En Corea del Sur el pasado fin de semana, del 22 al 24 de julio, el furor no lo desataron los «pokémons go» sino los muertos vivientes deTrain to Busan (Busanhaeng).
Cifras, vamos con cifras. 38,8 millones de dólares (unos 35 millones en euros) y, en total, 5.314.948 millones de entradas vendidas en tan solo sus cinco primeros días de exhibición. Llama la atención que en un país de algo más de 50 millones de habitantes, nada menos que el 10% de su población acudiera a los cines para verla.
Captar la esencia de los sueños, de los deseos y frustraciones, a través del musical. Hubo un tiempo en que el musical era uno de los géneros predilectos de Hollywood (y junto al western, el género más genuinamente norteamericano), en los años 30, 40, 50 o 60. Hoy en día solo atraerían a un reducido grupo de cinéfilos a la gran pantalla. El musical no vende. Sin embargo, La La Land (y que no tiene nada que ver con la canción de mismo título interpretada por Demi Lovato), venda o no venda, atraiga espectadores o no a su causa, se posiciona como una de las películas más esperadas del año.
Su pareja protagonista, efectivamente, ya es para enamorar, Emma Stone y Ryan Gosling; una actriz igual de estimulante sea de pelirroja, rubia o morena que cantando y bailando (en este enlace, protagonizando el maravilloso vídeo Anna de Will Butler); y el chico más cool, por algo Drive es objeto de culto entre muchos de nosotros. Pero, lo mejor, es que tras las cámaras y firmando el guión, así que, cine de autor también en estado puro, está Damien Chazelle, un apasionado, ¡cómo no!, del cine y la música cuyo segundo largometraje, prácticamente su debut, fue una de las mejores películas, y de largo, de 2014: Whiplash.
Sea Un americano en París, los viejunos musicales en blanco y negro de los años 30 protagonizados por Ginger Rogers o Fred Astaire, o la francesa Los paraguas de Cherburgo, La La Land es un homenaje a todo ese gran cine a través de la historia de amor entre un pianista de jazz y una aspirante a actriz en la ciudad de Los Angeles. Y por algo también los responsables del Festival de Cine de Veneciale han otorgado el honor de inaugurar el certamen, el día 31 de agosto.
La fecha de estreno prevista en Estados Unidos es para el 16 de diciembre; pero antes, el póster y el tráiler.Cantando y silbando, Ryan Gosling. A mí ya me tiene ganado.
El despertar de la fuerza inauguró oficialmente la nueva tanda de películas sobre el universo de Star Wars (¡gracias Disney!). ¿Es de los que les agradó El despertar de la fuerza o de los que piensan que fue una decepción, un remake encubierto de la original con enormes errores? Da igual. Rogue One: una historia de Star Wars llegará a finales de año para ofrecernos nuestra (necesaria) dosis anual warsie galáctica.
Una trama independiente y vinculada a la primera de la segunda trilogía, para entendernos, a La guerra de las galaxias de 1977, y para contarnos la historia de los rebeldes que lograron agenciarse con los planos de la Estrella de la Muerte. Sabemos cómo terminó la historia (bien), pero no cómo acabaron los protagonistas que intervinieron en la misión, haciendo posible que el bueno de Luke Skywalker hiciera añicos la temible y destructora destrucción estación espacial (y que El despertar de la fuerza nos trajo otra vez, más grande, más poderosa… e igual de vulnerable).
En manos de Disney todo parece también políticamente de lo más correcto. Habrá variedad de etnias entre sus protagonistas y el foco de interés principal será, al igual que la Rey (Daisy Ridley) de El despertar de la fuerza, una mujer: Felicity Jonesencarnando a Jyn Erso.
El estreno en cines no será hasta el 16 de diciembre. Dirige Gareth Edwards (el de Monsters y Godzilla) y por fin hemos podido ver esta misma semana su primer tráiler. ¿El hype está alto? ¿No espera demasiado de este Rogue One? Para fans y descreídos aquí unas cuantas razones para tener esperanza en ella.
