La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

Archivo de la categoría ‘C, de Calvin Klein’

Truman Capote… y yo

En los años 50, cuando Capote estaba escribiendo Desayuno en Tiffanys, conoció en Tánger a dos personajes excepcionales, íntimos amigos de Paul Bowles, y con quienes compartió juergas y fantasías moriscas:

Emilio Sanz de Soto (creador de la revista literaria Zero , publicación precursora del movimiento Beat en la que colaboraron Ginsberg, Kerouac y William Burrougs en sus tiempos africanos. Sanz de Soto, director artístico de algunas de las películas de Saura, historiador de cine, amigo de Buñuel y todo un personaje, que aparece en un espléndido documental de Rioyo y Lopez Linares titulado, «Tánger, esa vieja dama«, en el que también podréis descubrir a

Pepe Carleton, pintor, decorador y esteta que fue propietario de uno de los bares míticos de la época dorada de Marbella (en los años de Cocteau y compañía); el Cero, donde iban a emborracharse Conchita Montes y Edgar Neville, entre otros.

[INCISO: qué pena haber pasado del Zero y del Cero, a la Zero. Qué catástrofe para el mariconismo ilustrado español…]

En los años 60, Haro Tecqlen se integró en aquel grupo tangerino de Sanz de Soto, Carleton, Bowles

Hace dieciseis años, cuando yo trabajaba como jefe de prensa de una compañía de teatro que estrenó en Madrid «Pervertimento y otros gestos para nada» de José Sanchís Sinisterra, vino a vernos Eduardo Haro Tecqlen. Iba a acompañado de su mujer, Concha, y de Mauro Armiño (que es el autor de la mejor traducción de «En busca del tiempo perdido» de Proust al español. Con perdón de Salinas y sin el perdón de Manzano).

Esa noche cenamos con Mauro Armiño, con Haro Tecqlen (un detalle: ambos vestían una gabardina idéntica) y con Concha Barral (que entonces trabajaba en RTVE y nos contó, muy divertida, los absurdos planes de ahorro del «ente público»).

Ah,… la crítica que nos hizo Haro para El País fue buena.

(Yo era muy joven, y no supe que estaba cenando tan cerca de Capote…)

Grados: 3º

Laurie Anderson, Eric Bana, Jaime Cantizano, Sean Connery, Arnaldo Otegui… y yo

INTRO

He tenido una idea: un nuevo blog. Casi siempre tengo ideas que son nuevos blogs – bueno, no siempre; a veces tengo ideas que son nuevos programas de televisión, como el que se me ocurrió una noche en la cama a punto de dormirme:

El PasaTomate. Una mezcla entre Pasapalabra y Aquí hay tomate, donde a los concursantes se les presentaría la foto de un famoso y tendrían que enumerar, en orden alfabético, epítetos que definieran al personaje. Por ejemplo, Vicky Beckham:

Anoréxica

Bulímica

Cursi

Decadente

Espantosa

Falsa

Grotesca

Histriónica

Imposible (…)

Y así, hasta llevarme un pastón.

LA IDEA

Lo dicho, que se me ocurrió una idea para un nuevo blog: GRADOS DE SEPARACIÓN: (Deja un comentario con el nombre de una celebridad contemporánea y te cuento una historia mía en la que aparezcamos conectados por menos de «seis grados de separación». En serio. Creo que puedo).

Y ayer por la tarde, gracias a la generosidad – y al morbo – de mis lectores, publiqué los primeros. Ahí van:

  • Laurie Anderson

    Ah… una tarde en Nueva York, me crucé en Central Park con dos parejas de paseo: David Bowie e Iman y Laurie Anderson y Lou Reed.

    Me quedé petrificado y estuve a punto de vomitar.

    Grados: 1º

  • Eric Bana

    Trabajó con Spielberg en ‘MUNICH’.

    Spielberg recibió a Alex de la Iglesia en su casa de Los Angeles. Alex le hizo una entrevista que, hace unos años, salió publicada en El País Semanal.

    Alex de la Iglesia era compañero en Deusto de un primo mío con quien además, alguna vez, colaboró en revistas de comics.

    Grados: 4º

  • Jaime Cantizano

    Conduce los viernes por la noche, ¿Dónde estás corazón?, donde colabora María Patiño, que era compañera de gimnasio de una excompañera mía de piso – Olga – que me contaba que María Patiño llevaba bragas de vieja (se las había visto en los vestuarios).

