los universos simbólicos sobre los cuerpos. Lenta, pero crucial».

El Kit de la lucha en Internet. Precio papel: 6 euros. Descarga libre en formato PDF. Twitter de Marga Padilla:  @cien_margaritas 

Innovación #copyleft y colectiva en los medios de España

Innovar en tiempos de crisis. Cambiar de piel. Reciclaje a ritmo forzado. Los medios de comunicación clásicos están en la mayor crisis de su historia. Sin embargo, siguen apostando, con muy pocas excepciones, por la misma fórmula. Intentan aplicar la lógica del papel al mundo digital, sin adaptar o buscar otro camino. Peor que eso: su única solución a la crisis es el despido masivo de trabajadores. El caso de El País, con sus 128 despidos, es el mayor ejemplo de lo que no se tiene que hacer para salvar a un medio que agoniza. La tecnología que salvará el periodismo se llama contenido, escribí hace unos meses en este blog. Cuando publiqué el Manifiesto PosPeriodístico, también en este blog, quería remover un poco los cimientos de la vieja guardia que asiste impávida al desmoronamiento de la prensa, especialmente del papel.

En el caso de los medios españoles la crisis es especialmente dolorosa. Doble crisis: de papel y económica. Sin embargo, en medio de la tormenta está sucediendo una espectacular revolución en el panorama informativo que no estoy viendo en otros lugares del planeta. El hundimiento de Público – que se quedó en un escuálido site con poca plantilla – dio pie a un buen puñado de proyectos. El #copyleft – licencia que permite la copia del contenido – se abre paso en bastantes cabeceras, algo casi inexistente en el resto del mundo. 20 Minutos, que usa Creative Commons y liberó la copia de su contenido hace ya una década, abrió el camino. Ahora, el periodismo español empieza a abandonar el copyright y abrirse a otras fórmulas.

Por otro lado, la situación española is different. En pocos lugares del planeta se cumple con mayor claridad aquello de la ‘autocomunicación de masas’ de la que habla el pensador Manuel Castells o el Nosotros, los medios, de Dan Gillmor. La sociedad está informando (y muy bien) desde las redes, blogs, plataformas, cooperativas, colectivos. La información unidirecional de los medios clásicos ha dado paso a una conversación: a la era de la comunicación. Por eso, he incluído en este inventario nuevas cabeceras pero también proyectos ciudadanos. El futuro del periodismo, de la comunicación, ya está aquí.

Eldiario.es. Sin lugar a dudas, el proyecto que más está innovando. Lanzado por Ignacio Escolar, primer director de Público, El Diario ya es una cabecera respetada. ¿Innovaciones? Muchas. La primera: utiliza la licencia Creative Commons más abierta de todas.Cualquier persona puede incluso vender su contenido y ganar dinero con ello. Han entendido que la monetización, en la era red, viene de otros rincones. Publicidad clásica, sí, pero también suscripciones, reputación, encuentros alrededor de la marca, acuerdos con ONGs… La redacción de El Diario es pequeña. Tampoco quieren redacciones en todas las regiones. Prefieren alianzas temáticas con otras entidades (en Ciencia y Tecnología con Esmateria, en cultura con el Hotel Kafka que realiza el Diario Kafka…) o regionales (en Galicia con praza.com, en Catalunya con diferentes colectivos, en Valencia con SOM…). Además, han entendido el concepto de commons marketing de Olmo Gálvez. Dividen riesgos y beneficios con sus diferentes aliados regionales y temáticos. Los subscriptores pueden dialogar con la redacción presencialmente y tienen ciertos privilegios (leer antes algunas noticias, por ejemplo). La zona de blogs es un bello paisaje donde encontrar algunas de las firmas más interesantes de España, además de fantásticos blogs colectivos, como Zona Crítica (donde yo escribo de vez en cuando), Interferencias, Colaboratorio, El cuaderno del MediaLab o Desalambre. También imprimirán una revista con contenido en profundidad y análisis.

