El componente que más condiciona la evolución de los precios de los vehículos eléctricos e híbridos, es el alto coste de sus baterías. Pues bien, la tendencia de la última década (2005 a 2015), indica un descenso del precio por cada  Kwh de hasta un 60%, pasando de los 1150 €/ Kwh, en el año 2005  hasta los 470 €/Kwh en la actualidad.

En pocos años el coche eléctrico experimentará una evolución exponencial. AutoTypes

Algunos estudios de mercado, afirman que este descenso del precio de las baterías, podría llegar rápidamente hasta costes de  330 € el Kwh en el próximo año e  incluso llegar hasta los 250 € por Kwh en el año 2018.

Este desplome se atribuye principalmente a la llegada de nuevas tecnologías de baterías denominadas de «segunda generación» que aportaran grandes mejoras en la capacidad, tiempos de carga y durabilidad (ver post relacionado), así como introducir nuevas materias primas de fabricación (ver post relacionado)  favoreciendo la competencia y por tanto evitando la implantación de monopolios, como por ejemplo el del Ion-Litio, el más común en esta última década.

Gráfica con la evolución de los precios en la última década y previsión 2020. Rameznaam

Si actualmente con precios de baterías que oscilan los 500€/kwh, el sobrecoste de compra de un coche eléctrico, en comparación con su equivalente de combustión fósil, se amortiza en un plazo promedio de 4 a 5 años, que pasará cuando el precio de la baterías pase a ser la mitad y con mejores prestaciones?

En los últimos meses han proliferado múltiples estudios y ensayos sobre el desarrollo de  prometedores materiales para la fabricación de una nueva generación de baterías, ya sea para el sector del automóvil o también para cubrir las crecientes necesidades de la electrónica de consumo (telefonía móvil, informática, etc..).

Desarrollo de nuevas baterías de aluminio-grafito en la Universidad de Stanford. Newsweek

En esta ocasión, la nueva propuesta nos llega desde la Universidad de Stanford, donde el departamento de química de dicha universidad, trabaja en un prototipo de batería de células de aluminio y grafito, en sustitución a las actuales técnologias basadas en Ion-Litio.

Según afirman los responsables del proyecto, esta nueva configuración, nos ofrecerá una durabilidad de las futuras baterías de hasta 7.500 ciclos de carga, muy superior a los actuales 1.000 ciclos de carga de las baterías utilizadas en telefonía móvil actual, y más del doble que los 3.000 ciclos que certifican los modelos de baterías de Ion-Litio más punteros, utilizados en la industria del automóvil.

Además de una mayor durabilidad, el equipo de la Universidad de Stanford afirma que este sistema de baterías, mediante iones (ánodos y cátodos) de aluminio-grafito, permite una intensidad de carga superior, debido a la alta porosidad del grafito (carbono), que admitirá cargas mucho más rápidas que las actuales baterías de Ion-Litio. Por poner un ejemplo, la carga total de un smartphone se conseguiría en apenas un minuto.

Una de las principales ventajas de esta tecnología, seria la abundancia en la tierra de las materias primas para su fabricación, ya que el aluminio y el grafito se encuentran en proporciones muy superiores al litio y además su distribución territorial es infinitamente más amplia, evitando así el control territorial de unas materias primas, que condicionan la evolución de una tecnología, que con toda seguridad marcará este y los siglos venideros.