    Grados: 3º

  • Sean Connery

    Trabajó a las órdenes de Spielberg en «Indiana Jones y la última cruzada«.

    Años más tarde, Spielberg dirigió a Martin Sheen en ‘Catch Me If You Can‘.

    Martin Sheen es el hermano de la que fue mi profesora de inglés en el colegio, Carmen Estévez (creo que incluso recuerdo que Sheen vino a visitarnos al colegio alguna vez).

    Grados: 4º

  • Arnaldo Otegui

    Se entrevistó hace unas semanas con Patxi López, dirigente del PSE, que en más de una ocasión habrá conversado con la vicepresidenta del actual Gobierno – María Teresa Fernández de la Vega, que hace algo así como 10 años era compañera mía en la piscina donde yo iba a entrenar. Algunas mañanas, antes de entrar, yo le dejaba mi periódico y ella el suyo.

    Grados: 3º

    [Si os divierte la cosa, también admito peticiones por aquí, en los comentarios].

  • Stockard Channing, Pérez Reverte, Agatha Ruiz de la Prada, La Duquesa de Alba… y yo

  • Stockard Channing

    Trabajó con Will Smith en ‘Six degrees of separation’ (gran película).

    Will Smith denunció hace unos años el racismo de Norteamérica cuando los productores no consintieron que su partenaire femenina en ‘Men in Black II’ fuera Cameron Díaz (más info, AQUÍ)

    Cameron Díaz estuvo hace unos años en Madrid con quien era su novio por entonces, Matt Dillon, y cenaron en el restaurante de mi amiga Arantza, el Jai Alai.

    Cameron Díaz estuvo jugando con la perrita de Arantza, Bai. Yo he paseado con esa perrita y su madre, Neska, por el Retiro, y nos saludamos siempre que voy al Jai Alai.

    Grados: 4º

  • Arturo Pérez Reverte

    El 8 de noviembre de 2002, Juan Cruz conversó con Pérez Reverte sobre «LA REINA DEL SUR» en la Universidad de Murcia durante el Curso Internacional sobre Pérez Reverte.

    Algunos años antes, Juan Cruz había sido profesor mío en un curso de edición

    Grados: 2º

  • Agatha Ruiz de la Prada

    Hace años, Agatha, Pedro Jota y sus hijos, visitaban habitualmente la casa que el pintor Gerardo Rueda tenía en Cuenca, donde coincidían con mi amigo José Ramón Danvila (crítico de arte para El Mundo).

    Grados: 2º

  • La Duquesa de Alba

    La Duquesa de Alba estuvo casada con Jesús Aguirre, que dirigió hasta 1977 la editorial Taurus. Taurus ha publicado gran parte de la obra de Emilio Lledó. Emilio Lledó es el padre del médico que me diagnosticó la esclerosis múltiple hace 15 años.

    Grados: 4º

    [Continuará…]

  • Cenicienta


    «Muchos niños, al principio de la historia, están convencidos de que Cenicienta merece su destino, puesto que piensan exactamente igual sobre sí mismos; pero no quieren que nadie lo sepa. A pesar de ello, al final del relato, la heroína resulta ser digna de alabanza, ya que el niño espera correr la misma suerte, sin que se tengan en cuenta sus primitivos defectos.» PSICOANÁLISIS DE LOS CUENTOS DE HADAS, Bruno Bettelheim

    Cenicienta ha descubierto que ella es su hada madrina

    «Una mujer es su propia madre», Anne Sexton

    «Un hombre es su propio padre», Paul Auster

    Cenicienta es cajera en un Supermercado DIA y el hada madrina de sí misma cuando lee poemas, novelas. O el hada madrina es Anne Sexton leída. Szymborska leída.

    Cada poema que Cenicienta escribe es un magnífico baile con un príncipe apuesto, a sus pies.

    Cada fallo de concurso de poesía que no lleva su nombre, es un regreso de Cenicienta del baile, borracha, con sus dos zapatos en la mano.

    Cenicienta, hace tiempo, publicó un libro de poemas. Fue como lanzar su zapato de cristal al fondo del estanque: la invisibilidad. Sin testigos. Ni hombres-rana.

    Cenicienta nunca calzó unos zapatos de cristal. Fue un error de transcripción de Perrault – ese cursi idiota – que escribió VERRE (cristal), cuando lo que decía el cuento es que los zapatos eran de VAIR (piel jaspeada). Pero suenan casi igual…

    «Soy mi propia madre…» Sylvia Plath

    Un Capote de Chanel
    (En busca del tiempo perdido, Truman Capote delira abrazado a un cojín que Jean Cocteau le regaló. O no)

    El Chanel de Jackie manchado con la sangre de John, ¿recuerdas?

