La vida extraterrestre, cada vez más cerca

Durante buena parte del siglo pasado cundía la sensación de que la confirmación de la vida extraterrestre era una fruta madura a punto de caer. Eran los años 60, 70 y 80, cuando el fenómeno ovni estaba en su apogeo y parecía que la prueba definitiva llegaría mañana o pasado. Pero después comenzaron a aparecer las cámaras digitales y los móviles con cámara (que, para los recién llegados, en realidad son anteriores a los smartphones).

Ilustración del exoplaneta LHS 1140b. Imagen de M. Weiss/CfA.

Ilustración del exoplaneta LHS 1140b. Imagen de M. Weiss/CfA.

Hoy hasta los maasáis de la sabana keniana llevan en el bolsillo una cámara de fotos de alta definición (no es broma); y en contra de lo que muchos habrían previsto, en lo referente a los ovnis seguimos estancados en la misma coyuntura de los tiempos en que una cámara era un bien escaso y rudimentario. Cada día se suben milles de millones de fotos y vídeos a internet, pero ninguno de los 7.500 millones de humanos dispersos por todos los rincones del planeta nos ha mostrado una entrevista con alienígenas recién bajados de un platillo volante, grabada en Full HD con un iPhone no-sé-cuántos-van-ya.

Ya expliqué aquí hace tiempo mis razones para no creer en los ovnis, mal que me pese; y en algún otro medio he contado cómo la ciencia ha ido desmontando uno por uno los presuntos casos de avistamientos más sonados de los últimos años. Pero si lo que piense alguien que tiende al escepticismo puede mover a otros a un escepticismo hacia el escepticismo, la cuestión es que, como conté en un reportaje hace ya ocho años, incluso algunos ufólogos hace tiempo que tiraron la toalla; claro está, aquellos que han sostenido frente al fenómeno ovni una actitud honesta y racional, no quienes tratan de seguir viviendo del cuento a toda costa.

Rescato algunos ejemplos de lo anterior que cité en aquel reportaje. Jenny Randles, ufóloga, escritora y antigua directora de investigación de la British UFO Research Association (BUFORA), reconocía: «ET no aterrizó y el mundo sigue su camino como siempre». Wendy Connors, ufóloga estadounidense, escribió un artículo sobre la «muerte de la ufología». El español Ricardo Campo, investigador crítico del fenómeno ovni, calificaba la ufología como «ciencia abortada», y me contaba a su vez que muchos ufólogos se habían rendido a la evidencia. El ufólogo Vicente-Juan Ballester Olmos también cerraba el ataúd de la ufología: «Lo que no ha ocurrido ya en estos 60 años no creo que vaya a ocurrir en lo sucesivo; el misterio de los ovnis ya está momificado y es labor para historiadores, antropólogos y sociólogos», decía.

Y a pesar de todo, en ciertos programas de televisión continúan desfilando personajes que no hacen sino confirmar aquella idea del genial Carl Sagan: «los casos fiables no son interesantes, y los casos interesantes no son fiables. Desafortunadamente, no hay casos que sean a la vez fiables e interesantes».

Todo lo cual no significa que la creencia en los ovnis haya desaparecido de la calle. De hecho, algún análisis reciente apunta que esta fe, ya que a tales alturas no cabe otra calificación, puede estar remontando desde sus mínimos históricos, tal vez debido a las corrientes culturales cíclicas, y tal vez enmarcada dentro de un fenómeno más general de auge de las pseudociencias y del movimiento anti-Ilustración, algo de lo que ya he hablado aquí.

Pero una cosa es el fenómeno ovni, y otra muy diferente la confirmación de vida extraterrestre. Y respecto a esto último, sí podría decirse, desde un enfoque científico, que la situación actual tiene un cierto sabor a años 60-70: como entonces, hoy se diría que la noticia de que nuestro planeta no es el único lugar habitado del universo parece a punto de caer, aunque los otros puedan ser simplemente organismos simples como hongos o bacterias.

Ya conté aquí hace unos días que por primera vez se ha logrado detectar una atmósfera en un planeta de tamaño y masa similares a la Tierra. En plenas vacaciones de Semana Santa, la revista Science nos sorprendía con un bombazo: Encélado, una luna de Saturno que se postula como uno de los candidatos del Sistema Solar para albergar vida, puede tener fuentes hidrotermales en el fondo de su océano subglacial. Recordemos que hoy muchos científicos se inclinan por la hipótesis de que fue precisamente en este tipo de fumarolas submarinas donde pudo nacer la vida en la Tierra.

