¿Por qué invadir otro planeta, si se puede ‘teleinvadir’?

Dado que no tengo plan de escribir próximamente ninguna historia de ciencia ficción (mi Tulipanes de Marte era una novela con ciencia ficción, no de ciencia ficción), de vez en cuando dejo caer aquí alguna idea por si a alguien le apetece explorarla.

Tampoco pretendo colgarme ninguna medalla a la originalidad, dado que en general es difícil encontrar algo nuevo bajo el sol, o cualquier otra estrella bajo la cual haya alguien, si es que hay alguien bajo otra estrella. Imagino que ya se habrán escrito historias que no recuerdo o no conozco, y que plantean este enfoque. Pero en general, las ficciones sobre invasiones alienígenas se basan en la presencia física de los invasores en el territorio de los invadidos.

¿Por qué unos alienígenas sumamente avanzados iban a tomarse la molestia, poniendo en riesgo incluso sus propias vidas, de invadir ellos mismos?

Imagen de 'Mars Attacks!' (1996), de Tim Burton. Warner Bros.

Imagen de ‘Mars Attacks!’ (1996), de Tim Burton. Warner Bros.

Futurólogos como Ray Kurzweil pronostican un mañana en que los humanos cargaremos nuestras mentes en máquinas, llámense internet o la nube, y podremos alcanzar la inmortalidad prescindiendo de nuestros cuerpos biológicos. Descontando el hecho de que sería una inmortalidad insoportablemente aburrida, y de que los biólogos nos quedaríamos sin tarea, lo cierto es que hoy son muchos los investigadores en inteligencia artificial que trabajan inspirados por este horizonte. Así que sus razones tendrán.

Imaginemos una civilización que ha alcanzado semejante nivel de desarrollo. ¿No sería lógico que evitaran el riesgo de mancharse las manos (o sus apéndices equivalentes) con una invasión presencial, y que en su lugar teleinvadieran, sirviéndose de máquinas controladas a distancia o capaces de razonar y actuar de forma autónoma?

Una buena razón para ello aparecía ya en la novela que comenzó a popularizar el género en 1897. En La guerra de los mundos de H. G. Wells, los marcianos llegaban a la Tierra a bordo de sus naves, un esquema copiado después una y otra vez. La última versión para el cine, la que dirigió Spielberg en 2005, aportaba una interesante variación: las máquinas de guerra ya estaban presentes en la Tierra desde tiempos antiguos. Pero también en este caso, sus creadores se desplazaban hasta nuestro planeta para pilotarlas.

Como biólogo que era, Wells resolvió la historia con un desenlace científico genial para su época. Aunque el concepto de inmunidad venía circulando desde antiguo, no fue hasta finales del XIX cuando Pasteur y Koch le dieron forma moderna. Wells tiró de esta ciencia entonces innovadora para matar a sus marcianos por una infección de bacterias terrestres, contra las cuales los invasores no estaban inmunizados. La idea era enormemente avanzada en tiempos de Wells, y si hoy parece casi obvia, no olvidemos que prácticamente todas las ficciones actuales sobre alienígenas la pasan por alto (una razón más que hace biológicamente implausibles la mayoría de las películas de ciencia ficción).

Marciano moribundo en 'La guerra de los mundos' (2005). Imagen de Paramount Pictures.

Marciano moribundo en ‘La guerra de los mundos’ (2005). Imagen de Paramount Pictures.

Así, cualquier especie alienígena invasora preferiría evitar riesgos como el de servir de comida a una legión de microbios extraños y agresivos, lo que refuerza la opción de la teleinvasión. Pero hay una limitación para esta idea: la distancia a la que se puede teleinvadir.

Dado que la velocidad máxima de las transmisiones es la de la luz, una teleinvasión en tiempo real obligaría a los alienígenas a acercarse lo más posible a la Tierra. Ya a la distancia de la Luna, una transmisión de ida y vuelta requiere 2,6 segundos, un tiempo de reacción demasiado largo. Probablemente les interesaría mantenerse en una órbita lo suficientemente alejada para evitar una respuesta de la Tierra en forma de misiles.

Y lo mismo que sirve para una invasión alienígena, podría aplicarse a la visita humana a otros mundos. Precisamente esta telepresencia es el motivo de un artículo que hoy publica la revista Science Robotics, y cuyos autores proponen esta estrategia para explorar Marte. Naturalmente, esta ha sido hasta ahora la fórmula utilizada en todas las misiones marcianas. Pero el retraso en las comunicaciones entre la Tierra y su vecino, que oscila entre 5 y 40 minutos según las posiciones de ambos planetas en sus órbitas, impide que los controladores de la misión puedan operar los robots en tiempo real.

