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En España solo se recicla el 10% de toda la ropa de la que nos deshacemos

La Unesco declaró el 17 de Mayo el Día Mundial del Reciclaje. Una oportunidad para recordar la estrategia de Reducir, Reutilizar y Reciclar que busca reorientar el comportamiento de los ciudadanos para mejorar el medioambiente, para concienciar a la sociedad sobre la importancia de desechar los residuos de manera adecuada. Un hábito con el que no solo protegemos los recursos de las generaciones venideras, sino con el que ayudamos a frenar el cambio climático al que debemos hacer frente.

Para recordar este día, traigo dos iniciativas de dos plataformas que trabajan por el reciclaje y la sostenibilidad: la Fundación Humana, organización que promueve la protección del medio ambiente a través de la reutilización de textil y lleva a cabo programas de cooperación al desarrollo en África, América Latina y Asia y One Oak Brand, una firma de moda española que apuesta por darle una segunda vida al plástico y reutilizará 60.000 botellas de este material en 2019 como componente principal de sus mochilas.

La Unión Europea obligará a sus Estados miembros a reciclar en 2020 el 50% de todos los residuos domésticos, incluido el textil. La fecha límite está a la vuelta de la esquina y de momento en España solo se recicla el 10% de toda la ropa de la que nos deshacemos.

Mientras otros residuos urbanos han crecido en sus porcentajes de recuperación, el textil es el gran olvidado de las administraciones. Instalar más contenedores en la vía pública es la medida más urgente para evitar que cada año 900.000 toneladas de ropa acaben inutilizadas en vertederos, señalan los responsables de Humana.

Advierten de que pese a que la gran parte de las prendas que desechamos son susceptibles de tener una segunda vida, apenas un 10% se recupera selectivamente por un gestor autorizado para promover su reutilización. El resto (900.000 toneladas) acaba en vertederos donde es enterrado. Si este dato es preocupante, aún lo agrava más el hecho de que el residuo textil es la quinta fracción que más se genera (tras la orgánica, los envases y plásticos, el papel y el cartón, y el vidrio), y la que presenta el porcentaje de valorización más alto, por encima del 90%.

Cada vez que se recicla y se reutiliza, se contribuye a la protección del medio ambiente; se alarga la vida útil de los productos y, cuando ésta finaliza, son reintroducidos en el mercado asumiendo la lógica de la economía circular, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y se crean puestos de trabajo en el llamado sector verde.

Desde esta entidad apuestan por implementar una adecuada red de contenedores en los municipios, según la cual, debería haber un punto de recogida de textil por cada 250-500 habitantes para alcanzar los objetivos que impone la Directiva Marco Europea, pero la proporción actual es de uno por cada 3.000–5.000 en el mejor de los casos. Además, la distancia óptima entre el usuario y un contenedor debe ser inferior a 100 metros.

En lo que llevamos de año, de enero a abril, han recuperado 4.112 toneladas, equivale a prolongar el ciclo de vida a 8,5 millones de prendas. Además, representan un ahorro de 13.062 toneladas de CO2 a la atmósfera.

El pasado mes de marzo, la ONU creó la Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible. Una organización que busca «detener las prácticas perjudiciales para el medio ambiente y la sociedad en este sector y convertirlo en un motor de la acción ambiental». Las estimaciones sugieren que para 2030 la producción de la industria de la moda y del calzado crecerá un 81%, hasta 102 millones de toneladas de prendas.

En este camino hacia la sostenibilidad, una de las posibilidades que se plantea en la industria es la de absorber parte del millón y medio de toneladas de plástico que se generan sólo en nuestro país al año, según datos recogidos en el informe Maldito Plástico de Greenpeace, y convertir así el plástico en productos de moda para darle una nueva vida.

One Oak Brand, una firma de moda española creada por los emprendedores Carlos y Guillermo Íñiguez, ha apostado por el plástico reciclado para dar vida a sus mochilas de diseño. Estos nuevos hilos, llamados «recover»,  garantizan un producto más sostenible con el que se ahorra agua, energía, se reducen las emisiones de CO2.

