Tal vez al lector que sepa la respuesta le parezca que la pregunta es demasiado fácil, pero, según publica algún libro, se han hecho encuestas en que apenas hay respuestas correctas.
Es bastante conocido el hecho de que la trayectoria de la Tierra alrededor del Sol no es una circunferencia sino una elipse, y el Sol ocupa uno de los focos. Así que hay veces que la Tierra está más cerca del Sol (147 millones de kilómetros) y otras más lejos (152 millones de kilómetros) y atribuyen el calor del verano a que la Tierra está más cerca del Sol. Pero resulta que en el hemisferio norte, donde se encuentra España, ocurre lo contrario, en verano estamos más alejados del Sol. ¿Cuál es, pues, la verdadera razón?
La explicación más frecuente es que los rayos solares inciden más perpendicularmente en verano que en invierno. Efectivamente, así es, pero tal vez esto origine dos nuevos preguntas: 1º ¿por qué la mayor perpendicularidad de los rayos solares influye en el calor recibido? y 2º ¿por qué varía la inclinación con la que nos llegan los rayos solares?
La respuesta a la primera pregunta es sencilla: cuando los rayos solares inciden más perpendicularmente afectan una superficie menor, y esto es determinante. Supóngase que se reciben 1.000 calorías que, en un caso, se reparten en 1 metro cuadrado y, en el otro, en 2 metros cuadrados. Resulta así que, en este segundo caso, cada metro cuadrado recibe 500 calorías, la mitad que en el primer caso.
La respuesta a la segunda pregunta es más complicada: todo se basa en que el eje respecto del cual la Tierra efectúa una rotación cada día, no es perpendicular al plano de la elipse que describe la Tierra en su movimiento alrededor del Sol, sino que forma con él un ángulo de 23,5º.
Podría imaginarse esta situación colocando una pequeña pelota en el centro de una mesa redonda de cristal (supongamos que la trayectoria de la Tierra alrededor del Sol fuera circular). A continuación, tómese, un objeto esférico, por ejemplo, una naranja, atraviésese con un lapicero de extremo a extremo, que simbolizará el eje alrededor del cual gira la Tierra (Polo norte, Polo Sur), y sitúese en la periferia de la mesa con el lapicero en posición vertical y de tal modo que la mitad de la naranja emerja sobre la mesa. Después, inclínese el lapicero por la parte superior (Polo Norte), y por tanto la naranja, hacia el Sol (pelota que está en el centro), y estaríamos representando lo que sucede en España en verano.
A continuación, sin modificar la inclinación del lapicero, llevemos la naranja al extremo opuesto de la mesa (invierno), con lo cual tendremos ahora el lapicero inclinado el mismo ángulo, pero alejándose el Polo Norte del Sol.
Un dibujo simple ayudará a entenderlo. En el primero está representada la Tierra con su eje de giro en posición vertical y en el segundo con el eje inclinado.
Puede apreciarse como en la posición de verano los rayos solares incidirán más perpendicularmente en España, que está en el hemisferio norte, que en invierno. Lo contrario sucederá en el hemisferio sur.
De la observación de los dibujos se pueden extraer otras conclusiones que expondremos en un próximo artículo.
Pero, sin duda, se observará mejor en los dibujos de estos enlaces (1, 2, 3)
A los lectores
Gracias a Asgard por los dos enlaces (1,2) que permiten que se entienda mejor la formación del arco iris (artículo precedente). La no inclusión de determinadas fotos en los artículos se debe, efectivamente, a motivos de derechos de autor.