Cápsulas de cine
En poco menos de un año, el cine realizado por afroamericanos ha logrado tres incuestionables hitos. En los Óscar del pasado año, Moonlight se alzó con la estatuilla a la mejor película. Prácticamente coincidió con otro acontecimiento, nada calculado ni previsto. Dos días antes, el viernes 24 de febrero, llegaba a las pantallas norteamericanas el thriller Déjame salir (Get Out). La propuesta de Jordan Peele recogió instantáneamente las mejores alabanzas y puntuaciones por parte de la crítica.
Era la revelación del año en Estados Unidos y nada menos que para una película de género fantástico (aunque para los Globos de Oro tuviera que promocionarse como «comedia»). Y ahora, el pasado fin de semana se constata que, lejos de los pronósticos más optimistas, Black Panther, dirigida por Ryan Coogler y la aventura cinematográfica en solitario del primer superhéroe africano (y, ¿por qué no decirlo? un superhéroe secundario, sin la popularidad ni el tirón de otros), ha arrasado en los cines norteamericanos. 242,2 millones de dólares (197 millones en euros) recaudados de viernes a lunes. El segundo mejor estreno de toda la historia en cuatro días.