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Los gestores culturales también se apuntan a la sostenibilidad

El Compromiso de la Cultura con la Agenda 2030 es una declaración que han suscrito los agentes e instituciones culturales, impulsados por el Instituto Cervantes y por Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), bajo la premisa «Sin Cultura no hay desarrollo sostenible» y con el  compromiso del sector para que en 2030 se cumplan los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados por las Naciones Unidas en 2015.

Imagen: Instituto Cervantes.

El marco de los ODS hace referencia a la cultura en los Objetivos relacionados con la educación, el logro de ciudades sostenibles, la seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente, el crecimiento económico, las pautas de consumo y producción sostenibles y la promoción de sociedades inclusivas y pacíficas. Y en este sentido, el sector cultural -consideran sus promotores- «tiene la capacidad y la responsabilidad, a través de sus múltiples disciplinas y canales de expresión y de comunicación, de ayudar a la ciudadanía a comprender los desafíos mundiales que afronta la Humanidad y el vital papel que podemos desempeñar para superar estos retos».

Con esta declaración, los gestores culturales firmantes se comprometen a defender la cultura como parte fundamental de la vida y de la relación con el medio que nos circunda; reconocer el poder de las expresiones culturales como vehículo transmisor de la experiencia humana en la Tierra y su capacidad para transmitir ideas, modificar comportamientos y mejorar la calidad de vida de las personas y a considerar el valor de la cultura en los ODS de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

La declaración de la Cultura en apoyo de la Agenda 2030 se acaba de presentar en unas jornadas organizadas por el Instituto Cervantes y la RESD, en las que han participado agentes culturales reunidos en la plataforma #CulturaSostenible.

La Declaración propugna una transformación global hacia modelos de desarrollo incluyentes y sostenibles, y resalta la virtualidad de la cultura para contribuir a la mejora global en aspectos como la educación, alimentación, desarrollo urbano, igualdad, inclusión, paz, prosperidad o crecimiento económico.

El Instituto Cervantes presentará próximamente un Libro Verde de Sostenibilidad y gestión cultural y reforzará la sostenibilidad como uno de los temas capitales de los actos culturales de este año.

Este libro servirá de guía para una acción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente en todos los ámbitos, desde la edición a la producción de exposiciones. Además, los centros del Instituto organizarán este año conferencias y encuentros sobre sostenibilidad

Ocho recorridos para viajeros atrevidos

Musement, el portal online para la reserva de actividades de ocio y cultura en los destinos más populares del mundo, propone ocho recorridos que permitirán a los viajeros descubrir nuevas facetas de la ciudad elegida.

Un tour para aprender a seducir en París, una búsqueda del tesoro para adentrarse en los secretos de Berlín o un recorrido por el Londres de Jack el Destripador y María la Sanguinaria son solo alguna de las propuestas para este año.

Estas son las propuestas:

Tour para seductores por Paris: Sumergirse en el romance de Montmartre. Aprender a seducir al estilo francés y celebrar el amor en el Mur des Je t’aime o descubrir rincones mágicos.

Tour de Pokemon en Sofía: Un guía experto en Pokémon acompaña a conocer lo mejor de la capital búlgara mientras que en el camino se descubren las pokeparadas y gimnasios más importantes del juego.

Tour de leyendas y crímenes en Londres: Para conocer los secretos mejor guardados de la ciudad y adentrarse en el Londres más oscuro. Sigue la pista de leyendas tan terroríficas como Jack el Destripador, María la Sanguinaria o el fantasma del Hospital de Sant Bartholomew.

Cena en casa de un artista local en Ámsterdam: Deleitar el paladar con una cena a la holandesa compuesta por tres platos y maridaje de vinos. Cena a la luz de las velas o en un pintoresco muelle, si el tiempo lo permite.

Aprendiendo a pintar muñecas Matrioshka en San Petersburgo: En una pintoresca cafetería situada en el centro de la ciudad, un artista profesional enseña a pintar estas famosas muñecas rusas. La clase dura dos horas y es una original forma de conocer mejor un aspecto de la amplia cultura de dicho país.

Tour fantasmagórico en Sídney: Conectar con un pasado donde los prisioneros eran la ley y las ejecuciones públicas eran frecuentes. Descubrir barrios marginales invadidos por fosas comunes, guaridas de opio y…¡Cuidado! ¡también hay fantasmas con sed de venganza!

En busca del tesoro por Berlín: Descubrir la underground e histórica Berlín, cuna de modas y movimientos políticos y artísticos contraculturales y revolucionarios. Todo ello, mientras resuelves acertijos con tu familia para dar con el tesoro.

Un viaje en el tiempo por Viena: Experimentar la emocionante historia de Viena en el interior de un cine 5D con figuras animatrónicas, espectáculos multimedia y efectos especiales. Para sentir el pasado de manera interactiva como si fuera hoy.

