Si de lo que va es reconocer a las mejores películas, también las que más impacto puedan haber tenido en taquilla, las nominaciones a los Premios Goya de este año han acertado prácticamente al cien por cien. A parte, personalmente cada uno podría echar de menos algún que otro nominado en alguna categoría, pero hay que reconocer que el resultado final de las candidatas ha dado una lista irreprochable.
El pasado 2014 en materia de cine español fue una excelente cosecha. No tanto por la cantidad donde elegir, sí en cuanto a que entre las elegibles había un nivel de calidad extraordinario. Pueden gustar más o menos, pero estaba cantado que la que más nominaciones recogería sería La isla mínima (casi récord de candidaturas con 17, empatada con Belle Époque, y sólo superada por las 19 de otro dramático e intenso thriller como era Días contados y las 18 de Blancanieves y La niña de tus ojos); que hemos tenido la que quizá sea la mejor película española de cine de autor de los últimos años, de este siglo, con Magical Girl (7 nominaciones, y premiada en San Sebastián); que El niño posee una impecable factura técnica; o que la coproducción entre España y Argentina Relatos salvajes (para mí, la mejor película estrenada en 2014 en nuestros cines) había logrado sobresalir y lo hace con doblete en los apartados de mejor película de producción española e iberoamericana (en los Oscar, por poner un ejemplo más o menos reciente, La vida es bella también consiguió en 1998 colarse entre las 5 finalistas a mejor película y a la vez mejor película en habla no inglesa). Todas ellas eran apuestas seguras para estar entre las «mejores».