¿Y si los aviones se pilotaran solos?

La semana pasada el visionario, tecnólogo y empresario Elon Musk, responsable de PayPal, SpaceX y Tesla Motors, y a quien algunos medios suelen definir como la versión real de Tony Stark, provocó cierto revuelo en internet cuando dijo: «En un futuro distante, los legisladores podrían prohibir los coches conducidos porque son demasiado peligrosos». Musk pronunció esta frase en la Conferencia de Tecnología GPU, en San José (California), ante una audiencia de 4.000 personas durante un mano a mano con Jen-Hsun Huang, CEO de la compañía tecnológica NVIDIA, a propósito de la presentación de un ordenador de conducción autónoma desarrollado por esta empresa.

Ilustración del F 015 Luxury in Motion, el Mercedes autoconducido. Imagen de Mercedes-Benz.

Ilustración del F 015 Luxury in Motion, el Mercedes autoconducido. Imagen de Mercedes-Benz.

Musk no vaticinó que las calles y carreteras se llenarán de coches autoconducidos de la noche a la mañana; aclaró que será un cambio lento y que, si los vehículos autónomos estuvieran disponibles mañana mismo, la transición llevaría 20 años. También pronosticó que los legisladores se opondrán frontalmente a autorizar la circulación de estos coches, hasta que varios años de pruebas acumuladas les convenzan de su seguridad. Pero se mostró confiado en que esta evolución será inevitable. «Creo que llegará a ser algo normal. Antes había ascensoristas, y luego inventamos circuitería para que el ascensor supiera llegar a tu piso. Así serán los coches», sugirió. A continuación se zambulló en su Twitter para precisar que «Tesla está decididamente a favor de que a la gente se le deje conducir sus coches, y siempre lo estará», para luego añadir: «Sin embargo, cuando los coches autoconducidos sean más seguros que los conducidos por humanos, el público podría ilegalizar estos últimos. Espero que no».

Lo cierto es que muchas compañías con tradición de saber en qué invierten su dinero, como Google, Mercedes-Benz o la propia Tesla, entre otras, están desarrollando este tipo de tecnologías de conducción autónoma. Aunque su comercialización se vea aún muy lejana, si hemos de juzgar por la tendencia, parece que los expertos creen viable que algún día las carreteras se llenarán de coches conduciendo solos, comunicándose y cooperando entre ellos sin intervención humana. Según Musk, lo más complicado será lograr que estos sistemas funcionen en la franja entre los 20 y los 80 kilómetros por hora, en entornos urbanos y suburbanos con peatones, ciclistas, mucho tráfico cruzado y demás interferencias. En cambio, el tecnólogo cree que será más sencillo conseguirlo en un escenario de carreteras y autopistas, por encima de los 80 km/h.

Un tren automático de la línea 9 del metro de Barcelona. Imagen de Javierito92 / Wikipedia.

Un tren automático de la línea 9 del metro de Barcelona. Imagen de Javierito92 / Wikipedia.

Los sistemas de conducción automática llevan ya varios años introduciéndose con éxito en las redes de metro con distintos grados de autonomía, desde aquellos casos en los que el tren lleva un conductor que se encarga de abrir y cerrar las puertas y de supervisar el funcionamiento, hasta los casos en los que se prescinde por completo de la presencia humana, como en la lanzadera de la terminal T4 del aeropuerto de Barajas. Barcelona y Madrid se unen a la larga lista de ciudades del mundo que incorporan trenes automáticos, en la mayor parte de los casos aún con presencia de conductor. Pero parece evidente que el mayor obstáculo para que los trenes circulen sin maquinista ya no es tecnológico, sino psicológico: tal vez aún sea tranquilizador comprobar que al volante hay un ser humano. Sin contar con que habría muchos puestos de trabajo en peligro. Pero ¿qué habría ocurrido si el Alvia de la curva de Angrois hubiera circulado de forma autónoma?

