Lo que nunca se ve en los documentales de naturaleza

Dejando de lado el insondable misterio de las audiencias reales de los documentales de la 2 (y otras cadenas televisivas), parece comprensible que el humano civilizado de hoy, ahogado por su bufanda de cemento y asfalto, desee de vez en cuando abrir una ventana desde su salón a una naturaleza prístina cada vez más difícil de encontrar. En los documentales, los leones asedian a las cebras a su antojo en un paraje que luce virgen, como si manos o pies humanos jamás hubieran dejado huella en él.

Y sin embargo, el «detras de las cámaras» a menudo puede ser algo bastante parecido a esto:

Vehículos apiñados junto al río Mara en la reserva de Masai Mara (Kenya). Imagen de Javier Yanes.

Vehículos apiñados junto al río Mara en la reserva de Masai Mara (Kenya). Imagen de Javier Yanes.

La imagen fue tomada hace cuatro años en Masai Mara, Kenya; una de esas reservas que en los documentales parecen intactas e inmaculadas. Y el motivo de la aglomeración de vehículos todoterreno y minivans de turistas no era ningún suceso excepcional, sino algo cotidiano allí: los coches se apiñaban a la orilla del río Mara a la espera de presenciar cómo los rebaños de ñus vadeaban la corriente siguiendo su migración anual.

Se supone que el concepto de parque nacional o similar siempre tiene como objetivo común la conservación de la naturaleza, pero su aplicación es diferente según los casos. Sin mencionar la gestión de los parques que obliga a intervenciones, suelen existir usos compatibles más allá de la estricta preservación, normalmente relacionados con actividades tradicionales como la ganadería, la artesanía o la explotación de recursos a pequeña escala.

Otra de las actividades habituales en los parques nacionales es la científica, que incluye la investigación y la divulgación. Los espacios protegidos han prestado servicios impagables a la ciencia, al ofrecer la oportunidad de conocer la dinámica del entorno natural y de las criaturas que lo habitan. En los parques africanos, los equipos de investigación y de divulgación a menudo deben pagar una tasa especial por el derecho a filmar o a desarrollar sus proyectos científicos. Para los países africanos, esta es una vía más de sacar un rendimiento económico a su naturaleza privilegiada.

Pero filmación, investigación, turismo y conservación no siempre forman un puzle bien encajado. Por no hablar de la caza, prohibida en Kenya pero permitida en otros países africanos. Los equipos de investigación quieren trabajar sin interferencias molestas, y los realizadores de documentales tendrían que descartar el metraje si en sus tomas se colara el minivan de una agencia de safaris. Pero los visitantes, que pagan su entrada, tienen derecho a disfrutar de los parques sin que sus movimientos se vean restringidos por una señal de «no pasar».

¿Cómo se conjugan todos estos elementos entre sí y con el presunto objetivo principal del parque, la conservación de la naturaleza? Difícilmente. Y más en lugares como Masai Mara, donde la gallina de los huevos de oro de los safaris está convirtiendo un paraje antiguamente prístino en una pequeña ciudad dispersa por la que cada día pululan cientos de vehículos en busca de esa mítica escena de los leones y las cebras.

En 2010, un estudio llevado a cabo por investigadores británicos reveló que las poblaciones de grandes mamíferos han mermado un 59% entre 1970 y 2005 en los parques africanos, incluyendo espacios como Masai Mara y su reflejo al otro lado de la frontera tanzana, el Serengeti. Hace dos años, una revisión a gran escala de estudios publicados sobre áreas protegidas de todo el mundo descubría que parques y reservas ayudan a preservar los bosques, pero los datos relativos a la conservación de especies fueron débiles e inconcluyentes.

Tal vez estos datos no sorprendan, pero deberían servir para mantener encendida la sirena de alarma. O algún día los documentales de naturaleza deberán hacerse por animación digital.

3 comentarios

  1. Dice ser kaltan

    Es algo que suponemos pero que nunca está de más recordar. En realidad es la única forma de conseguir algunas imágenes realmente difíciles, teniendo una cámara en todo momento grabando…..

    http://documentalium.foroactivo.com/t95-naturaleza-salvaje-lucha-animal

    08 septiembre 2015 | 19:48

  2. Dice ser Fran

    Si realmente les importasen los animales, construirían un puente para pasar el río en vez de estar filmando cómo los cocodrilos se comen a las crías de los ñus medio ahogados.

    09 septiembre 2015 | 09:00

  3. Dice ser Kkdlvk

    Ah, que los cocodrilos no deben comer…¡Cuánto inculto suelto,

    09 septiembre 2015 | 11:56

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