Los autores proponen situar un hábitat no en la superficie marciana, sino en la órbita, lo que reduciría los costes de la misión y los riesgos para sus tripulantes. Los astronautas de esta estación espacial marciana podrían controlar al mismo tiempo un gran número de robots en la superficie, que les ofrecerían visión y capacidad de acción inmediatas, casi como si ellos mismos estuvieran pisando Marte. Las posibilidades son casi infinitas, por ejemplo de cara a la ejecución de experimentos biológicos destinados a buscar rastros de vida pasada o presente. Los autores apuntan que ya hay un grupo en el Instituto Keck de Estudios Espaciales dedicado a evaluar la teleexploración de Marte.

Concepto para una exploración de Marte por telepresencia desde un hábitat en órbita. Imagen de NASA.

Concepto para una exploración de Marte por telepresencia desde un hábitat en órbita. Imagen de NASA.

Claro que otra posibilidad, quizá más lejana en el futuro, es que estas máquinas puedan pensar por sí mismas sin necesidad de que nadie las controle a distancia. En el mismo número de Science Robotics se publica otro artículo que evalúa un software inteligente llamado AEGIS, instalado en el rover marciano Curiosity y que le ha permitido seleccionar de forma autónoma las rocas y suelos más interesantes para su estudio, con un 93% de precisión.

Pero esto es solo el principio. En un tercer artículo, dos científicos de la NASA reflexionan sobre cómo las futuras sondas espaciales inteligentes podrán trabajar sin intervención humana para la observación de la Tierra desde el espacio, para la exploración de otros mundos del Sistema Solar e incluso para viajar a otras estrellas. Escriben los investigadores:

El último desafío para los exploradores científicos robóticos sería visitar nuestro sistema solar vecino más próximo, Alfa Centauri (por ejemplo, Breakthrough Starshot). Para recorrer una distancia de más de 4 años luz, un explorador a este sistema probablemente se enfrentaría a una travesía de más de 60 años. A su llegada, la sonda tendría que operar de forma independiente durante años, incluso décadas, explorando múltiples planetas en el sistema. Las innovaciones actuales en Inteligencia Artificial están abriendo el camino para hacer realidad este tipo de autonomía.

Y eso no es todo. Hay un paso más en la telepresencia en otros planetas que aún es decididamente ciencia ficción, pero que hoy lo es un poco menos, dado que ya se ha colocado la primera piedra de lo que puede ser una tecnología futura casi impensable. Si les intriga saber de qué se trata, vuelvan mañana por aquí.

12 comentarios

  1. Dice ser Ignotis parentibus

    Se hacen demasiadas cosas innecesarias. los motivos? casi siempre el ego y la apariencia.

    21 junio 2017 | 21:39

  2. Dice ser Rompecercas

    Nos damos cuenta que la ciencia y la ciencia ficción (o sea la imaginación y la fantasía )están totalmente imbricadas. En este artículo no se pueden separar… Por tanto, que me digan que solo lo pueden discutir los pares, la jerarquía y todo eso…

    21 junio 2017 | 23:54

  3. Dice ser Biologoaficinado

    Tiene sentido. Pero el objetivo de conquistar un planeta o cualquier territorio en general es conseguir sus recursos. Crear un ejercito de «robots,androides o como quieras» supondria el gasto de tus propios recursos mucho mas que creando uno biologico, que con esperar un cierto periodo de tiempo tendrias recien salido del horno un ejercito sin falta de gastar tantos.no?, para mi tiene sentido jajajaj saludoss

    22 junio 2017 | 01:03

  4. Dice ser en busca de la conciencia

    El estudio del cerebro conseguirá descubrir la razón por la cual el YO que se autoposiciona en un cuerpo, creando conciencia en él de ser y sentir, y esto hara que la longevidad aumente exponencialmente. Es decir, si se consigue descubrir el proceso y lugar en el que un cerebro toma conciencia de sí mismo y del cuepro que gobierna, podr´amantenerse viva esa conciencia en cualquier objeto mecánico o biomolecular. Si además se consigue regenerar el tejido y circuitería suficiente para que el YO se mantenga en la misma conciencia y capacidad de comprender presente y recuerdo, entonces la edad vital de ese ente podr´aprolongarse. Y si no fuera necesario el corazón u otro órgano para mantenerlo vivo, ¿para qué tener intestino, pulmón, etc… si la conciencia sigue activa?
    ¿Quién soy, de donde vengo, adónde voy?
    ¿Quién soy y dónde sé que soy? Soy sin manos, soy sin pies, ¿qué es lo verdaderamente necesario para ser y saber que se es?