La materia prima de la que se parte es el poliéster reciclado que, entre otras cosas, consigue el mismo rendimiento técnico que otras fibras de poliéster dejando una menor huella medioambiental, ya que se alarga su vida útil.

Las cifras que manejan en la firma es que van a reutilizar 60.000 botellas al cierre de 2019, que habrán sido reconvertidas en mochilas.

Por el hecho de utilizar plástico reciclado, One Oak reducirá la huella de carbono de cada mochila hasta en un 30%.

Recogidas para su reciclaje 5.000 toneladas de residuos de iluminación

Durante el ejercicio 2018, Ambilamp, Asociación para el Reciclaje de Residuos de Iluminación, ha recogido para su reciclaje 2.616 toneladas de residuos de lámparas, 2.233 toneladas de residuos de luminarias y 277 toneladas de residuos de material eléctrico y electrónico bajo la marca Ambiafme. En total, la Asociación ha recogido y tratado más de 5.000 toneladas de residuos durante el pasado ejercicio.

Imagen: Efe.

Ambilamp es una asociación sin ánimo de lucro que nace para intentar dar soluciones al problema de la recogida de residuos luminarios, reuniendo a las principales empresas de iluminación con el objetivo de desarrollar un sistema de recogida y tratamiento de residuos de lámparas y luminarias.

Desde 2005, año de fundación de Ambilamp, la asociación registra un acumulado de más de 26.000 toneladas de residuos de lámparas reciclados (casi 200 millones de unidades) y desde 2012, año en el que Ambilamp comenzó a recoger residuos de luminarias, ya ha contabilizado 7.121 toneladas recicladas. La actividad desempeñada, solo con el reciclado de las lámparas, revierte en beneficios medioambientales, como evitar la emisión a la atmósfera de más de 2 millones de toneladas de CO2, señalan los responsables de la asciación.

En cuanto a lo recogido y reciclado por la marca Ambiafme, las recogidas se han realizado desde agosto del pasado ejercicio, mes en el que entró en vigor el nuevo ámbito de aplicación del Real Decreto RAEE 110/2015, y se han sumado un total de 277 toneladas recicladas de estos nuevos materiales.

Cataluña, Madrid y Andalucía son las comunidades que están a la cabeza del reciclaje de lámparas. En Cataluña se recogieron en 2018 566 toneladas de lámparas y 283 toneladas de luminarias; en Madrid, 418 toneladas de lámparas y 442 toneladas de luminarias; y en Andalucía, 320 toneladas de lámparas y 380 toneladas de luminarias.

Otras regiones como la Comunidad Valenciana, País Vasco o  Galicia siguen estando con índices medios de reciclaje, como en años anteriores pero sin descender en las recogidas.

A través de su página web, Ambilamp ofrece un localizador de puntos de recogida en todo el país. Así, los ciudadanos y los profesionales de la iluminación pueden acceder a un buscador en el que están incluidos por localidades los más de 32.000 puntos de recogida de la asociación.

Ambilamp se creó en 2005 como Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor y su objetivo es la implantación y mantenimiento de un modelo de recogida y tratamiento de aparatos de iluminación en España. Cuenta con más de 380 productores adheridos y más de 32.000 puntos de recogida. A partir de 2018, a través de Ambiafme  ha ampliado sus actividades a los diferentes subsectores del material eléctrico.

17.427 toneladas de textil usado en España tendrán una segunda vida

La organización Humana Fundación Pueblo para Pueblo ha recuperado 17.427 toneladas de textil usado en España en 2018.  Esta Ong promueve desde 1987 la protección del medio ambiente a través de la reutilización de textil y lleva a cabo programas de cooperación al desarrollo en África, América Latina y Asia así como de apoyo local en España.

La cantidad recogida equivale a 36 millones de prendas que tienen una segunda vida gracias a la reutilización y el reciclado.