EsMateria. Lanzado por Patricia Fernández de Lis, ex redactora jefe de Ciencias en Público, Esmateria es un medio especializado en ciencia y tecnología, con un saludable guiño a la cultura libre. Usa Creative Commons y su modelo también es innovador. Vale la pena leer su Quiénes somos.

MasPúblico / LaMarea.com. Una buena parte de los trabajadores que salieron del diario Público fundaron una cooperativa. MásPúblico ha informado desde un blog colectivo con rigor desde el primer día. El 21 de diciembre lanzan LaMarea.com, con espíritu cooperativo. Muy bonita la justificación que ellos mismos hacen del nombre del proyecto: «La palabra “marea” se usa a menudo como sinónimo de “marcha”, pero tiene otra esencia.Una marcha puede sonar algo marcial. Una marea es muy distinta, sugiere un movimiento progresivo y expansivo. Las mareas no tienen nada que ver con los tsunamis destructivos. Avisan de su llegada, pero nada las detiene. Crecen lenta, e incluso serenamente, pero con una fuerza imparable». Usará licencia Creative Commons.

Presentacion NUMEROS ROJOS from maite garrido on Vimeo.

Revista NúmerosRojos. Una revista financiada con crowd funding que ya ha lanzado 4 números. Excelente en contenido y diseño. Se definen como una revista de izquierdas. El proyecto que aporta reposo, análisis y contenido de calidad en un mundo gobernado por el exceso de información de última hora. Tuve el placer de colaborar en el primer número de la revista con el texto Un doble click para una nueva izquierda. La licencia es Creative Commons.

InfoLibre. El periodista Jesús Maraña, último director de Público antes de dejar de ser un medio impreso, acaba de anunciar el lanzamiento de InfoLibre para los primeros meses de 2013. Será un diario digital, InfoLibre, y una revista impresa mensual, TintaLibre. Su financiación será totalmente transparente y buscará una fórmula intermedia entre subscripciones y publicidad. Y prometen ser totalmente independientes. Vale la pena leer su presentación. Usará licencia Creative Commons.

Revista Mongolia. El nacimiento de esta revista satírica, que mezcla humor con periodismo de investigación, demuestra que el papel no está muerto. Todo lo contrario. Mezclando subscripciones con venta en quioscos han alcanzado la espectacular cifra de 40.000 ejemplares vendidos de cada número. Hasta The New York Times ha hablado de Mongolia.

Fix media. Con el lema ‘Arregla las noticias’, este site lanzado por Pau Llop, es una de las grandes novedades en el ámbito comunicacional de los últimos tiempos. Cualquier usuario puede mejorar noticias publicadas en medios. FixMedia abre la puerta a la inteligencia colectiva y al periodismo colaborativo. Disponen, incluso, de un plug in para colocar en cualquier web el icono de Fix Media. Fraguo su nacimiento gracias a la plataforma Goteo.orgcrowd funding for the commons.

Fotomovimiento. El Fotomovimiento fue puesto en marcha por un grupo de personas interesadas en la fotografía que se juntaron en la Plaza de Catalunya durante la acampada del 15M, en mayo de 2011. Su cobertura colaborativa y colectiva de la realidad es, simplemente, brillante. Y necesaria. Las fotografías que los medios nos se atreven a publicar las encontrarás en Fotomovimiento.org. Cuelgan su trabajo en galerías de Flickr con licencia Creative Commons. La imagen pertenece a la cobertura de la huelga general, donde la represión policial en Barcelona fue muy dura y apenas apareció en algunos medios.

Solidaritat i Comunicació. La cooperativa catalana de periodistas audiovisuales Solidaritat i comunicació, que nació para  “fomentar la cooperación y la solidaridad”está haciendo una gran cobertura de la crisis. Son los autores del vídeo que probó que los Mossos d’Esquadra son los responsables de que Ester Quintana perdiese un ojo a causa del impacto de una bola de goma y dejó en ridículo al conseller Felipe Puig. Vale la pena ver su canal propio de You Tube.