Es evidente que el salto ahora es hacia arriba. Tirando de la última frase, el error humano está también detrás de la mayoría de los desastres aéreos, según datos de la web planecrashinfo.com. Aunque los expertos afirman que un avión no suele caer por una sola causa, sino más bien por una desafortunada concatenación, desde la década de 1950 el 53% de los accidentes aéreos se han debido a errores del piloto como razón primaria, ya sea única o unida a otras circunstancias meteorológicas o mecánicas que podrían haberse resuelto con un pilotaje más diestro. Por el contrario, los fallos mecánicos irresolubles fueron responsables del 20% de los accidentes. El resto se divide entre otras causas, como sabotajes u otros errores humanos, por ejemplo de mantenimiento o de control aéreo.

Merece la pena insistir: más de la mitad de todos los accidentes aéreos de la historia desde 1950 no se habrían producido sin el error humano. En la memoria quedan tragedias como la del mayor desastre en número de víctimas (583), el del aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos en 1977, cuando dos Boeing 747 colisionaron en pista debido a un estúpido malentendido que llevó a un piloto a despegar cuando aún no tenía autorización. O el más reciente caso del vuelo de Spanair en 2008, cuyos pilotos trataron de levantar el vuelo con una configuración errónea de las alas. O la casi incomprensible caída al mar del vuelo 447 de Air France en 2009, causada porque un inexperto copiloto malinterpretó el comportamiento de su avión y se empeñó repetidamente en hacer justo lo contrario de lo que debía. Por no hablar de los casos en los que ha sido el piloto quien ha estrellado deliberadamente la nave, ahora de triste actualidad y de insólita frecuencia, ya que se sospecha que el vuelo de Malaysia Airlines desaparecido hace un año pudo sufrir un destino similar.

Ahora, cabría preguntarse no solo si la idea de confiar nuestra seguridad a aviones autoguiados es posible, sino también si es deseable. Respecto a esto último, el concepto espeluznará a muchos, y sería de esperar que contara con la repulsa general. Respecto a si es viable, el titular es que depende de quién opine. Según el piloto y bloguero Patrick Smith, la idea de que actualmente los aviones vuelan solos está «ridículamente alejada de la realidad». «La prensa y los comentaristas repiten esta basura constantemente, y millones de personas llegan a creérselo», escribe Smith.

Otros, como Stephen Rice, psicólogo especializado en ingeniería y concretamente en el factor humano de la aviación, aseguran que «la tecnología ya está ahí; los aviones modernos podrían despegar, volar y aterrizar solos», según comentaba a la web BuzzFeed. En la misma línea, el director del programa de aviones no tripulados de la Universidad Estatal de Nuevo México, Doug Davis, señalaba a la BBC: «Creemos que los aviones no tripulados son la próxima gran transformación de la industria de la aviación». Y recientemente era nada menos que el director general de tecnología de Boeing, John Tracy, quien afirmaba: «Con respecto a los aviones comerciales, no tenemos ninguna duda de que podemos resolver el problema del vuelo autónomo».

El avión espacial Boeing X-37B en la base aérea de Vandenberg. Imagen de United States Air Force / Wikipedia.

El avión espacial Boeing X-37B en la base aérea de Vandenberg. Imagen de United States Air Force / Wikipedia.

El piloto automático ya ha cumplido los cien años. Los primeros sistemas rudimentarios se limitaban a mantener la altitud y el rumbo durante el vuelo de crucero. En 1930, la revista Popular Science Monthly informaba sobre un dispositivo que permitía «guiar un avión en su curso durante tres horas sin ayuda humana». Los sistemas actuales, concebidos para casos de condiciones meteorológicas extremas, permiten incluso llevar un avión a tierra sin intervención directa de la tripulación, que puede limitarse a supervisar el proceso. El ejército de EE. UU. cuenta con el Boeing X-37B, un pequeño transbordador espacial no tripulado, y el Northrop Grumman X-47B, un avión de combate semiautónomo. Por supuesto, el «semi» no es un compromiso satisfactorio: ningún pasajero querría subir a un dron dirigido por control remoto; de haber un humano a los mandos, preferiríamos que compartiera nuestro destino, y no que abandonara los controles para irse a la sala de café cuando nosotros estamos a 30.000 pies de altura. Pero la británica BAE Systems ya ha probado su Jetstream autónomo por el espacio aéreo de Reino Unido con una tripulación humana que se limitaba a mirar.

