Los microenemigos que acabaron con el ejército de Napoleón

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Por Jesús Gil Muñoz (CSIC)*

La Historia ha estado siempre motivada por grandes pasiones, pero a menudo se han ignorado los pequeños detalles que cambiaron su curso.

Corría el año 1812 y l’Empereur decidió invadir Rusia, respaldado por 16 años de invencibilidad. Para emprender una empresa de tal magnitud, Napoleón reunió lo que fue hasta entonces el ejército militar más amplio y poderoso jamás conocido. Se componía de más de 600.000 hombres de todos los países dominados por su Imperio. Así pretendía, bajo intimidación, obligar al Zar a volver a aliarse con él en su bloqueo continental a Inglaterra. Pero lo que suponía que iba a ser una campaña rápida y sencilla se convirtió en una de las mayores catástrofes militares de la Historia: menos de 30.000 soldados napoleónicos sobrevivieron a la incursión, que prácticamente supuso la destrucción de la Grande Armée.

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Adolph Northen representó en este cuadro la invasión de Rusia por el ejército napoleónico en 1812 / Wikipedia

Al pasar por Polonia, zona endémica del temible tifus, los soldados fueron presa de un engorroso ataque de piojos y garrapatas, cuyas picaduras se trataban con gasas impregnadas en vino o con malvavisco. En aquel momento se ignoraban las posibles consecuencias, pero con el paso de los días las picaduras se convirtieron en grandes erupciones en la piel. Los soldados intentaban aliviar los terribles picores que provocaban rascándose tan fuerte que se hacían heridas aún más grandes. Después, las altas fiebres se apoderaban de sus cuerpos provocando desvanecimientos. Caían más soldados enfermos que en la batalla.

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Células infectadas por Rickettsias / Wikipedia

El ejército estaba siendo objeto de los ataques de otro enemigo. Un enemigo tan poderoso como minúsculo, casi invisible, que no diferenciaba ningún bando, atacando a mansalva tanto a rusos como a soldados imperiales. Las picaduras de los piojos estaban dando sus frutos. Los propios oficiales, al rascarse, se esparcían por sus heridas, cada vez más abiertas, la munición de estos artrópodos: una miríada de bacterias (a la postre Rickettsias) penetraba en el torrente circulatorio y provocaba inflamaciones en los vasos sanguíneos, llegando a afectar a casi todos los órganos.

Fue una pesadilla: siete meses de cruentas y sangrientas batallas que, sumadas a la falta de abastecimiento y al despiadado invierno, sembraron de cadáveres y moribundos la vasta estepa rusa. Los médicos sabían de los microbios: “Necesitamos un servicio sanitario mayor, mi general. Tenemos que formar a soldados a la par que a cirujanos y médicos. Los microbios son nuestros peores enemigos”, decían. “Vine a pelear contra hombres, no contra la Naturaleza”, respondía l’Empereur.

Creemos que los humanos gobernamos la Tierra, pero fuimos engañados: en la Tierra mandan los microbios.

 

*Jesús Gil Muñoz (Barbate, 1984) trabaja en el Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC y es autor del blog RadicalBarbatilo.

12 comentarios

  1. Dice ser Alberto

    No solo los microbios, el llamado «General Invierno» destrozó al ejército napoleónico tanto en el avance como en la retirada. Siglos después Hitler cometió el mismo error, entró en Rusia con el verano ya avanzado.

    02 julio 2014 | 11:33

  2. Dice ser Luis

    Claro, en la alemania nazi quemaron todos los libros de historia e Hitler cometió el mismo error que Napoleón. No amigo. La equipación de invierno del ejercito alemán era perfecta. La derrota de los nazis en Rusia fue motivada por la obsesión de Hitler en tomar Stalingrado, donde agotó todos sus recursos bélicos, abandonando objetivos importantes como Moscú donde estuvo a unos 100 kms de distancia, y luego no pudo detener el avance estratégico de las divisiones rusas. Su megalomanía y desconfianza en sus generales fué su perdición.

    02 julio 2014 | 11:57

  3. Dice ser Dieselon

    De verano ya avanzado nada, la invasión comenzó en junio. Además hay que sumar que los inviernos del 42 al 44 fueron los más duros y frios de todo el siglo XX.

    02 julio 2014 | 12:23

  4. Dice ser Karl Marx

    Sí, la equipación para invierno alemana era tan cojonuda que nunca he oido hablar de piezas de artillería, obuses, coches, camiones abandonados e incluso de aceite de motor que se congelaba inutilizando decenas de carros blindados.

    Entiendo.

    02 julio 2014 | 12:36

  5. Dice ser historiador

    Y Carlos XII de Suecia, también fue derrotado por no preparar la invasión del sur de Rusia en su guerra con Alejandro I

    02 julio 2014 | 12:45

  6. Dice ser Monstruo

    No Luis, estas equivocado.

    En la toma de Stalingrado los soldados del eje, que no alemanes pq habia varios ejercitos protegiendo al 6º aleman, como los rumanos, italianos y hungaros, la equipacion era de verano, no tenian medios ni logistica suficiente para afrontar esa batalla, que unida al invierno mas frio de los ultimos años y a las deficiencias en equipacion hicieron que fuese una derrota total.

