Se definen como el mercadillo virtual de moda más grande de España, y a tenor de las cifras conseguidas desde que nacieron en 2013, es verdad. Chicfy vende, desde Málaga, la ropa y los complementos que «ha vaciado» de los armarios de sus usuarias, ropa que ya no se ponen y que sale a la venta en buen estado y a precios económicos.
Este tipo de compra ha supuesto un ahorro de 8 millones de euros con el descuento que se aplica a la ropa.
Sus responsables, Nono Ruiz y Laura Muñoz señalan que Chicfy no es simplemente una página de anuncios de particulares, ya que las transacciones se realizan dentro de la plataforma: la compradora de un artículo le paga a Chicfy, que a su vez se lo abona a la vendedora, quedándose con una comisión del 20%. La plataforma se encarga además de organizar el envío, con lo que sus usuarias se despreocupan de este proceso.
Chicfy, el gran mercadillo virtual
Los precios de venta los marca cada vendedora. Hay más de tres mil vendedoras diferentes y cada una gestiona su tienda. En Chicfy, se encargan directamente de que la compra y los envíos sean seguros.
Los intercambios no están permitidos en chicfy, puesto que es una plataforma para comprar y vender ropa. Ésto se considerará un mal uso de la web y por consiguiente la empresa se reserva el derecho de aplicar una penalización que se corresponderá a un coste de 10€.
El portal tiene 10 millones de visitas al mes, 100.000 usuarias registradas, 90.000 prendas vendidas y 354.120 artículos puestos a la venta a día de hoy. Y para 2015, esta plataforma se plantea aumentar su presencia y salir fuera de España y alcanzar los 6 millones de euros en facturación.