Anoche, mientras hacía zapping loco entre el nuevo programa debate de Telecinco, LA SÉPTIMA SILLA…
Ese programa donde invitaron a la madre de un gay apuñalado para que hablara del juicio al asesino de su hijo, a Irene Villa para hablar de la venganza de las víctimas del terrorismo, al padre de Marta del Castillo para volver a engrasar la cadena (perpetua)… y ¡a Gema Ruiz -la ex de Alvarez Cascos– para ilustrar un debate sobre la infidelidad! Jajajaja. Toma del frasco, Angela Carrasco (y déjale un culín a Camilo Sesto. Uy, lo siento; no era mi intención…)
Ese programa donde los micrófonos de los opinadores –Pepe Sancho o Teresa Bueyes entre otros, pa’ qué más- permanecían abiertos mientras su presentadora (muy digna, todo hay que decirlo) se acercaba a hablar con la madre de Rocío Wanninkhof al tiempo que oíamos cómo alguien desde una de las sillas decía «Esa es la que era lesbiana, ¿no?» De puta madre, amigos.
… y trataba de encontrarle un sentido a los 21 DÍAS de ayuno de una periodista para acercarse a los trastornos alimenticios (¿qué será lo siguiente? ¿21 DÍAS con el pelo frito para saber cómo se siente Ana Botella? ¿21 DÍAS vestida de butano para entender a los presos de Guantánamo? Con todos mis respetos hacia el reportaje, que no estuvo mal del todo, la anorexia y la bulimia no son una huelga de hambre, no es eso…)
Me encontré con esta imagen en DEC:
[Creí entender que es una muchacha que se zumbaba al marido de la sobrina de LMG –Lah Mah Grandeh– mientras estaba embarazada (la sobrina, entiéndase)].
LA HOSTIA.
¡AMANTE! Lo que provocó en mí un monólogo interior súper interesante (es lo que tiene pasarse las noches del viernes solo, en casa, viendo la televisión):
¿Queda mucho para el siglo XXI? ¿cuándo llegamos? ¡Tengo pis! ¡Tengo hambre! ¡Me aburro!