La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

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¿Televisión para una crisis?

Nueva serie española en la televisión pública. Un bodrio. Se veía venir. Cuando la cadena la presentó y mencionó que su guionista era el mismo de ‘Ana y los siete’ (¿pero no era la propia Anita O. la autora de los libretos?) o ‘A las once en casa’ supe que no podía esperar nada bueno. Por mucho que a los señores de TVE éso les pareciera toda una garantía de calidad. Agárrate las meninges. ¿Qué podemos esperar? ¿Que Esperanza Aguirre contrate a Fritzl como Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid? Yo, de verdad, me hago cruces (ortodoxas).

Fuera de lugar‘ mezcla ‘La familia Mata‘ con ‘El síndrome de Ulises‘ y se queda más pancha que Sancha. Lo borda. Se apunta a la moda televisiva actual de historias de gente que cae en desgracia y tiene que empezar una nueva vida. Para que luego digamos que no hay crisis. Pero si hasta Cuatro estrenó hace un par de semanas un programa de coaching para gente con problemas económicos: Ajuste de cuentas.

Acojona.

Aunque a mí el programita de Cuatro me pareció muchísimo más entretenido que el estreno de la televisión pública de anoche. Qué pereza de estreno. Actores sobreactuados (María Barranco como insaciable mantis del sexo estaba absolutamente insoportable y el protagonista, que me gustaba más gordito en ‘Cachorro‘, volvía a gritar demasiado, como en todas las series de ficción españolas), un guión cogidísimo por los pelos (no diré de dónde), situaciones que quedan largas y -lo peor- niños. Yo cada vez que veo un niño en televisión, cambio de canal (salvo que estén emitiendo una reposición de ‘¿Quién puede matar a un niño?‘ de Chicho Ibáñez Serrador).

¿Qué acojona? Que en mi constante lectura de señales esté empezando a sospechar que es excesivo el número de ficciones sobre ruinas familiares, el reality de Cuatro, e incluso un programa especial que Antena 3 emitió la semana pasada: ‘Chollos para una crisis’.

¡Televisión educativa! ¡Mira tú qué bien!