Este sábado, 12 de mayo, se celebra el Día Mundial del Comercio justo y las organizaciones que lo promueven quieren destacar que un consumo más responsable puede reducir la desigualdad y la pobreza.
Bajo el lema elegido este año, «Somos comercio justo», más de 50 poblaciones españolas se unirán a la celebración. El movimiento del Comercio justo, que integra a más de dos millones de productores y trabajadores en todo el mundo y en España a unas 2.600 personas voluntarias y 135 profesionales, recuerda que es posible garantizar una vida digna para todos los habitantes del planeta y frenar la degradación medioambiental.
Así también lo ha constatado Naciones Unidas en los llamados Objetivos Mundiales (Objetivos de Desarrollo Sostenible) que deberían cumplirse antes del 2030. “Para lograrlo, uno de los factores esenciales es fomentar el consumo responsable y una producción más sostenible”, señalan los responsables de la Coordinadora estatal de Comercio justo.
«Queremos hacer un llamamiento a la ciudadanía –dicen- para que realice un consumo más ajustado a sus necesidades reales y favorezca aquellas formas de producción respetuosas con los Derechos Humanos y laborales y con el medio ambiente».
Las organizaciones invitan a la ciudadanía a participar en la campaña en redes sociales #SomosComercioJusto y unirse a este movimiento para mostrar su compromiso por un mundo más justo.
Gloria Sagñay es una campesina de Ecuador, representante de una pequeña organización productora de quinoa. Dice que con el comercio justo su producto es valorado y el precio y el peso son justos; y que así logra ingresos para su familia. Su forma de vida es apoyada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo que concluye que el 70% de los alimentos que consume la población mundial son producidos por pequeñas organizaciones agricultoras con explotaciones de menos de 2 hectáreas. Pero paradójicamente, la mayoría de quienes trabajan en este sector malviven en la pobreza. Un estudio reciente de la OIT señala que casi dos tercios de los trabajadores en situación de pobreza extrema estaban empleados en la agricultura.
Por otro lado, la degradación de la tierra, la disminución de la fertilidad de los suelos y el uso insostenible del agua están disminuyendo la capacidad de los recursos naturales para suministrar alimentos. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático advierte de que en los últimos 30 años, debido al calentamiento global, se ha producido una reducción significativa en la producción de maíz, trigo y otros cultivos importantes, situación que pone en riesgo la soberanía alimentaria de los pueblos.
Ante estas realidades, los promotores del Comercio justo apuestan por el desarrollo de las pequeñas organizaciones productoras y el cuidado del medio ambiente a través de la comercialización de sus productos elaborados en condiciones dignas. De esta manera, se apoya su desarrollo y se contribuye a una mayor seguridad alimentaria y al impulso de la producción sostenible en mercados locales y mundiales.
El Comercio Justo se basa en principios tales como garantizar unas condiciones laborales dignas y seguras para sus productores y productoras, el pago de un salario adecuado, el mismo para los hombres y para las mujeres ante las mismas tareas, la no explotación laboral infantil y la producción a través de técnicas y procedimientos respetuosos con el entorno natural.
La celebración del Día Mundial del Comercio justo está promovida en nuestro país por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) y cuenta con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. La agenda completa de actos del Día Mundial se puede consultar en: www.comerciojusto.org