 

Myplayz, actividades culturales colaborativas en espacios privados

Myplayz es una comunidad de consumo colaborativo creada para organizar actividades culturales en espacios privados, de ciudadanos particulares.

Es un modelo que elimina intermediarios, permite a los usuarios obtener ingresos e incide en el sector de la cultura desde la perspectiva de la economía colaborativa. Un mercado que tiene un enorme futuro tanto por sus características propias como por sus consumidores, según afirman sus promotores.

Próximamente, comenzarán una campaña de microfinanciación en la Bolsa Social, la plataforma de crowdimpacting: el crowdfunding de los inversores y las empresas con impacto social positivo.

El capital solicitado es de 60.000 a 90.000 € y la inversión mínima que se pide al inversor es de 500 euros.

A través de Myplayz, una comunidad de usuarios programa, gestiona y valora sus propias actividades culturales. Todo el proceso de publicación de eventos, gestión de aforo y adquisición de reservas se realiza en la propia plataforma. De esta forma, poner en marcha eventos culturales es más fácil, ya que ofrecen todas las herramientas necesarias para que creadores y ciudadanos puedan pasar de ser espectadores pasivos a productores creativos, según señalan en el proyecto presentado para conseguir la financiación, que irá dirigida a hacer crecer el proyecto, aumentar el número de usuarios e internacionalizar la comunidad.

m-playz

En cuanto al impacto social, Myplayz pretende modificar el modelo cultural hegemónico,  para que artistas y ciudadanos puedan decidir cuándo, cómo y qué cultura quieren consumir. “Un modelo de cultura más horizontal y colaborativo en el que los ciudadanos se empoderen para democratizar el hecho cultural, a través del conocimiento compartido, la confianza mutua y las nuevas tecnologías”.

Los objetivos de impacto social de Myplayz se resumen en: ofrecer alternativas de trabajo a artistas; crear la red de espacios culturales más grande del mundo; generar público consumidor y productor de cultura y posicionar la cultura como un valor de orgullo dentro de la comunidad.

Su modelo de negocio se basa en conectar a tres usuarios en una plataforma colaborativa: los anfitriones, los artistas y los invitados.

En este sentido, anfitriones y artistas se ponen en contacto a través de la plataforma para organizar un evento en un espacio. Ambos acuerdan las características del evento y el reparto de ingresos (si el evento es de pago). Myplayz cobra por la intermediación una comisión del 15% de las reservas cobradas a los invitados, gestionadas a través de la plataforma, con un mínimo de 1 euros por reserva.

En el caso de que los eventos sean gratuitos no se cobra nada. De este modo se fomenta la cultura accesible, al tiempo que se amplía la base de los usuarios de la comunidad.

Libros al peso, en La casquería

La casquería es un puesto, situado en el mercado de San Fernando, en el madrileño barrio de Lavapiés, donde venden un producto muy especial: libros usados. Y los venden al peso y muy baratitos, porque la idea es que el libro circule y «recircule», según señalan sus responsables, seis personas.

   Acaban de cumplir dos años el mes pasado y el balance no puede ser mejor: En este tiempo han entrado al puesto 37.892 libros donados, excepto una pequeña cantidad que adquirieron para empezar, y han salido 24.292 libros. Al peso, La casquería ha puesto en circulación 6.800 Kilos de libros, que en su mayoría han sido fruto de la venta directa en el puesto. Y todo esto lo han conseguido vendiendo libros al peso, recogiendo libros, comunicando el proyecto, pensando un modelo de funcionamiento basado en la cooperación, el apoyo mutuo, el reciclaje, la cultura libre… En resmen, promoviendo otra forma de consumir.

La casquería

El puesto se abastece sobre todo de donaciones y fomentan que el libro siga circulando, que lo que un lector se ha llevado pueda volver al puesto para que otros puedan leerlo.
«El sistema es sencillo -explican-, porque funciona igual que el resto de productos del mercado: tu eliges lo que quieres, cuyo precio está marcado en kilos, nosotros lo pesamos, y eso es lo que pagas.A partir de ahí, queremos implementar sistemas de recirculación y recomendación de libros y otras actividades que iremos poniendo en marcha en el mercado y contando en la web y por twitter».

En estos dos años han llevado a cabo un modelo de comercio, de economía colectiva, de recirculación de c cultura, de funcionamiento en el mercado, de relación con el barrio, de cooperación yde participación en redes sociales que ha permitido además hacer otras cosas y colaborar con otros proyectos relacionados con la cultura y la economía social.

La casquería abre a diario, de lunes a viernes mañana y tade y los fines de semana, por la maana. están en el Mercado de San Fernando, en la calle Embajadores, 41