Tal vez les parezca algo raro el titular, pero se entenderá viendo la sinopsis y el primer tráiler de este largometraje… de animación. Se trata de Sausage Party (La fiesta de la salchicha), una historia surgida de las mentes del cómico Seth Rogen y el productor y guionista Evan Goldberg, los tipos que han intervenido en comedias como Superfumados, Supersalidos o Malditos vecinos, y también artífices de tomarse a guasa las tensiones con Corea del Norte en The Interview (célebre por provocar la crisis de Sonygate) o incluso el fin del mundo en Juerga hasta el fin.
Así que se puede esperar de todo, o casi todo, especialmente en lo relacionado a lo imprevisible, cachondo y políticamente incorrecto. Mucho más si en Sauvage Party cuentan además con la complicidad, dando voz a los distintos personajes del animado reparto, de colegas como James Franco, Jonah Hill y Michael Cera a los que se le han sumando Kristen Wiig, Paul Rudd, Edward Norton y Salma Hayek.
Voy al grano. Sauvage Party tiene la (in)feliz idea de, al igual que las películas de Disney y Pixar, dotar de vida y sentimientos humanos elementos que no lo son, y en este caso es la comida. Su pareja protagonista es nada menos que una salchicha (o un hot dog, perrito caliente, frankfurt o cómo deseen llamarla) que tiene nombre y todo, Frank (Seth Rogen), y un panecillo para hot dogs, Brenda (Kristen Wiig). Naturalmente, ni uno ni el otro disimulan en su diseño el parecido fálico o a los genitales femeninos.
Habían ido apareciendo imágenes de los principales protagonistas, pero faltaba la de ella, la de Alexandra Daddario, la actriz que conmocionó en una de sus escenas con Woody Harrelson en la primera temporada de True Detective, ataviada con el traje (es un decir) de «vigilante de la playa» en esa adaptación cinematográfica de la serie de los 90 que se está preparando en plan comedia.
La neoyorquina interpreta a Summer Quinn, una estrella local de la natación que llegó a las playas californianas junto con su madre, huyendo del acoso del violento exnovio de su progenitora. Fue la actriz Nicole Eggertquien la encarnó en las temporadas de 1992 a 1994.
Ha sido su compañero en la película, Dwayne «The Rock» Johnson, con el que coincidió en los terremotos de San Andrés, quien ha publicado en su cuenta de Instagram la primera foto oficial de su caracterización como Summer Quinn.
El cineasta turco más conocido y premiado a nivel internacional es Nuri Bilge Ceylan, ganador, por ejemplo, de la Palma de Oro de Cannes por Sueño de invierno (2014). Pero, mirando hacia la cinematografía de aquel país, las propuestas que triunfan son de otro tipo, menos de autor. Ríanse de las recaudaciones de Spectre o Marte (The Martian), lo que se lleva en Turquía son los éxitos autóctonos como la reciente Ali Baba ve 7 Cüceler (Alí Babá y los 7 enanitos), una adaptación actualizada y muy, muy libre, de los dos populares cuentos dirigida y escrita por Cem Yilmaz.
Mientras que el nuevo Bond lleva ingresados allí 6,5 millones de liras turcas (unos 2,1 millones en euros) en semana y media; Marte 7,9; El corredor del laberinto: Las pruebas 9,1 o Los minions 11,6 también contabilizados en liras turcas; en su primer fin de semana Ali Baba ve 7 Cüceler, en clave cómica, acción, con ladrones y agentes secretos de por medio, las está superando a todas y ya se ha hecho con unos prometedores 13,8 millones (4,5 millones en euros), en tan solo semana y media. Hasta el momento lleva 1.140.787 entradas vendidas.
A partir de ahora hay que andarse con pies de plomo si, a falta de poco más de un mes para el estreno de Star Wars: El despertar de la fuerza, uno no quiere que se le destripen demasiados detalles sobre el argumento. Hay que tener en cuenta que, en el fondo, la estructura argumental podría ser sencilla y resultaría, si ya no lo es, muy fácil hacerse un esquema de lo que será esta nueva historia viendo los distintos tráilers publicados.