Yorokobu. Con el lema Take a walk on the slow side, Yorokobu nació como un blog de la mano de Brand&Roses. Creatividad, cultura, diseño, publicidad, mundo de código abierto. Contenido cocinado con cariño, frescura, apertura. Y rápidamente dio el salto al papel, un camino casi inédito en el mundo de la prensa. Sus contenidos, que tienen licencia Creative Commons, son una buena puerta de entrada al nuevo mundo de las redes, la innovación abierta y la cultura libre. También tengo el placer de colaborar con ellos.

People Witness. Este colectivo, del que ya he hablado en Código Abierto, se ha convertido en la mayor red de streamers del Estado español. Armados de teléfonos móviles con acceso a Internet, están poniendo en entredicho las versiones oficiales de políticos y policías. Sus coberturas audiovisuales en directo de manifiestaciones están siendo magistrales.

Agora Sol Radio. La radio que nació durante la Acampada Sol continúa viva. Y más que nunca. Emite online para todo el mundo. Su parrilla de programas no para de crecer.

TomaLatele.tv. Otra iniciativa del movimiento 15M digna de elogio. Coberturas de actualidad, programas, cortos. Más que recomendable. Un medio colectivo necesario.

Periódico15M. «Descarga este periódico, llévalo a la Asamblea de tu barrio, repártelo en tu trabajo o lugar de estudios, buzonea a tus vecinos… ¡¡IMPRIME-DISTRIBUYE-PARTICIPA!!». Con esta frase está resumido el espíritu de un periódico con que nació con vocación de papel, para explicar a la población más analógica lo que circula en las redes y no en los medios masivos.

 

Revista Orsai. + 10000 para el gigantesco Hernán Casciari, uno de los grandes defensores de Creative Commons. El escritor argentino, lanzando la revista Orsai, ha abierto un camino editorial simplemente genial. Periodismo de calidad, profundidad, textos narrativos. Y lo mejor de todo: un producto totalmente independiente que sobrevive gracias a los lectores. Su secreto: facilitar que cada lector sea distribuidor y pueda implicarse en el proyecto. Cualquier lector puede vender la revista y lucrarse (un poco) con ello.  El vídeo ‘Cómo acabar con el intermediario’ que antecede estas líneas se puede considerar un clásico del mundo en red. Un blog se convirtió en una revista. Una revista dará paso a una editorial en red. Un blog que ya se transformó en una pizzería – sí, abrieron una pizzería en Buenos Aires gracias a la colaboración de los lectores del blog- conectando personas alrededor de un sueño.

Líbero. Otro proyecto que nació de profesionales que salieron de la cabecera Público. Una peculiar publicación alrededor del fútbol, pero con un claro matiz literario. En sus páginas se puede encontrar cultura, relatos literarios, moda, estilo de vida. Un soplo de aire fresco en el abanico de revistas comerciales hechas por y para el mercado. También usa licencia Creative Commons.

Lainformacion.com. Esta cabecera nació en los primeros empujones de las crisis. Y a pesar de las críticas de que usa más robots que personas, me parece muy interesante. Ha conseguido métricas excelentes y muy buen desempeño en redes sociales. La mirada de La Informacion es propia, diferente y bastante rigurosa. Además, su sección de InfoGráficos es magnífica.

 

Reset from Reset on Vimeo.

The Reset Project. Un medio digital que tiene las cosas muy claras: «Existe una brecha entre la ciudadanía y el periodismo. Pero también un abismo, triste, entre el periodismo y los propios periodistas. Empecemos por ahí». Pretenden, de alguna manera, resetear el periodismo clásico y menear el inmobilismo provocado por la crisis. Su licencia también es copyleft. Y su energía camina, creo, en la dirección correcta. Otra bella frase de su site: «Estamos neutralizados ante una crisis de los medios, que no sólo es económica ni de modelo de negocio, SINO DE SENTIDO, VALENTÍA Y CREATIVIDAD».

