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De cómo vivir sin dinero o con muy poco

La vivienda colaborativa, más eficiente y asequible

La vivienda colaborativa o cohousing es el nombre de un tipo de vivienda que intenta superar la  compartimentación de la vivienda actual, en la que nadie conoce a sus vecinos y en la que no existe ningún sentido de la comunidad. Se caracteriza por la existencia de casas privadas con su cocina propia, salón comedor, etc., junto con amplios espacios comunes. El espacio común suele incluir una casa común con cocina, salón comedor y salas multiusos, diversas facilidades recreativas, biblioteca, talleres, zonas verdes, espacios para los niños, etc.

Se trata de un nuevo sentido de la comunidad, mediante procesos participativos y a través del uso de más espacios compartidos y menos privados.

 

Vivienda colaborativa de ecohousing.es

Vivienda colaborativa de ecohousing.es

Normalmente, las comunidades cohousing están diseñadas y gobernadas por los propios residentes y funcionan como un vecindario intencional, es decir las personas son conscientes y se comprometen a vivir en una comunidad. El propio diseño físico, en el que todos participan, anima a que esto sea así y facilita el contacto social, según explican en selba.org.

Esta alternativa a la vivienda convencional funciona desde hace más de 100 años en los países escandinavos, Alemania, Latinoamérica, Estados Unidos o Gran Bretaña. En Dinamarca, el 10% de las viviendas funciona bajo este modelo; y en Suecia, llegan al 35%.

En España, hay varios colectivos que promueven iniciativas de acceso a la vivienda no especulativo, en el que su uso y gestión se hace de forma cooperativa, como Selba y Cover.com.

En el Pais Vasco, Cover ha puesto en marcha un proyecto en Maeztu  (Álava). Es un proyecto de rehabilitación de un caserío de finales del siglo XVIII en una vivienda colaborativa, con los mejores criterios de sostenibilidad y adaptada al siglo XXI. En el proyecto se contemplan espacios que favorecen la vida en común, combinadas con cinco viviendas autosuficientes de unos 45 metros cuadrados, y que cuenta ya con algunas familias interesadas.

También hay iniciativas de cohousing en Madrid, Barcelona y Andalucía.

Dentro de las ventajas del cohousing están los gastos, que son mucho más  asequibles que los de la vivienda convencional, porque sus habitantes comparten equipamientos como la lavadora, huerto, la red wifi, la biblioteca o incluso el coche. Además, incluye soluciones colectivas para el ahorro energético.

Las personas mayores que se jubilan y no quieren vivir en una residencia son los principales clientes potenciales de esta forma de vida. Por ejemplo, la asociación Jubilares, en Madrid, reúne a comunidades autogestionadas de mayores que viven en entornos diseñados por ellos mismos, con amplias zonas comunes para compartir.

 

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