    22 junio 2017 | 02:09

  5. Dice ser brain

    Un cerebro. Ni siqueira uno completo. Montado en un robot.
    ¿Podría un ser humano aceptar l aidea de ser el mismo ser teniendo el resto del cuerpo artificial?
    ¿Por qué no?
    ¿Qué nos obliga a pensar que debemos tener verdad corporal, muscular, venosa, nerviosa, para ser la conciencia que nos siente? ¿Dónde se encuentra esa base de difusa geolocalización en nuestro cuerpo?
    ¿Dejaríamos de ser, de sentir lo qeu somos, siendo en cuerpo artificial, sólo con parte del cerebro necesaria para pensar, recordar, proyectar a futuro?
    Quizás estudiando destrucción de memoria se halle el porceso de creación pensante.
    https://www.youtube.com/watch?v=pnExahMPPFI

    22 junio 2017 | 02:16

  6. Dice ser brain storm after calm

    Sobre la multitarea robótica unificada, la URM, Unified Robotic Multitask, si se aplica desarrollada en la Tierra el trabajo y otra ingente cantidad de conceptos vitales actuales, desaparecerá en toda su actual concepción.

    22 junio 2017 | 02:20

  7. Dice ser captación mental adaptativa

    ¿Y si somos capacitados en conciencia?
    ¿Y si en realidad no somos lo que creemos ser? ¿Y si en algún momento hemos perdido una conciencia para adaptar otra?
    https://www.youtube.com/watch?v=_FrOQC-zEog

    22 junio 2017 | 02:23

  8. Dice ser superando el muro

    Mejor que URM, la MUR (Multitasking Unified Robots)

    22 junio 2017 | 02:48

  9. Dice ser superando el muro

    Hay qu epensar distinto, hay que crear nuevas formas de entender la realidad y el mundo.

    22 junio 2017 | 02:50

  10. Dice ser José Luis Blanco Coli

    Un articulo muy bueno y lógico. Muy interesante y posible al ciento por ciento. Ya era hora que la imaginación y el buen gusto cientifico nos informará con sentido común y sin fantasías discutibles. La aparición de los extraterrestres se producirá con la naturalidad de la vida diaria, sin estridencias, aunque con preocupación y cambio de sistema de vida, en la que las perspectivas de continuidad se pondrán en cuestión y todo será diferente y casi previsible.

    22 junio 2017 | 08:36

  11. Dice ser Dios del norte

    Estos últimos 50 años la ciencia ha avanzado muchisimo, teniendo en cuenta como nos veían en el 2000 los seres humanos de los años 60 para ellos la ciencia ha avanzado y mucho.

    Es muy atrevido pensar que la tecnología que hoy en día nos satisface, será la que encontremos dentro de 50 años ya que a la humanidad aún le queda mucho por descubrir.

    Especular sobre una «teleinvasión» cuando aún no conocemos la existencia de seres inteligentes fuera de nuestro planeta, es reirse de la imaginación de muchos. Pues desde hace 100 años, desde que el ser humano empezó a darle forma y cara a los alienigenas, no hemos dejado de pensar en seres vivos de una inteligencia parecida o superior a la nuestra pero con unos principios y una ética distintas donde la mayor pregunta que se nos permite concedernos es, vendrán a quitarnos lo nuestro? o a compartir lo suyo? (que ignorantes que somos)

    El universo es enorme, hermoso y terrorífico dependiendo del punto de vista del ser que lo contempla.

    22 junio 2017 | 11:02

  12. Dice ser Rompecercas

    La fabricación de tecnología espacial es muy cara. No hay recursos en la tierra para montar una invasión de nada, solo enviar algunos robots…Vuelvo a decir, que probablemente nunca el ser humano vaya a poder, ni tenga sentido ocupar otro planeta. Dentro de miles de años, si seguimos aquí, quien sabe…

    23 junio 2017 | 00:42

Los comentarios están cerrados.