    Tuvo que venir Madame Coco Chanel a invadir nuestra Gran Historia Americana. ¿Y a cambio, qué nos dio? Di, ¿qué? A nosotros. A mí, que quería ser Proust

    Yo quería ser Proust

    Yo quería ser Proust. Y ella fue amiga de Madame Verdurin y de la Duquesa de Guermantes.

    Yo quería ser Proust y ella se permitió contratar al Conde Etienne de Beaumont para que diseñara su primera línea de joyas, joyas Chanel… ¡al Conde Etienne de Beaumont!: pensar que en sus salones pasó Marcel Proust su última velada antes de morir…

    Se derraman más lágrimas…

    «Chanel ya no hará más el esfuerzo de subir esas escaleras rodeadas de espejos hasta su taller. Lo había hecho durante tanto tiempo que uno pensaría que, tal vez, con el esfuerzo de los médicos, podría haber seguido haciéndolo siempre. Lo cierto es que cuando llegaba arriba, los resultados eran tan frescos y vitales como siempre.»

    Eso lo escribió Cecil (Cecil; ¡Cecil Beaton!) en su diario, en enero de 1971, cuando Chanel acababa de morir. Y un mes después, hablaba sobre MÍ, de MI crisis nerviosa,

    » incapaz de sostener un vaso de agua en las manos, un cigarrillo entre sus labios o de escribir»

    ¿recuerdas? Pero a Cecil nadie lo llamó traidor. Aunque, bueno, yo lo llamé de todo en aquella entrevista para la televisión.

    «He utilizado a la alta sociedad, no para satisfacer mi vanidad ni para humillarlos (tengo otros modos de venganza, en caso de que admitiera que busco venganza), pero tal y como ya le he dicho, lo he hecho porque me eran útiles y porque circulaba por París en mi nombre. Por mi parte, me iba a la cama temprano. Gracias a ellos, desde la paz de mi cama, me mantuve al tanto de todo; al modo de Proust supe lo que se había dicho en las cenas de la noche anterior.»

    Hijadeputa. No tenía nada. Mentía. No tenía nada y se lo inventó todo. Todo lo consiguió. Es la puta más inteligente que no conocimos, ¿verdad? Una puta tan lista que en lugar de conformarse con los vestidos que le regalaba su amante rico de pueblo, le pidió que le pusiera una boutique en París. Una puta tan lista que después se consiguió otro amante aún más rico, aquel inglés en quien se inspiró para masculinizar sus diseños. Pero nadie dijo nada. Bueno, Proust sí, Proust dijo que las mujeres vestidas por Chanel eran «mujeres de aspecto vulgar». Otra perla de Marcel.

    Otra perla para el collar de Chanel… la historia del collar, ¿te acuerdas? Sí, claro que te acuerdas: el collar de perlas que le regaló su otro amante,el Gran Duque Dimitri de Rusia… SÍ: el mismo que asesinó a Rasputín (Rasputín… eso sí que era una verga y no la de Rubirosa, ¿eh?). Las perlas de los Romanov fueron a parar al cuello de Madame Chanel. Increíble, ¿eh? Fue entonces cuando empezó a cargar con esas ristras de perlas que puso de moda en los años 20. «Tengo otros modos de venganza», ya lo creo que sí.

    Se derraman más lágrimas…

    El Chanel de Jackie y aquella noche en París, cuando Cocteau apenas nos dejó hablar, ¿te acuerdas? Pero Cocteau nos regaló este cojín. Este cojín está bordado por Cocteau. Claro que sí. Pero ni Cocteau ni Cecil nos la presentaron nunca.

    La obra que habría escrito Proust de haber vivido en Nueva York. Así les dije que iba a ser «Plegarias atendidas». Pero John O’Shea me las robó, se llevó las 400 páginas que llevaba escritas.

    Proust… de haber vivido en Nueva York. ¿Y de haber vivido nosotros en París? Capote de haber vivido en París. «A sangre fría» del Caso Dreyfus – tal vez, ¿no crees? Chanel nos habría pagado las facturas del hospital. Como se las pagó a Cocteau, como se las pagó a Radiguet, como pagó el entierro en Venecia de Diaghilev. Pero no te preocupes, después nos habríamos vengado de su generosidad: habríamos contado lo suyo con el oficial alemán durante la ocupación de Francia y cómo aprovechó la Comisión de Asuntos Judíos creada por los nazis para romper su asociación con los Wertheimer y quedarse con los derechos de Perfumes Chanel.