Ahora, esta misma semana, la revista Nature publica el hallazgo de un nuevo exoplaneta que uno de sus descubridores, Jason Dittmann, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (CfA), califica como «el mejor objetivo para la búsqueda de vida más allá de la Tierra». LHS 1140b, que así se llama, es una superTierra de 6,6 veces la masa terrestre y 1,4 veces su diámetro, probablemente rocosa, situada en la zona templada de su estrella, una enana roja a 40 años luz de nosotros.

Ilustración del exoplaneta LHS 1140b. Imagen de ESO/spaceengine.org.

Ilustración del exoplaneta LHS 1140b. Imagen de ESO/spaceengine.org.

Las palabras de Dittmann no solo se justifican por las condiciones propicias del planeta, sino también por las condiciones propicias para estudiarlo: el nuevo planeta transita ante la cara de su estrella desde nuestro punto de vista, algo que no sucede en todos los casos, como por ejemplo en el muy prometedor Proxima b, descubierto el año pasado. Este paso de LHS 1140b delante de su estrella permitirá estudiar la luz que lo roza para determinar si tiene atmósfera, si su composición es apta para la vida, y si podría mostrar alguna firma biológica.

Por último, LHS 1140b cuenta con dos ventajas interesantes frente a otros exoplanetas recientemente descubiertos. A diferencia de la muy cacareada TRAPPIST-1, la estrella LHS 1140 parece tranquila, sin grandes fulguraciones achicharrantes. Y también a diferencia de TRAPPIST-1, la estrella del nuevo exoplaneta parece tener una edad suficiente (según los autores del estudio, por lo menos 5.000 millones de años) como para haber dado margen a un proceso de desarrollo de vida…

…si es que este proceso ha podido llegar a ocurrir alguna vez fuera de la Tierra. Algo de lo que personalmente también me declaro escéptico, por razones que ya he contado aquí y que se resumen en una: si en 4.540 millones de años de edad de la Tierra, y que sepamos, la vida solo ha surgido aquí una única vez, ¿qué parte de este argumento nos incita a dar por supuesto que la aparición de la vida sea un fenómeno frecuente? Pero de verdad, me encantaría tener que reconocer mi equivocación aquí mañana mismo…

9 comentarios

  1. Dice ser Sociólogo Astral

    Los extraterrestres han decepcionado a la humanidad desapareciendo.

    22 abril 2017 | 15:41

  2. Dice ser ArtLem

    Han visto la victoria del PP, de Trump en USA y se van por si acaso gana Le Pen en Francia. Han dicho que volverán en 10000 años, a ver si por fin estamos algo más evolucionados.

    22 abril 2017 | 15:52

  3. Dice ser Edgar

    Pensar que el nuestro es el único planeta del universo capaz de albergar vida es estúpido. Pensar que alguno ha evolucionado más o menos como el nuestro es atrevido. Pensar que la última evolución vital posible es la humana es de gilipollas: si hubieran evolucionado menos, ni se plantearían nuestra existencia y si hubieran evolucionado más, ni se plantearían visitarnos.

    22 abril 2017 | 20:46

  4. Dice ser Fran

    Hay miles de millones de estrellas, seguro que en otras ha surgido la vida. lo que pasa es que están muy lejos, la escala del universo no esta hecha para mortales, ni viviendo 1000 vidas podríamos salir de nuestra galaxia.

    22 abril 2017 | 23:52

  5. Dice ser José Luis Blanco Coli

    Que los extraterrestres existen es una realidad, por que hay millones de planetas susceptibles de acoger formas de vida. Otra cosa es que se decidan a entrar en contacto con este planeta tierra, que presenta tantos signos de criminalidad, crueldad y todavía en un estado demasiado salvaje y peligroso en su evolución.
    De hecho ya han contactado con sectores de nuestra sociedad para tratar de ayudar a regenerar instintos y encauzar nuestras costumbres hacia unos sistemas más éticos.
    Entre las civilizaciones que nos observan alarmados y preocupados existen varias tendencias:
    -Unos apoyan la eliminación de la especie humana, salvando sólo a personas escogidas por sus ejemplaridad ética y moral.
    -Quienes apuestan por dejar de actuar y dejarnos libres hacia un destino fatal.
    -Otros que abogan por una ofensiva contundente para adueñarse del planeta y establecer normas y leyes muy rígidas.
    -Los más, que tratan de infiltrar influencias poderosas para modificar y anular los grupos de presión que dominan el planeta.
    -Otros que fomentan el que nos matemos en guerras, armando a ambos bandos con armas sofisticadas y parecidas.
    -Y los más peligrosos, que desean explotar algunos recursos valiosos para sus industrias.
    Así como para estar un poco preocupados

    23 abril 2017 | 10:57

  6. Dice ser DD

    Seguro que hay vida de todo tipo en miles o millones de Planetas, tanto evolucionadas como primarias. Pero como dice el compañero, las distancias son enormes, demasiado. Las fotos, los platillitos, eso naaa…humo.