Diagonal. Aunque Diagonal nació unos años antes de la crisis (en 2005), su modelo merece atención. Surgió de los colectivos sociales de Madrid. Apostó desde el inicio por licencias libres (Creative Commons). Sobrevive gracias a sus subscriptores. Trabajan en red. Y su modelo de profundidad, análisis, información rigurosa, se está abriendo un hueco en el panorama informativo. Haber tejido una comunidad es uno de sus secretos. Los productos Diagonal – camisetas, sudaderas, libros… – son una fuente complementaria al contenido. Desde el madrileño barrio de Lavapiés ya han lanzado ediciones locales en Andalucía, Aragón, Asturias y Galicia.

La Parada. La mutación de Vudeo.org. Se definen como una «comunidad que selecciona, analiza y reflexiona la actualidad con múltiples herramientas, para producir conjuntamente con un equipo de periodistas y productores un espacio televisivo de emisión online«. Con el grito de ‘enciende tu webcam’, La Parada está realizando periodismo de calidad, compartiendo proceso con la comunidad. Periodismo participativo en estado puro.

Via52. Un semanario digital que nació con un proceso de crowd funding en la plataforma Goteo.org. Está conformado por un grupo de profesionales del periodismo, el fotoperiodismo, la ilustración y la tecnología. Licencia copyleft. Licencia para copiar.

Alternativas económicas. Aunque usan copyright tienen espíritu cooperativo. Son una cooperativa, vaya. Se inspiran, según su site,  «en el modelo periodístico y societario que desde hace 32 años ha desarrollado la publicación francesa Alternatives Economiques« copyright.

Fixmedia: la herramienta para hackear el periodismo

¿Te imaginas una herramienta que permitiera a los ciudadanos comprobar la veracidad de los noticias publicadas por los medios? ¿Una plataforma colaborativa para que los lectores mirasen con lupa los detalles de cada noticia y la mejorasen? Pues este ´gran hermano´ ciudadano contra el periodismo manipulador, inexacto o directamente malintencionado está a punto de nacer. Se llama Fixmedia.org.  Y necesita tu apoyo: está buscando fondos en la plataforma de financiación colectiva Goteo (crowdfunding for the commons). En pocos días han conseguido 2.090 euros (el 37% de lo necesario). Todavía faltan 33 días.

¿Y cómo funcionaría esta herramienta para hackear el periodismo? Así de sencillo: “A través de Fixmedia.org, cualquier persona podrá con solo dos clics reportar errores y ampliaciones a las noticias de cualquier sitio online en un lugar común en donde las personas podrán debatir la idoneidad (o no) de dichas aportaciones. Fixmedia.org clasifica y segmenta los errores (omisión, titular engañoso, cita sin atribuir, etc.) y ampliaciones (cifras, imágenes, ejemplos, etc.)».

Fixmedia es el terremoto que faltaba a la tormenta perfecta de la prensa. Y la prueba de cómo ha dado la vuelta en este inventillo de la información. Antes, cuando un lector encontraba un error apenas podía enviar una carta al director. O acudir a la pomposa figura del defensor del lector. Los agregadores como Menéame rompieron la barrera existente entre medios y blogs. Los redes sociales actualizan y corrigen en tiempo real los errores o manipulaciones de algunos medios. Pero Fixmedia asienta un golpe brutal al flujo vertical e unidirecional de algunos cabeceras informativas: coloca a cada lector en un  «defensor del periodismo». Y los errores pueden pasar a ser «virales colectivos» a favor de la verdad (en contra de algunos medios).

¿Es necesaria la existencia de una herramienta como Fixmedia? Juanlu Sánchez, en su blog, piensa que sí porque «falla el mensajero«.  En mi opinión, si los medios tratasen la información como un proceso participativo, si abriesen el código de las historias, si se olvidasen de viejas inercias verticales, Fixmedia o MediaBugs serían innecesarios. Existen algunas prácticas periodísticas alentadoras, aunque todas incompletas. En Korea, hace años que existe un diario, Omny News, hecho por los lectores (apenas hay editores que verifican informaciones). The Guardian y 20 Minutos cuentan con los lectores antes y durante la preparación de las noticias. El argentino La Nación libera las bases de datos utilizadas para redactar noticias, para que cada lector apure el dato que quiera. La plataforma Weblogs corrige los errores de su información gracias a los lectores: tacha una palabra y agradece a quien descubre los fallos.

