Aquí tenemos a los cinco candidatos a tan prestigioso galardón, los cinco misters provinciales que han demostrado en sus books que nada les detiene en su camino hacia la belleza. Ni siquiera el peso del estuco sobre su piel.
Mister Asturias. Horas de arado capilar y litros de fijador han conseguido hacer de él el mister cabeza-cono más chic de todo el certamen. Pese al estratégico uso del blanco y negro para la fotografía, aún es posible percibir los pincelazos de rouge en los pómulos, el intensivo uso de iluminador bajo los ojos y el gloss labial.
Lo más impresionante de este caso, es que si colocamos su cabeza sobre un tocadiscos, con la afilada aguja contra sus surcos capilares y la hacemos girar sobre su cuello, como a la niña de El Exorcista -que en realidad es la de Rajoy– escucharemos el Gran Mensaje Secreto: «Ricky Martin es maricón. Su peluquero lo sabe. Ricky Martin es maricón…» Y así hasta que la cabeza del guapo asturiano se desprenda de su cuerpo.
Estremecedor.
Mister Barcelona. Nada como el tapaporos para extraer la máxima belleza de un muchachito que parece escapado del centro de rehabilitación para fieles devotos de «Al salir de clase» en sus reposiciones en TDT.
El Señor Barcelona – cuyos labios parecen decir «Yo no la chupo, yo barnizo»- se sabe invencible tras esa capa de maquillaje base. Por eso nos mira de refilón con tanto atrevimiento.
Mister Ciudad Real. O el Hombre de la Mancha (de rimmel). Un inquietante ejemplo de los peligros que implica el depilado de cejas radical y compulsivo. Es un dicho que es científico: empiezas con las pinzas, sigues con el rimmel y acabas con un moño alto, un collar de perlas de tres vueltas y un traje de chaqueta de Elio Berhanyer sentado junto a la princesa Letizia en una mesa petitoria de la Cruz Roja el día de la banderita delante de El Corte Inglés de Castellana. Entonces una piensa «Yo, que quería ser Míster España, y mírame: finalista del concurso de dobles de Doña Carmen Polo«. Hacedme caso, amigos: no a las pinzas. Bueno, excepto a las de la ropa… en los pezones, esas sí.
¡Mister Ceuta! En serio te lo digo, Christina Ricci, tía, te has pasado. Yo entiendo que estuvieras harta de tu look de gordita sexy un poco freak y quisieras cambiar tu imagen a lo bestia. Incluso entiendo que te acabaras peinando como Anne Wintour y adelgazaras varias tallas para entrar en el club del chupachup. Hasta ahí, yo estaba en desacuerdo, pero ultracomprensivo.
Pero presentarte a Mister España vía Ceuta, eso sí que me parece demasiado. Aunque, mira, lo mismo te ofrecen un papelito en «La familia Adan (la sauna)».
AND THE WINNER IS… (lo bueno de que ya no lo digan en los Oscar es que una lo puede escribir sin tener que pagar derechos de autor)
… ¡MISTER VIZCAYA!
O «Nunca te pongas en las manos de un fotógrafo pajillero adicto a Tom of Finland«.
¿Eso es una foto o es que ha vuelto la moda del retrato en aerógrafo como los discos jevis de los 80?
¿Míster Vizcaya existe, o es una animación?
¿Lo veremos esta noche en la Gala en formato de dibujo animado o en carne?
¿Quién coño usa ese Fotochós al Carboncillo 3.0?
(No os ríais, Misses, que en un rato voy por vosotras. Lo vais a flipar.)