    Nos habríamos divertido, ¿verdad? Nos habríamos divertido tanto al ver cómo quemaban «Lewis et Irene», de Paul Morand en ‘Fahrenheit 451’… viendo cómo ardía esa novelita que Morand escribió sobre Chanel y su amante inglés…

    «Nada divierte a Coco Chanel después de medianoche», dijo Djuna Barnes cuando la entrevistó.

    Después de medianoche… no estabas aquí anoche.

    – Sí estaba, Truman.

    ¿Nos habríamos aburrido mucho en París? París era una fiesta. Y Hemingway un escritor mucho peor que yo. Y que yo.

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    CHANEL EN DÓLARES (al cambio actual)

    Un vestido de alta costura de Chanel en 1915: 2.500 dólares

    La casa de Biarritz frente al Casino donde tuvo su boutique: 700.000 dólares

    Herencia que recibió tras la muerte de su amante, Boy Capel: 1.500.000 dólares

    Donación de Chanel a Diaghilev en 1920 para poner en pie «La consagración de la primavera» en París: 150.000 dólares

    Sueldo mensual de las modelos de Chanel: 460 dólares

    Su casa de Roquebrune en el Mediterráneo : 1.400.000 dólares

    Reformar la casa de Roquebrune en el Mediterráneo – que después compraría el editor de Churchill y donde el político inglés escribiría sus Memorias: 7.200.000 dólares

    Derechos de producción sobre el perfume Chanel nº5 en 1945: 60.000 dólares

    Derechos conseguidos tras demandar a los distribuidores de Chanel nº5: 2.000.000 dólares

    Pérdidas de la Casa Chanel tras su vuelta a la moda en 1954: 1.900.000 dólares

    Herencia de Coco Chanel: 4,5 billones de dólares

    Caballeros de éxito en la vida

    Descubro en la revista Millionaire (yo soy muy de leer publicaciones especializadas) el anuncio de una agencia matrimonial para «caballeros de éxito en la vida» y «mujeres bellas y elegantes»; ‘Loving You Forever. Aunque también podría haberse llamado – perfectamente – Braguetazos sin Fronteras.

    «Caballeros de éxito en la vida», cuyas razones para buscar «mujeres bellas y elegantes» pueden ser las siguientes (según el formulario confidencial que aparece en la página):

    – Soy nuevo en la zona

    – Estoy demasiado ocupado para conocer gente

    – Soy pasivo

    – No conozco gente de la suficiente calidad

    – No estoy saliendo con nadie en serio ahora mismo

    – Soy tímido

    – Estoy saliendo con alguien no compatible

    – Deseo una relación estable

    – Deseo salir con varias personas a la vez

    «Mujeres bellas y elegantes» que – claramente – buscan «caballeros de éxito en la vida» con quienes compartirlo todo, sobre todo EL ÉXITO:

    O tal vez sea que esos caballeros no tendrán – de verdad – éxito en la vida hasta que no se casen con ellas. No lo sé.

    ¿Misógino? ¿Machista? ¿Yo? Puede ser… pero a mí me sale gratis. A los señores que buscan «mujeres bellas y elegantes» les sale por 7.700 dólares al año. Un pastón.

    San Cole Porter les asista:

    Who wants to be a millionaire? I don’t. Have flashy flunkeys everywhere? I don’t.

    Who wants the bother of a country estate? A country estate is something I’d hate!

    Who wants to wallow in champagne? I don’t. Who wants a supersonic plane? I don’t.

    Who wants a marble swimming pool too? I don’t. And I don’t `cause all I want is you.

    Who wants to be a millionaire? I don’t. Who wants uranium to spare? I don’t.

    Who wants to journey on a gigantic yacht? Do I want a yacht? Oh, how I do not!

    Who wants a fancy foreign car? I don’t. Who wants to tire of caviar? I don’t

    Who wants a private landing field too? I don’t. And I don’t `cause all I want is you.

    Cena con Champán

    Bienvenidos.