Hoy todavía el piloto automático es como nuestros ordenadores personales; lo que el director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA) del CSIC, Ramón López de Mántaras, llama «sabios idiotas». En el vuelo 447 de Air France, el error del copiloto se produjo después de que el sistema automático se desconectara porque la congelación de las sondas externas le impedía conocer los parámetros de vuelo, por lo que dejó el control en manos de los tripulantes. En casos como este, el factor humano es imprescindible, aunque en aquel caso concreto no hiciera sino empeorar la situación. Pero los avances en inteligencia artificial también se están aplicando a la aviónica, y ya se experimenta con sistemas capaces de aprender de la experiencia.

Tal vez toda esta cuestión no tendría mayor recorrido si las aerolíneas pudieran garantizarnos que siempre volaremos bajo el mando de un piloto veterano, experto, curtido en mil adversidades, emocionalmente estable y psicológicamente férreo. Pero obviamente no es así, y nunca lo será. Y si en el futuro se nos llegara a presentar la elección entre confiar nuestra seguridad a una máquina (supongamos que casi) perfecta o asumir la posibilidad de viajar a merced del capricho de un sujeto perturbado, profesional-personal-emocionalmente inmaduro al que le acaba de dejar la novia, este que suscribe no tendría ninguna duda.

7 comentarios

  1. Dice ser asd

    Pues a mas automatismo en el vuelo, pilotos menos competentes tendremos. Y cuando realmente se les necesita (ejemplo el vuelo 447 de Air France) no saben reaccionar.

    29 marzo 2015 | 15:44

  2. Dice ser Putete

    La razón por la que los vehículos automáticos no son permitidos es porque arruinarían uno de los más grandes negocios del mundo, el de las aseguradoras.

    29 marzo 2015 | 16:20

  3. Dice ser Marzo

    Yo no creo en las automatizaciones. No por que no creo en que es viable tecnologicamente, si no por que todo sistema informático esta sujeto a posibles hackeos, y además añaden aun mas sistemas y por ende las probabilidades de fallos aumentan. Claro está, además, que si acabamos automatizando todo, a la larga los humanos no sabremos hacer nada.

    Yo como medida de seguridad haria totalmente lo contrario. Mas pilotos, haciendo que trabajaran menos. Con los trenes lo mismo. Dos ingenieros comartiendo cabina, y que se vayan turnando.

    Además de todo esto, aunque un ordenador puede pilotar lo que quiera para lo que se programe, jamás tendrá el factor humano de la intuición.

    Saludos.

    29 marzo 2015 | 16:34

  4. Dice ser Casandra

    A eso ( vale reirse ) se le llama dron

    29 marzo 2015 | 19:35

  5. Dice ser Casandra

    4 dic 2012

    Guerra contra las máquinas: Nuevo misil de microondas que no deja víctimas humanas

    En lo que parece ser un invento de la ciencia ficción, un nuevo misil que utiliza pulsos electromagnéticos contra los edificios que tiene como objetivo podría inutilizar los dispositivos electrónicos de un país sin afectar a las personas.
    El fabricante de aviones estadounidense Boeing dice haber probado con éxito el arma en un vuelo de una hora durante la cual ‘noqueó’ los ordenadores de todo un complejo militar en el desierto de Utah.

    Se cree que el misil podría incluso afectar a los búnkeres en los que se cree que se esconden supuestas instalaciones nucleares de Irán, informó el ‘Daily Mail’. Sin embargo, los expertos han advertido de que la tecnología podría utilizarse para poner a las ciudades occidentales ‘de rodillas’ si cae en las manos equivocadas.

