En primer plano
( ©Warner Bros )
Buenas noticias para los amantes del cine de aventuras fantásticas, y también de las superproducciones. Si eran, cómo yo mismo, de los descreídos, de los que pensaban que eso de Kong: La isla Calavera (Kong: Skull Island) era una mala idea y que iba a ser un fiasco ya pueden ir preparándose porque los comentarios apuntan a que es una película más que digna. Una epopeya ambientada a principios de los 70 y que es algo así como si el Apocalypse Now de Coppola (¡vale! es muy distinta, pero hay helicópteros y espectaculares escenas de combate) se hubiera adentrado no en El corazón de las tinieblas sino en el Parque Jurásico de Spielberg.
Claro que, y era de esperar, está mucho más cerca de ese remake que realizó Peter Jackson en 2005 de King Kong que del clásico (insuperable) de 1933 Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack capaz aún de dejarnos boquiabiertos. Y, por motivos que veremos al final, también tiene que ver bastante con la nueva versión de Godzilla estrenada hace tres años y que dirigió Gareth Edwards (el mismo que ha logrado el taquillazo de Rogue One: Una historia de Star Wars).
Antes que nada, un vistazo a la media de las puntuaciones en Metacritic, y que es de 62 sobre 100, y a Rotten Tomatoes, que sube a 64 (con una media del 79 % de críticas positivas). Y ahora, ¿qué es lo que podemos esperar de ella?
( ©Warner Bros )
¿Que sea entretenida? Dura casi dos horas, y aunque es oscura no le faltan los momentos de humor y un pulso narrativo que mantiene la atención. Pasar un buen rato en el cine parece garantizado, o al menos anima leer opiniones como la de Owen Gleiberman en Variety asegurando que «La sorpresa no es solo que sea 10 veces mejor que Jurassic World; es también una conmovedora y elegantemente elaborada película sobre bestias primitivas espectacular».
¿Efectos visuales asombrosos? Hay prácticamente unanimidad, están a la altura. «El director Jordan Vogt-Roberts mueve las piezas de la A a la Z con habilidad, pero los personajes no dejan de ser más que simples piezas. Aún así, ofrece algunas memorables escenas de acción por el camino: un tenso enfrentamiento en un campo sembrado de huesos y cubierto de niebla, y el monstruo gigante en plena acción, más peligroso y tangible que cualquier enfrentamiento entre robots de toda la saga Transformers”. Es lo que valora, por ejemplo, Alonso Duralde en The Wrap.
¿Kong, el rey en pantalla? Por supuesto. Es el rey de la función. Bastante rendidos ante este nuevo Kong han quedado los críticos, como Drew Taylor en The Playlist: «lo han hecho más monstruoso y menos animal (…) Parece menos realista pero a la vez se siente como más real, la verdad es que es un personaje más tridimensional que cualquiera de los humanos»; mientras que Fionnuala Halligan en Screen International lo resume de esta manera: «Si la película pertenece a alguien, es al diseñador de las criaturas Carlos Huante. Kong es expresivo e impresionante».
¿Buenas interpretaciones? Tom Hiddleston interpreta a un simpático mercenario y la oscarizada Brie Larson a una fotógrafa de guerra con conciencia ecológica. Ellos forman la pareja protagonista, son los «buenos» de la película y sus personajes tampoco dan para más evoluciones o cambios a lo largo de la historia. También están en el reparto Samuel L. Jackson (el algo descerebrado comandante del grupo de militares que aterriza en la isla) y John C. Reilly. Pero lo dicho, Hiddleston y Larson son los que salen peor parados. «El talento de Tom Hiddleston brilla por su ausencia. Sin el apoyo en términos de guion o dirección, Hiddleston está entumecido y tenso, y pronuncia frases al borde del pánico, como Michael Caine en El enjambre» escribe Peter Bradshaw en The Guardian.
¿Un guion que no sea de vergüenza ajena? Que nadie espera un guion especialmente original o que haga historia. Está dirigida por Jordan Vogt-Roberts, curtido sobre todo en televisión (en cine estrenó Los reyes del verano en 2013) y que, sorprendentemente, sabe manejar el material que tiene entre manos, especialmente en lo concerniente a lo visual y a las escenas más espectaculares. Sobre el guion, volviendo a la reseña de Drew Taylor en The Playlist afirma que «es lo suficientemente sólido para evitar que se tambalee cuando entran en acción las diversas criaturas y en las escenas en que éstas causan estragos». Por su parte, Peter Travers en Rolling Stone escribe que «Los diálogos son torpes, la lista de actores de clase A es engañosa y, ¡sí!, lo has visto todo antes. Pero Kong: La isla Calavera es una criatura cuyos rasgos, ¡maldida sea!, son prácticamente irresistibles»
¿Cuánto puede recaudar? Logan, que puede ser la última vez que veamos a Hugh Jackman como Lobezno, ha desembarcado en taquilla logrando recaudar 247,4 millones de dólares (234 millones en euros) en su primer fin de semana a nivel internacional (88,4 de ellos en Estados Unidos). Pero el tirón de los X-Men es superior al de nuestro entrañable Kong, aunque su presupuesto de 190 millones casi dobla lo que ha costado Logan. Por ello, mal lo tiene si en Estados Unidos no debuta al menos con 80 o 90 millones, y a nivel internacional en torno también a los 200 durante sus tres primeros días de exhibición. En caso de pinchar, seguro que en los mercados asiáticos, sobre todo el japonés, se convertirá en un taquillazo.
Y, ¿las secuelas? Efectivamente, la idea de Warner Bros y Legendary Pictures es iniciar al menos una pequeña franquicia que, de hecho, ya empezó en 2014 con la nueva versión de Godzilla. Y es que el modelo a seguir es el de la «Casa de las ideas» de Marvel. Primero películas por separado y luego… en 2019 se estrenaría King of Monsters, la segunda parte de Godzilla, y en 2020, ¡tachán!, el encuentro… nada menos que Godzilla vs. Kong.
Kong: La isla de la Calavera se estrena este viernes 10 de marzo.
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