Las tiendas de segunda mano, tanto online como físicas, amplían negocio. La crisis ha favorecido la compraventa de objetos usados que ya no les valen a unos, pero necesarios para otros, también ocurre con los regalos de Navidad y Reyes. Pero además de la crisis, la reacción ante el consumismo exagerado y poder encontrar objetos especiales han favorecido mucho este comercio.
Un estudio de Wallapop, la aplicación móvil española para la compraventa de artículos de segunda mano, señala que el 62% de los encuestados reconoce haber regalado objetos de segunda mano. Un 64% de las mujeres ha recurrido a esta opción alguna vez y un 58% de los hombres también lo ha hecho.
El descuento sobre el precio original en tiendas (para el 46,8%), la búsqueda de productos descatalogados (23,4%), exclusivos (16,5%) o vintage (13,3%) son los atractivos principales del comercio de segunda mano según los consumidores.
Por edades, los menores de 25 años son los que más frecuentan aplicaciones como Wallapop para consumir o mirar artículos para regalar (70%), buscando sobre todo ofertas (53,2%) y exclusividad (21,3%). Entre los 26 y los 45 años, quienes obsequian a los demás con productos de segunda mano (57%) lo hacen por una cuestión económica (41,6%) o para encontrar algo con valor sentimental, como artículos fuera de fabricación (30,3%). Unos motivos que comparten también los usuarios mayores de 46 años. El 63,6% de ellos ha optado por sorprender a alguien con un objeto usado. También son los más comprensivos a la hora de aceptar regalos usados por la rebaja que supone para el comprador (77,3%). Pero, en líneas generales, los más ahorradores son consecuentes y suelen mostrarse satisfechos con lo que reciben aunque sean cosas baratas (70%).
La encuesta de Wallapop revela que al 56% de los españoles le han hecho un regalo de segunda mano, ellos más que ellas, con un 65% y un 51%, respectivamente.
Los hábitos de consumo de los españoles están cambiando hacia modelos más sociales, impulsados por plataformas P2P (peer-to-peer), que rompen con el sistema tradicional de comercio. Se pasa de un consumismo individualizado a uno mucho más participativo.
Ahora los usuarios comparten, ofrecen y alquilan bienes o servicios. En esta nueva economía colaborativa, los consumidores se vuelven más responsables y deciden dar valor a lo que tienen, reutilizando objetos o recuperando el dinero invertido de aquellos en desuso. Según Wallapop, el 48% de los españoles calcula tener en casa hasta 500 euros en cosas que no utiliza. Y 3 de cada 10 usuarios conseguiría más de 1.000 euros en una posible reventa.