    Durante el experimento de Boeing, el misil sobrevoló a baja altura sobre el campo de Prueba y Entrenamiento de Utah, descargando pulsos electromagnéticos contra siete objetivos y consiguiendo de forma permanente destruir sus aparatos electrónicos. Boeing dijo que la prueba tuvo tanto éxito que incluso la grabación de la cámara se desactivó.

    El misil CHAMP (acrónimo de Counter-Electronics High-Powered Advanced Missile Project) es un dispositivo volador que, en vez de estar pensado para estrellarse contra sus objetivos, ataca sobrevolándolos y emitiendo pulsos de microondas de alta potencia. De esta forma, consigue inutilizar los sistemas electrónicos del enemigo sin causar ningún daño estructural ni ninguna baja humana en el proceso.

    Boeing se negó a mostrar grabaciones de la prueba argumentando razones de seguridad, pero emitió una impresión artística de la misma en el vídeo. Un avión furtivo en el clip despliega un misil que emite ondas de radio que inhabilitan los sistemas informáticos dentro de los edificios que sobrevuela el misil, según el informe de la compañía.

    Keith Coleman, director del programa CHAMP, dijo que la tecnología marca «una nueva era en la guerra moderna». «En un futuro próximo esta tecnología puede ser utilizada para hacer que los sistemas electrónicos y los datos de un enemigo se inutilicen, incluso antes de que las primeras tropas o aviones sean desplegados.

    29 marzo 2015 | 19:36

  6. Dice ser Casandra

    08.02.2009

    Un virus informático deja en tierra a los cazas del Ejército francés

    El virus infectó uno de los sistemas informáticos de la Marina. Por precaución, se desactivaron los ordenadores que controlaban los planes de vuelo y otros detalles. El virus se contagió a través de Windows debido, según los datos que manejan las fuerzas armadas, a una memoria USB contaminada.

    Un virus que ha infectado parte del sistema informático de los ordenadores de la Marina del Ejército francés, ha hecho que los cazas no hayan podido despegar estos días, al no poder encender por precaución de un posible contagio, los equipos informáticos que los controlan. Microsoft ya había advertido que el virus denominado ‘Conflicker’, trasmitido a través de Windows, venía atacando los ordenadores desde el pasado mes de octubre de 2008. Pero según fuentes militares, la compañía no había tomado medidas de seguridad para que los computadores no se infectaran. En concreto, el virus ha afectado a una red conocida como Intramar, uno de los sistemas informáticos que manejan las fuerzas armadas, aunque no el principal ni el que controla la seguridad interna. Según las informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación galos, el virus habría atacado la red interna con la que trabaja la Marina, lo que ha producido que los ejercicios previstos estos días no se pudieran llevar a cabo. Jérome Erulin, portavoz del Ejército francés ha declarado, no obstante, que «el 99% de las comunicaciones están libres de virus», y que la información contenida en los ordenadores, «aunque infectada, no se ha llegado a perder». A pesar de todo, han admitido que durante el tiempo en el sistema informático ha estado inutilizado, tuvieron que recurrir a las antiguas y tradicionales formas de comunicación: teléfono, fax y correo ordinario, según informa el diario The Telegraph. La infección se pudo deber más a una negligencia que a un acto deliberado de sabotaje, reconocen fuentes militares, que sospechan que alguien de dentro del ejército uso en algún momento una memoria USB infectada con el virus.

    29 marzo 2015 | 19:40

  7. Dice ser Rompecercas

    La psiquiatría avanza tanto, que ya todo el mundo tiene alguna patología. Desde el punto de vista científico, los seres humanos somos algo muy defectuoso. No se puede confiar en un ser humano. Excepto claro, en esos seres completamente racionales, imbuidos del método científico…los doctores en ciencias.

    Llevamos un camino donde todo va a estar tan controlado y va a funcionar tan eficientemente, que a las personas sólo les va quedar la opción de intentar fastidiarlo… ¿No es en el fondo lo que ha pasado?

    30 marzo 2015 | 14:25

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