    Mi mente ha organizado un simulacro de felicidad en compañía, se evade la realidad – tan solitaria – y me invita a celebrar por todo lo alto la euforia de la amistad, la bondad de los desconocidos en que confiar, y por la que brindar con el champán de las botellas que van descorchando, a lo largo de la enorme mesa alargada, Tenesse Williams, en batín, Pedro Almodóvar, Marisa Paredes, Marlon Brando, en camiseta de tirantes, Andy Warhol y Capote nos miran entrar: yo de la mano de un chapero que me salvó la vida en un semáforo, y detrás de nosotros un niño de la mano de otro niño que tiene su misma edad pero es más alto y más fuerte y ha decidido ser más alto y más fuerte para algo más: para que los otros altos fuertes no se atrevan a pegarme, ni a tirarme la mochila por el hueco de las escaleras, ni a gritarme ¡MARICA, MARICÓN!, le grita Marlon a Truman de punta a punta de la mesa, y Truman agita su manita hacia él, le lanza besos, me mira, se sonríe con malicia y mira de reojo hacia Andy que se graba a sí mismo con una cámara de vídeo digital y habla al objetivo:

    «Bueno, al principio yo… yo lo vi y bueno, quise hacerme su amigo, porque vi su foto y pensé que de él no tendría miedo, porque él habría pasado el mismo miedo que yo. Truman, quiero decir… le mandé cartas, a Truman, y nunca me respondió, y cuando llegué a Nueva York me quedaba enfrente de su casa, en la calle, de pie… y un día me invitó a su casa y su madre me echó de allí a gritos, me gritaba ¡MARICA, ..!»

    «… MARICÓN! ¡Dame la cámara! ¡Déjame a mí!»,

    las manitas de Truman sostienen con fuerza las muñecas de Andy y le obligan a apuntar la cámara hacia él:

    «Pero después fue él quien se vengó de mí. Nos hicimos amigos y se vengó de mí cruelmente; abusó de nuestra confianza y me tomó unas polaroids cuando más hinchado estaba (tantas pastillas, tanto vodka, tanta mierda), y él, clic-fshhhhhhhhhhhhhhh clic-fshhhhhhhhhhhhhhh.»

    Capote le arrebata la cámara de las manos a Warhol y la gira para grabar a Brando, que da de beber champán de su copa a la pareja de niños,

    «Míralo. El Duque fuera de sus dominios, el Duque fuera de todo lugar… Andy se vengó de mí, yo me vengué del Duque. Andy pensaba que yo no daría miedo y lo desprecié; Marlon fue uno de aquellos que siempre me dieron miedo, y lo humillé. Porque él habría sido uno de aquellos que de niño me gritaban ¡MARICA, MARICÓN!»

    José María Cano es un genio (en serio)

    Así es cómo lo veo yo:

    UNO

    Montas un grupo musical y te forras. Te forras en serio. Compones «Hawaii-Bombay», «Aire», «Hijo de la luna», «Me cuesta tanto olvidarte», «Cruz de navajas», «Mujer contra mujer», «Una rosa es una rosa» y arrasan.

    Hasta que te aburres y adiós.

    DOS

    Te vas a vivir a Londres, te compras la casa que fue de Barrie, el autor de Peter Pan, te dedicas a comprar arte a saco (Barceló de principio de los 90, Julian Schnabel,…) y anuncias al mundo que preparas un ópera, «Luna«. Que se van a cagar.

    TRES

    Presentas Luna en el Teatro Real. Y se cagan. En ti. Vendes los cuadros, vendes la casa y te apuntas a un bombardeo, una traca, o lo que sea para no hundirte.

    CUATRO

    Todos los contactos que hiciste durante tu época de coleccionista te descubren que tú también puedes dedicarte al arte. Y lo haces. Y tienes buenas ideas: exhibes los dibujos de tu hijo pequeño y montas en grandes bastidores las copias de las cartas que se cruzan tu exmujer y tu abogado durante vuestro divorcio. Y hace pocos meses, una serie de retratos – WSJ100 – de los personajes que manejan la economía mundial. No te va mal. Como pintor te haces llamar Cano de Andrés.

    CINCO

    Mientras tanto, te habían ofrecido componer el himno para el Centenario del Real Madrid y dijiste que sí.

    SEIS

    Y lo último, que adaptes el «epílogo» de Luna al Padrenuestro para que lo cante el próximo 8 de julio en Valencia frente al Papa la Caballé, dirigida por ti. Y también dices que sí, pero…

    … glups… los del Encuentro Mundial de la Familia van y te preguntan, «¿qué te parece el Encuentro Mundial de la Familia?» y tú te cagas de miedo porque no quieres crearte enemigos, y te lo piensas y demuestras que no has llegado hasta donde estás por casualidad, que si conseguiste mantenerte a flote es porque eres muy listo (un genio te diría yo, aunque tú no te atrevas a tanto), y les respondes:

    José María Cano ha señalado que el Encuentro Mundial de la Familia es una “fantástica iniciativa” ya que contribuirá a “recuperar la intención genérica del ser humano, sea cual sea la realidad social del momento, de mantener un entorno íntimo lo más estructurado posible”.

