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Hola, Marte

Cada 26 meses, la Tierra dobla a Marte en la carrera de ambos alrededor del Sol. Nuestro planeta corre por una calle más interior, así que tiene ventaja. Esto acaba de ocurrir hoy domingo hace un rato, lo que significa que ahora tenemos una visión de Marte más cercana de lo habitual.

Foto de Marte tomada por el Hubble el 12 de mayo de 2016. Imagen de NASA, ESA, the Hubble Heritage Team (STScI/AURA), J. Bell (ASU), and M. Wolff (Space Science Institute).

Foto de Marte tomada por el Hubble el 12 de mayo de 2016. Imagen de NASA, ESA, the Hubble Heritage Team (STScI/AURA), J. Bell (ASU), and M. Wolff (Space Science Institute).

Por las formas de las órbitas, entramos ahora en un ciclo en el que estas próximas oposiciones (Sol y Marte en lugares opuestos desde la Tierra) resultarán en las posiciones más cercanas de Marte respecto a la Tierra desde 2003. La proximidad será aún mayor en 2018, pero de momento tendremos el momento de máxima cercanía de esta vuelta el próximo 30 de mayo. Solo nos separarán de Marte 75,3 millones de kilómetros, aproximadamente la mitad de la distancia media de la Tierra al Sol.

Aprovechando esta oposición de Marte, el telescopio espacial Hubble ha tomado un nuevo retrato del planeta vecino. Obviamente no es la imagen más detallada de Marte que jamás hayamos visto, pero piensen por un momento que esta fotografía la ha tomado un aparato que se mueve a 27.300 kilómetros por hora, a una altura de unos 500 kilómetros. Siempre que tomen una foto en movimiento y les salga borrosa, acuérdense del Hubble.

Dado que Marte está en oposición, esto implica que saldrá por el lugar del cielo opuesto al ocaso, pero desde nuestras latitudes debería verse mejor sobre el horizonte del sur hacia medianoche. No tiene pérdida: durante las próximas semanas será el punto más brillante del cielo nocturno después de la Luna, hoy casi llena.

Y por si les pica la curiosidad de saber qué son esos otros chispazos en el cielo, hay por ahí varias aplicaciones que identifican los objetos celestes en tiempo real. Tal vez la más completa sea Stellarium, con versiones para ordenador y smartphone. La versión para ordenador es gratis, mientras que las apps para Android y iPhone/iPad cuestan un par de euros. Hay otras apps más básicas que son gratuitas. Si las nubes se lo permiten, disfruten del claro de Marte.

Comparación del tamaño aparente de Marte a lo largo de 2016. Imagen de NASA/JPL-Caltech.

Comparación del tamaño aparente de Marte a lo largo de 2016. Imagen de NASA/JPL-Caltech.

Una noche preciosa para contemplar Marte (si las nubes dejan)

Animación de las órbitas de la Tierra y Marte. Lookang (Wikipedia).

Animación de las órbitas de la Tierra y Marte. Lookang (Wikipedia).

Pese a mi reconocida ignorancia sobre todo lo relacionado con esas actividades que hacen sudar (creo que lo llaman deporte), espero no equivocarme en lo siguiente: en las carreras de larga distancia en pista de atletismo, la línea de salida de los corredores está escalonada para compensar el hecho de que quienes utilizan calles más exteriores tienen más metros que recorrer en cada vuelta. La Tierra y Marte son corredores por calles diferentes, pero la naturaleza no sabe de fair play ni de justicia olímpica. Por eso Marte, que corre por una calle exterior a la nuestra, tarda aproximadamente el doble que nosotros en dar una vuelta completa a su órbita. O dicho de otro modo, cada par de años doblamos a Marte en nuestra incesante carrera común en torno al Sol, como se puede observar en la –un poco mareante– animación de la derecha.

Esquema de las órbitas de la Tierra y Marte. Arriba, vista cenital. Abajo, vista lateral. NASA.

Esquema de las órbitas de la Tierra y Marte. Arriba, vista cenital. Abajo, vista lateral. NASA.

Como también se comprueba en la imagen anterior, ambos planetas no guardan siempre la misma distancia entre sí. Cuando se encuentran en puntos opuestos del estadio su alejamiento es máximo, y están más próximos al roce cuando la Tierra dobla a Marte en su carrera, lo que ocurre cada 26 meses y está sucediendo precisamente ahora. En realidad la situación es un poco más complicada, ya que las órbitas no son circulares, ni concéntricas, ni están en el mismo plano, como se ve en esta otra figura. La consecuencia es que el momento de la oposición (cuando el Sol, la Tierra y Marte están en línea, con ambos planetas en el mismo lado de la órbita) no coincide exactamente con el de mayor cercanía. La oposición se produjo el pasado 8 de abril, pero la máxima proximidad se alcanzará esta noche, la del 14 al 15, cuando solo nos separarán del planeta vecino unos 92 millones de kilómetros.