Aún así, resulta de lo más curioso, y divertido, ir constatando las distintas teorías que van realizando los más fans, y más frikis, con cada nueva imagen que aparece.
Esta semana se han difundido 5 pósters personales de los principales protagonistas,además de un tráiler internacional para Japón (puede verse en la cabecera de este post) que incluye un buen puñado de nuevas imágenes y alguna de ellas bastante esclarecedora. ¿O tal vez no?
El tema de los zombis, tanto en el cine como en la televisión, son como unos socorridos jeans, combinan con todo. Quizá falte un reality show (¿O… ya lo hay?), pero sus posibilidades son ilimitadas, y también disparatadas.
Una de ellas llegará gracias a la famosa novela Orgullo y prejuicio. Seguramente la autora, Jane Austen, no vería con buenos ojos que las cuitas románticas de sus heroínas en edad casadera, y alguna a punto de pasarle el arroz si se descuida, con toda la problemática de las diferencias sociales propias de esa época, a principios del siglo XIX en el Reino Unido, llegaran a derivar en una especie de hecatombe zombi; aunque Seth Grahame-Smith, también escritor, pensó que sí; y los ejecutivos de Lionsgate que su novela, Orgullo, prejuicio y zombis (Pride and Prejudice and zombies), publicada en 2009, sería un festín trasladándola al cine.
Se trataba de demostrar que las cofias de algodón, sombreros, faldas, corsés, medias y ligas propias de la burguesía del Período Regencia no eran obstáculo cuando se trataba de perder las formas para liarse a trompazos contra los muertos vivientes entre mansiones y neblinas de la campiña inglesa. Afortunadamente, en esta versión, las cinco hermanas Bennet además de educadas para comportarse como «auténticas señoritas» fueron sabiamente entrenadas por orden de su padre en las artes de la lucha. En las artes marciales puras y duras, por si el Sr. Darcy intentaba sobrepasarse o por lo que pudiera ocurrir.
Al paso que iba, creía que nadie iba a reconocer a Eddie Redmayne. Oscar al mejor actor por encarnar a Stephen Hawking en La teoría del todo, y de nuevo sonando como candidato por interpretar a la pintora transexual Lili Elbe en La chica danesa, aún pendiente de estreno. ¡Vaya! Que cuesta ver el aspecto real que tiene Eddie. El caso es que en Animales fantásticos y dónde encontrarlos, el spin-off y precuela de Harry Potter, podemos verle tal cual. Bueno, ataviado con ropajes de los años 20 del pasado siglo e interpretando a Newt Scamander, de profesión magizoólogo, la cual, como todo el mundo sabe, es la de amante y estudioso de las criaturas mágicas que habitan por este nuestro planeta.
De nuevo, ha sido Entertainment Weekley la revista que se ha hecho con la exclusiva, en esta ocasión de Warner Bros, ofreciendo las primeras imágenes de esta adaptación de la novela de J.K. Rowling, aún en fase de rodaje y que no llegará a los cines hasta el 18 de noviembre del año que viene.
Siempre he querido imaginar que tras los fastos de la Luna de Endor en El retorno del Jedi, la princesa Leia sería la reina Leia y que gobernaría con igualdad, paz y justicia junto a Han Solo. No sin muchas dificultades porque esa galaxia muy, muy lejana está repleta de planetas, criaturas de todo tipo, diversidad, conflictos y señores oscuros decididos a pasarse al otro lado en cuanto le des la espalda. Aunque a él, ese aventurero y mercenario galáctico intrépido y socarrón, y con más dotes evidentes para lanzarse de cabeza al peligro que usarlas con mesura y serenidad para la regencia, las cosas de palacio le importarían un bledo.
Algunos han dicho que con la destrucción de la segunda Estrella de la Muerte, el satélite de Endor habría quedado en realidad arrasado por la lluvia de escombros tras la explosión. No se lo crean. No fue así. Leia, Han Solo, Luke, ewoks, pilotos de X-Wing y demás prosiguieron con los festejos durante días y días.