Pero mientras siga habiendo portadas tergiversadores y manipuladoras como esta del diario de ciencia ficción española ABC, Fixmedia es una herramienta absolutamente necesaria.

Mi web: bernardogutierrez.es Dirijo la consultora futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

 

Queremos #chalecosparatuiteros

 

Reniego del chaleco para periodistas que la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, quiere promover entre los profesionales del sector. Lo tunearé. Lo convertiré en un #chalecoparatuiteros. Se lo daré a un parado para que cubra en primera línea la creciente represión policial de España. Se lo regalaré a un estudiante valenciano para que informe desde su teléfono móvil sobre la #primaveravalenciana. Donaré mi chaleco pomposo a un ciudadano que esté reivindicando sus derechos en una plaza pública. Lo revenderé para registrar el dominio Chalecoparatuiteros.es. Ahora, una ronda de argumentos.

Soy periodista. Hace muchos años que soy miembro de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y de la International Federation of Journalism (IFJ) de Bruselas. Las asociaciones de periodistas son útiles, siempre que luchen por la libertad de expresión, la defensa de la profesión y las condiciones laborales. Defiendo la libre circulación de periodistas por el mundo. Su papel (nuestro papel) todavía es importante. Condeno frontalmente los ataques a periodistas y fotógrafos que se han producido reincidentemente desde el 15 mayo de 2010 en España.

Soy periodista, sí. Pero hace un tiempo que en mi perfil de Twitter he colocado la palabra «posperiodista». El ecosistema informativo ha cambiado radicalmente: la información ya no es monopolio de los medios. Los ciudadanos informan. Muchos compañeros tuiteros cubren mejor las plazas / calles que algunos compañeros periodistas. Y, sobre todo, llegan antes. Sí, señora Cristina Cifuentes, el tuitero @fanetin es más grande que @el_pais en algunos mapas informativos.  Incentivar el uso de chalecos para periodistas es una estrategia tosca. Cifuentes quiere convertir Madrid en Bagdag. Quiere transformar las plazas públicas en un territorio en guerra. Distribuir #chalecosparaperiodistas no es un guiño a la prensa. Es un clave para que la policía reprima su porra fácil frente a los achalecados. Es un guiño para que la policía apenas atice a ciudadanos No Periodistas. La señora Cifuentes ignora la ordenanza de Carlos V de 1523 que define a la plaza como un «lugar de encuentro para todas las funciones sociales, oficiales o de diversión y esparcimiento». Y los chalecos para periodistas son un paso más en la estrategia de criminalización de los movimientos ciudadanos altamente digitalizados que han roto el monopolio informativo de la prensa. El chalequito facilón es otro intento de deslegitimar ese movimiento pacífico (15M) que el PP elogió tanto en su informe para conseguir los Juegos Olímpicos de 2020. El próximo paso será empotrar periodistas en las fuerzas policiales, como hacen los marines estadounidenses en sus guerras. Los beduínos del Sahara o los samis nómadas del Ártico han visto las tétricas escenas de la represión policial en Valencia. Pero Ellos Allá Arriba siguen manipulando, ayudados por los guiñoles de cierta anti-prensa chalecable: los manifestantes son violentos.

Cifuentes, señora de la guerra, becaria de emperatriz: no queremos chalecos para periodistas. No queremos que Madrid sea Bagdag. Queremos las plazas con las que soñó Carlos V, el emperador perroflauta. Queremos que ningún ciudadano sea vapuleado por las fuerzas policiales. Queremos que los periodistas informen. Queremos que los ciudadanos retuiten las plazas en tiempo real. Queremos una #twitternación sin represión. Y si ustedes – FAPE y Delegación del Gobierno – insisten en que me coloque un #chalecoparaperiodistas empezará la batalla del #chalecosparatuiteros. Además, la FAPE perderá un asociado. Y Cifuentes ganará un enemigo (ya que para algunos todos somos enemigos del poder).

No a la guerra. #chalecosparatuiteros ya. 

Este post  y sus reacciones estará asociado al hashtag de Twitter #chalecosparatuiteros