La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

Entradas etiquetadas como ‘cuarto milenio’

Cuarto Milenio

Cada vez que intento ver Cuarto Milenio me pasa lo mismo. No puedo apartar los ojos del peinado de Iker Jiménez. Me parece tan increíble la escultura capilar del presentador que todos los casos que muestra el programa me parecen nimiedades, pequeñeces. Naderías si las comparamos con la coiffure del anfitrión de tanto ‘misterio sin resolver’.

Aunque anoche, mientras un sacerdote que ha escrito un libro sobre el asesinato de Juan Pablo I, y un experto en mafias y Vaticano – uy, qué coincidencia – charlaban con Iker sobre la muerte del Papa, dejé por un momento de admirar el tupé de presentador para pensar cómo el programa estaba desperdiciando lo que podría haber sido un asunto interesantillo.

Y es que cualquier asunto jugoso que se trate en Cuarto Milenio queda desautorizado, desprestigiado, disuelto al entrar en el mismo saco de absurdas abducciones, apariciones y otros grandes hits de la superchería y/o el abuso de psicotrópicos.

Claro que además del problema del contexto – y del pelo de Iker, insisto – está el problema del formato. De reportajes que podrían tener algún interés (sobre la muerte de Marilyn, la de Juan Pablo I… ) se hacen charlas que el presentador anima con mucha cara de susto y voz de mucho misterio, ilustradas con flojísimas imágenes que no aportan nada al caso.

Cuarto Milenio. Un despropósito. Y no hablo sólo del pelo de Iker

Televisión de análisis: «El Rondo»

«El Rondo» de La 2 es un programa de debate futbolístico donde diez señores y una señora se sientan formando una V y se lanzan a un análisis pormenorizado de los partidos del fin de semana, los chismes de los vestuarios, los posibles canjes de futbolistas de un equipo a otro y, por supuesto, discusiones sesudas acerca de la esencia de la grandeza del Real Madrid o del Barça.

«El Rondo» en realidad es «El Rondó«, pero al grafista le debió de parecer que la tilde le afeaba la creación y lo dejó grave en lugar de agudo. Exactamente lo mismo que les ha pasado a los creadores de Maracaná’06, que intentaron un formato lleno de agudeza, humor y rirtmo y han acabado graves. Tan graves que hoy son un cadáver televisivo.

El rondó es una composición musical repetitiva. «El Rondo» también, pero sin música.

Anoche veía el programa y pensaba «hay que joderse».

Hay que joderse: que con los pocos programas de análisis serio que hay en la televisión, los que hay se dediquen a analizar asuntos tan baladís. Y no hablo sólo de fútbol: a la misma hora en Cuatro, Iker Jiménez se devanaba los sesos – y se cardaba la melena – en compañía de especialistas con quienes trataba de hallar las claves del Feng Shui o del avistamiento de OVNIS.

Repito: «hay que joderse».

Porque el formato no es malo. Porque si en lugar de goles o fotografías trucadas donde se intuyen fenómenos extraños, la televisión dedicara algunas horas de la semana a juntar a un grupo de críticos de arte que hablaran de forma amena sobre la exposición de Sargent y Sorolla en el Thyssen, o un grupo de escritores discutieran sobre si Madame Bovary era o no era una ‘tía puta’, o media docena de críticos de cine analizaran el cine de Billy Wilder, la gente – tal vez – sabría tanto de pintura, de libros o de cine como sabe de fútbol o del ‘chupacabras’.