Sin embargo, las donaciones de los españoles aún están lejos de las metas que impone la Unión Europea, afirman responsables de Humana. En España desechamos anualmente un millón de toneladas de textil, pero sólo el 10% (100.000 toneladas), se recoge selectivamente por un gestor autorizado para promover su reutilización o reciclado. Estas cifras distan mucho del 55% fijado por la UE para el año próximo, incluso la Comisión Europea ha advertido a España y a 13 países más de que corren el riesgo de no cumplir este objetivo: «Necesita hacer más para que la ciudadanía y la economía puedan beneficiarse de la economía circular», señala.

Tras la orgánica, los envases y plásticos, el papel y el cartón, y el vidrio, el residuo textil es la quinta fracción que más generan los españoles y la que presenta el porcentaje de valorización más alto, por encima del 90%. «De ahí la importancia de concienciar a administraciones y ciudadanía de la necesidad de la recogida selectiva. El motivo para el optimismo es la importancia creciente de la economía circular, que define los residuos como recursos. En 2025, la recogida selectiva de la fracción textil será obligatoria por exigencia de la UE, una competencia que es municipal».

Las prendas recogidas por Humana proceden de los contenedores verdes ubicados en toda España gracias a los acuerdos con más de 2.000 ayuntamientos y entidades privadas. En ellos se deposita la ropa, el calzado, los complementos y el textil de hogar que ya no se utilizan para darles una segunda vida. El servicio de recogida del textil es gratuito y representa un ahorro importante en los gastos de recogida y tratamiento de residuos urbanos.

La reutilización y el reciclado de textil contribuyen al ahorro de recursos, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Reducen los residuos en los depósitos controlados y en las plantas incineradoras, por consiguiente la emisión de gases de efecto invernadero, recuerdan desde Humana. La Comisión Europea calcula que cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de 3,169 kg de CO2.

Las 17.427 toneladas recogidas en España en 2018 representan un ahorro de 55.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Equivalen a la emisión anual de 20.743 coches (que circulen 15.000 km anuales) o a la absorción anual de dióxido de carbono de 414.144 árboles.

Las prendas depositadas en los contenedores de Humana tienen dos destinos: el 61% se trata en las tres plantas de preparación para la reutilización de la fundación (en Madrid, Barcelona y Granada) y el resto se vende a empresas de reutilización y reciclado.

En uanto a las prendas tratadas, el 61% se prepara para la reutilización; y de estas, el 15% se destina a las tiendas secondhand de Humana en España y el 46% se exporta, principalmente a África, para ser vendido a precios de mercado y así generar recursos para la cooperación al desarrollo.

El 29% se encuentra en un estado que no permite su reutilización por lo que se vende a empresas de reciclaje textil para que elaboren otros productos como mantas, aislantes o trapos para la industria de automoción. El 1% son residuos impropios (plástico, cartón, otros) que se pone en manos de los gestores autorizados correspondientes; y el 9% se envía a un centro de tratamiento de residuos para su disposición final ya que no se puede reutilizar ni reciclar ni valorizar energéticamente.

Más oportunidades para arreglar los objetos estropeados

Una buena noticia para los partidarios de darle una segunda vida a las cosas, de repararlas y de no tirarlas a la primera oportunidad porque se han estropeado dándole así bazas a la obsolescencia programada.

El Repair Café de Madrid pasa a ser semanal y se va a realizar todos los sábados de 18 h a 20 h en MediaLab Prado, así que ya no tenemos disculpa para ir dejando arrinconados los objetos a los que les ponemos la etiqueta de inservibles.

Un Repair Café es un espacio donde hay herramientas y materiales disponibles y un grupo de voluntarios con conocimientos y habilidades para reparar los objetos que tú lleves o para ayudarte a que tú mismo los repares, siempre acompañado de un café y en un entorno agradable. Los objetos pueden ser ropa, muebles, aparatos eléctricos, bicicletas, juguetes, etc.

En Madrid, lo organiza Timelab Madrid, un laboratorio de experimentación de diferentes herramientas, ideas e iniciativas que desde la innovación y la creatividad permiten dinamizar y optimizar la dimensión social de los Bancos de Tiempo y de otras redes de intercambio no monetarias.

