De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

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Smartcitizens.me

SmartCitizen.Me de Fab Lab Barcelona en Vimeo.

«¿Cuáles son los índices reales de contaminación del aire en torno a tu casa o comercio? ¿Y de contaminación acústica? ¿Y de humedad del aire? Ahora imagina que los pudieras conocer, compartir y comparar al instante con otros lugares de la ciudad, en tiempo real… ¿Cómo podría esa información ayudar a mejorar la vida en nuestro entorno?». Así empieza la explicación del proyecto Smart citizens que el Fab Lab de Barcelona ha inscrito en la plataforma de crowd funding Goteo.

El proyecto SmartCitizen.me se «basa en la geolocalización, en Internet y el hardware y software libres para la captura de datos y la producción de objetos; conecta personas con su entorno y su ciudad para crear relaciones más eficaces y optimizadas entre recursos, tecnología, comunidades, servicios y acontecimientos en el entorno urbano». O sea: coloca a los ciudadanos en el centro. Convierte a cada persona en una interfaz entre la ciudad y sus datos. Humaniza la tecnología. Democratiza la producción y uso de los datos. Incentiva la inteligencia colectiva.

Hace unos meses, escribía en este blog una entrada titulada Se buscan ciudadanos inteligentes para el espacio público, para hablaba precisamente de la necesidad de incorporar a los ciudadanos a la era de Internet of things. También escribí Hardware libre para una ciudad libre, repasando algunos casos de arduino (que usa este proyecto barcelonés) en el espacio público. Por eso considero que este proyecto de Smartcitizen.me que necesita 8.938 euros mínimos para arrancar merece nuestro apoyo.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa

La ciudad vista como un flujo de llamadas móviles

La socióloga Mimi Sheller define la ciudad como un «flujo de personas, vehículos e información». El proyecto Ville Vivante (ciudad viva), que transforma las llamadas de los teléfonos móviles en una vibrante animación, encarna a la perfección este concepto de ciudad de flujo de datos. La espectacular animación, realizada entre el Ayuntamiento de Ginebra, Lift y el genial estudio Interactive Things, mapea las llamadas en Ginebra realizadas entre las 5 p.m y las 6 p.m del pasado 2 de diciembre de 2011. Swisscom, el mayor proveedor de servicios móviles de Suiza, facilitó la localización de catorce millones de llamadas anónimas. Tras conseguir los datos, el diseñador Benjamin Wielder investigó sobre el movimiento real de las personas que efectuaban las llamadas. Las diferentes intensidades de naranja revelan los diferentes grados de actividad.

El proyecto incluye, además de la animación, seis gráficos interactivos sobre diferentes aspectos del estudio (flujos durante la noche o entre diferentes barrios, por ejemplo). Benjamin Wielder asegura que «la mayoría de los datos de una ciudad normalmente no se usan, pero dicen mucho de nosotros». Cierto: los datos pueden ayudar a las urbanistas a mejorar la ciudad. Pero hay que tener cuidado con el control vertical y centralizado de datos de la línea Smarter City de IBM. Grupos de trabajo como el de Ciudades y procomún, del MediaLab Prado, trabajan por otro orden de datos distribuidos y abiertos. Y proyectos como Open Energy o Data Citizen Driven City prueban que los teléfonos móviles pueden transformar la ciudad, gracias a la plataforma de hardware libre Arduino, en un red distribuida de ciudadanos interconectados que generan e intercambian datos por el bien común. Una red abierta y participativa que genera nuevas inercias de mejora urbana.

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Open Energy para una ciudad sostenible y democrática

¿Smart cities (ciudades inteligentes) o ciudadanos inteligentes? ¿Modelos centralizados de gestión de datos o una red distribuida de información en red? Hace unas semanas meditaba en este blog sobre estas cuestiones. Defendía el modelo del proyecto The Data Citizen Driven City  y criticaba el concepto smarter city de IBM por su vocación de ´big brother´ vertical. Y nada mejor para continuar el debate que hablar de un proyecto concreto que ilumina el camino, el Open Energy de Fran Castillo (@francastillo) y Óscar Marín Miró (@oscarmarinmiro), que en estos momentos busca financiación en la plataforma de crowd funding Goteo.

Open Energy propone desarrollar una plataforma para explorar nuevos sistemas de visualización del consumo de energía. Objetivo: ahorrar energía tanto en entornos domésticos como industriales. Un detalle interesante: cada ciudadano armado de tecnología móvil básica (y no una empresa o institución), podría saber la energía consumida por cada electrodoméstico en tiempo real gracias a un sistema de visualización de datos. El beneficio colectivo estaría basado en la interrelación de muchas variables y no en un flujo unidireccional analizado por un organismo controlador. 

El sistema tiene dos dimensiones. La primera, Energy Monitoring Device, utiliza dispositivos de hardware abierto (con Arduino) para monitorizar el consumo eléctrico. La segunda, Open Energy Visualization (Data Visualization / Augmented Reality App), explora nuevas formas de visualización en tiempo real del consumo eléctrico en entornos domésticos gracias a una aplicación de realidad aumentada para teléfonos móviles. Es más sencillo de lo que parece: el ciudadano escanea un objeto con un móvil y obtiene sus datos de consumo con una sencilla visualización.

Lo más interesante de todo es que Open Energy está apostando por un nuevo modelo de distribución energética. Las visualizaciones posibilitan nuevas formas de relación entre la energía y los humanos. Las visualizaciones en tiempo real revelan patrones de consumo eléctrico, predicciones de consumo, niveles de CO2… Sabiendo qué edificios de una ciudad presentan un mayor excedente en la producción de energía o el valor en tiempo real de la electricidad se puede conseguir un nuevo ecosistema urbano más eficiente. Y cada ciudadano será vital en este puzzle. 

La Tercera Revolución industrial está en marcha. No falla: cuando las nuevas tecnologías de la comunicación convergen con nuevos sistemas energéticos el mundo se asoma a una revolución industrial (interesante artículo de Jeremy Rifkin). Internet, sistemas de energía inteligentes y renovables, ciudadanos conectados en red y fab labs (esa mini fábricas basadas en impresoras 3D) están cocinando una tercera revolución industrial que va a cambiar todo. Tiempo al tiempo.

Mi web: bernardogutierrez.es Dirijo la consultora futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa