Alzhéimer, ¿el peaje de un cerebro privilegiado?

Creo que nunca he escrito una palabra sobre Aubrey de Grey y sus proclamas de que hoy está viva la primera persona que vivirá mil años. Y nunca he escrito sobre él porque no me creo una palabra. Soy radicalmente escéptico respecto a esas promesas de cuasiinmortalidad. Como mínimo, me parecen infundadas y veleidosas, por utilizar los adjetivos más asépticos que se me ocurren y no los que realmente tengo en mente. Este discurso le ha servido al investigador británico para pronunciar miles de conferencias, escribir exitosos libros y captar la atención de los medios de todo el mundo; incluso un diario español ha utilizado durante mucho tiempo una portada con las afirmaciones de De Grey en los anuncios de sus promociones en televisión, se supone que como gancho publicitario. Es probable que estas aseveraciones vendan más periódicos que la realidad: que todos vamos a morir, como viene ocurriendo. Otros científicos han criticado las proclamas del británico, haciendo notar, como prueba más tangible, que todo su discurso aún no se ha traducido en una sola investigación concreta que haya demostrado alargar la vida.

Imagen de las fibras y conexiones neuronales en un cerebro humano. Imagen de NIH.

Imagen de las fibras y conexiones neuronales en un cerebro humano. Imagen de NIH.

Tal vez no por casualidad, el optimismo en esta materia suele encontrar más predicamento en el bando seco, el que trabaja con máquinas y no con células. De hecho, y aunque De Grey se presente como gerontólogo biomédico, lo cierto es que su formación de origen es en ciencias de la computación, y Cambridge le concedió el doctorado a través de un régimen especial que permite a los licenciados de aquella universidad obtener el grado de doctor con la sola demostración de publicaciones relevantes, aunque no vengan acompañadas por ninguna investigación real. En el caso de De Grey, se le concedió el doctorado gracias a un libro teórico sobre el envejecimiento por oxidación en la mitocondria, la central de energía de las células. Todo sin tocar una sola pipeta para apoyar sus visiones en algún resultado real.

Por desgracia para todos, más fundamento tiene la postura del pesimismo. Es indudable que la ciencia y la tecnología han conseguido alargar nuestra esperanza de vida en décadas, y parece seguro confiar en que aún no hemos llegado al límite de nuestro potencial de longevidad. Tal vez a lo largo de este siglo las personas centenarias lleguen a convertirse en algo relativamente común a nuestro alrededor. Pero muchos científicos también señalan que el vivir más años tiene su precio en forma de enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer y el párkinson, o de errores en la maquinaria celular, como ese amplísimo espectro de patologías al que denominamos cáncer. A todos nos gustaría vivir más, pero sin tener que pagar los terribles peajes de una vida más larga.

Y por desgracia para todos, difícilmente vamos a librarnos de ellos. Un nuevo estudio, aún sin publicar, viene ahora a remacharnos la molesta sospecha de que nuestros males de ancianos no son algo fácilmente separable de lo que somos, y por tanto condenadamente recalcitrantes en la especie humana, mal que nos pese. Un equipo de investigadores chinos ha construido un atlas cronológico de la selección natural en el genoma humano durante el último medio millón de años; es decir, una historia natural de cómo la evolución ha ido dando forma a lo que somos hoy, desde mucho antes de que fuéramos lo que somos hoy.

Hace unos meses ya comenté aquí un estudio (todavía pendiente de publicación según el lentísimo y ya obsoleto procedimiento tradicional) cuyos autores habían buscado señales de selección positiva en 83 genomas humanos, incluyendo genomas antiguos, durante los últimos 8.000 años. Se trata de encontrar genes (y por tanto, rasgos) que se hayan generalizado en una población debido a la presión que ejerce el entorno sobre la supervivencia. En aquel caso, los científicos descubrieron que la vergüenza del clásico español bajito está injustificada, ya que la corta estatura fue una adaptación evolutiva que ayudó al éxito de los ibéricos.

Con fines similares, los investigadores chinos han rastreado los genes de 90 humanos actuales de tres poblaciones diferentes, apoyando su comparación en el genoma neandertal y en los de tres humanos antiguos, de 45.000, 8.000 y 7.000 años respectivamente. Su propósito era encontrar señales de la evolución en nuestro ADN: signos de selección positiva, negativa o de equilibrio. En el primer caso se trata de formas de genes que confieren ventajas frente al entorno y por tanto tienden a mantenerse en la población, lo contrario que los segundos. En cuanto a la tercera opción, se produce cuando es ventajoso mantener distintas versiones de un mismo gen; un ejemplo clásico es la anemia falciforme, cuyos heterocigotos (quienes poseen una copia del gen sano y otra del enfermo) son resistentes a la malaria, lo que les favorece frente a quienes no llevan la forma defectuosa.

El modelo empleado por los investigadores revela más de 800 posibles señales de selección positiva en los genomas humanos actuales, cubriendo más de un 2% del genoma. Particularmente, estos genes afectan sobre todo al cerebro y al esperma. Con todos los datos, los científicos dibujan una crónica de la selección positiva en el genoma humano a lo largo de 30.000 generaciones. Pero lo más interesante del estudio se refiere a los genes relacionados con el cerebro. Algunos genes seleccionados antes de la separación completa entre humanos y neandertales están asociados con las capacidades cognitivas, la interacción y la comunicación social, como en el caso de dos genes ligados a los trastornos del autismo, AUTS2 y SLTM.

Pero sobre todo, cinco genes que muestran señales de selección positiva coincidiendo con la aparición de los humanos modernos tienen algo en común: todos ellos ejercen funciones cerebrales importantes que se vinculan con el desarrollo del alzhéimer. «Especulamos que la ganancia de función cerebral durante la aparición de los humanos modernos puede haber afectado sobre todo a la formación de conexiones sinápticas y la neuroplasticidad, y esta ganancia no se obtuvo sin un precio: puede haber conducido a un aumento en la inestabilidad estructural y la sobrecarga metabólica regional que resultaron en un riesgo más elevado de neurodegeneración en el cerebro envejecido», escriben los autores. De hecho, añaden, «la enfermedad de Alzheimer continúa siendo algo único en los humanos, ya que aún no se han obtenido pruebas patológicas firmes de alzhéimer, sobre todo de la neurodegeneración relacionada con el alzhéimer, en los grandes simios».

Ahí lo tienen: triste, pero cierto. O al menos, más plausible que las proclamas fantasiosas (vaya, ya lo he dicho) de De Grey. Para un infortunio del que precisamente gracias a ello somos conscientes, el envejecimiento no es solo oxidación, o ni siquiera telómeros. Personalmente, y si llega a tocarme, siempre he pensado que no me merecerá seguir adelante con la partida el día en que me pregunte quiénes demonios son las personas con las que estoy jugando. Claro que, si llega ese día, tampoco me acordaré de lo que siempre he pensado.

12 comentarios

  1. Dice ser Peter Bernhard

    Al autor: Se debe tener mucho cuidado al escribir sobre «la verdad» pues incurres en una paradoja, no creerle a los otros pero si a mi escepticismo. Invitas a mirar las cosas desde otros puntos de vista cuando el tuyo es uno solo. Le das una impornatcia exagerada a lo que no se puede medir no existe y solo basado en la evidencia. La gallina o el huevo? La primera evidencia de donde salio para basarnos en la evidencia? Todas las investigaciones han salido de la intuicion y esa ha sido la historia de la evolucion humana. Los creadores de los ordenadores y internet no tuevieron que publicar estudios para poder ser creible lo que tenemos hoy. La investigacion basada en la evidencia es algo muy puntual solo para casos concretos y no evalua contextos. Big Data tiene en jaque a la regla de oro de la medicina donde solo los estudios aleatorios y regresiones son los aceptados. Big Data demostro incluso que podia preveer la pandemia de gripe aviar conformado por un estudio de metodologia cientifica en nueva zelanda. Tu te refieres a la vision de tunel o reduccionismo, reducir la realidad a su mas minima expresion y es alli cuando la realidad pierde su sentido. Hay que pensar muy bien cuando se habla de como debemos ver la realidad. Sus razones tendran algunas instituciones para apoyar lo que a otros no les resulta familiar. Ese es el talon de aquiles de la innovacion porque al inicio no es mesaurable pero cuando por fin muestar resultados lo comun es robarse la idea y desprestigiar a quien la genero. Saludos.

    07 junio 2015 | 11:42

  2. Dice ser Inforepar.es

    Tengo un familiar en esa situación y es como morir en vida.

    07 junio 2015 | 11:43

  3. Dice ser asd

    Peter Benhard solo comento para alabar tu comentario! jejej precioso….como me gustaría haber estudiado filosofía

    07 junio 2015 | 16:53

  4. Dice ser Antonio Larrosa

    No me cabe ninguna duda de que dentro de cien años si levantasemos la cabeza nos quedariamos maravillados de ver los adelantos cientificos de entonces , como se quedarían los que vivieron hace cien años, al ver lo de ahora . Por eso creo que el ser humano va a conseguir cosas inimaginables por nosotros, y una de esas cosas podría ser alargar la vida al doble, generar alimentos u otros materiales por impresión electrónica y quien sabe si hasta existira un sistema para comprobar si una persona es ideal para gobernar o un mentiroso como son ahora en todas partes.

    Clica sobre mi nombre

    07 junio 2015 | 17:04

  5. Dice ser Paz

    Ocurriendo como ocurre que vivimos cuarenta años más de lo previsto para el cuerpo humano, tiene sentido pensar que la solución inestable no estaba prevista que se manifestara en la duración ‘normal’ de un cuerpo humano.

    07 junio 2015 | 20:04

  6. Dice ser Peter Bernhard

    Hola asd, tu tambien eres medico? Me hubiera gustado dialogar contigo sobre «algo filosofico» y es que para que le prolongamos a los seres humanos la vida si la sociedad no sabe que hacer con los mayores (ya casi formo parte del grupo). El lugar en sociedad sera paear, sentarse en una silla, pasarlo bien esperando la muerte? Esta experiencia de prolongar la vida es nueva en la civilizacion humana y nunca antes lo habiamos enfrentado, que hacemos ahora? Si tu lo sabes avisame porque yo ya tengo 55 años y estoy bastante preocupado, un n umero importante de colegas se han muerto recien recibida la pension y hast nosotros los medicos tenemos dificultades para enfrentar eso en nuestras propias vidas. No lo olvides, si sabes alguna solucion me avisas.

    07 junio 2015 | 20:26

  7. Dice ser Juan

    Y si fuera un mecanismo evolutivo para no tener que pensar en la muerte y calentarse la cabeza con todo lo hecho mal en el pasado , quien sabe

    08 junio 2015 | 03:38

  8. Dice ser neoludita

    Probablemente la mayoría de nosotros muramos antes de los 100. Pero no existen motivos para creer que nadie de los ahora nacidos llegará a los 1000.

    Sin duda alguna, la medicina pronto será tomada por completo por la computación y todos los problemas médicos actuales serán resolubles por simple aplicación de mecanismos técnicos, muchos de ellos de forma automática.

    Lo que va en contra sin embargo de dicho aumento de esperanza de vida son todas aquellas causas de muerte no relacionadas con la enfermedad: los accidentes, las guerras, las catástrofes naturales, los asesinatos, y por encima de todos ellos, los suicidios… Contra todos estos no esta tan claro que se vaya a poder mejorar mucho

    08 junio 2015 | 09:46

  9. Dice ser Alex

    Peter Bernhard una aclaración sobre lo primero que has comentado: los principios de la ciencia se basan en la inducción/deducción. Es decir: en la observación. No se puede hacer ciencia desde el intelecto exclusivamente. La intuición no es ningún método científico, ni ahora ni nunca lo ha sido. La intuición es una herramienta, una de las muchas que hay.
    Los mecanismos que pueda usar Big Data para predecir son directamente observables y no se basan en la intuición sino en matemáticas. La intuición es la que puede llevar al científico a evaluar que acontecimientos pueden estar relacionados usando big data (o lo que sea) y evaluar los resultados mediante la observación. En este caso, la intuición ha sido una herramienta y el big data otra. Pero al final, con todo esto solo estás trabajando con estadística usando métodos tecnológicos nuevos que nos permiten evaluar una gran cantidad de datos. Y respecto al big data te pondré un ejemplo: si evaluamos las probabilidades que una persona se ahogue relacionadas con las personas que saben nadar sucede que la mayoría de las personas que se ahogan saben nadar. Las conclusiones son evidentemente erróneas, aunque matemáticamente impecables. Es un ejemplo chorras pero creo que lo que intento decir con esto está claro: el argumento puramente estadístico constata una realidad desde un punto de vista determinado pero no genera conocimiento.
    Respecto al artículo, me parece una chorrada las conclusiones. El Alzhéimer es una patología y tarde o temprano sabremos por que se produce y como tratarla. Igual que el cáncer. El ser humano siempre ha reaccionado igual ante aquello que le supera, envolviéndolo en cierta atmosfera mística (antes era dioses o demonios, ahora los argumentos se han refinado: el precio que hay que pagar. Al final es lo mismo, algo que está más allá de nuestro entendimiento actual). Es como decir que la muerte es el precio a pagar por estar vivo. Obviedades que no dicen nada.

    08 junio 2015 | 11:26

  10. Dice ser Alex

    Peter Bernhard sobre lo segundo que comenta: el problema no es que la sociedad no sepa qué hacer con los mayores, es algo más profundo. La sociedad no sabe qué hacer con todos aquellos que está fuera de su modelo productivo. Pero al final eso poco importa, mientras puedas mantenerte y goces de buena salud lo que importa es lo que lleva uno dentro. Hay cientos de cosas que hacer que no hacemos porque no tenemos tiempo. Muchas de ellas no las va a hacer con 65 años, pero muchas otras sí. La gente que conozco que les va bien, y en eso usted tendrá más experiencia por su trabajo, son gente que se mantiene activa. Pero no lo hacer por que hay que hacerlo, lo hacen por que quieren nacerlo, por que les gusta.

    08 junio 2015 | 11:34

  11. Dice ser jabalin

    Somos materia, ni más ni menos, sujetos a las leyes de la física, en particular a la Termodinámica… Seguro que si seguimos progresando en conocimiento y herramientas, llegará el día en que un ser humano podrá vivir indefinidamente, nunca eternamente. Respecto a la afirmación de que ya ha nacido el primero que vivirá mil años, estoy de acuerdo con el blogger, no lo creo, en absoluto, nos falta muchísimo aún para llegar a eso.
    La medicina, la bioquímica, la genética… no están en pañales, es que aún no ha dado tiempo ni a ponérselos.

    08 junio 2015 | 11:47

  12. Dice ser Peter Bernhard

    Alex: La utilidad de las estadisticas nadie la discute ni creo que ese sea el motivo de discucion. Segun tu opinion la intuicion no resulta util para la ciencia y todo debe basarse en evidencia demostrada. Cuando en un campo no existe evidencia documentada, en que te basas para documentar tu marco teorico inicial?
    Con respecto al articulo no creo que sea tal chorrada sino piensop que es una lastima que el autor por sembrar la inquietud del escepcismo (lo cual es sano) sin darse cuenta da una impresion de tendencia pesimista, a pesar de escribir de una manera admirable.
    Veo que conoces a muchas personas mayores que se la pasan bien. Conozco la misma proporcion de mayores que se la pasan bien como los que no se la pasan bien. Ha sido un error de mi parte no haber podido comunicar o despertar la preocupacion por el nosotros como sociedad y en eso si esta cambiando el mundo rapidamente. La sociedad somos nosotros y estoy de acuerdo que cada quien debe procurase su propio bienestar pero y los demas que? Que hacemos por los demás me referia a una vision sistemica de la realidad.
    En todo caso Alex ha sido muy interesante tu comentario y que bien encontrar entre «los demas» gente como tu con la cabeza bien amoblada.
    De manera constructiva te invito a que por un momento te pongas en el lugar de quien recibe todos los dias perosnas mayores con y son esperanzas. Cuando somos jovenes somos muy valientes u poco nos asusta pero estar sentado en la silla de quien esta proximo a morir solo sabe el que la ocupa lo que se siente y lo que se piensa.
    Saludos y hasta la proxima contienda!!!

    08 junio 2015 | 21:40

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