Hace un mes, se celebró la Semana Internacional de los Repair Cafés, porque cumplieron nueve años. El 18 de octubre de 2009, Martine Postma organizó en Ámsterdam la primera reunión de reparaciones bajo el nombre de Repair Café. Desde entonces, ya hay más de 1.600 Repair Cafés repartidos por 33 países, entre ellos, el nuestro.

Dónde: Medialab-Prado: Calle de la Alameda, 15, 28014 Madrid
Cuándo: Sábados de 18 a 20 h
Contacto: timelabmadrid@adbdt.org

 

Intercambiador de ropa como alternativa al consumismo del ‘Black Friday’

Bajo el lema «Este Black Friday consume menos«, y como alternativa a este día consumista a ultranza, las organizaciones Altrapo Lab y Greenpeace vuelven a organizar un intercambiador de ropa durante este fin de semana 23, 24 y 25 de noviembre en Madrid, dentro de la acción HAZ cambio.

Cada año se fabrican 100 mil millones de nuevas prendas de ropa en todo el mundo con el correspondiente impacto medioambiental que esto supone. Por eso, proponen HACER algo y ofrecen la posibilidad de que llevemos la ropa que ya no nos ponemos y la cambiemos por la ropa que otra persona ya no se pone. Dicen que es un intercambio beneficioso para todo el mundo, porque siempre hay un tesoro escondido.

¿Cómo funciona el intercambiador?

Cada persona participante podrá llevar un máximo de 5 prendas (Las prendas que una persona ya no quiere puede que alguien las lleve buscando mucho tiempo).

Las prendas se cambiarán por puntos. Dependiendo del tipo de prenda recibirán un número de puntos. Ej; camisetas 1 punto, faldas 2 puntos, chaquetas 3 puntos…

Se podrán traer todo tipo de prendas a excepción de: ropa interior, calzado, ropa de hogar (toallas, sábanas), pijamas ni camisones, ropa infantil, complementos o accesorios como collares por ejemplo.

Las prendas han de estar en buen estado, sin manchas, ni agujeros, ni excesivamente desgastadas. La ropa tendrá que estar lavada y bien presentada.

En el momento en el que la ropa entra dentro del circuito del intercambio, no se asegura poder recuperarla. Sin embargo, se podrán conservar los puntos para usarlos en un futuro intercambio.

Toda la ropa que no sea intercambiada será donada a Recumadrid, cooperativa social, integrante de Aeress Recuperadores, cuya actividad principal es la recogida, recuperación y reciclaje de textil, muebles y electrodomésticos.

Todas las personas que tengan puntos de ediciones pasadas del Intercambiador podrán canjear estos por prendas de esta edición.

La iniciativa HAZ promueve alternativas creativas al consumismo y tomar medidas para mejorar el mundo. Es parte de Make Smthng Week, un festival internacional de creación que desafía la cultura consumista. Es una respuesta al Black Friday: en lugar de ir de compras propone pasar tiempo de calidad con los amigos y la familia y conocer gente nueva.

HAZ es un conjunto de iniciativas y talleres en los que se puede aprender nuevas habilidades y formas creativas de aprovechar al máximo los recursos que nos rodean. Cuando compartimos, reparamos, fabricamos y creamos transformamos las cosas antiguas en algo nuevo y extraordinario. Así, se puede abandonar el sobreconsumo y dar un respiro a nuestro  planeta.

Intercambiador de ropa:
Lugar: Sala Ephimera
Calle Sandoval 3. Madrid.
Metro Bilbao o San Berrnardo.

 

¡Vuelve otro gran intercambiador de ropa!

La ropa es uno de los residuos que más crece. La forma abusiva de consumir textil para seguir una moda que muere en cada temporada (la llamada fast fashion) supone un abuso de recursos y una amenaza medioambiental.