Por aquello de las órbitas ahuevadas y excéntricas, no todas las oposiciones son iguales: cuando Marte está más próximo al Sol (lo que se conoce como perihelio) es cuando la oposición lleva al planeta rojo a su distancia mínima absoluta respecto a la Tierra. Esto ocurrió en 2003 y no volveremos a verlo en el resto de nuestras vidas, a menos que alguno de los presentes se las arregle para seguir vagando por este mundo el 28 de agosto de 2287.

Por suerte, no necesitamos una oposición récord para contemplar Marte en todo el anaranjado esplendor de una gran pelota de hierro oxidado bañada por el Sol. Después de unos meses desaparecido o escondido en nuestros cielos, ahora tenemos la oportunidad de observarlo como la luminaria más brillante del firmamento después de la Luna, rivalizando con las estrellas más rutilantes. La pasada noche pudimos verlo un poco más abajo de la Luna y a su izquierda. Esta noche, la de la máxima cercanía, Marte habrá ganado su particular carrera relativa en el cielo respecto a nuestro satélite y lo podremos encontrar más arriba de la Luna, precediéndola en su marcha celeste. La siguiente ilustración muestra lo que veremos a las 12 de esta noche si miramos hacia el sureste y si las nubes lo permiten. Además de la Luna (llena) y Marte, Saturno asomará por el horizonte.

Ilustración de la vista hacia el sureste a las 00:00 horas del 15 de abril. Marte se sitúa más arriba de la Luna. Abajo, cerca del horizonte, aparece Saturno. Captura de pantalla de Stellarium.

Ilustración de la vista hacia el sureste a las 00:00 horas del martes 15 de abril. Marte se sitúa más arriba de la Luna. Abajo, cerca del horizonte, aparece Saturno. Captura de pantalla de Stellarium.

Exactamente a la misma hora, si giramos la cabeza hacia el oeste encontraremos otra chispa encendida en el centro de nuestro campo de visión. Es el gigante Júpiter:

Ilustración de la vista hacia el oeste a las 00:00 horas del 15 de abril. Júpiter aparece en el centro de la imagen. Captura de pantalla de Stellarium.

Ilustración de la vista hacia el oeste a las 00:00 horas del martes 15 de abril. Júpiter aparece en el centro de la imagen. Captura de pantalla de Stellarium.

Y para quien ya esté en pie a las 7 de la mañana de este martes, en la misma dirección sureste, la Luna y Marte habrán desaparecido para dejar paso al lucero del alba, Venus:

Ilustración de la vista hacia el sureste a las 7:00 de la mañana del martes 15 de abril. Venus amanece sobre el horizonte. Captura de pantalla de Stellarium.

Ilustración de la vista hacia el sureste a las 7:00 de la mañana del martes 15 de abril. Venus amanece sobre el horizonte. Captura de pantalla de Stellarium.

Naturalmente, esta noche no es la única ocasión para encontrar la brasa marciana en el cielo, pero a lo largo de los próximos días irá distanciándose de la Luna y dejándola atrás y a su izquierda. Como ejemplo, esta imagen ilustra lo que veremos hacia el sureste a la 1 de la madrugada en la noche del viernes 18 al sábado 19. Marte, Saturno y la Luna aparecerán casi alineados en una carrera que el satélite está perdiendo mientras se desinfla hacia el cuarto menguante.

Ilustración de la vista hacia el sureste a la 1:00 del sábado 19 de abril. Marte, Saturno y la Luna aparecen casi en línea. Captura de pantalla de Stellarium.

Ilustración de la vista hacia el sureste a la 1:00 del sábado 19 de abril. Marte, Saturno y la Luna aparecen casi en línea. Captura de pantalla de Stellarium.

Se da la circunstancia de que, además, esta noche del 14 al 15 se producirá un eclipse total de Luna, pero los europeos no podremos disfrutar del espectáculo porque sucederá fuera de nuestras horas lunares. La conocida popularmente como «luna de sangre» será visible desde el Pacífico y la mayor parte de América.

Y por cierto, si hay alguien interesado en seguir el movimiento de los astros a través de la bóveda que cubre su propia casa, las capturas de pantalla que figuran en esta página se han obtenido con el programa Stellarium, una aplicación de código abierto y descarga gratuita que permite recrear la visión del firmamento en la fecha y hora elegidas y desde el lugar concreto en el que uno se encuentre (las capturas corresponden a Torrelodones, Madrid, donde vivo).

Para terminar, este vídeo de la NASA explica la oposición de Marte y todo lo que está acaeciendo estos días: