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«Esperamos ver despegar los primeros vehículos aéreos personales en las próximas décadas»

Frank Nieuwenhuizen, científico del proyecto europeo myCopter. F. N.

Frank Nieuwenhuizen, científico y responsable de comunicación del proyecto myCopter. Copyright Cora Kürner / Max Planck Institute for Biological Cybernetics, Tübingen, Germany. Utilizada con permiso.

Frank Nieuwenhuizen, científico y responsable de comunicación del proyecto europeo myCopter

La Unión Europea financia el proyecto myCopter, integrado por un equipo internacional de investigadores de seis instituciones y destinado a estudiar la viabilidad de los vehículos aéreos personales (PAV) como alternativas al transporte cotidiano en las ciudades, un concepto que traté en mi anterior post sobre el pasado y el futuro de los coches voladores. Frank Nieuwenhuizen es investigador del Instituto Max Planck de Cibernética Biológica (Alemania), que lidera el consorcio. Nieuwenhuizen es además gerente y responsable de comunicación del proyecto.

¿Cuál es el objetivo de myCopter?

El proyecto myCopter aborda principalmente los requerimientos técnicos y sociales que deben alcanzarse para establecer un sistema de transporte aéreo personal en la sociedad de hoy.

¿La construcción de un coche volador está contemplada en el proyecto?

Nosotros no planeamos construir un coche volador o Vehículo Aéreo Personal (PAV). En su lugar, pretendemos abordar tres áreas de investigación: el diseño de una interfaz hombre-máquina intuitiva y fácil de usar, y del entrenamiento necesario para el piloto; el diseño y la implementación de la automatización necesaria; y comprender las necesidades de la sociedad de cara a la aceptación de los PAV.

¿Qué trabajos se han realizado hasta ahora y en qué fase se encuentra el proyecto?

Hemos investigado nuevos conceptos para el control de los PAV, nuevas interfaces hombre-máquina, sistemas automáticos basados en visión por ordenador, estrategias de evitación de colisiones y asistencia al aterrizaje automático, además de nuevas tecnologías PAV en un helicóptero experimental del Centro Aeroespacial Alemán (DLR). También hemos explorado los usos y riesgos potenciales de los PAV en la sociedad mediante un estudio tecnológico. El proyecto lleva funcionando tres años y medio y terminará al final de este año. Estamos organizando un Día del Proyecto en el Centro Aeroespacial Alemán en Braunschweig para el próximo 20 de noviembre. Ese día mostraremos los resultados del proyecto al público y a la prensa.

¿Cómo sería ese hipotético PAV del futuro?

Concepto artístico de vehículo aéreo personal (PAV). myCopter.

Concepto artístico de PAV. Copyright Gareth Padfield / Flight Stability and Control. Utilizada con permiso.

El proyecto myCopter se apoya en un modelo genérico de PAV que se ha desarrollado como referencia interna. En los escenarios que contemplamos, un PAV genérico sería del tamaño de un coche pequeño. Para minimizar los requerimientos de espacio, debería despegar y aterrizar en vertical, como los helicópteros. Los PAV se utilizarían sobre todo para desplazarse de casa al trabajo, por lo que nuestro modelo genérico tiene una autonomía de 100 kilómetros y un solo asiento, con la posibilidad de llevar un pasajero adicional si se reduce el equipaje. La velocidad máxima sería de 150 a 200 km/h, y debería poder utilizarse al menos durante el 90% del año en casi todas las condiciones meteorológicas.

¿Cuándo podemos esperar que los PAV sean una realidad?

Queremos allanar el camino para futuras iniciativas, y esperamos ver despegar los primeros PAV en las próximas décadas. Ya existen varios vehículos, pero el reto es combinar varias tecnologías nuevas para procurar que los pilotos no experimentados también puedan manejar estos aparatos, y que muchos vehículos puedan circular al mismo tiempo con seguridad.

Este concepto cambiaría todo lo que hemos conocido hasta ahora sobre el transporte personal y probablemente tendría un impacto profundo en la fisonomía de las ciudades. Lo que implica enormes retos de cara a la regulación. ¿Estaría dispuesta la UE a abordar esta transición?

Las actuales regulaciones no contemplan los vehículos automatizados ni los vehículos aéreos no tripulados. Esto también se aplica al transporte por carretera, donde los coches de conducción automática deben conseguir permisos especiales para circular. Estos desarrollos están facilitando el camino hacia la integración de los vehículos automáticos en diferentes modos de transporte, pero aún hay muchas preguntas que responder. Esperamos que estos avances lleguen en los próximos años y tenemos confianza en que se implantarán las regulaciones necesarias.

«La percepción de Grosseteste era asombrosa incluso para un físico moderno»

Richard G. Bower, físico de la Universidad de Durham (Reino Unido)

Richard G. Bower, físico de la Universidad de Durham.

Richard G. Bower, físico de la Universidad de Durham.

Hace unos días comenté en este blog un estudio, aún pendiente de publicación, en el que un equipo multidisciplinar de científicos, lingüistas y medievalistas ha traducido a formulación matemática la teoría cosmológica enunciada en el siglo XIII por Robert Grosseteste. En sus reflexiones este filósofo, científico y clérigo inglés introducía conceptos familiares en la física actual como el origen del universo por una gran explosión y lo que los autores del estudio denominan un rudimentario «multiverso medieval«. El estudio ha despertado tanto interés que ha merecido un comentario hoy en la revista Nature. Su autor principal es el físico de la Universidad de Durham (Reino Unido) Richard Bower.

–¿Cuál es la principal aportación del estudio?

–El objetivo era comprender mejor cómo era el pensamiento científico a principios del siglo XIII. Antes de comenzar con este proyecto, pensaba que durante aquellas edades oscuras se entendía muy poco y que había escaso pensamiento racional y demasiada referencia a las «escrituras». Al menos en el trabajo científico de Robert Grosseteste, esto no puede estar más lejos de la verdad. A medida que indagamos en su trabajo, encontramos cada vez un conocimiento más profundo del mundo natural. A veces, su percepción era asombrosa incluso para un físico moderno.

–Y el resultado es…

–Nuestra conclusión es que el texto tiene perfecto sentido. El modelo que se describe en latín puede traducirse a matemática moderna y después resolverse con tecnología informática. El resultado final es justo como Grosseteste lo describe, excepto porque nos resulta difícil cuadrar exactamente el número de planetas observados; tenemos que comenzar los cálculos de una manera muy especial. Pero parece que Grosseteste también es consciente de esto, y podemos entender por qué el último párrafo del texto habla de propiedades especiales de los números, una discusión que recuerda mucho al papel de la simetría en la actual física de partículas.

–¿Cuál fue la innovación más relevante de Grosseteste?

Un retrato de Robert Grosseteste del siglo XIII.

Un retrato de Robert Grosseteste del siglo XIII.

–¿Por dónde empiezo? Su trabajo en De Luce no puede calificarse de menos que revolucionario. Su trabajo desarrolla ideas presentadas por Aristóteles desde el 350 a. C. Estas eran nuevas ideas que comenzaron a emerger desde el mundo árabe (como traducciones al latín de textos árabes) y que inspiraron un minirrenacimiento en el pensamiento occidental. Pero la explicación de Grosseteste sobre el universo va mucho más allá de todo lo hecho antes. Aristóteles concluyó que el universo no tenía comienzo ni fin. En cambio, Grosseteste comienza proponiendo una nueva teoría de la materia, y después la desarrolla hacia una explicación de la creación del universo. Trabaja igual que un cosmólogo moderno, proponiendo leyes físicas y después siguiéndolas hasta sus conclusiones. Esto es lo que me parece asombroso.

–¿Es correcto decir que fue el primero en intuir que el universo nació con un Big Bang?

–Debemos ser cautos. Él no imaginó el Big Bang como hoy lo concebimos. Pero sus ideas tienen mucho en común: el universo es inicialmente muy pequeño y después se expande rápidamente. Pero su universo no tiene gravedad y se asume que está centrado en la Tierra (por razones que se comprenden).

–En cuanto a esas razones, ¿cómo fueron aceptadas en su día las teorías de Grosseteste, sobre todo por la Iglesia y dada su condición de clérigo?

–Es una pregunta muy interesante. Hasta donde yo sé, nadie más (que conozcamos) se atrevió a abordar estas cuestiones. Por desgracia casi no disponemos de registros históricos que nos digan lo que sus contemporáneos pensaban de sus ideas. ¡Sospecho que debieron de quedar desconcertados! Recuerde que Aristóteles era un autor pagano. Quizá Grosseteste trataba de reconciliar las ideas de Aristóteles con el «Hágase la luz» del Génesis. Sospecho que detrás de todo ello aún hay una historia mucho mayor por descubrir.