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Una caja llena de cambios sociales cada mes

Caja de cambios es un proyecto sin ánimo de lucro, impulsado por la asociación Microísmos, con el objetivo de fomentar el consumo sostenible e impulsar empresas de la economía social.

Ofrecen cajas con productos procedentes del comercio justo, de la producción ecológica o que han sido elaborados de forma artesanal y que se pueden adquirir bajo suscripción mensual o como compra puntual.

La web pretende facilitar al consumidor el acceso a productos de comercio justo y a pequeños productores, y a las empresas sociales, una importante difusión de su marca entre su público objetivo.

Caja de cambios

Es una plataforma de comercio electrónico que cada mes enviará una caja con productos de comercio justo en un sentido amplio del concepto, a xcambio de una suscripción de 10,90 euros. Su meta es que cada producto incluido en la caja suponga un cambio para la comunidad que lo produce, para una cooperativa de trabajadores/as, para el medio ambiente, etc.

Así, por ejemplo, un mes puede incluir un paquete de café producido de forma justa en Colombia, una crema cuya producción respeta el medio ambiente, un objeto de artesanía y/o un producto gastronómico elaborado por una cooperativa gallega de mujeres en riesgo de exclusión.

En todas las cajas que envían se explica de dónde procede cada producto, cómo ha sido elaborado y a qué contribuye el comprador al consumirlos.

Sus objetivos se dirigen a ayudar a estos productores con la compra del resultado de su trabajo, promover un consumo más responsable y, sobre todo, dar difusión a sus proyectos entre los suscriptores de la Caja de cambios y el resto de la comunidad que se ha creado en torno al proyecto.

La colmena que dice sí

Hace unos cuatro meses que desembarcó en España la empresa francesa La colmena que dice sí (La Ruche Qui Dit Oui)), una plataforma online que pone en contacto a productores y consumidores, a través de las llamadas colmenas, agrupaciones locales que organizan reuniones para que se conozcan entre ellos.

Y esta es la diferencia con otros grupos de consumo: que la compra y la venta pasa por conocerse personalmente y generar confianza. En este sentido, una colmena no es solo un espacio de comercio, también es una comunidad local donde se pueden intercambiar opiniones y ayudarse los unos a los otros.

Apuntarse en una colmena no implica ningún compromiso, señalan en la web, y uno decide cuándo y qué pedir según sus preferencias. Y crearla es participar en la vida local permitiendo que decenas de familias puedan comprar alimentos de calidad directamente a los productores de su región. La puede crear una sola persona o un grupo de personas, que la administran.

la_colmena que dice sí

Un responsable de colmena debe encontrar un local espacioso y de fácil acceso; reunir, organizar y coordinar una comunidad de miembros y productores; organizar ventas en línea cada semana; articular las distribuciones de los productos y fomentar la colaboración y el compartir con las colmenas de los alrededores.

El horario para gestionar una colmena es de unas diez horas semanales aproximadamente y la remuneración de un responsable de colmena representa el 8,35% del volumen de negocio que obtiene el productor, excluidos los impuestos.

Una de estas colmenas la gestionan, desde su creación, en julio pasado, Irene y Victoria y en la misma se puede comprar verduras, carnes, huevos, lácteos, pan, miel, mermeladas, dulces y cervezas artesanas, entre otros. Todos son productos artesanos. Si alguien quiere algún producto que no está en la colmena, ellas buscan la manera de encontrar a algún productor en la zona que elabore lo que se demanda. Su espacio está en Impact HUB Next, en la calle Alameda 22, de Madrid, y cada martes hacen la entrega de productos que los compradores han adquirido online durante la semana.

En Francia y Bélgica existen en la actualidad 500 colmenas que en 2013 reunieron a más de 50.000 personas y la plataforma online en dichos países tiene 200.000 miembros. La empresa tuvo unos ingresos en 2013 de 750.000 euros y generó ventas por valor de nueve millones de euros para los productores. La empresa se queda con una comisión del 8%.