    Te pongo un parrafo que resume bien lo que digo:

    «En efecto, los aceites, los líquidos hidráulicos y los anticongelantes no resistían el frío extremo, las armas se atascaban; también el tocar un tanque o superficie metálica con la mano desnuda significaba quedar pegada como piedra al metal, debiendo amputársele. Los motores no partían ni aun prendiendo hogueras bajo ellos y había que abandonar las máquinas. El pan, la grasa y mantequilla eran como piedra, no se podía comer, se agripaban las armas automáticas y era necesario quitarles las armas a los cadáveres rusos pues éstas sí funcionaban y bien.

    El sufrimiento del soldado de infantería frente a ese extremo escenario llegó a cotas difíciles de vencer. Además, el invierno de 1941-1942 fue inusualmente frío incluso para los estándares rusos (de -40 a -55 °C).

    Muchos hombres caminaban con los pies envueltos en papel y había una gran escasez de guantes. Excepto por sus cascos en forma de cubo muchos soldados alemanes eran apenas identificables como miembros de la Wehrmacht. Sus propias botas, altas, ceñidas y forradas de acero aceleraba el proceso de congelamiento, de modo que recurrieron a robar ropa y zapatos a los prisioneros de guerra y a los civiles.»

    02 julio 2014 | 12:47

  7. Dice ser historiador

    Dice ser Luis

    Claro, en la alemania nazi quemaron todos los libros de historia e Hitler cometió el mismo error que Napoleón. No amigo. La equipación de invierno del ejercito alemán era perfecta. La derrota de los nazis en Rusia fue motivada por la obsesión de Hitler en tomar Stalingrado, donde agotó todos sus recursos bélicos, abandonando objetivos importantes como Moscú donde estuvo a unos 100 kms de distancia, y luego no pudo detener el avance estratégico de las divisiones rusas. Su megalomanía y desconfianza en sus generales fué su perdición.

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    Dice ser Dieselon

    De verano ya avanzado nada, la invasión comenzó en junio. Además hay que sumar que los inviernos del 42 al 44 fueron los más duros y frios de todo el siglo XX.

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    A parte del invierno, la invasión de Rusia por las tropas Alemanas, estaba prevista en un principio para mediados de mayo de 1941, pero por la entrada de Italia en guerra (Norte de Africa) y la intervención en los Balcanes junto a la la resistencia Griega, retrasó el inicio de la Operación Barbarroja hasta casi finales de Junio, con lo que llegó el General Invierno Ruso frustrando en parte los planes Alemanes, junto también a la resistencia desesperada del Ejercito Rojo, que consiguieron frenar en seco en Leningrado, Moscú y Stalingrado a las tropas del III Reich.

    02 julio 2014 | 12:53

  8. Dice ser historiador

    Dice ser Luis

    Claro, en la alemania nazi quemaron todos los libros de historia e Hitler cometió el mismo error que Napoleón. No amigo. La equipación de invierno del ejercito alemán era perfecta. La derrota de los nazis en Rusia fue motivada por la obsesión de Hitler en tomar Stalingrado, donde agotó todos sus recursos bélicos, abandonando objetivos importantes como Moscú donde estuvo a unos 100 kms de distancia, y luego no pudo detener el avance estratégico de las divisiones rusas. Su megalomanía y desconfianza en sus generales fué su perdición

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    Llegaron hasta Khimki, situada a 46 km de Moscú y si no estoy equivocado, hubo comandos o secciones de reconocimiento de la Wermach que llegaron a estar a 25 km, de la capital Rusa; estoy buscando documentación que pueda añadir, pero de momento no he podido.

    02 julio 2014 | 13:13

  9. Dice ser Type

    Quien gobierna el mundo es la Naturaleza, no la Economía. Eso lo ignoran los economistas, y por eso vamos hacia la catástrofe, igual que la Grande Armee.

    02 julio 2014 | 14:52

  10. Dice ser rosa rodriguez

    Millones de personas mueren por culpa de los micribios .miedo da porque todos los años se siguen infectando niños con piojos da igual lo limpios que salgan de casa pueden cogerlo,pero si además puede entrar una de esas enfermedades .Los centros de investigación tienen que disponer de mas subvenciones la la medicina necesita mas ayuda de los cientificos ,pandemias y plagas han pasado pero pueden volver necesitamos científicos como tu con esas ganas inagotables por aprender .

    02 julio 2014 | 17:53

  11. Dice ser Antonio Larrosa

    Que Dios nos libre de una guerra.Soy superviviente de una guerra y una postguerra y puedo aseguraros que lo que pasamos los de aquel tiempo nada tiene que envidiar a lo que se cuenta de las invasiones a Rusia por Napoleon y por Hitler. Aquí teniamos miseria de piojos garrapatas, cucarachas,chinches, ratas. etc, además de enfermedades , hambre y terror para escribir mil libros. Recemos para que Dios nos proteja.

    Clica sobre mi nombre

    02 julio 2014 | 18:40

  12. Dice ser Paco Gil

    Soy asiduo seguidor de Jesús, un genial trabajador, un científico encomiable y sobre todo amigo de sus amigos. No se cómo, pero hace mucho, muchísimo, el tiempo en sus manos es chicle, y todo lo hace bien, es un enamorado de su trabajo y plasma como nadie cualquier idea de las muchas que rondan su cabeza. En esta historia ha sabido darnos a conocer de forma amena y rigurosa cómo la Historia y la Ciencia van de la mano desde el inicio de los tiempos. Este hombre parece tener el don de la ubicuidad,es cierto; por eso recomiendo que lo sigáis en su Twitter @JGilMunoz y en su blog RadicalBarbatilo. Suerte Jesús y sigue como hasta ahora

    02 julio 2014 | 23:25

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