Por Mar Gulis
No se conoce ningún otro ser vivo capaz de resistir semejante cantidad de radiación gamma. Deinococcus radiodurans, también conocida como Conan, puede soportar dosis hasta 1.500 veces mayores que las que causarían la muerte humana.
Conan está en el Libro Guinness de los Récords por su increíble resistencia / Wikipedia.
Esta bacteria fue descubierta en 1956 por Arthur W. Anderson, de la Estación Experimental Agrícola de Oregón (EEUU). El científico estaba experimentando diferentes medios para esterilizar la comida en latas de conserva. Después de irradiar carne de cerdo y buey con dosis que se consideraban suficientes para su esterilización, vio que algunas latas mostraban signos de putrefacción. En ellas detectó la presencia de un microorganismo que se negaba a morir a pesar de tanta hostilidad. Estupefacto, Anderson lo aisló para su estudio. Desde entonces esta bacteria tiene un hueco en el Libro Guinness de los Récords por considerarse la más resistente del mundo.
La comunidad científica aún investiga los mecanismos que permiten a Conan mantenerse con vida en condiciones tan adversas. Al parecer, Deinococcus radiodurans sufre, y mucho, con la radiación. Tras ser expuesta a los rayos gamma, su cromosoma queda roto en más de 500 fragmentos, pero luego la bacteria es capaz de recomponerlos gracias a que posee entre 4 y 10 copias de su material genético. Esto significa que la probabilidad de encontrar un trozo no dañado para reconstruir las cadenas rotas es mucho mayor que la de la mayoría de las bacterias, que solamente dispone de un par de copias.
Este alucinante organismo puede también soportar temperaturas extremas, sequías severas, falta de nutrientes… Deinococcus radiodurans es un buen ejemplo de ser extremófilo. Este término engloba a aquellos organismos que son capaces de vivir en unas condiciones ambientales realmente hostiles. Pero no hay que ir muy lejos para encontrarlos. Tu nevera o tu microondas probablemente alberguen estos seres…
Si quieres más ciencia para llevar sobre Conan y otros extremófilos, consulta La vida al límite (CSIC-Catarata), un libro del biólogo Carlos Pedrós.
Impresiona e intimida la capacidad de supervivencia de estos seres microscopicos, tengo entendido que el nombre de la bacteria viene del personaje literario y de comic «Conan el Barbaro», personaje del que he sido aficionado, aunque tambien hay otros ilustres que se llamaban parecido, como Arthur Conan Doyle…
http://lacasadelcomicduendeverde.blogspot.com.es/search/label/Sal%20Buscema
Un saludo y gracias por el articulo.
14 marzo 2014 | 11:30
[…Al parecer, Deinococcus radiodurans sufre, y mucho, con la radiación. Tras ser expuesta a los rayos gamma, su cromosoma queda roto en más de 500 fragmentos,…]
Mira que no me gustan nada bacterias perjudiciales, virus y demás pequeños cabrones, pero me ha dado pena la pobre bacteria al leer eso, jajaja…
No nos dicen si esta bacteria es perjudicial, beneficiosa o neutral para la salud, en caso de que fuese perjudicial mala cosa, si ni la radiación acaba con ella…
14 marzo 2014 | 11:40
Es un bicho vegetal interesante pero no creo que haya nada que temer, mientras no lo manipulen genéticamente para convertirlo en un arma biológica.
Produce la putrefacción, convive con nosotros en neveras y microondas y seguramente lleva en la Tierra desde de comenzó la vida.
Pero, ¿sobrevivirá a la crisis??????
14 marzo 2014 | 11:53
#pepe: ¿bicho vegetal?
Las bacterias son del dominio «Bacteria», es decir una procariota, muy alejada de las celulas eucariotas que englobaria animales, plantas y demas; es decir celularmente no tiene nada que ver, no tienen ni nucleo. El Reino tambien es Bacteria
14 marzo 2014 | 12:19
Si no hay remedio, casi prefiero no enterarme
14 marzo 2014 | 13:38
Si crean una vacuna con esta superbacteria podria convertirnos en Superhumanos.
Con esa regeneracion celular ::Quizas nos haga inmortales
14 marzo 2014 | 13:50
Ya estarán estudiando los discípulos de Mengele la posibilidad de dotar a algunos virus de esta resistencia, para ver si así nos liquidan más rápidamente.
1saludo.
14 marzo 2014 | 14:27
A ver cuando encuentran un microorganismo capaz de aguantar temperaturas como las de la superficie de Venus. Eso sí que sería una noticia.
14 marzo 2014 | 15:01