Entradas etiquetadas como ‘tardígrado’

Ositos ‘inmortales’ en la sierra de Madrid

Milnesium tardigradum

Imagen: Wikipedia

Por Mar Gulis

Han llegado a pisar incluso un plató de televisión por su capacidad de ‘resucitación’ y podrían inspirar una historia de terror a más de un guionista; sin embargo, los tardígrados, con un gran potencial para la investigación, todavía guardan muchos secretos para los científicos. Y no hay que irse muy lejos para toparse con ellos. En la Península Ibérica se han encontrado 131 especies distintas de tardígrados. De ellas, 48 se hallaron en la Sierra de Guadarrama, en Madrid. Pero, ¿qué son estos pequeños seres acuáticos de tamaño microscópico también conocidos con el tierno nombre de ‘ositos de agua’?

Tardígrado significa de paso lento. Su aspecto recuerda a un oso, son rechonchos y se mueven gateando sobre sus cuatro pares de patas acabadas en uñas afiladas. A diferencia de los osos, estos animales invertebrados son diminutos, miden entre 0,05mm y 2mm. Son capaces de vivir en cualquier entorno siempre que estén rodeados por una película, aunque sea mínima, de agua dulce o salada; y a cualquier altitud, desde el Himalaya hasta las fosas oceánicas; y latitud, desde ambos polos hasta el ecuador.

Tardígrado de la especie Echiniscus blumi hallado en la Sierra de Guadarrama / Noemí Guil

Nada se les resiste. En condiciones desfavorables, por ejemplo, por falta de agua o por congelación, entran en un estado de latencia denominado criptobiosis, que significa vida oculta. En este estado su metabolismo parece detenerse. Y así pueden sobrevivir durante años hasta que las condiciones les vuelven a ser favorables. Podrían sobrevivir a temperaturas extremas, en el vacío o a rayos X y ultravioleta 1.140 veces la dosis letal para los humanos. Pueden, incluso, sobrevivir en el espacio, resistiendo la ingravidez.

Su registro fósil aparece en el Cámbrico, con la explosión de filos animales (grupos de organismos) que hubo en ese período, siendo sus formas actuales muy parecidas a las de entonces. Sin embargo, pese a todo su potencial para la investigación y encontrarse en abundancia, los tardígrados, descubiertos a principios del siglo XVIII, han sido unos seres poco ‘queridos’ por la ciencia. Solo un puñado de investigadores los estudian en todo el mundo, y algunos de ellos habitan en el CSIC, en pleno estado de actividad… siempre que las condiciones no se vuelvan muy adversas.

 

Si quieres más ciencia para llevar sobre los tardígrados, visita la web de la investigadora del CSIC Noemí Guil: tardígrada.es