Por otro lado, como cada vez somos más conscientes de la importancia de alargar el ciclo de uso de nuestras prendas, el laboratorio de reciclaje textil creativo Altrapo Lab propone para este domingo 6 de mayo una forma diferente de renovar nuestro armario. Un nuevo intercambio colectivo de ropa, donde las prendas que una persona no quiera tengan la oportunidad de encontrar un nuevo dueño o dueña, como ya se ha hecho en otras ocasiones.

Imagen de La Casa Encendida.

Será en la Casa Encendida de Madrid y cada persona  puede llevar un máximo de cinco prendas de las que se quiera desprender.  Las prendas se cambiarán por puntos y dependiendo del tipo de prenda se obtendrá un número de puntos.

Se puede llevar todo tipo de prendas a excepción de ropa interior, calzado, pijamas, ropa de hogar (toallas, sábanas), camisones, ropa infantil, complementos o accesorios. Todas las prendas tienen que estar en buen estado, sin manchas, ni agujeros, ni excesivamente desgastadas. Tendrá que estar limpia y bien presentada.

¿Cómo funciona? Las personas  llevan sus prendas el mismo día del intercambio, de manera que tendrán que pasar por el punto de recogida y esperar unos minutos a que se haga la valoración y les den sus puntos correspondientes para canjear por otras.

En el mismo momento en que la gente deja su ropa para que entre dentro del circuito del intercambio, no se asegura poder recuperarla, incluso si no se llevan ninguna otra prenda. Sin embargo, podrá conservar los puntos que no hayan canjeado y tener la oportunidad de volver a usarlos en un futuro intercambio de ropa .

Toda la ropa que no sea intercambiada será donada a RecuMadrid, una cooperativa social integrante de la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria (Aeress), cuya actividad principal es la recogida, recuperación y reciclaje de textil, muebles y electrodomésticos.

Dónde: La Casa Encendida. Ronda de Valencia, 2. Madrid. 28012. a partir de las 12.00 h.

Campaña para que nos animemos a separar los beneficiosos residuos orgánicos

Distintos colectivos vecinales y ecologistas de la Comunidad de Madrid han lanzado la campaña Quiero un marrón, con la que pretenden explicar y concienciar en los barrios, ciudades y pueblos madrileños de la necesidad de conseguir una correcta separación de la materia orgánica en los domicilios. Además, busca el compromiso de las corporaciones municipales para implantar sistemas eficientes y eficaces de separación.

Para los colectivos participantes, la recogida selectiva de la materia orgánica y su correcto tratamiento son fundamentales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación de los suelos por la presencia de vertederos, la producción masiva de materiales fertilizantes que provienen del petróleo y para cumplir con los objetivos europeos de reducción y reciclaje en 2020.

En la campaña participan la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, Amigos de la Tierra, Asociación para la Recuperación del Bosque,  Ecologistas en Acción, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente, Economías BioRegionales y los  colectivos sociales Coopera y Composta y Red de Huertos Urbanos Comunitarios de Madrid.

La Directiva 2008/98/CE, así como la ley española 22/2011 de Residuos y suelos contaminados, marcan el año 2020 como fecha límite para alcanzar un porcentaje de reciclaje del 50% de los residuos domésticos. La cercanía de esta fecha se está traduciendo en que algunos municipios hayan comenzado a introducir la recogida selectiva de la materia orgánica, al igual que sucede con las fracciones de papel y cartón, vidrio, envases, ropa, aceites vegetales usados, pilas y otros residuos. Para los organizadores, estas actuaciones suponen un avance, pero consideran que su puesta en marcha debe ir acompañada de una amplia participación vecinal activa que en pocos casos se está realizando.

«Estas campañas –dicen-, si no van acompañadas de una amplia información y participación, están abocadas al fracaso en su funcionamiento y en sus objetivos».

Del total de los residuos domésticos, la materia orgánica supone un 40% (170 kg/año por persona). La gran mayoría de este porcentaje se recoge mezclado con otro tipo de residuos y es tratado como simple basura, es decir, su destino es el vertido o la incineración. Conseguir una adecuada y eficiente separación y recogida selectiva es urgente para cumplir con las exigencias de la normativa europea y evitar futuras multas a ayuntamientos.

Además, la transformación de estos residuos en un compost de calidad tiene numerosos beneficios como la disminución de la creciente contaminación del entorno que acelera las consecuencias del cambio climático, la colmatación y creación de nuevos vertederos, un incremento del contenido de materia orgánica en nuestros suelos agrícolas, un ahorro del coste económico del uso de fertilizantes de síntesis y de la degradación ambiental que supone su uso.

«Quiero un marrón» cuenta con una página web (www.quierounmarron.org) que contará con contenidos didácticos y noticias sobre los avances de la campaña.

Supermercados con estantes libres de plásticos

La cadena de supermercados ecológicos Ekoplaza ha abierto en Ámsterdam su nuevo establecimiento piloto, con un pasillo libre de plásticos, que tiene más de 700 productos sin plástico, que incluyen carne, arroz, salsas, productos lácteos, chocolate, cereales, frutas y verduras.

La iniciativa ha provocado numerosas llamadas de ONG para que otros Estados miembros las promuevan en sus territorios.

El envasado se realiza con nuevos materiales biológicos compostables y materiales tradicionales, según la idea inicial de la organización británica especializada en la lucha contra la contaminación por plásticos  A Plastic Planet. La cadena Ekoplaza prevé implementarla en sus 74 establecimientos antes de finales de este año. Los productos dentro del pasillo llevan una nueva etiqueta destinada a ayudar a los compradores a identificar rápidamente los productos que están libres de envases plásticos.

Imagen de Zero Waste Europa.

Zero Waste Europa ha dado la bienvenida a cualquier iniciativa que genere conciencia sobre la cantidad innecesaria de envases de plástico de un solo uso. Pero los pasillos libres de plástico ya están presentes en muchas tiendas de Europa que ofrecen solo productos a granel o envueltos en papel, cartón u otras alternativas con certificación ecológica.

El problema de los plásticos que contaminan los océanos y dañan y matan la vida silvestre ha acelerado la agenda después de que la Comisión Europea publicara su reciente estrategia sobre plásticos y la serie documental de la naturaleza de la BBC Blue Planet II incidiese en este grave problema.

La estrategia de plásticos, publicada por la Comisión Europea en enero 2018 como parte del paquete de economía circular, pretende que todos los envases de plástico en el mercado de la UE sean reciclables para 2030. Se alentará a la industria del plástico a garantizar que se utilicen 10 millones de toneladas de plásticos reciclados en nuevos productos para 2025.

En la Unión Europea, la legislación sobre plásticos de un solo uso se presentará antes del verano, según Frans Timmerman, vicepresidente del gabinete ejecutivo de la UE. El paquete de medidas sobre residuos va a dar lugar a una intensificación del reciclaje de residuos y va a contribuir a la creación de una economía circular. Mejorará la forma en que se gestionan los residuos y fomentará la reutilización de los materiales valiosos contenidos en los residuos.

 

 

«Máquinas que devuelven dinero por reciclar botellas de plástico. ¡Las queremos en España!»

Esta es la petición que han firmado ya casi 80.000 personas en Change.org, promovida por Alexandre Dray, en la que se dirige a varios supermercados e hipermercados con sede en España para que instalen en sus edificios máquinas que devuelvan dinero por reciclar botellas.

Dray ha realizado esta iniciativa después de hacer un viaje a Berlín y comprobar allí que en los supermercados y centros comerciales hay máquinas de reciclaje en las que, si se introduce una botella de plástico vacía, la máquina devuelve 25 céntimos para gastar en ese supermercado.

En su petición, Alexandre Dray denuncia que cada día se tiran millones de botellas al suelo, a la arena de las playas y al mar. «Reciclarlas en vez de tirarlas puede salvar nuestro ecosistema y nuestro planeta. En aquel viaje a Berlín no vi plásticos ni por las calles ni en las basuras. Si esas máquinas motivan a las personas a reciclar, ¿por qué no las implantamos también en España?».

Además, considera que la instalación de máquinas recicladoras beneficiaría tanto a los consumidores, que ahorrarían gracias a los vales de compra que dan las máquinas, como a los supermercados, porque los clientes volverían a sus establecimientos para gastar esos vales. Y por supuesto beneficiaría al medio ambiente, porque reciclando más, generaríamos menos plásticos, tan nocivos para el planeta.

En Alemania y en otros países europeos estas máquinas existen desde hace años y se ha comprobado que los ciudadanos tiran menos plásticos a la basura. En España, dice Dray, se han hecho pruebas en algunos supermercados muy locales como en un Covirán de Jerez. «Las primeras cadenas de supermercados que apuesten de verdad por su implantación en España estarán haciendo mucho bien no solo al medio ambiente y a sus clientes sino también a su imagen de marca», añade.

Compañías alemanas como Lidl o Aldi ya tienen la experiencia de haber implantado máquinas de reciclaje en otros mercados.  Así que en su petición, Alexandre les pregunta ¿por qué no aprovechan esa experiencia para convertirse en pioneras y generalizar el uso de estas máquinas en el mercado español?

La campaña de firmas  incluye una carta que se dirigirá a supermercados como Lidl o Aldi, que ya tienen estas máquinas, pero también a Carrefour, Mercadona o El Corte Inglés.

Firmar.

18.281 toneladas de ropa usada recogidas para fines sociales en 2017

La Fundación Humana ha recuperado 18.281 toneladas de prendas de ropa usada en España en 2017, un 1,6% más que el año anterior (17.983 toneladas). Esta cifra confirma, según los responsables de la entidad, la fidelidad de la ciudadanía a un modelo de gestión del residuo textil con finalidad social.

Humana cuenta con 5.190 contenedores en España en virtud de los acuerdos que mantiene con más de 2.000 ayuntamientos y entidades privadas. Los ciudadanos depositan en ellos la ropa, el calzado, los complementos y el textil de hogar que ya no utiliza y a los que la organización da una segunda vida.

Elisabeth Molnar, directora general de Humana, considera que el incremento en la recogida selectiva responde “al mayor interés de los ciudadanos y de las administraciones en reducir la cantidad de residuos y alargar la vida de las prendas que están en buen estado” y añade que las prendas que se desechan “son un activo que, gestionado debidamente, se convierte en motor de progreso en España y de generador de fondos para la cooperación al desarrollo en el hemisferio Sur”.

Humana gestiona las donaciones de ropa y calzado usado para obtener el máximo aprovechamiento del residuo textil, dándole una segunda vida y favoreciendo con ello un modelo de economía circular. Así convierte los residuos en recursos para que sean utilizados una y otra vez y contribuye a una sociedad económica y socialmente sostenible, señala Molnar.

La reutilización y el reciclaje de textil favorece el uso eficiente de los recursos, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.  Cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de 3,169 kg de CO2, según datos de la Comisión Europea.

Las 18.281 toneladas recogidas en España en 2017 representan un ahorro de 57.934 toneladas de CO2 a la atmósfera. Equivalen a la emisión anual de 21.760 coches (que circulan 15.000 km anuales) o a la absorción anual de dióxido de carbono de 432.349 árboles.

Por otro lado, la gestión del residuo textil reporta beneficios sociales: la creación de empleo verde y la contribución a la economía social, ya que fomenta la generación de puestos de trabajo inclusivos, estables y de calidad: Humana cuenta con una plantilla en crecimiento gracias a que crea un empleo indefinido por cada 36.000 kg de textil recogido.

También, aporta recursos a proyectos de cooperación al desarrollo. Tras tres décadas de actividad, 2,4 millones de personas se hayan visto involucradas en los proyectos de desarrollo que Humana lleva a cabo en los países del Sur de la mano de sus socios locales. La organización ha destinado más de 30 millones de euros para la formación de profesores de primaria, el impulso de la agricultura sostenible a partir del fortalecimiento de las capacidades de los pequeños agricultores o los programas de lucha contra el VIH/SIDA, entre otras acciones.