El lenguaje de los bosques: ¿se comunican los árboles entre sí?

L. SampedroPor Rafael Zas y Luis Sampedro (CSIC)*R. Zas

Bajo la apariencia de paz y armonía de los bosques se esconde un mundo de intensas batallas por la supervivencia. A lo largo de su vida, los árboles sufren infinidad de ataques de organismos nocivos, como insectos, bacterias y hongos. Hasta hace poco tiempo la respuesta contra estos enemigos se veía como una reacción simple y pasiva. En cambio, hoy se sabe que los mecanismos de defensa de los árboles, como los de cualquier otra planta, son rápidos, activos e implican a otros elementos del ecosistema con los que los arboles establecen relaciones de diferente naturaleza.

Para hacer frente a las continuas agresiones, los árboles han desarrollado complejos y variados sistemas defensivos que pueden regular en función del riesgo de ataque y de las condiciones ambientales. Así, del mismo modo que el sistema inmune del ser humano responde ante situaciones de riesgo de infección o ataque, los árboles reaccionan para aumentar y producir más y nuevas defensas.

Los pinos jóvenes, por ejemplo, multiplican hasta cuatro veces el contenido de su resina, su principal sustancia defensiva, pocas horas después de ser atacados por el gorgojo del pino (Hylobius abietis). Este insecto come su corteza y el tejido conductor de nutrientes y causa enormes pérdidas en el sector forestal en toda Europa. Además, su ataque desencadena cambios morfológicos en el sistema de canales resiníferos que protegen al pino a medio y largo plazo. Los pinos pueden dejar de crecer y dedicar todos sus recursos a producir barreras químicas y físicas adecuando su anatomía y fisiología a la situación de riesgo.

Hylobios

El gorgojo del pino causa enormes pérdidas en el sector forestal en toda Europa.

Pero estas respuestas no son siempre iguales ya que dependen entre otros factores del enemigo que provoca el daño, de la intensidad de este y de los factores ambientales como la disponibilidad de luz, agua y nutrientes. Estudios recientes en este ámbito ponen de manifiesto que uno de los mecanismos defensivos más característicos son las alteraciones en la emisión de compuestos aromáticos a la atmósfera.

Multitud de compuestos orgánicos volátiles son continuamente liberados por las plantas y en particular por los árboles. Esta liberación la percibimos en el peculiar olor que desprende un pinar, un eucaliptal o un bosque de laureles. Pues bien, la alteración en la concentración o composición de estas mezclas de sustancias es un efectivo sistema de comunicación interno del propio árbol. De este modo, señala la presencia de un ataque a partes alejadas de este sin necesidad de recurrir al lento y costoso transporte a través del sistema vascular.

Y no solo eso: con estas variaciones en la emisión de volátiles, el ‘aroma a estrés’ de la planta es una pista de información fiable que logra atraer a otros organismos, como aves insectívoras e insectos depredadores y parasitoides de los herbívoros, que se alimentan de los enemigos del árbol y son por ello beneficiosos para él. Así consiguen indirectamente reducir la presión de sus atacantes, estableciendo una red de relaciones con otros habitantes del bosque que, como si de un lenguaje se tratase, interpretan los mensajes emitidos por los árboles.

Pero, ¿podrían otros árboles en la vecindad percibir este código particular de sustancias volátiles como señal de alarma y alto riesgo de ataque? De ser así, las plantas no atacadas al detectar los mensajes de alerta en los compuestos emitidos, podrían pre-activar su sistema inmunitario y prepararse para un posible ataque. En la actualidad las investigaciones en este campo se centran en despejar estas y otras incógnitas acerca de las diversas formas de comunicación entre las diferentes partes del mismo árbol, entre distintos árboles, entre árboles e insectos e incluso entre árboles y hongos beneficiosos. Se abre un complejo mundo de interacciones donde son muchos los organismos implicados que perciben o participan de este lenguaje de los bosques. Desde este punto de vista se puede decir que hemos entrado en la era de la comunicación de las plantas.

Vídeo documental El legunaje de los bosques. Ver en inglés o gallego.

 

* Rafael Zas y Luis Sampedro son investigadores del CSIC en el grupo de investigación XenForLab de la Misión Biológica de Galicia (Pontevedra).

5 comentarios

  1. Dice ser un panadero

    Está claro que no es un acto de comunicación, es un fenómeno perfectamente explicable, o sea causa efecto. La comunicación es otra cosa: se emite un mensaje, se recibe el mensaje y así hasta que una de las partes de por concluido el acto.

    18 marzo 2015 | 12:39

  2. Dice ser Rita

    Siempre tendemos a humanizar muchas cosas. Los árboles no desarrollan complejos y variados sistemas defensivos, sencillamente quedan los que han sobrevivido, otras mutaciones no han desarrollado esa respuesta química y por tanto han desaparecido.

    Desde luego es discutible porque nuestras reacciones «defensivas» y decisiones no son mas que respuestas químicas mucho mas complejas las cuales han desembocado en una conciencia. Al fin y al cabo respuestas químicas que nos han hecho sobrevivir en la evolución. Nos perdemos en conceptos abstractos y finalmente me contradigo a mi misma, somos la misma cosa, pequeños seres a la deriva.

    Saludos

    18 marzo 2015 | 12:47

  3. Dice ser yosoy

    Puede ser que sea un principio de comunicación.
    Una reacción ante ataques nocivos que se transmite como pueden con los medios que disponen.

    Aunque suene a ciencia ficción, podria ser que fuesen desarrollando mas medios para esa transmisión que al final sea de una forma directa de enviar, recibir y responder..

    La evolución de la naturaleza es muy compleja y no se puede saber como va a comportarse

    18 marzo 2015 | 17:16

  4. Dice ser nekane

    Soy una apasionada de los árboles, me encantan los bosques, me seduce cualesquiera de ellos, los abrazo y siento el bienestar que transmiten, pero a la vez, a mí, grandiosa amante de la libertad, me dán una infinita pena, anclados con fuerza al suelo, muchos con demasiada edad …se plantearán tal injusticia?

    19 marzo 2015 | 20:08

  5. Dice ser Kaltan

    No solo entre ellos, algunos más que eso. Un buen ejemplo:

    http://documentalium.blogspot.com/2014/09/donareiche-el-roble-de-thor.html

    20 marzo 2015 | 23:58

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