    23 abril 2017 | 11:27

  7. Dice ser buscando vida exterior podríamos prolongar la humana misma

    Jose Luis Blanco Coli, siento discrepar. Lamentablemente todo es que has expuesto son razonamientos humanos, intereses humanas, realidades humanas. Este mundo humano no ha pisado aún el escalón de especie avanzada, aún después de haber pisado la Luna. Es lo de menos. Tener tecnología al alcance de muchas manos no significa que se utilice de modo evolucionista. Se puede involucionar también con la tecnología. La memoria se corrompe, se corrompen los tiempos, el sentido de cadena evolutiva, se desprecia la experiencia pasada, se relativizan las épocas, se suplanta realidades anteriores adornándolas con libertades conseguidas… Al final la tecnología puede provocar un colapso si no se reparan antes ciertos modelos de pensamiento. Un aespecie capacitada globalmente para interactuar en al creación de modelos que responden a pensamiento visceral o no racionalizado, puede provocar un mayor grado de conflictividad. De ahí que se necesite de la base positiva humana de la no agresión, de la tlerancia, de la no violencia, de la apertura hacia nuevas ideas, sin uso de fuerza, como idea grupal necesaria globlamente. Eso en un principio. Es bueno cargar baterías con buenos sentimientos de no agresión y de ayuda a otros. Eso rpovoca cambios estructurales en el poder, y ahí est´ael peligro. Los medios de comunicación han de ejercer también de encauzadores, pero no de las ideas pre-establecidas por sus ordenantes, sino de esa vibra libre que es la que ordena y facilita la proyección de libertades por encima de intereses particulares, sean políticos, militares, estratégicos, etc. El problema principal es qeu no hay tanto para todos. Las migraciones globales son otro peligro. Ha de buscarse un planeta sin dictauras y que se unan en un «comercio» social único donde el pacto de no agresión y continua facilitación al derribo de tradicionalismos contrarios a ese nuevo proyecto sean líneas gía primordiales. Buscar vida inteligente en otros planetas tiene otra variable que puede hacer disminuir la posibilidad de hallarla, aparte del espacio que no separe, que también, y no es otra que la posibilidad de la variable negativa que resta avance de esa civilización y su posible autodestrucción, aparte de los fenómenos planetarios a los qeu pueda enfrentarse. Un planeta con vida inteligente no prespone ser burbuja aséptica a todos los males. No spodríamos encontrar de todo, incluos robots solamente, herederos de un mundo donde sus creadores no pudieron seguir habitándolo.
    Imaginemos una civilización de robots con capacidad de evolucionar por ellso mismos. Imaginemos la cantidad de posibilidades que tendría ese desarrollo y en base a qué primordiales conductas, -eticas, etc, se moverían. Imaginemos que pudieran crear, y necesitaran de materiales que descubrieran allí donde otros robots también crearan y necesitaran de ellos. ¿Un mundo humano con los mismos defectos en robots? Y si fueran capaces de descubrirnos, ¿qué enviarían haca nosotros? ¿Robots, sondas, adns de su screadores extintos? ¿Qué capacidad tendrían de evolucoinar en su planeta antes de que llegara el fin astronomico de su sistema? Si son capaces de crear y razonar seguramente buscarían oros lugares donde hacer algo, donde plantar vida, fuera como fuera.

    23 abril 2017 | 13:36

  8. Dice ser la biorobótica, un océano muy tenebro aún

    El problema de la robótica que se nos viene encima. ¿Qué pensamientos darle a un robot, qué gustos, qué sentimientos, cuáles negarles, qué sentido de satisfacción alcanzable? Porque esa es otra. La satisfacción, el placer, el alcanzar metas, los medios… Los robots han de ser creados en un mundo humano unido y con unas normas tremendamente bien planteadas antes de dar pasos, y en consenso mundial. No es broma. De estas cosas se pueden disparar mil posibles, y no sólo qeudar en los argumentos de las pelis de la máquina contra el humano. Incluso podrían ser mayores las pesadillas. Imaginar que engañan, que relativizan ciertos asuntos, que nos confunden aún creyendo que somos quienes guiamos…

    23 abril 2017 | 13:43

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