    GENIAL. LIMPIO Y GENIAL.

    Carmen Cervera

    Tita es mucha Tita. Tita Barker, Tita Thyssen, Tita Cervera.

    Tita, dicen en su perfil de ¡Hola!, tenía un abuelo que era marqués de Valladolid y un padre ingeniero. Aunque hay quien lo niega todo, y asegura que ese marquesado no existió jamás (desde luego, en esta exhaustiva lista no aparece) y que su señor padre no era ingeniero sino taxista (qué más dará. Con lo que se llevan los taxistas en los árboles genealógicos reales…)

    Miss Cataluña con 19 años, Miss España, Miss Europa (muchísimos años antes de que perteneciéramos a la UE, lo que tiene muchísimo más mérito) y, por poco, Miss Universo.

    Tita se casó primero con el actor Lex Barker, junto a quien apareció en un par de películas de aventuras muy, muy malas, como Killer’s Carnival (1966) y Mister Dynamit (1967).

    Fue entonces cuando Tita Barker decidió aprovechar su tirón como estrella internacional y probar suerte en el cine español, donde participó en varios peliculones de Paco Martínez Soria, tales como: ¡Se armó el belén! (1970), Don Erre que erre (1970), Hay que educar a papá (1971) y El Calzonazos (1974), esta última ya como viuda de Barker, que había muerto de un infarto en Nueva York en 1973, con sólo 54 años.

    Debió ser por entonces cuando conoció y casóse con el inefable Espartaco Santoni. Tupido velo. Opaco.

    Tita Carmen G. Cervera en el reparto – siguió con lo suyo, que era, obviamente, el cine: La Maldición de la bestia (1975) con Jacinto Molina/Paul Naschy, y de vuelta al género Martínez Soria: El alegre divorciado (1976), Estoy hecho un chaval (1977), Vaya par de gemelos (1978), La tía de Carlos (1981) y …

    Es peligroso casarse a los 60 (1981). 1981. Año en que conoció a Heinrich von Thyssen. La realidad NO supera a la ficción; alcahuetea con ella.

    La historia, a partir de ahí, es más que conocida: Tita Thyssen, Museo Thyssen,… lo normal: la fabricación y el tráfico de armas dan para mucho.

    Hoy, Carmen Cervera, respetable mujer de la cultura española que ansía ver recompensados sus esfuerzos con un título nobiliario (los del cine de Paco Martínez Soria, que es pura antropología y deja a Claude Lévi-Strauss como un simple cronista de sociedad – primitiva, eso sí. Y los que contribuyeron a que la Colección Thyssen se instalara en España).

    Hoy, Carmen Cervera, amenaza con encadenarse a los árboles del Paseo del Prado para evitar su tala y sonríe. Como siempre, Tita sonríe. Razones no le faltan, no.

    Creadores de Ficción Oral

    Anoche escuché «Hablar por hablar» y concluí que no es ese programa nocturno de confidencias que yo creía. No. Anoche, al escuchar «Hablar por hablar» descubrí que el programa no es sino un taller literario en el que se proponen varias situaciones germen («preñadas de posibilidades» – ¡siempre quise escribir esta expresión..!) que los oyentes van desarrollando, completando, reelaborando en sus llamadas para acabar conformando un ejercicio colectivo de ficción oral muy interesante.

    Una mujer que espera a su marido en casa y transmite su angustia al resto de oyentes, que intervienen para proponer distintas posibilidades: su marido puede estar muerto, borracho, con otra o todo a la vez.

    Otra mujer que no sabe si implantarse un par de tetas de silicona después de que una gitana en Sevilla le augurara una muerte temprana. Que se plantea la amortización del gasto (3.000 euros por teta) para el poco tiempo de vida que puede que le quede. Fascinante.

    «Hablar por hablar» como laboratorio de ficciones colectivas emplea el mismo mecanismo que los Teléfonos Eróticos: alguien lanza una mentira para construir su personalidad frente a los otros («Segurata con botas buena tranca busca biberón«, por ejemplo) y el resto de usuarios que conectan con él asumen su fantasmagoría y se relacionan dentro de ella para levantar de esa manera una ficción sexual consentida. Como todas, supongo, en realidad.